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Reflexiones sobre el proceso de bolchevización del PCM

Reflexiones sobre el proceso de bolchevización del PCM

Aprobado por el V Pleno del Comité Central

Por orientación congresual, ratificada por el Comité Central, el Partido Comunista de México iniciará el 23 de Septiembre su proceso de bolchevización, medida destinada a asegurar su funcionamiento con base en los principios del centralismo democrático, de la dirección colectiva, de la disciplina consciente, de la moral comunista, de la proletarización de su composición; en la dirección de colocarlo como vanguardia de la clase obrera. Se trata de un proceso que tiene como columna vertebral asegurar las características leninistas en materia organizativa, de combate a concepciones ajenas, como el democraticismo, el horizontalismo, la cultura de colectivo, pero también el burocratismo, el autoritarismo, el caudillismo. La bolchevización busca asegurar al Partido como organización de organizaciones, con una política de cuadros y de promoción de cuadros, con control de los cuadros y de las tareas; con planificación que deja cada día menos espacio a la improvisación, al espontaneísmo. Sin la bolchevización la política del Partido no se puede asegurar, sin la bolchevización la meta de la Revolución Socialista no es tangible. Hoy tenemos un Partido con muchas deficiencias y algunas virtudes, con el proceso de bolchevización el Partido deberá ser otro, y también los militantes otros, pues se elevará la crítica y la autocrítica como ley suprema del desarrollo interno del Partido. Habrá mayor exigencia, será necesario un mayor grado de compromiso, pero es necesario si aspiramos a ser el partido de revolucionarios profesionales, de cuadros comunistas, de cuadros bolcheviques.

