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Tesis del V Congreso del Partido Comunista de México

 

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V Congreso del Partido Comunista de México, Oaxaca 2014.

1. La situación internacional y las tareas de los comunistas: un enfoque clasista

1.1 En el periodo comprendido entre el IV y el V Congreso del PCM (2010-2014) las tendencias del capitalismo en su fase imperialista se han confirmado[1], específicamente aquella relativa a la división de los mercados y los territorios, que no aparecía con toda su fuerza en las Tesis del IV congreso, 2.2, inciso e). Hoy son evidentes y explosivas la apropiación violenta de recursos naturales, rutas, mercados, mano de obra barata, y se exacerba con esto al mismo tiempo las contradicciones inter-imperialistas de los bloques que disputan la cúspide de la pirámide a los EEUU.

 

1.2 Como rasgo principal se mantiene la crisis cíclica de sobreproducción y sobreacumulación del capitalismo que ya alcanza su sexto año.[2] Hoy en día el aumento de la productividad ha llegado a un punto de inflexión en el cual ya no es manejable por el capitalismo[3], en el cual tan pronto inicia una curva de crecimiento, la producción rápidamente supera la demanda del mercado, permanentemente afectado por las irresoluble contradicción entre capital y trabajo, y la sobreproducción bloquea aún más el crecimiento. El capital busca una salida con transferencias, créditos y deudas, cuyos resultados tras un lapso cada vez más breve de tiempo son afectaciones más graves y prolongadas en un mayor número de economías, ramas y países.

1.3 En la búsqueda de una repartición de los territorios y los mercados acorde con la fuerza de cada bloque de monopolios; se suceden agresiones, intervenciones e intromisiones descaradas en Libia, Siria, Mali, República Centroafricana, Costa de Marfil, Nigeria, Sudán, Haití, Honduras, Paraguay, Somalia, Ucrania, Venezuela y provocaciones contra la RPD de Corea, Bolivia, Ecuador, así como la continuidad del bloqueo de EEUU contra Cuba, que es acompañado de la directiva de la UE para recrudecerlo, al tiempo que son reforzados todos los mecanismos bélicos, como la OTAN y otros tratados de la misma naturaleza, las bases militares, las flotas, y un derecho internacional que justifica la política de los monopolios contra los pueblos, y que en definitiva ha sustituido el orden internacional surgido de la Segunda Guerra Mundial, expresión de una correlación de fuerzas entre el campo del imperialismo y del campo del socialismo. Hoy la ONU, con su incapacidad de detener agresiones y sus vergonzosas resoluciones cómplices de las guerras de rapiña[4], es estrictamente un mecanismo que avala las políticas del imperialismo.

 

1.4 Desde el IV Congreso del Partido renunciamos a los eufemismos para expresar el desarrollo capitalista y la interdependencia que se da entre los países capitalistas, sin importar el lugar que ocupan en la pirámide imperialista.[5] Así el PCM no encuentra factible el uso de los conceptos “globalización”, “mundialización”, “neoliberalismo”, “multipolaridad” o “el mal menor”, diferenciando a un centro imperialista como menos dañino que otros, aún y cuando existan contradicciones entre estos. Tampoco consideramos correcto el enfoque dogmático de países dependientes y metrópolis imperialistas, del centro y la periferia. El imperialismo es una fase del capitalismo, una relación económica basada en la concentración y centralización, y no solo una nueva forma de dominación como los imperios anteriores; se sustenta en el surgimiento de los monopolios, en la formación del capital financiero.

 

1.5 Desde la Segunda Guerra Mundial la cúspide de la pirámide imperialista fue ocupada por los EEUU, que actualmente defienden esa posición. La Unión Europea, alianza inter-imperialista busca compartir ese lugar dominante. Los distintos acuerdos que dan cuerpo al campo imperialista de los BRICS busca seriamente la disputa por desplazar a los EEUU de la cúspide.[6] Los monopolios de los países intermedios en esa pirámide como México buscan mejorar su posición a través de alianzas comerciales que van reacomodándose permanentemente. Los espacios de regulación como el G-20 son ya insuficientes para contener el estallido del polvorín, pues el cúmulo de contradicciones tensa la situación internacional, en Medio Oriente, en Ucrania, en Asía. La beligerancia inter-imperialista aumentará hasta desbordar desde lo que hoy son disputas expresadas en terceros países hasta llegar a un estado de guerra abierta, entre el bloque de los EEUU-UE contra Rusia y contra China.

 

1.6 Es importante para el Partido Comunista de México tener un enfoque clasista frente a la lucha de clases internacional y no asumir las ilusiones de la existencia de una tendencia progresista en el escenario internacional.

 

1.7 La disputa inter-imperialista entre EEUU-UE contra las economías emergentes (BRICS) no debe ser asumida como el paso de la unipolaridad a la multipolaridad. Es el choque por intereses económicos inter-monopolistas, por mercados, rutas comerciales, mano de obra, recursos naturales.[7] En esa disputa inter-imperialista la clase obrera y los comunistas no toman partido por uno u otro bloque imperialista, sino que todas sus definiciones, sus consignas, sus decisiones, maniobras y momentos tácticos se orientan por el interés estratégico de la Revolución socialista.

 

1.8 Actualmente no se libra una lucha entre dos mundos, el capitalista y el socialista –como sí ocurría cuando la construcción socialista en la URSS marchaba adelante- , y en términos económicos todos los tratados se inscriben en la lógica del desarrollo capitalista en la fase del imperialismo, lo mismo la UE, que el TLCAN, el TPP, el MERCOSUR e inclusive el ALBA.[8] No puede haber ruptura de la deuda, aplicación de la industria y la técnica a las áreas más acordes a nuestros recursos, no pueden salvaguardarse las necesidades populares, no pueden establecerse relaciones amistosas y de colaboración ni dentro ni fuera de nuestros países sin la ruptura de los tratados imperialistas que pesan sobre nosotros. Y dicha ruptura sería impensable en última instancia sin la socialización de los medios concentrados y centralizados de la producción y del cambio. Romper los tratados y los mecanismos de intercambio capitalista preservando las relaciones capitalistas y la propiedad de los monopolios significa pedir a gritos una contrarrevolución, donde esta disyuntiva volvería a alzarse con más fuerza. Viceversa, nadie esperaría que los países capitalistas firmantes mantuvieran inalterados dichos tratados si el poder obrero establecido en alguno de ellos les expropiara los activos a sus monopolios.

 

1.9 La crisis de sobreacumulación y sobreproducción sigue su curso en el Mundo. Aunque los economistas burgueses y la propaganda han querido presentarla como varias  y distintas crisis, y por diversos factores, lo cierto es que se trata de una sola, cíclica como lo prevé la economía política marxista. Los monopolios han buscado la estabilidad del modo de producción capitalista con dos direcciones: la desvalorización del trabajo y el abandono de la gestión neoliberal para dar paso a una neokeynesiana, con la ilusión de que el capitalismo aún tiene viabilidad, esto en el discurso, pues en la práctica continua el ataque a lo público en beneficio de la rentabilidad de los monopolios. Reafirmamos la posición adoptada por el IV Congreso de que el cambio de gestión no debe alentar la mínima esperanza en el accionar de los comunistas, pues sin importar que se trate de neoliberal, keynesiano, neokeynesiano o fascista, lo que en el fondo está es la cuestión de la continuidad de la explotación del trabajo y la consecuente extracción de plusvalía, la devastación de la naturaleza y la barbarie imperialista. Hoy no se trata de gestionar al capitalismo de una forma “humanizada”, sino frente a sus límites históricos orientar todos nuestros esfuerzos para la Revolución socialista y el poder obrero.

 

1.10 En relación a las medidas de desvalorización del trabajo han tenido una aplicación generalizada en el Mundo; en Grecia, Portugal, España, Italia, Brasil, México, etc. Un ataque frontal al movimiento obrero y sindical, donde lo conquistado por históricas jornadas de lucha es borrado por los parlamentos con medidas que llevan a condiciones de esclavitud laboral. Una ofensiva en todas las líneas del capital contra los sindicatos y el derecho a organizarse sindicalmente; contra los contratos colectivos, la jornada de 8 horas, los derechos a la salud, las vacaciones, la vivienda; el asalto feroz contra las pensiones, las jubilaciones; y en su lugar la flexibilización, los accidentes de trabajo, los bajos salarios, la miseria, el hambre, la pauperización constante de las condiciones materiales de la clase obrera y las familias trabajadoras, el desempleo que alcanza cifras elevadísimas en España, y otros países europeos.

 

1.11 La respuesta de la clase obrera, y de su vanguardia, los partidos comunistas, tiene importante referente en la lucha de la clase obrera de Grecia, a través del PAME y otras fuerzas de orientación de clase, en cuyo centro está el Partido Comunista de Grecia- KKE. En Grecia y Portugal potentes huelgas generales cimbran Europa, pues alcanzan la paralización de buena parte de los medios de producción y los servicios.

 

1.12 Si en gran medida en esta situación de crisis, donde las condiciones objetivas están creadas para una respuesta de mayor radicalidad de la clase obrera, ésta no se da en muchos países, esto obedece a la fuerte influencia del reformismo y el oportunismo en el movimiento obrero y comunista. La operación eurocomunista logró anular a varios partidos comunistas y obreros, como el de Francia, Italia, Bélgica, Austria, México. Es muy importante que en Italia y Austria se manifieste hoy una clara recomposición con nuevos partidos comunistas de base firme en el marxismo-leninismo, siguiendo el ejemplo que hace años dio en España el PCPE. Es el único camino posible también para el proletariado francés.

 

1.13 En América Latina se expresan tendencias abiertas de los límites de alternativas que no son clasistas, ni buscan la ruptura con el capitalismo. En primer lugar el Progresismo (Los gobiernos de Brasil, Argentina, Uruguay, Chile) que abiertamente gestionan las políticas del capital, con el agravante de que su discurso político de “izquierda” desmoviliza a los trabajadores y sectores populares de la lucha; en relación a ellos el PCM no expresa ninguna confianza, ni apoyo crítico, tampoco comprendemos que algunos partidos comunistas colaboren de tales gestiones, excepción del Brasil, donde el Partido Comunista Brasileño dinamiza la lucha contra el gobierno de Dilma y los partidos que con ella colaboran.

