Por: Alejandro del Toral

Desde el 7 de octubre de 2023, las miradas del mundo han volteado hacia Palestina, pues la agresión de Israel contra el pueblo palestino en Gaza y Cisjordania ha adquirido dimensiones de genocidio. La agresión imperialista de Israel ha provocado la condena internacional del proletariado internacional, y la solidaridad con el pueblo de palestina por parte de los universitarios de Estados Unidos y España, los trabajadores de Grecia y otros países y las organizaciones comunistas y humanitarias. No obstante, esto no ha impedido que el gobierno de Netanyahu continúe con el asesinato de civiles en Medio Oriente.

Aunado a esto, las tensiones regionales han escalado tras los bombardeos israelíes en territorio iraní, sirio y libanés el pasado 25 de octubre y, a día de hoy, continúan los asesinatos de dirigentes políticas relevantes, como los líderes de Hamas, Yahya Sinwar y Ismail Haniya , lo cual ha provocado tensiones con países como Irán. No obstante, ¿a qué se deben las acciones llevadas a cabo por el gobierno de Israel?

Esto se debe a que, desde la partición del territorio palestino en 1947 con la Resolución 181 de la ONU, el Estado de Israel ha buscado expandirse mediante el uso de la fuerza, justificándose en los preceptos del sionismo revisionista de Jabotinsky y contando con el respaldo de los Estados Unidos desde la Guerra Fría hasta la actualidad.

Desde entonces, Israel ha estado involucrado en múltiples crímenes de lesa humanidad, como el asesinato de civiles palestinos en las dos intifadas, la declaración de guerra al Líbano en 2006, los bombardeos a Siria y la intervención en Gaza. Tan solo en la actual agresión contra Palestina, según los datos de la ONU, el saldo es de 16,000 niños asesinados y un millón de personas desplazadas.

Además, el Estado de Israel es quien ejerce una política genocida y terrorista, pues además de ser hoy promotor de la guerra en medio oriente, incurre en acciones como el ataque contra hospitales y campos de refugiados palestinos, y acciones criminales como la detonación de radiolocalizadores en Siria y Líbano que afectaron a miles de civiles.

Sin embargo, pese a estas acciones, el Estado de Israel no ha sido reconocido como promotor del terrorismo según la lista impulsada por el gobierno de EE. UU., esto se explica porque ambos son cómplices de las masacres contra el pueblo palestino y otras agresiones impulsadas por Israel. Por el contrario, en esta lista se ha incluido a Cuba, con lo que se refuerzan las medidas de bloque económico que ya padece, y lo peor es que ha sido el pueblo cubano la víctima de ataques terroristas internacionales. Esto demuestra que la lista de países promotores del terrorismo sirve a los intereses de Estados Unidos.

Teniendo en cuenta las pugnas entre diversos Estados burgueses y sabiendo que detrás de estas hay intereses afines al capital, la clase trabajadora en todo el mundo debe solidarizarse con la clase obrera de palestina y de los demás países que sufren los estragos de la guerra imperialista, a la par de condenar la actuación genocida y terrorista del Estado de Israel y sus aliados.