  1. El V Congreso del PCM orientó el inicio de la bolchevización del conjunto de la organización.
  2. En la reunión del Buró Político, de principios de Abril del 2015, el único punto de la agenda fue reflexionar sobre tal cuestión y el estado organizativo del Partido, los estilos de trabajo, métodos de dirección, causas de disfuncionalidad de algunas organizaciones regionales, dispersión en las tareas. En la conclusión del balance encontramos que hoy no tenemos problemas, sin embargo tenemos brotes, que en perspectiva, si no son atendidos pueden llevarnos a problemas graves, que causen inestabilidades organizativas y afecten los objetivos.
  3. La bolchevización debe entenderse como la atención al conjunto de las deficiencias organizativas para elevar la calidad militante y perfeccionar a todo el Partido como vanguardia revolucionaria de la clase. No es únicamente una consigna, ni un recetario de medidas administrativas, sino un ataque político-ideológico a nuestras deficiencias, para forjar un partido comunista en el México contemporáneo, de naturaleza bolchevique.
  4. El proceso de la bolchevización en la Sección Mexicana de la Internacional Comunista fue asumido como la depuración de filas, la expulsión masiva de aquellos cuadros y militantes con influencia anarquista, socialdemócrata o de la masonería. El PCM a fines de los años 20 quedó reducido a casi 100 miembros, sin embargo, sólidamente acuerpado, que le permitió un rápido desarrollo, que en menos de un quinquenio lo transformó en una poderosa fuerza entre la clase obrera. La bolchevización entonces tuvo el objetivo de lograr la plena unidad ideológica.
  5. Hoy sin embargo no enfrentamos ese problema. Hay unidad ideológica y programática y desde el punto de vista formal unidad orgánica. Entre el IV y el V Congreso, después de que en la década precedente dimos varios traspiés ideológicos –resultado de la confusión que impactó al movimiento comunista como resultado de la contrarrevolución que derrocó la construcción socialista en la URSS- dimos pasos significativos al asumir sin concesiones el criterio clasista, que nos permitió superar la lógica de lucha por liberación nacional, democracia popular, y etapas intermedias entre el capitalismo y el socialismo, que en política significaba marchar como fuerza subordinada a un sector de la burguesía. Hoy el Partido vía congresual, es decir por medio de un proceso de discusión democrático, amplio, llegó a nuevas conclusiones sobre cuestiones esenciales para un partido comunista contemporáneo: causas y esencia de la contrarrevolución que derrocó temporalmente la construcción socialista en la URSS y el campo socialista, incompatibilidad entre relaciones mercantiles y relaciones socialistas, asuntos del poder, de las formas de lucha y su combinación, del rol de la violencia revolucionaria como partera de la historia, de estrategia, de internacionalismo, de Historia, teoría y práctica del movimiento obrero y comunista, del frente ideológico contra el oportunismo y el revisionismo, características nuevas del imperialismo, relaciones de interdependencia entre los Estados, uniones interestatales, importancia del eslabón antimonopolista, antiimperialista, etc, etc.
  6. En el Partido hoy tenemos una clara unidad ideológica y está fuera de toda duda, sin desdeñar que existan algunos resabios que pueden ser resueltos y superados en el debate franco, fraterno y educativo. Somos pues bolcheviques en el terreno de la ideología y el programa, y sin embargo la bolchevización es necesaria, impostergable, vital, porque en materia organizativa hay graves tendencias socialdemócratas.
  7. Cuando hablamos de la bolchevización en materia organizativa, hablamos del funcionamiento de los organismos dirigentes (Comité Central, Buró Político, Secretariado, Comités Regionales, etc), de las organizaciones de base (células de centro de trabajo, células territoriales, células especializadas), militantes, cuadros, cotización, formación ideológica, educación política, política de promoción de cuadros, disciplina, estilo de trabajo, métodos de trabajo. Es una complejidad la que tenemos que abordar, y no podríamos incurrir en la crítica personal, a menos que queramos errar, porque se trata de abordar la generalidad y llevar al Partido a un escalón superior. La bolchevización es impersonal, se sustenta en la crítica y autocrítica, como ley del desarrollo del trabajo partidario.
  8. Aunque el Partido tiene en general hoy una línea concreta correcta, lo cierto es que de la concreción, observamos que algunos camaradas hacen generalización, y por ejemplo colocan asuntos de táctica como si fueran de estrategia, o más grave, de principios. Hoy no tenemos un problema ahí, pero la lucha de clases tiene virajes inesperados, y si hoy no hay la atención ideológica precisa sobre la formación de cuadros podemos estar mañana enfrentando escisiones por asuntos tácticos. Tenemos que aferrarnos a la táctica leninista de la combinación de todas las formas de lucha.
  9. Encontramos de frente, y sin mucho rodeo, que uno de los pilares de la bolchevización es la educación política y la formación de cuadros, vinculado a una política de especialización de cuadros. Fuera de buenas intenciones, no hay articulado el sistema de formación de cuadros, los niveles A, B, C, y la Escuela Central de Cuadros. Formar a los cuadros del Partido hoy es formar a los cuadros del Estado proletario de mañana, y el nivel y calidad tienen que ajustarse a esas dimensiones, de elevadísima calidad marxista-leninista, revolucionaria.
  10. En general se puede apreciar un funcionamiento deficiente de las comisiones de trabajo del Comité Central. Han tenido reuniones algunas, otras ninguna, y ello desploma el rendimiento del conjunto del Comité Central, el órgano dirigente del Partido y de la Revolución. La regularidad de las sesiones plenarias del Comité Central no sustituyen su trabajo permanente, pero el no funcionamiento de las CT, reduce los plenos del CC a una instancia consultiva y anula su carácter de un cuerpo de trabajo que decide y ejecuta.
  11. El Buró Político es la instancia más regular, sin embargo la periodicidad en que se reúne es mensual. Lo óptimo sería una reunión semanal, pero la evaluación es que en las actuaciones condiciones de desarrollo partidario un ritmo tal sería insostenible. Sin embargo se asumió acortar el intervalo a tres semanas.
  12. El Secretariado es una instancia estrictamente ejecutiva de los acuerdos del BP. Un problema es la tentación de sustituir al BP. Hasta hoy es una instancia prácticamente inoperante, que sin embargo debería agilizar la ejecución de las resoluciones.