 

1.14 Una segunda tendencia es la expresada por los países bolivarianos (Venezuela, Bolivia y Ecuador) que por su radicalidad confrontan a uno de los centros imperialistas y que reciben el apoyo de la movilización popular. Sin embargo hoy están mostrando sus límites y llegando a una disyuntiva donde o bien se retrocede o bien se produce en definitiva la ruptura revolucionaria. El protagonismo popular en Venezuela da manifestaciones de cansancio frente a algunas indecisiones de la dirección del proceso bolivariano-chavista, especialmente en el terreno económico, lo que es aprovechado por la oligarquía para mantener un escenario de tensión permanente que pueda ser la base para una mayor agresividad de las fuerzas de la reacción que cuentan con la participación directa del imperialismo.

1.15 El PCM expresa en esta coyuntura su solidaridad con las fuerzas populares y los gobiernos bolivarianos, sin adherirnos a sus planteamientos político-ideológicos, con los cuales, no solamente diferimos, sino que chocamos, pero en tanto objetivamente expresan un choque con la burguesía y la posibilidad de que la clase obrera consolide sus posiciones recibirán nuestro respaldo.

 

1.16 Expresamos nuestro respaldo a las insurgencias colombianas, FARC-EP y ELN en el proceso que desenvuelven con el gobierno colombiano para alcanzar una solución política. Consideramos a las FARC-EP como un Partido Comunista en armas, que en sus elaboraciones no solo plantea la confrontación con el imperialismo, sino la defensa de los intereses generales de la clase obrera y el pueblo colombiano. Saludamos los 50 años de lucha inclaudicable de las FARC-EP y consideramos que en tanto las condiciones que originaron el conflicto social y armado no desaparezcan les asiste el derecho de la rebelión armada.

 

1.17 Condenamos el bloque imperialista a Cuba y confirmamos nuestra opinión por el respeto a la soberanía popular.

 

1.18 Condenamos las provocaciones imperialistas contra la República Popular Democrática de Corea. Respaldamos el derecho del Estado socialista a desarrollar su industria nuclear y militar, en tanto los países imperialistas lo hagan, confiando en que le darán un uso acorde con su política de buscar la unificación de su pueblo, cooperar amistosamente con otros pueblos y defenderse activamente de las agresiones. Expresamos nuestro agrado por que pese a las permanentes agresiones en su contra, es manifiesto el desarrollo de las fuerzas productivas.

 

1.19 Consideramos que el Foro de Sao Paulo, anterior espacio de convergencia de fuerzas antiimperialistas y populares hoy se encuentra en correspondencia con el progresismo , que es su expresión política; consideramos totalmente inadecuado su vinculación con el Partido de la Izquierda Europea (fuerza oportunista integrada a los dictados de la Unión Europea). No encontramos base para continuar participando de un espacio que acentúa esa naturaleza.

 

1.20 A la luz de las Tesis de nuestro IV Congreso sobre la incompatibilidad de relaciones mercantiles y relaciones socialistas en el periodo de la construcción del socialismo-comunismo, causa definitiva de la victoria temporal de la contrarrevolución que llevó al derrocamiento del socialismo en la URSS y otros países, consideramos que los países que actualmente construyen el socialismo y hacen esa elección abren las puertas a una inestabilidad que puede tener como desenlace una nueva oleada contrarrevolucionaria. Las teorías que justifican y promueven el socialismo de mercado expresan posiciones oportunistas en el seno del movimiento obrero y comunista.

 

1.21 El PCM considera que en la República Popular de China hoy imperan las relaciones mercantiles y que no hay construcción de la nueva sociedad sin explotados ni explotadores, a pesar de que el poder estatal es ejercido por un partido comunista, que desde su anterior Congreso dejó de ser el partido de la clase obrera para convertirse en un Partido pluriclasista que admite a empresarios burgueses en sus filas.

 

1.22 La situación del movimiento comunista internacional es compleja. Por una parte se produce un reagrupamiento de base marxista-leninista, por otra un reagrupamiento sobre posiciones eclécticas que se encuentra atrapado en la lógica de la reforma como salida.

 

1.23 Es muy grave la situación del Partido Comunista de los EEUU, con una dirección neobrowderista y abiertamente liquidadora, que se atribuye a sí misma la responsabilidad de auxiliar del Partido Demócrata, que renuncia al marxismo-leninismo, al centralismo-democrático, etc.

 

1.24 Las tensiones en el seno del Movimiento Comunista Internacional se han expresado ya en el Encuentro Internacional de los Partidos Comunistas y Obreros (EIPCO), debido a que partidos que expresan una tendencia oportunista han querido imponer posiciones inaceptables, llevando al EIPCO al borde de la ruptura.

 

1.25 El PCM considera su deber expresar posiciones de principio, defender los objetivos de la Revolución proletaria, las características comunistas del movimiento.

 

1.26 Consideramos fundamental seguir trabajando en torno a la Revista Comunista Internacional por el reagrupamiento comunista con base marxista-leninista. Esa será nuestra prioridad. Saludamos la Iniciativa Europea de Partidos Comunistas y Obreros, y otros esfuerzos de reagrupamiento y cooperación. Asumimos nuestra tarea de reforzar la reconstrucción de Partidos Comunistas en nuestra región, promover los lazos de cooperación entre ellos y otras fuerzas clasistas y revolucionarias, tomando por base la ofensiva contra los mecanismos inter-imperialistas y los monopolios que son directamente nuestros enemigos comunes.

 

1.27 Trabajamos por fortalecer las organizaciones clasistas y antiimperialistas, como la Federación Sindical Mundial, la Federación Mundial de la Juventud Democrática, la Federación Democrática Internacional de Mujeres y el Consejo Mundial de la Paz.

 

1.28 Trabajamos para que el EIPCO se mantenga, haremos esfuerzos por evitar su ruptura, defenderemos el que no se desdibujen sus características y potencie sus capacidades de articulación y coordinación.

 

 

2 La situación nacional, crisis y tendencia a la insumisión

 

2.1.1 Ratificamos en su gran mayoría los parágrafos del punto 2 de las Tesis del IV Congreso, referentes tanto a la interdependencia como al diagnóstico sobre el pleno desarrollo de los lazos imperialistas en la economía capitalista mexicana y su posición intermedia en la pirámide imperialista.

 

2.1.2 En el presente periodo, pese a la destrucción de capitales, se mantuvo la concentración y centralización de los medios de producción y del cambio, así como el predominio del capital financiero. Toda variación en éste sentido consistió en un fortalecimiento de la tendencia.[9] La base de esta tendencia incluye ésa misma destrucción por la adquisición de las empresas arruinadas y ocupación de su nicho por los capitales más poderosos, junto con mecanismos como la socialización de pérdidas, los, empréstitos, rescates, y otras maneras de transferir riqueza social, arrancándola a la clase obrera y al pueblo oprimido para entregarlo a los monopolios.[10]

 

2.1.3 Durante el periodo comprendido entre el IV y el V Congreso del PCM, la participación de los monopolios mexicanos, a través de su Estado, en asociaciones imperialistas internacionales se mantuvo. Éstos mecanismos, en sus componentes económicos, políticos y militares garantizan condiciones favorables a la acumulación capitalista, preservan el interés general de la gran burguesía, y el Estado mexicano, al igual que sus contrapartes en las asociaciones y tratados que firma, es la Junta Administrativa de los intereses de la clase burguesa, y de ninguna manera puede ejercer como árbitro por encima de la lucha de clases, como el garante de un ficticio “bien común” indistinto a las clases sociales. La burguesía que predomina en México obtuvo enormes beneficios de estos mecanismos, y la tendencia inmediata previsible es la ampliación de estos tratados, sobre todo el Tratado Alianza del Pacífico, que tomando por núcleo central el TLCAN, refuerza los lazos inter-imperialistas con Chile, Colombia, Perú y Costa Rica, evidenciando que busca utilizarse en la competencia contra los llamados BRICS.[11]

2.1.4 La interdependencia universal entre las economías imperialistas es evidente en el caso de México, especialmente en el caso de su asociación con los capitales del TLCAN, donde se volvió para el 2013 el segundo mercado receptor de exportaciones y el tercer mercado fuente de importaciones de EEUU[12], así como en el caso de su expansión agresiva a Suramérica.[13] Respondiendo a esta ley, es que recientemente se abrió a los monopolios la mayoría de los sectores del mercado de la energía, los petroquímicos, el gas y el petróleo en México. Acabándose también con ello la fuerza de la ilusión socialdemócrata de que era posible transitar por un camino capitalista de desarrollo nacional que resolviera demandas populares, revelándose que el conjunto de la clase obrera se halla en choque frontal con el conjunto de la clase burguesa, sin sustento para plantear alianza con sectores de ésta.[14]

 

2.1.5 Uno de los rasgos principales que permiten evaluar la posición de una economía capitalista en la pirámide imperialista es su comportamiento con relación a la exportación de capitales, siendo que la mayor parte de las inversiones de flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) a nivel mundial se realiza entre países capitalistas desarrollados. Países desarrollados (EE.UU., Alemania, Gran Bretaña, Italia etc.) ocupan las primeras posiciones no sólo en la clasificación como destinos sino también como “fuentes” de IED. Las IED hacia el país al que se destinan contribuyen al desarrollo en el sentido capitalista y todo lo que ello acarrea, no al subdesarrollo capitalista del país de destino. Otros rasgos a tomar en cuenta el tamaño del mercado del cual participa, la estructura desigual en los sectores de la economía, el grado de desarrollo de la productividad, etc.

 

2.1.6 Al momento de escribir las Tesis del IV congreso, afirmamos que México ocupaba una posición intermedia en la pirámide imperialista, entre otras cosas, porque ocupaba para el 2010 la 29ª posición según el volumen de las IED que se invertían de México al extranjero y la 14ª según el volumen de las IED que se invierte del extranjero en México, lo cual indicaba que la economía mexicana es un “jugador internacional” relativamente más débil que los EE.UU., Alemania, Inglaterra etc., pero que tampoco ocupaba una posición inferior en la pirámide imperialista, como Haití por ejemplo. Es inconcebible que la correlación de fuerzas entre economías imperialistas se mantenga inalterada[15], y hoy al momento del V Congreso comprobamos que junto con la acumulación capitalista no solo se mantuvo dicha posición sino que inclusive se observa un ligero fortalecimiento. México escaló de la 29ª posición a la 15ª como país emisor de IED entre 2010 y 2012[16], y pasando al 23er lugar como país receptor, siendo sin embargo el 2° país receptor de América Latina. El flujo total de IED en México durante el 2012 representó el 0.9% del flujo de IED mundial, el 1er lugar; EEUU, en el mismo periodo representó 2.4% del flujo mundial.[17]

 

2.2.1 Hemos hablado ya de la continuidad de la crisis mundial del sistema capitalista, sus evidencias y consecuencias. La plena inserción de México en los lazos imperialistas supone su plena inserción en la crisis. El relativo fortalecimiento de la posición intermedia de la economía mexicana en la pirámide imperialista no anula esto, todo lo contrario, el amasamiento de cantidades más grandes de capital por parte de los monopolios no se traduce en ningún beneficio ni para la clase obrera, ni para los estratos populares y oprimidos. No ha habido salida capitalista a la crisis capitalista, ésta continúa rampante en México, con las manifestaciones de la misma agravándose.[18]

 

2.2.2 El capital a partir de que arriba a su fase monopolista-imperialista se vuelve profundamente reaccionario y parasitario, evidenciando su descomposición y su tendencia a la barbarie, rasgos que nuestro pueblo conoce con trágica facilidad.

 

En el Narcotráfico existe una masa de capital (D) que se invierte en insumos, medios -uso de tierra para cultivos, abono, medios de transporte, medios de comunicación, precursores químicos, instrumentos de laboratorio, renta de puertos, contenedores, empaques, herramientas, equipo de cómputo, instalaciones, bodegas, armas, etc.- y salarios (M: Mmp + Mft) que una vez desembolsado y realizado el proceso de producción y venta reditúa en una enorme ganancia (D´). El narcotraficante actúa como cualquier otro capitalista, distinguiéndose de los demás solamente porque en sus relaciones mercantiles no se halla claramente regulado por el administrador de los intereses generales del capital, el Estado. Al considerarse su producto ilegal, tienen que resolver sus contradicciones por cuenta propia, recurriendo a sus propios aparatos paramilitares para garantizar sus intereses, imponer, modificar y romper tratos. Sobre esta base interactúan el capital del narcotráfico y los demás capitales. Tanto capitales “normales” hacen inversión en el mercado de la droga, como ganancias obtenidas de este mercado se redirigen a acumular en otros mercados de menos riesgo.[19]

 

Conforme se acumula capital, éste invariablemente tiende a la concentración y centralización, a la formación de monopolios, al arrasamiento de las empresas más débiles por las más fuertes. Al mismo tiempo se desdoblan las funciones especializadas como capital, así se desdoblan los capitales dedicados al cultivo, a la producción, al trasiego, a la seguridad y a la venta.[20] Todas éstas operaciones: obtener sus insumos, fijar la cuota media de ganancia, repartición de la plusvalía, repartición de los puntos de venta y las rutas del mercado, son la base de la confrontación entre empresas del mercado de la droga y una causa constante de violencia sobre la clase trabajadora. Para que impere una empresa sobre la otra se movilizan y se sacrifican de manera bárbara a cientos y a miles de jóvenes que conforman los ejércitos mercenarios de estas empresas.[21]

 

Dicha confrontación entre los cárteles de la droga y sus lazos con otros capitales ha llevado a que dichos ejércitos mercenarios sean usados para la pugna por el control de otros mercados. De manera destacada el de los recursos minerales, donde el choque entre empresas con asiento en China, Estados Unidos, Canadá y México no solo pasa por la disputa de posiciones en el Estado, maniobras sindicales, y por tribunales, sino que se zanja mediante la confrontación militar.

 

Otro fenómeno del imperialismo es la conexión entre capitales y el Estado, dicho fenómeno le es común al narcotráfico. Los carteles de las drogas como empresas monopolistas tienen un objetivo primordialmente económico, acrecentar su capital; para lo cual, a diferencia de los capitales legales, usan abiertamente la violencia y la corrupción para conseguirlo. Y como los demás monopolios, no tienen como interés en momentos de estabilidad, administrar directamente el Estado, para ello tienen a sus representantes en los diferentes partidos políticos, haciendo lobby para que sus intereses prevalezcan sobre los de su competencia. En todos los niveles de gobierno, los narcotraficantes entablan relaciones, negocian, interactúan con el aparato estatal.[22]

A su vez la confrontación entre cárteles también ha servido como coartada para la militarización del país, para las modificaciones del aparato político-militar de la burguesía. Inclusive varios de estos aparatos paramilitares han pasado a ser subsumidos con funciones de represión, cuando así lo ha estimado apropiado elementos de la burguesía o su Estado. La existencia de estos aparatos permite desencadenar tanto el asesinato selectivo de dirigentes populares, sindicales, ecologistas, etc., como el terrorismo a escala masiva para desmovilizar a la oposición popular.

 

El narcotráfico no existe como fenómeno aparte del capitalismo, surge de éste y solo puede ser erradicado junto con éste. No se pueden limitar los síntomas de la descomposición del sistema sin derrocar por completo sus bases económicas. El Estado burgués mexicano no puede acabar con este negocio, porque mientras existan las condiciones necesarias para que millones de dólares de por medio, existirán capitalistas que se arriesguen a asumir el riesgo del negocio. De igual forma, la legalización de la producción y el consumo de drogas no son soluciones completas para eliminar esta industria; a lo sumo disminuirán los precios extraordinarios de la droga derivados de su ilegalidad, pero no podrán acabar por sí mismas, con las grandes sumas de capital invertidas ni con sus agentes armados, que podrán cuando quieran hostigar y eliminar a la competencia mediante la violencia.

 

2.2.3 Consideramos insatisfactorias las tesis del IV congreso que hacían una estéril casuística, excesivamente academicista, sobre los diferentes partidos de la burguesía. Consideramos más científico apegarnos para la caracterización del Estado y su forma gubernamental al criterio según el cual la superestructura tiene por base al modo de producción, según el cual la política es un reflejo sintetizado de la economía.

 

Hay que aclarar que ni antes ni después de la Revolución de 1910 ha habido democracia en México, que el problema de la democracia solo será resuelto con la democracia proletaria.

 

Inaugurado el desarrollo capitalista con el anidamiento de sus relaciones en la colonia, su posterior desenvolvimiento trajo necesariamente choques y transformaciones políticas. Tras la derrota de los ejércitos populares y el asentamiento del gobierno posterior a la revolución, la dictadura de clase del capital, adoptó una fachada que fue perfeccionando para asegurar su dominación y la resolución de contradicciones entre los grupos de la clase dominante. Fue obligado durante cierto periodo, en el que mantenía pugnas con poderosos rivales a los que pretendía arrancar el control de ciertos sectores estratégicos en el país, así como a movilizar enormes fuerzas sociales para crear la infraestructura necesaria para el desarrollo de su mercado, a conducirse dentro de los marcos de la llamada ideología de la revolución mexicana, y a recurrir a una gestión que buscaba desactivar los conflictos sociales provocados por esa misma acumulación.

 

Al ritmo de la restructuración capitalista para abandonar la gestión keynesiana a favor de la desregulación, la privatización, los acuerdos económicos interestatales (llamados eufemísticamente tratados de libre comercio, como el TLCAN, TLCUE, PPP, etc.), así como otros mecanismos de interdependencia, se vino configurando también el nuevo rostro de la vida política nacional, a partir de la llamada transición democrática, la alternancia y el pluralismo. Una ecuación simple: el Partido Revolucionario Institucional fue el garante de la estabilidad en tanto que el desarrollo capitalista, en su fase inicial de centralización y concentración, era necesario que se impulsara desde el llamado sector estatal de la economía; al tiempo que se colocaban bajo el control de los monopolios privados a ramas de la industria, los servicios y las finanzas se diversificaron las contradicciones que expresan los choques, acomodos y reacomodos de las disputas inter-monopolistas que se condensan en las diversas expresiones políticas, esto es, el sistema de partidos políticos registrados ante el INE, las diversas cabezas de esta modera Hidra de Lerna.[23] Estas contradicciones intermonopolistas explican a su vez los matices en los ofrecimientos de los candidatos y la relación entre monopolio y partido.

 

Los partidos políticos registrados (PRI, PAN, PRD, PT, MC, PVEM, MORENA, PANAL, etc.) resultan necesarios como escenario para validar su sistema porque no expresan la correlación de fuerzas que existe en el marco de la lucha de clases en nuestro país, Representan exclusivamente los intereses de los monopolios, y todos suscriben y defienden la continuidad del capitalismo, de la explotación del trabajo asalariado, de la apropiación privada en pocas manos de la riqueza socialmente producida, y la única diferencia que entre ellos puede existir es sobre la gestión. Izquierda, centro o derecha, solo expresan si la gestión estará marcada por el asistencialismo o más austeridad. Si las diferencias programáticas son inexistentes, en lo ideológico lo que impera es el pragmatismo y la reducción de lo político a los tiempos electorales.[24]

Con el estallido de la crisis, la burguesía en pleno reconoce que las medidas que ha de adoptar para salvaguardar su sistema son de carácter urgente y al mismo tiempo generan un enorme descontento. Ha obligado a su aparato político, a sus diferentes partidos a limitar sus contradicciones, pasando de un régimen que favoreciera a cierto grupo de la burguesía a un régimen que intente apegarse más al interés de la burguesía en general, y que tome medidas no para gestionar y limitar el conflicto de clase, sino que tome toda medida necesaria para enfrentar dicho conflicto a favor de ella.