  13. En los Comités Regionales se observa una tendencia a la burocratización. Hay grandes pérdidas de tiempo en discusiones teórico-abstractas. Hay camaradas que confunden cualquier espacio como uno en el que hay que demostrar y hacer gala de los conocimientos teóricos. Es verdad que la teoría alumbra nuestro camino, que la práctica es precedida de la teoría revolucionaria, que tiene que darse el contexto político, que hay que desmenuzar la lucha de clases, que hay que estar al día con las posiciones y debates, pero en verdad que hay decisiones que no requieren más que unos minutos y que son sometidas a tortuosas deliberaciones. Si las reuniones de los CR son planificadas se ahorra un tiempo valioso, si cada día se deja menos a la improvisación. En los CR se piensa que basta elaborar las resoluciones y enviarlas. No hay reuniones regulares de los CR con las células, no hay acompañamiento, no hay la función del enlace, que está definida en el Estatuto como esencial. Se envía la resolución por correo, se espera el informe del organismo de base, y a eso se reduce la concepción organizativa, desdeñando el trabajo regular, el contacto permanente, el trabajo ideológico. Se responsabiliza al colectivo de los errores, y se busca individualizar el acierto. Hay CR que dependen en absoluto de la iniciativa del secretario político y hay otros en los que en nombre de la colectividad se engendra el liberalismo que empantana el trabajo.
  14. La mayor deficiencia en el trabajo de base es que contadas son las células que son de centro de trabajo. La célula debe ser la manifestación de la unión voluntaria de los militantes del Partido. En un proceso de reorganización se restructuraron las células desde una instancia superior, lo que era una excepcionalidad, que muy lamentablemente hizo escuela, y algunos quieren transformar en regla: craso error. Un importante porcentaje de células concentran demasiados cuadros, en el BP no se conocen sus planes, si es que cuentan con ellos. Hay una tendencia de los camaradas a amontonarse, por afinidad y un constante rehuir a reclutar directamente. Pocos son los informes de camaradas nuevos reclutados y varios los informes de desatención a los contactos que llegan. Las células en lugar de buscar crecer, desarrollarse, sobre la base de su trabajo, de su intervención, de planes de reclutamiento, simplemente esperan que les sean transferidos contactos.
  15. La ausencia de planificación de las tareas y del control del cumplimiento de éstas es una de las razones de la disfuncionalidad de la estructura. Sin ello, el culto a la espontaneidad, los palos de ciego, la improvisación, se afirman e imponen un estilo de trabajo lejano al leninismo.
  16. Un porcentaje nada despreciable de la militancia asume naturalmente formas organizativas socialdemócratas, conducta liberal, indisciplina, falta de cotización, democraticismo, no valoran la importancia del trabajo de célula. La valoración es que esta conducta emana de que el Partido desatiende el frente ideológico interior.
  17. De la cantidad pasamos a la calidad, pues tal conducta se expresa en algunos cuadros. Indisciplinados, impuntuales, incumplidos, liberales, con tendencia a la politiquería.
  18. Un factor disolvente del leninismo son las redes sociales. Hay camaradas, que sin ser conscientes entregan, aunque fragmentados, pero con facilidad de reconstrucción de un mapa, datos, a quienes dan seguimiento de nuestra actividad. Que no restringen su actividad ahí a la agitación y propaganda, sino que inconscientemente revelan la actividad partidaria, los debates, las diferencias, que no resguardan el secreto del Partido. No podemos tolerar ya tales conductas liberales, no podemos permitir ya el desdén, el menosprecio a la labor de seguimiento a los organismos de inteligencia de la burguesía que nos estudian, que nos dan seguimiento. No podemos permitir ya que en lugar de los canales adecuados, se horizontalice la vida partidaria, en cualquier partido comunista las cosas funcionan de arriba abajo, y de abajo arriba. Ello no debe obstaculizar la utilización de las modernas formas para agilizar algunas comunicaciones.
  19. Está en cuestión el asunto de la autoridad de la dirección del Partido, de los organismos dirigentes del Partido. Hay camaradas que consideran natural preguntar por todo, requerir todas las informaciones, discutirlas en cualquier lado, y ello es liberalismo. Los camaradas estamos todos en la obligación de reservar, proteger, resguardar los secretos del Partido. El comunista no busca la presunción, sino la discreción, la compartimentación.
  20. El Partido debe preservar, trabajar con dureza para darle cada día autoridad a sus organismos dirigentes, y en primer lugar la autoridad del Comité Central. Todo aquello que lleve a minar tal autoridad será combatido.
  21. El asunto financiero es grave. Por las cuotas el Partido habría desparecido por inanición hace ya algún tiempo. Solo algunas organizaciones regionales están cumpliendo. De las demás hay cero reportes. En breve procederemos a la entrega de carnets y se será estricto con las cuotas.
  22. Estos asuntos no son los únicos, pero son un aviso fuerte de que estamos a tiempo de adoptar medidas, y que estas son las de la bolchevización. Educación política, formación ideológica, crítica y autocrítica, plan de trabajo, ejemplo, abnegación, disciplina, trabajo colectivo.
  23. Todo esto tiene que combinarse con la metodología que nos lleve a buscar la eficiencia en el tiempo, los recursos.
  24. Un baluarte del proceso de bolchevización será el control, el ajustarse a los planes. Cuadro de dirección que no se ajuste a la planificación debe ser fuertemente criticado, y en caso de incurrir debe ser relevado de sus responsabilidades y ajustarse a un proceso de autocrítica.
  25. La optimización de los organismos dirigentes debe ser buscada. En el caso del Comité Central se presentará un reglamento para acrecentar la eficiencia de su funcionamiento. Hay plena coincidencia en que la bolchevización avanzará si en primer lugar es el Comité Central el ejemplo de disciplina, cumplimiento de tareas, eficiencia.
  26. Debemos trabajar para asegurar en el mediano plazo la profesionalización del aparato central organizativo.
  27. El órgano dirigente del PCM entre Congreso y Congreso es el Comité Central, y a él nada debe ser ocultado no tergiversado. Ninguna noción de compartimentación debe colocarse por encima o al margen del CC.
  28. Deben quedar plenamente establecidos los ámbitos y delimitaciones de cada órgano, comisión, secretaría, etc, etc.
  29. Iniciado el proceso de bolchevización el tema de la cotización será ineludible, como una característica de la militancia, de acuerdo a las características defendidas por Lenin en el II Congreso del POSDR.
  30. La bolchevización dará inició el 23 de Septiembre, en homenaje al 50 aniversario del asalto al Cuartel Madera, lucha por la Revolución socialista dirigida por Arturo Gámiz y Pablo Gómez, camaradas que están en el origen de nuestra lucha.

PCMarcha

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