Por la vía de los hechos se ha vuelto obsoleto el parlamento, convirtiendo al Congreso de la Unión de un simple eco de lo que ya estaba decidido por cónclaves de la burguesía monopolista y sus intereses. El poder legislativo, el judicial, y el ejecutivo, son la tropa de choque de los intereses de la clase dominante. Se fortalecen los cuerpos represivos, con la triplicación de sus efectivos, se les dota de un mando único, se destina parte importante del presupuesto a armarlos, con nuevas adquisiciones modernas provenientes del Plan Mérida, incluyendo aviones no tripulados, nuevas armas automáticas con mayores capacidades de fuego, transportes con blindajes más gruesos, equipos de intercepción de comunicaciones electrónicas, etc. Se han hecho modificaciones que permiten disparar contra manifestaciones catalogadas como peligrosas por varios gobiernos estatales. Además de los cuerpos represivo oficiales, la burguesía, asimilando la experiencia de sus asesores extranjeros, ha reestructurado, adiestrado y engrosado los cuerpos paramilitares. Ya no se trata de la represión común en cualquier parte del mundo donde la burguesía domine a los trabajadores, sino verdaderas muestras de barbarie y descomposición. A los cuadros del movimiento popular se les tortura bajo las formas más bestiales antes de ejecutarlos sin proceso alguno, el accionar de estos grupos se traduce en mutilaciones, decapitaciones, ahorcamientos, incineraciones, etc. Se toman medidas jurídico-legales para dar facilidades al presidente, al máximo representante del poder estatal de la burguesía, para decretar sin trámites la suspensión de garantías. Inaugurando de hecho un estado de excepción. Es decir la burguesía toma medidas, se prepara para aplastar sangrientamente la insumisión que surge tumultuosa en todas las regiones del país ante las medidas impuestas. El Estado mexicano aumenta la represión y fortalece sus cuerpos represivos; a la vez que discursivamente aumenta ciertos espacios democráticos, plenamente controlados, y busca coopta individuos y organizaciones a partir de mecanismos de la SEDESOL.  Así la burguesía le impone a la clase obrera la utilización y combinación de diversas formas de lucha y su jerarquización.

 

2.3 Sin embargo, todo lo anterior significa solamente eso, que la burguesía toma medidas para el choque de clases, no que dicho choque se desactive.

 

Hay desarrollos en nuestro país cuya constatación empírica llevan a sospechar sobre la posibilidad de un escenario donde la confrontación de las clases desborde niveles hace tiempo no vistos. Desarrollos como la formación y propagación de la policía comunitaria campesina en algunos estados, y su antítesis –la formación de bandas armadas de pequeños y medianos burgueses, llamadas autodefensas-, el choque de los normalistas con las fuerzas represivas, la lucha magisterial en desafío a todo el aparato implementado para imponer la reforma laboral, los violentos choques en San Bartolo Ameyalco para impedir el desvío de su manantial, la revuelta de obreros en Coahuila tras la muerte de un obrero de TRADECO, el des obedecimiento masivo de los usuarios del sistema de metro a pagar el incremento, el linchamiento de policías en San Andrés Tlalamac tras la muerte de un campesino, el latente conflicto en la zona oriente de la Ciudad de México, la preparación de un nuevo escenario de choque en San Salvador Atenco para imponer el desarrollo del Aeropuerto, etc. A esta noción, o hipótesis, es a lo que el CC del PCM desde mediados del 2013 llama tendencia a la insumisión.

 

Investigar, ahondar en los procesos que llevarían una situación de levantamiento es de imperioso interés para el Partido de la clase obrera.

 

Tal tendencia no es una concepción que hayamos inventado. Estudiando sus cartas desde lejos, el resto de la correspondencia de Lenin con el CC del PC(b) y demás textos del periodo entre Febrero y Octubre de 1917 podemos extraer que la situación revolucionaria es un factor creado sobre una base objetiva, es decir combina una debilidad repentina en el funcionamiento del poder burgués (“los de arriba ya no pueden gobernar como antes”) y un aumento repentino en el estado de ánimo y la actividad de las masas populares (“los de abajo”) que no quieren seguir viviendo como antes, subyugados al poder de explotación.

 

Incluye un aumento masivo repentino del estado de ánimo de la clase obrera, así como el cuestionamiento popular, la tendencia de levantamiento. En estas condiciones es decisivo el papel de la preparación organizativa y política de la vanguardia del movimiento obrero, del Partido Comunista para la agrupación y la orientación revolucionaria de la mayoría de la clase obrera, sobre todo del proletariado industrial, y la conquista de secciones avanzadas de los sectores populares.

 

Durante el proceso revolucionario, la clase obrera y sus aliados forman, como gérmenes, los órganos del poder obrero.

 

La situación revolucionaria, los preparativos y actividades especiales del Partido, etc., no son algo que pueda abordarse voluntaristamente o a la ligera. En “Sobre la caricatura del marxismo y el economismo imperialista”, Lenin advierte  que “La exacerbación de la lucha es una frase huera de los subjetivistas, quienes olvidan que el marxismo exige, para justificar toda consigna, un análisis exacto de la realidad económica, de la situación política y del significado político de esta consigna”.

 

Entonces, para afirmar que hay un aumento de la actividad de las masas populares y un aumento masivo repentino del estado de ánimo de la clase obrera. Lenin cita a favor de su argumentación datos sobre la cantidad de obreros que intervienen en acciones huelguísticas, notas sobre las movilizaciones campesinas, datos de las elecciones a los soviets, etc.

En cuanto a movilizaciones, bloqueos, mítines y plantones contamos con algunos datos de la alcaldía del DF. Éstas aumentaron 35 por ciento en la Ciudad de México en 2007-2012 con relación a 2000-2006.

 

Según estas estadísticas, de diciembre de 2000 a 2006, se realizaron 21 mil 156 movilizaciones, un promedio de 10 al día. En tanto, del 2007 a agosto de 2012 se presentaron 29 mil 52 protestas, 14 diarias en promedio. Y tan solo en 2013 se registraron 9 mil 68 protestas en la capital, un promedio de casi 25 protestas por día, con cantidades de personas creciente, y con grados de confrontación cada vez mayores.[25]

 

Al mismo tiempo los conflictos agrarios tienden a acumularse sin que el Estado logre resolverlos. De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), en el País actualmente existen mil conflictos agrarios que involucran a más de 800 ejidos, mientras que la secretaría apenas puede resolver un promedio de 150 al año. Estimaciones de la Secretaría hablan de que alrededor de 170 de los conflictos podrían tener consecuencias violentas en breve.

 

Los boletines laborales oficiales escamotean el derecho a huelga, no reconociendo a un porcentaje que rebase en mucho las cifras de emplazamientos y estallidos de huelgas. Por ejemplo el reciente paro estallado por conductores en ADO Veracruz, los 400 soldadores y armadores de la maquiladora CBI de Matamoros que pararon en Febrero de este año, el paro de varios días por los obreros de Honda, la huelga de maestros y administrativos del SICOBATAB en 101 planteles, los 258 trabajadores de calzado Sandak,  los 1800 trabajadores afiliados al SUEUM, el emplazamiento del Sindicato del Ayuntamiento de Puebla, la huelga en la UNISON, los transportistas de Jalisco, el conflicto en Cananea donde 900 mineros de 1300 despedidos sigue inconformes, el emplazamiento a huelga de sindicato del COBAT, el paro en la acerería TAMSA, etc. Todas éstas son escaramuzas que se suceden con mayor regularidad entre nuestra clase y la burguesía, pero que no aparecen en las estadísticas oficiales, pero que al hacer una revisión hemerográfica se revela su creciente virulencia.

 

En los últimos años, al crisol de ésta tendencia, el pueblo ha ensayado la creación de algunos aspectos de un poder opuesto al poder de los monopolios. Tal es el caso de la APPO, que llegó a unificar a más de 300 organizaciones y movilizar a más de 1 millón de oaxaqueños, que logró levantar barricadas, tomar el control de barrios y pueblos, alcaldías, casetas, radios, etc., por unos 6 meses. Ya desde hace años, tras la rebelión armada del EZLN y sobre la base de la expropiación de la tierra se crearon los Caracoles Zapatistas. Igualmente es el caso de las policías comunitarias, que han surgido por decisión de asambleas de ejidatarios y comuneros, donde cientos de miles de habitantes de pueblos de estados como Guerrero, que viven mayormente con actividades relacionadas al campo, han destacamentado y armado a cientos de hombres para garantizar por si mismos su seguridad, y lo que es más definitorio aún, han hecho explícito su oposición no solo a ser despojados y sometidos por los carteles de la droga, sino que también se oponen a ser despojados por grandes monopolios mineros, energéticos, madereros, hoteleros, etc.

 

Pero también se expresa la antítesis a esto. Aprovechando la gran legitimidad que gozaban las policías comunitarias, y amparados por la confusión mediática, el Estado permitió y promovió el armamento de grupos irregulares de la burguesía, las llamadas Autodefensas. En este caso no se recurrió a asambleas populares, ni al armamento popular, sino que aprovechando sus recursos monetarios, grupos de rancheros, propietarios, y de la burguesía rural, decidieron adquirir armas y desplegar operativos propios. Para evaluar su carácter reaccionario y paramilitar, hemos tomado como fuente sus mismas declaraciones, estos grupos se conciben como auxiliares a las funciones del ejército federal, y no solo no se oponen a los proyectos de los monopolios en regiones donde actúan sino que los defienden.

 

En resumidas cuentas, constatamos que como producto del choque entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, por los límites históricos del capital, como efecto de la descomposición y barbarie, la lucha de clases eleva sus formas. Hay una escisión cada vez más evidente de la sociedad mexicana, un armamento de distintos destacamentos en cada campo, en tiempos muy breves cada fuerza política actuante revela su naturaleza. El país se enrumba muy probablemente a un escenario de estallido y confrontación social a gran escala.

 

Sin embargo, es inocultable que, pese al aumento en sus escaramuzas, el grado de desarrollo de la conciencia de clase entre los obreros, sobre todo entre el proletariado industrial, el mantenimiento de las correas de transmisión de la burguesía entre los sindicatos, sobre todo entre los estratégicos, la relativa debilidad de las estructuras revolucionarias tanto sindicales como partidarias al interior de los centros de trabajo, la falta de detección y reclutamiento de muchos de los integrantes avanzados de nuestra clase, etc., apunta al talón de Aquiles de dicha tendencia a la insumisión, la clase obrera se halla no preparada para la dirección política del movimiento, no digamos ya la dirección estatal, y es la tarea más urgente del PCM resolver dicha cuestión.

 

2.4.1 Que se acumulen contradicciones y éstas desencadenen un estallido social de magnitud importante no necesariamente se traducirá en la revolución socialista o en un avance de las posiciones obreras y populares. El desenlace dependerá en gran medida de que junto a estas contradicciones que actúan como resortes sobre la movilización de estratos populares –que no permiten a los de abajo seguir viviendo como hasta ahora, ni a los de arriba seguir gobernando como hasta ahora– se desarrollen también prerrequisitos tales como un grado más elevado de la conciencia de clase, una mayor madurez y fortaleza de los destacamentos organizados de nuestra clase, una cantidad exponencial de cuadros comunistas con relación a los que se encuentran hoy y una influencia mayor de éstos, mecanismos para garantizar la alianza social entre la clase obrera y aquellas otras fuerzas que se oponen al poder de los monopolios en dirección de su derrocamiento, etc.

 

El Partido Comunista de México está lejos de ser la única organización que elabora una política de alianzas que atraviesa a la clase obrera, y debe saber distinguir la naturaleza de su política de tales otras direcciones. Y esto va de la mano con que la clase obrera, siendo la fuerza que decide el derrocamiento definitivo de la burguesía, no ejerce al día de hoy su papel de dirección sobre el conjunto de fuerzas que chocan contra el poder de los monopolios. Al contrario, hasta el día de hoy, la mayoría de los esfuerzos políticos realizados entre la clase obrera parten del objetivo de arrastrar y convencer a ésta de intereses ajenos a los suyos, de impregnarlos de concepciones político-ideológicas burguesas y pequeñoburguesas.

Se presenta entonces dos desviaciones políticas, la oportunista y la reformista.

Los oportunistas sacan ventaja del movimiento en general, se colocan en la palestra política donde mejor les convenga, llevados por intereses ajenos a la clase obrera, lanzando consignas y colocándola a la cola de la burguesía o la pequeña burguesía. En el caso de los reformistas no hacen un análisis científico de la teoría revolucionaria, y por lo tanto, siguen tratando de gestionar el capitalismo. Ambas desviaciones sirven –inclusive si es pretendidamente “bienintencionada”- de vehículo para llevar concepciones burguesas o pequeñoburguesas al movimiento obrero e inevitablemente llevarlo a su fracaso.

La base para tal política es la existencia tanto de una oposición pequeñoburguesa al imperialismo, como la existencia de una capa de la llamada aristocracia obrera.

 

Como las particularidades políticas del imperialismo son la reacción en toda la línea y la intensificación del yugo nacional como consecuencia del yugo de la oligarquía financiera y la supresión de la libre concurrencia (…) en casi todos los países imperialistas, aparece una oposición democrática pequeñoburguesa al imperialismo.[26]

 

La existencia de una capa de trabajadores mejor pagados en ciertas ramas, en ciertas empresas que explotan a decenas de miles de obreros de otros países, o bien en algunos casos en ciertas secciones de los servicios estatales, y de trabajadores de cierta especialidad, sobre todo aquellos insertos en un papel en la organización social del trabajo más bien administrativo, es la base principal del reformismo. A través de un polo de fuerzas con direcciones provenientes de este origen se lleva al movimiento obrero y popular mexicano nociones según las cuales procede una “unidad de la izquierda” enfilada solo contra cierta burguesía a favor de otra, solo contra el imperialismo norteamericano sin tomar en cuenta otros centros imperialistas, enfilada contra la llamada “derecha” política pero salvando a la socialdemocracia, y esencialmente criticando solo ciertas gestiones del capitalismo sin atacar al capitalismo mismo.

 

En el caso del polo de fuerzas de oposición pequeñoburguesa, éste por su origen y trasfondo tiende a ser vehículo de nociones tales como la de los llamados “sujetos emergentes”, de rechazo tanto a los sindicatos como a la construcción partidaria, fomentando el abandono del trabajo entre la clase obrera, planteando salidas utópicas. Llaman a una guerra contra el capital sin un plan de guerra, sin un estado mayor, sin fuerzas regulares ni vanguardias, sin objetivos precisos.

 

En medio del núcleo duro de los dos polos queda el resto –la mayor parte- del movimiento obrero y popular desprovisto de una teoría que lo oriente, un enorme acumulado de organizaciones populares, procesos organizativos, agrupamientos de jóvenes, activistas dispersos, trabajadores en búsqueda de una opción de lucha, etc., que oscilan constantemente entre dichos polos. El resultado de la interacción entre estos factores lleva a los flujos y reflujos del movimiento general en México. A veces produciendo un caudal de votos para la socialdemocracia y luego llevando a la bancarrota del movimiento y a la desilusión a las masas, a veces produciendo movilizaciones y movimientos de carácter espontáneo para después pasar al acostumbrado desgaste, derrota y dispersión.

 

Ya el Partido Comunista de México ha dado pasos en el periodo comprendido entre el IV y el V congreso para agrupar un tercer polo con la clase obrera en su centro, con el destacamento partidario transversal a dicho polo, con el objetivo de pasar a la contraofensiva, que busca la unidad para el objetivo estratégico del derrocamiento, que toma como base la política del Frente Anticapitalista, Antiimperialista, Antimonopolio.

 

Dicha política se ha expresado fundamentalmente en los últimos años en la fundación del FIR, su desdoblamiento en varios estados, que éste prenda entre las masas donde trabaja políticamente, en la formación de los sindicatos de la FTI, en que grupos de obreros avanzados lo adopten para dar cobertura a sus esfuerzos e inquietudes sindicales, en la formación de las primeras semillas comunistas en centros de trabajo estratégicos, en el congreso fundacional de la FJC, que esperamos ayude a superar el regionalismo y el espíritu de secta entre la juventud revolucionaria, etc.

 

Todo lo anterior no solo es producto de la actividad de los cuadros del PCM sino que a su vez produce cambios entre los propios cuadros, los acerca a su especialización, los forma, y de esa política de Frente Anticapitalista, Antiimperialista, Antimonopolio comienzan a extraerse nuevos cuadros. Inclusive al interior de los otros dos polos produce desgajamientos, el fortalecimiento del partido ha traído a su vez una cantidad mayor de contactos, la construcción de una fuerza de masas propia ha imbuido de seriedad los acuerdos de colaboración con otras fuerzas. Inclusive hay experiencia de que se atrae a aspectos de nuestra política a cuadros y activistas que de otra manera se dedicarían a combatirla, y esto en lugar de acarrearnos contradicciones o desviaciones de nuestra política ha servido para trasladar dichas contradicciones al interior de organizaciones reformistas.

 

Para continuar cosechando frutos de ésta labor se vuelve necesario clarificar en Tesis nuestra política del Frente Anticapitalista, Antiimperialista, Antimonopolio, y clarificar no solo el papel contemporáneo de la clase obrera como centro y vanguardia de dicho Frente, sino los principios tácticos que hemos de seguir para que obtenga tal lugar.

 

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3 La clase obrera, centro de nuestra estrategia

3.1 Ratificamos la Tesis del IV Congreso sobre la centralidad de la clase obrera. Todo cambio ulterior solo ha confirmado la validez de la misma. La clase de los trabajadores asalariados, desprovistos de medios de producción, que realizan las funciones de producir o captar plusvalía sigue siendo la mayor parte de la población[27], la base sobre la cual se produce la riqueza del país[28], y sigue experimentando su concentración bajo los monopolios.[29]

 

3.2 El rasgo más característico del desarrollo de la gran industria capitalista es la socialización del trabajo. Esta se distingue entre otras cosas, por la creciente interdependencia económica de los diferentes sectores económicos, las diversas zonas entre ellas y con el extranjero. Por otro lado, también se ubica una creciente concentración de la producción y los trabajadores, tanto en escala (empresas con mayor producción y personal) como en el espacio. Eso significa que el poder de los obreros industriales de vulnerar la economía capitalista aumenta en general, y en particular, ciertas capas del proletariado se vuelven aún más importantes. Por lo tanto hay sectores del proletariado y regiones que son más importantes a nivel estratégico para realizar la revolución y sostenerla, por ejemplo, el caso de la industria petrolera.[30]

 

El Partido Comunista debe guiar como Estado Mayor a su clase a la toma del poder, a la revolución socialista. Para ello utiliza una de las mayores armas que posee, que es la ciencia del marxismo-leninismo, que permite hacer en análisis científico de la realidad para encontrar los puntos débiles del capitalismo y la distribución de fuerzas, para dirigir a la clase obrera de forma certera y correcta. Por lo tanto, es necesario que el partido realice su labor profesional y sistemáticamente, partiendo de un plan estratégico que tenga como meta la toma del poder; tal como funciona cualquier ejército con su estado mayor.

 

Esto ya se planteaba en el IV Congreso, se le llamó la política de Giro Obrero, buscaba reconstruir el aparato partidario entre las grandes concentraciones industriales y, de acuerdo a una actividad planificada, bajo las formas y los objetivos pensados. En cuanto al primer punto, desde el IV Congreso se ha avanzado bastante, muchos han sido las células que han tomado la bandera del ‘giro obrero’ y se han adentrado en la labor partidaria en los centros de trabajo y las zonas industriales. Sin embargo, ha sido difícil darle forma como actividad planificada. En muchos lugares, el giro obrero se ha llevado de forma espontánea y sin responder a un plan central. Esto lleva a que el ímpetu y el trabajo de las células, se dispersen o desperdicien.

 

Realizar una actividad partidaria planificada significa que el trabajo partidario debe ejecutarse de acuerdo a un plan estratégico que refleje las tareas más importantes y generales del partido; pero también de acuerdo a un análisis concreto de la distribución de los centros productivos estratégicos, las áreas de concentración obrera y los corredores y nodos del transporte y la distribución de energía; así como de la tradición de lucha, el nivel de organización y de politización de los diferente sectores del proletariado; y de las condiciones en las que se encuentre el partido. Por lo tanto, el partido deberá conducirse a partir del conocimiento de la fuerza objetiva y subjetiva del proletariado. Las células, son elementos fundamentales para el conocimiento, planificación y ejecución de las tareas en cada planta o zona industrial particular. Esta información debe ser sistematizada y trabajada por los Comités regionales o el Comité central, según corresponda, para elaborar directrices generales para el país o una región específica.

 

El proletariado industrial se concentra en su mayoría en las tres principales áreas metropolitanas del país, México, Guadalajara y Monterrey, así como las dos principales ciudades fronterizas (Tijuana y Ciudad Juárez). En segundo lugar destacan corredores de ciudades de la zona norte, del bajío y el centro. Finalmente en menor medida hay concentración obrera representativa en toda la costa del golfo de México. Sin embargo en cuanto a producción bruta, la distribución cambia. Las zonas más importantes son las petroleras (Tabasco y Campeche) y de sus derivados (el puerto de Salina Cruz y la refinería de Tula). Destacan igualmente las tres principales. Seguido de ello se presentan ciudades de la región centro y bajío, y cercanas a Monterrey (Saltillo, La laguna, Reynosa). Por último destacan las ciudades fronterizas, una franja de Sonora a Sinaloa y la región minera. En cuanto a los nodos de transporte, los principales son los puertos internos en el Distrito Federal, San Luis Potosí y Guanajuato (nodos intermodales), los aeropuertos de las tres ciudades principales, S.L.P. y Tijuana, y los puertos petroleros (Coatzacoalcos, Cd. Del Carmen) Salina Cruz, Lázaro Cárdenas y Manzanillo.

 

La tarea del Comité Central al usar al mayor porcentaje de cuadros de la organización para la labor de llevar la conciencia de clase a la clase obrera, y preparar al proletariado para la insurrección, pasa por detectar la distribución de centros estratégicos, áreas de concentración proletarias, su eslabonamiento con corredores de transporte, y sobre de esos circuitos hacer la labor de cualquier Estado Mayor, desplegar sus fuerzas.

 

El objetivo primero es elevar la organización y conquistar la dirección por centro de trabajo, la lucha dirigida contra las agresiones bárbaras, contra las reformas y medidas salvajes, tomadas para transferir los costos de la crisis a los trabajadores. Cuando logremos avanzar en el objetivo de conquistar centros de trabajo, podremos pasar a tareas más complejas que nos acercarán al momento de la contraofensiva, como la coordinación del trabajo preparativo de huelgas por rama, sector o general. El objetivo prioritario serán los centros de trabajo de sectores estratégicos, puntas de lanza (sector automotriz, minero-metalúrgico, industria química, telecomunicaciones, energía, etc.). Consideramos que organizando a lo más compacto, lo más avanzado y concentrado de la clase podemos desencadenar con mayor facilidad luchas que rebasen a dichos sectores que si hacemos lo contrario, organizar en la periferia, en ramas secundarias, en centros de trabajo dispersos y pequeños.[31]

 

3.3.1 Consideramos a los sindicatos como las organizaciones primarias, elementales y de masas del proletariado, que tienden a aglutinar sin excepción a todos los obreros de cada sector de la industria y los servicios, promoviendo el ingreso en sus filas, no solamente a los comunistas conscientes, sino también a las capas intermedias y hasta totalmente atrasadas de trabajadores, que van conociendo paulatinamente la lucha obrera y por lo tanto el comunismo a través de las experiencias de la vida.

 

El papel de los sindicatos en el presente período, precede al combate del proletariado por la conquista del poder, durante este combate y luego, después de la conquista, difieren en muchos aspectos, pero siempre, antes, durante y después, los sindicatos siguen siendo una organización de masas y difiere cualitativamente de las características político-ideológicas del propio Partido, y en relación con este último desempeñan hasta cierto punto el papel de la circunferencia con relación al centro.

 

Antes de la conquista del poder, los Sindicatos dirigidos por los Comunistas, organizarán a los obreros principalmente en el orden económico para la conquista de posibles mejoras, para el total derrocamiento del capitalismo, pero en un primer plano de toda su actividad figura la organización de la lucha de las masas proletarias contra el capitalismo en vistas a la revolución proletaria.

 

Durante la revolución proletaria, los Sindicatos realmente revolucionarios organizan, junto con el partido, a las masas para el asalto a las fortalezas del capital y se encargan de los primeros trabajos de organización de la producción socialista.

 

Luego de la conquista y el afianzamiento del poder proletario, la acción de los sindicatos se traslada sobre todo al campo de la organización económica y consagra casi todas sus fuerzas a la construcción del edificio económico sobre bases socialistas, convirtiéndose así en una verdadera escuela práctica del comunismo.

 

Durante esas tres fases de la lucha del proletariado, los sindicatos deben de ser dirigidos por su vanguardia, el Partido Comunista, que dirige la lucha proletaria en todas sus etapas. Al efecto, los comunistas y los elementos simpatizantes deben constituir en el seno de los sindicatos células comunistas totalmente subordinados al partido comunista en su conjunto.

 

3.3.2 Por lo tanto y en la anterior lógica, el Partido Comunista de México deberá de concretizar ciertas tareas en pos de construir una estructura en el seno de la clase, y así verdaderamente jugar el papel histórico que como elemento consciente y avanzado de la clase obrera debe jugar, por lo que las tareas inmediatas para el presente periodo deberán de consistir en:

 

Formar células comunistas en cada Sindicato. Llámense aquellos dirigidos por la CTM, CROC, CROM, UNT, FSTSE, COS, COR, FENASA, CONASIM, etc., ya sea para:

  1. La lucha económica directa en contra del patrón (por el salario, estabilidad laboral, prestaciones, seguridad social, etc.);
  2. La democratización de los mismos y sus estructuras (lucha contra el charrismo, sindicalismo blanco y amarillo, cacicazgo, contra las estructuras fácticas locales, etc.); y
  • La lucha política (la lucha vs la reforma laboral, por seguridad social general, contra la reformas estructurales, etc.),

 

El empuje y fortalecimiento de los Sindicatos agrupados en la Federación de Trabajadores Independientes (FTI), como una opción independiente y clasista para llegar a los sectores no organizados de la clase. En el entendido que esta es una herramienta que se enmarca en la legalidad burguesa y como tal se debe distinguir las diferencias cualitativas del Partido y de esta herramienta.

 

Por  lo tanto el FTI se debe de mantener como un brazo activo del partido y sus militantes, pero mantener ante “los ojos del Estado” como una organización más, con el objetivo de que en el marco de la legalidad burguesa, los revolucionarios puedan llegar a mas sectores no organizados de la clase. Por lo que la misma debe de mantener su imagen pública de “neutralidad”. Son los militantes comunistas dentro de los centros de trabajo quienes por la vía de los hechos investirán a la FTI del carácter proletario con el que la misma se constituyo.

 

El proyecto de la Coordinadora Sindical Unitaria de México (CSUM) no se cancela con el fortalecimiento de secciones del FTI y la construcción de células al interior de los centros de trabajo. Al contrario, la concreción de estas orientaciones volverá más atrayente nuestra propuesta a otras centrales, federaciones, sindicatos, corrientes y sindicalistas en lo individual, hacia quienes se dirige la propuesta de la CSUM, como una instancia para la acción conjunta de la clase obrera.

 

Al final, la tarea de los comunistas, responsables del trabajo obrero sindical, consiste en hacer de los Sindicatos una escuela de la revolución, en acabar con el espíritu de conciliación de clases que rige el actual mundo sindical, así como combatir la traición de los líderes oportunistas y charros y así hacer de estas organizaciones un arma activa del proletariado revolucionario.

 

Por lo tanto, en el próximo período, la tarea capital de todos los comunistas es la de trabajar con energía y perseverancia para conquistar a la mayoría de la clase, ya sea a través de los Sindicatos “tradicionales” o dando vida a los Sindicatos de la FTI. En ningún caso los comunistas deben dejarse desanimar por las tendencias reaccionarias que se manifiestan actualmente en el movimiento sindical (CONASIM, ASM, CSI, algún sector de CTM, COS, SNTE, SNTSS, FSTSE, etc.) y tienen que dedicarse, mediante la más activa participación en todos los combates cotidianos, a conquistar a la clase obrera para el comunismo pese a todos los obstáculos y las oposiciones.

 

El mejor indicio de la fuerza de un Partido Comunista es la influencia real que ejerce sobre las masas de obreros organizados, por lo tanto el PCM debe saber desplegar la ascendencia más decisiva sobre los sindicatos, sin someter a estos a la menor tutela, sino mediante el convencimiento que la claridad de las tareas planteadas, tanto de manera general como de manera concreta, los trabajadores por sí mismos verán representados sus intereses inmediatos e históricos, eran los planteamientos y propuestas realizados por su vanguardia, por lo tanto y para cumplir estas históricas tareas el Partido deberá de construir células comunistas en todos y cada uno de los Sindicatos, pero como se ha mencionado el Sindicato no está sometido a él, sino sólo mediante un trabajo continuo, sostenido y abnegado de las células comunistas, el Partido puede llegar a provocar una situación en la que todos las organizaciones de base proletarias sigan voluntariamente y con fervor las orientaciones del propio PCM.

 

Por lo tanto, como tarea primaria el Partido Comunista de México con sus propios militantes debe formar células en todos los lugares donde haya trabajo político, contactos o comunistas laborando.

 

3.3.3 La crisis actual devasta la economía del mundo entero, la caída catastrófica de los precios mayoristas, la superproducción coincidente de hecho con la escasez de mercancías, la política agresiva de la burguesía respecto a la clase obrera, la tendencia obstinada a disminuir los salarios y la desaparición de las conquistas laborales hacen retroceder los limitados derechos arrancados por lo menos un centenar de años, la irritación de las masas por una parte, la impotencia y traición de las direcciones de los sindicatos tradicionales, de los cuales solo en algunas honrosas excepciones salen a la lucha, pero como métodos limitados que no se plantean más que solo un “acomodo o prebendas” en el mundo del capital. Son hechos ineludibles que imponen a los sindicalistas comunistas y revolucionarios nuevas tareas y nuevos métodos de lucha económica en relación con el período de disgregación capitalista, por lo que es preciso que los militantes comunistas y los sindicatos obreros dirigidos por el partido, adopten una política económica agresiva para rechazar la ofensiva del capital, fortalecer las antiguas posiciones y pasar a la ofensiva.

 

3.3.4 La acción directa de las masas revolucionarias y sus organizaciones contra el capital constituye la base de la táctica sindical. Como “acción directa”, debe entenderse toda clase de presiones ejercidas por los obreros sobre los patronos y sobre el Estado: asambleas, paros, boicot, huelgas, marchas, demostraciones enmarcadas en los límites de la legalidad (demandas de titularidad, huelgas en solidaridad, etc.), ocupación de fábricas, oposición violenta a la salida de los productos de esas empresas, sublevación armada y otras acciones revolucionarias, adecuadas para unir a la clase obrera en la lucha por el socialismo, siempre dirigidas y orientadas por los comunistas y su partido. La tarea de los sindicatos revolucionarios consiste, por lo tanto, en hacer de la acción directa un medio de educar y de preparar a las masas obreras para la lucha general por la revolución socialista y la dictadura del proletariado.

 

3.3.5 Estos últimos años demostraron con particular evidencia toda la debilidad de estructuras planteadas por el revisionismo al seno de la clase obrera: consejos obreros (de tinte gramscista, maoísta o anarco sindicalista, sin mayor presencia en el escenario nacional, supuesta unidad sindical al calor de coyunturas (Elecciones, PUNCN, Dialogo Nacional, etc.);paralelismo sindical y la adhesión simultánea de los trabajadores de una empresa a varios sindicatos o corrientes (ejemplo la construcción de varias corrientes al seno del SNTE, como la propia CNTE, el Comité Ejecutivo Nacional Democrático del SNTE, los movimientos de “democratización” del Sindicato Petrolero o del SUTERM, etc.) u organizaciones que tienen intereses diversos a la tarea histórica del proletariado (por ejemplo la manera en que AMLO y sus brazos arrastraron a algunos Sindicatos a la creación de organizaciones en “Defensa del Voto Popular”, “Contra la imposición”, el MLN, la Promotora, el Dialogo Nacional, etc., todas al mismo tiempo).

 

Por lo tanto es necesario pasar, y ese debe ser el punto inicial de una lucha incesante, de la organización puramente gremial a la organización por industrias: “Una Empresa, Un Sindicato”, con objetivos que no sean ajenos a las históricas tareas de la clase obrera, por lo que es la consigna en el campo de la estructura sindical, elevando luego el debate hacia la necesidad de conquistar las Federaciones y/o Confederaciones “tradicionales”, o en su defecto el fortalecimiento de la FTI, según sea el caso.

 

En medio del panorama de edad de piedra sindical y cruentas agresiones contra el valor de nuestra fuerza de trabajo, hay fuerzas que insisten en colocarse políticamente a la cola del sindicalismo amarillo (UNT y otros agrupamientos ligados a la socialdemocracia) que confrontan en algunos niveles las reformas del presente gobierno, pero que propagan las nociones de colaboración de clases, de fetichismo en la legalidad burguesa, etc. En muchos casos inclusive actuando como punta de lanza de un grupo monopólico contra otro, como es el caso de Telecomunicaciones, servicios públicos, o Minería.

 

Adoptar la línea de impulsar el sindicalismo “independiente” (de la CTM pero no de la burguesía y de la socialdemocracia) no solo nos subordina a esa política y nos coloca en la senda del fracaso asegurado –como se ha visto por años y años-, sino que nos aísla de cientos de miles de obreros de sectores estratégicos agrupados en la CTM. Sabemos que esas siglas no abolen la lucha de clases al interior de los centros de trabajo, y no anula de ninguna manera la necesidad de intervenir de manera bolchevique en su interior.[32]

 

3.3.6 Viceversa, los sindicatos paralelos existen, son un fenómeno con el cual tendremos que coexistir por el momento, al cual tendremos que saber introducirnos también. Los comunistas no se negarán a realizar su trabajo político para conquista de la mayoría de la clase, para la organización de células, entre estos sindicatos.

 

Es especialmente significativo el caso del magisterio que se caracteriza en nuestro país por una alta combatividad y una larga experiencia en la luchas, cuyo sindicato de sector público abarca a alrededor de 1 millón y medio de trabajadores, pero que está plagado de contradicciones sindicales como aquella entre el SNTE y la CNTE, entre la CNTE y el CEND-CNTE, y entre sus muchas expresiones y corrientes. Entre el magisterio cualquier nuevo referente sindical nuestro contribuiría no a unificar sino a diluir fuerzas. Para atravesar al magisterio con nuestra política de Frente Único hemos organizado al Grupo Magisterial Revolucionario sobre bases programáticas políticas, lo cual le permite coordinar para la lucha contra el poder de los monopolios a maestros de secciones que de otra manera se confrontaría entre sí, que puede atravesar lo mismo al SNTE, la CNTE, al CEND-CNTE, etc.

 

3.3.7 Cada fábrica, cada centro de trabajo debe convertirse en un bastión, en una fortaleza de la revolución. La antigua forma de vinculación entre los afiliados y sus sindicatos (delegados por sección, “representantes sindicales” charros, “personas de confianza” del Comité charro, etc.) deben ser remplazadas por la creación de Comités delegacionales, o seccionales de fábrica o por centro de trabajo, democráticos. Estos deberán ser elegidos por todos los obreros de la empresa, cualquiera que sea el origen sindical y las convicciones políticas que profesen. La tarea de los militantes partidarios consiste en lograr que todos los obreros de la empresa participen en la elección de su organismo representativo. Ya sea que éste se haga de manera abierta o clandestina, según sean las condiciones concretas del centro de trabajo. Debemos omitir las tentativas de elegir a los miembros de los Comités delegacionales o seccionales solamente entre los comunistas, ya que esto daría como resultado el alejamiento de las masas trabajadoras “sin partido” del propio PCM, debido a lo cual estas tentativas deben ser categóricamente condenadas. Ya que es claro que el organismo constituido únicamente por militantes comunistas debe ser convertida en una célula partidaria, misma que como se ha mencionado, se diferencia cualitativamente de un Comité Seccional o Delegacional por centro de trabajo. Lo que es claro es que los militantes comunistas deben accionar e influir, por medio de sus células, y sus comisiones, en los Comités Delegacionales o Seccionales de Fábrica o Centro de Trabajo en donde se encuentren desplegando sus tareas, influencia que debe llegar al grado que sean los mismos militantes, quienes por su consecuencia y labor partidaria, los que pueden ser elegidos democráticamente por la base trabajadora sin partido, para dirigir los organismos sindicales obreros.

 

3.3.8 El cierre de las empresas, el paro técnico, la simulación jurídica, los cambios de razón social, el outsourcing y/o las huelgas promovidas por la patronal son actualmente, en la mayoría de los casos, un medio para depurarlas de sus elementos “sospechosos”. Por eso se luchará también contra el cierre de las empresas y los obreros deberán realizar una investigación sobre las causas de ese cierre. Al efecto, se crearán Comisiones especiales de control sobre las materias primas, el combustible, las demandas jurídicas, los clientes, etc., se obtendrá una verificación efectiva de la cantidad disponible de materias primas, de los materiales necesarios para la producción y de los recursos financieros depositados en los bancos. Las comisiones de control especialmente elegidas deberán estudiar atentamente las vinculaciones entre la empresa en cuestión y las otras empresas y la supresión del secreto comercial debe ser propuesta a los obreros como una tarea práctica.

 

3.3.9 La lucha económica debe ser librada bajo las consignas de estabilidad laboral, aumento general de salarios y del mejoramiento de las condiciones de trabajo. Las tentativas por retrotraer a los obreros a las condiciones de trabajo previas al establecimiento de las Reformas Estructurales (Laboral, del IMSS, del ISSSTE, la Educativa, la Fiscal, etc.) deben ser rechazadas del modo más categórico y revolucionario. Los argumentos de los capitalistas que ponen como pretexto la “competencia extranjera” no pueden de ningún modo ser tomados en cuenta. Los sindicalistas revolucionarios y comunistas no deben abordar los problemas de salarios y de las condiciones de trabajo desde el ángulo de la competencia entre los explotadores, sino que deben tener en cuenta la conservación y la protección de la fuerza de trabajo.

 

3.3.10 Si la táctica restrictiva de los capitalistas coincide con la crisis económica del país, el deber de los comunistas consiste en no dejarse aislar. Desde un comienzo es preciso arrastrar a la lucha a los obreros de las empresas de los sectores estratégicos (mineros, ferroviarios, electricistas, petroleros, de comunicación, etc.) para que la lucha contra la ofensiva del capital resienta desde el comienzo los centros nerviosos del organismo económico. Aquí son necesarias todas las formas de resistencias útiles para ese fin, desde la huelga parcial, intermitente, hasta una huelga general que se extienda a alguna gran industria en el plano nacional.

 

3.3.11 Los comunistas responsables del trabajo obrero sindical, deben proponerse como una tarea práctica del momento la preparación y organización de acciones internacionales por industrias. El paro de los transportes (en apoyo a los obreros griegos) o de la minería (en apoyo a los mineros bolivianos), realizado en un plano internacional, es un poderoso medio de lucha contra las tentativas reaccionarias de la burguesía de todos los países.

 

Los sindicatos deben seguir con atención la coyuntura mundial para elegir el momento más propicio para su ofensiva económica. No deben olvidar ni un solo instante que una acción internacional sólo será posible si son realizadas las tareas revolucionarias en los sindicatos tradicionales o los propios.

 

3.3.12 La fe en el valor absoluto de los contratos colectivos, propagada por los propios sindicatos charros, debe enfrentarse con la resistencia áspera y decidida por los Comunistas. Ya que es claro que un primer escenario de la lucha, se debe de empujar por la obtención o en su caso por el respeto a los mismos, pero debemos de tener claro que el contrato colectivo es sólo un armisticio o paliativo para la clase. Ya que aunque en un primer plano, como se ha descrito, puede ser un eje aglutinador y catalizador de la organización obrera, los cierto es que sea ha cometido el histórico error de entenderlos como la máxima tarea de los propios Sindicatos (véase caso STUNAM, o las diferentes secciones del SNTMMSRM), máxime y cuando los patrones violan esos contratos apenas tienen la menor posibilidad. Un respeto religioso ante los contratos colectivos evidencia la profunda penetración de la ideología burguesa en las mentes de los dirigentes de la clase obrera. Los comunistas responsables del trabajo sindical no tienen que renunciar a los contratos colectivos pero deben ser conscientes de su valor relativo y estudiar el método a seguir para violar esos contratos toda vez que sea ventajoso para la clase obrera.

 

3.3.13 La lucha de las organizaciones obreras contra el patrón individual y colectivo debe ser adaptada a las condiciones regionales y locales, debe utilizar toda la experiencia de la lucha liberadora de la clase obrera. De ese modo, toda huelga importante no solamente tendrá que estar bien organizada, sino que los obreros, desde un comienzo, organizarán cuadros especiales para combatir a los golpeadores y rompehuelgas y oponerse a la ofensiva provocadora de las organizaciones charras de todo tipo, sostenidas por la patronal o el propio Estado. Los porros, los golpeadores, las brigadas blancas y todos esos grupos tienen como objetivo la desmoralización, el fracaso de toda acción obrera, un fracaso que se reduciría no a un simple remplazo de los huelguistas sino al aniquilamiento material de su organización y a la masacre de los dirigentes del movimiento. En esas condiciones, la organización de comisiones de huelga especialistas en la autodefensa, de destacamentos de defensa obrera es una cuestión de vida o muerte para la clase obrera.

 

3.3.14 Para distraer la atención de los obreros de sus tareas inmediatas y despertar en ellos ambiciones pequeñoburguesas, se plantea la idea de la participación de los obreros en los beneficios, es decir de la restitución a los obreros de una muy pequeña parte de la plusvalía creada por ellos o en otras palabras la Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU). Esta consigna de perversión obrera debe ser objeto de la crítica más severa e implacable. Y aunque se debe empujar a la clase por la obtención táctica de tal prestación, convirtiéndose en algunos casos en un eje aglutinador del movimiento (como por ejemplo el movimiento de los obreros automotrices de Honda, este primer semestre), también es cierto la necesidad de esclarecer la naturaleza de clase de tal incentivo, siendo solamente un paliativo de la lucha revolucionaria.

 

3.3.15 Los comunistas responsables del trabajo sindical deberán de luchar por mejorar las condiciones de trabajo, elevar el nivel de subsistencia de la clase, la lucha por la democratización sindical u otras demandas reivindicatorias, deberán permanentemente empujar sobre la conciencia colectiva de que en el marco del capitalismo todos esos problemas no podrán ser resueltos. Así, mientras arrancan paso a paso concesiones a la burguesía y el Estado, deben esclarecer constantemente a las masas con la evidencia de que sólo la derrota del capitalismo y la instauración de la dictadura del proletariado son capaces de resolver el problema social.

 

Ni una acción parcial, ni una huelga parcial, ni el menor conflicto deben pasar sin dejar huellas desde ese punto de vista. Los comunistas generalizarán esos conflictos elevando constantemente la mentalidad de las masas obreras hasta la necesidad y la ineluctabilidad de la revolución social y de la dictadura del proletariado.

 

3.3.16 Como planteó C. Marx, en el marco del capitalismo, toda la lucha económica es una lucha política, es decir, es la síntesis histórica de una lucha llevada a cabo por toda una clase, por el proletariado, en contra de los más sagrados intereses de la burguesía: la propiedad. Por lo tanto en estas condiciones, por más considerables que sean los sectores obreros movilizados por la lucha, ésta sólo puede ser revolucionaria, sólo puede ser realizada con el máximo de utilidad para la clase obrera en su conjunto, si los sindicatos marchan en unión y estrecha colaboración con el Partido Comunista de México.

 

La teoría y la práctica de la división de la acción de la clase obrera en dos mitades autónomas son muy perniciosas sobre todo en el momento revolucionario actual. Cada acción exige un máximo de concentración de fuerzas, que sólo es posible a condición de una mayor tensión de la energía revolucionaria de la clase obrera, es decir de todos sus elementos comunistas y revolucionarios. Las acciones aisladas del Partido Comunista y de los Sindicatos en donde se encuentren sus militantes de clase están de antemano destinadas al fracaso y a la destrucción (veamos autocríticamente los ejemplos de Honda, Nissan, la CNTE, el SME, etc.). Por eso la unidad de acción, la vinculación orgánica entre el Partido y los Sindicatos en donde se tenga presencia constituye la condición previa del éxito en la lucha contra el capitalismo.

 

El control de los centros de trabajo y los órganos creados por la clase para su defensa, la conquista de la mayoría de la clase en la mayoría de los centros de trabajo estratégicos serán el pilar fundamental de nuestra lucha por el poder, por el socialismo-comunismo.

 

3.4 Como ya habíamos establecido, con la plena inserción de la economía de México a la fase imperialista se da su ingreso  a las asociaciones internacionales imperialistas, y de manera destacada al TLCAN. Lo anterior no solo crea entre los 3 países un libre flujo de capitales, un mercado común para los bienes y servicios acordados, sino que también se desdobla en un mercado común de la mercancía Fuerza de Trabajo sujeto a las presiones mancomunadas de los capitalistas.

 

Esto ha supuesto la movilización masiva de trabajadores migrantes desde México hacia Estados Unidos, y para los trabajadores norteamericanos una disminución al valor de su fuerza de trabajo.[33]

 

La cuestión de los trabajadores migrantes no se puede considerar como algo concurrente sino esencial para nuestra estrategia al analizar los datos de su magnitud, pues en cálculos conservadores más de 1/3 parte de la clase obrera mexicana labora del otro lado de la frontera.[34] Ésta porción de la clase obrera mexicana además se halla laborando en los principales corredores industriales de los Estados Unidos, constituyendo en algunos de los polos industriales la mayoría de la clase obrera.[35]

 

Hay experiencia histórica de Partidos Comunistas que construyeron una estructura multinacional. El Partido Bolchevique de manera destacada, y esto tenía que ver con el funcionamiento de su país en la cadena imperialista. También existe experiencia contemporánea de Partidos Comunistas que agrupan destacamentos comunistas importantes entre los migrantes de su clase obrera. El KKE de manera destacada, y esto tiene que ver con la crisis continuada del Movimiento Comunista Internacional.

 

En la lógica de la insurrección, de contar con fuerzas de apoyo al interior del principal centro imperialista, y el que más probablemente intervendría en un escenario de levantamiento en México en virtud de los tratados inter-imperialistas vigentes, de preparar una respuesta en su propio terreno, de no dejar sin organizar al que podría considerarse la segunda mayor concentración de obreros mexicanos, el PCM considera como tarea estratégica la construcción de su sección en los EEUU. Así mismo se considera de importancia estratégica la coordinación con las fuerzas que reivindiquen al marxismo-leninismo en los EEUU, y la colaboración con organizaciones clasistas y antiimperialistas.

 

El objetivo estratégico es la construcción de una Unión de Repúblicas Socialistas, ya el que la sección EEUU del PCM sirva en un momento dado como base de reconstrucción o fortalecimiento de un Partido Comunista en los EEUU, como sección de un Partido Comunista multinacional, o como fuerza auxiliar propia en la conquista del poder y en la defensa de la patria socialista, etc., será una orientación táctica que dependerá de la dinámica de la lucha de clases.

 

D A Siqueiros y Graciela Amador (1a quincena de abril 1924)

4 El Frente Antiimperialista, Anticapitalista, Antimonopolio

4.1 Sin política de alianzas no hay planteamiento serio para la toma del poder. Pero lo primero es la constitución del proletariado en clase, tarea que nos fue asignada por Marx y Engels, ya desde 1847-48, a través de la lucha económica, ideológica y política, es decir de la acción sindical, de la confrontación con el capital en los centros de trabajo, contra la desvalorización de la fuerza de trabajo; a través de la organización política, en el partido de clase, el partido comunista, de la consciencia de clase, de asumir las banderas del socialismo. Por eso los comunistas buscamos centrar nuestros esfuerzos ahí en el núcleo de la clase obrera industrial, abarcando a todos los trabajadores de la ciudad y el campo. Para romper la dominación y hacer añicos la dictadura de clase de los capitalistas, derrocándolos, es necesidad que la clase obrera busque la alianza con todos los oprimidos, pueblos indios, campesinos, capas medias empobrecidas, aislando el poder de los monopolios: unidad de todos los de abajo contra los pocos de arriba.

 

En la experiencia del movimiento comunista internacional existe el frente único, el frente único desde abajo, el frente popular, y después, del llamado frente democrático o frente antiimperialista. Estudiamos las experiencias de nuestra clase en el país y el mundo. Para nosotros no existe interrogante sobre la necesidad del frente, pero sí de precisar sus características para la Revolución.

 

Durante más de 50 años en México imperó la política del frente democrático, para una revolución democrática y de liberación nacional, como etapa necesaria para el socialismo. La experiencia nos demuestra que, más que alianza con la burguesía, fue supeditación a ésta. Esa estrategia oportunista fue cuestionada cuando se alteró la correlación de fuerzas internacional.

 

Un problema más sobre el frente es que se instaló en la cultura política a éste como alianza de organizaciones políticas, y no de fuerzas sociales, produciéndose una simple mesa de coordinación, en muchos casos de membretes, sin presencia ninguna en el movimiento real, que pueden inclusive impactar en la coyuntura, pero que terminan diluyéndose. El vicio de crear membretes llega a tal  demencia que encontramos en una mesa a un mismo individuo representando dos o tres membretes, sin capacidad movilizadora ninguna, es decir, la más impune simulación.

Los comunistas entendemos que no basta con que las ideas de nuestra clase sean justas, sino que hay que tener la fuerza y la organización para que triunfen. Entonces está claro que tenemos que construir una correlación de fuerzas favorable.

 

Sobre el Frente que queremos construir éstas son nuestras definiciones:

 

  1. Su carácter programático antimonopolista, anticapitalista, antiimperialista, por el derrocamiento del poder de los monopolios, por el poder obrero y la construcción del socialismo-comunismo.
  2. Basado en la alianza de las clases y capas oprimidas, construido por fuerzas sociales (movimiento obrero y sindical clasista, campesinos pobres, pueblos indios, migrantes, mujeres, estudiantes, jóvenes, capas medias empobrecidas). Dirigido por la clase obrera.
  • El papel del Partido Comunista de México como vanguardia política de la clase obrera, será transversal al Frente, luchando por su autonomía e independencia con relación a la actual clase dominante, firme en su programa revolucionario y con capacidad de orientar en los virajes bruscos de la lucha de clases, en un periodo de crisis y situación revolucionaria y de confrontaciones agudas con lo viejo, con la burguesía y su Estado.

 

Nos oponemos a cualquier simulación del frente, a alianzas de membretes, o a un frente que no se base en fuerzas reales. El frente no es la suma de las debilidades existentes, sino la alianza de las capas oprimidas.

 

4.1.2 No identificamos al Frente Anticapitalista, Antimonopolio, Antiimperialista como una instancia organizativa, unos estatutos, etc., sino con una política. Los prerrequisitos necesarios para la constitución y relativa solidez del FAAA, y con ello la obtención de una condición subjetiva decisiva para la revolución socialista, tampoco se zanjan con la reunión mecánica de representantes de organizaciones obrero-sindicales y de las capas populares en una sola instancia.

 

La inmadura reunión de una mayoría de representantes de capas medias oprimidas con una minoría de representantes obrero-sindicales en una sola instancia no reportará por sí sola la hegemonía de éstos últimos y su dirección, antes al contrario es posible que acabe por someter a los representantes obreros a la lógica y las formas del movimiento popular más amplio. Por ejemplo, los obreros no necesitan salir a la calle para confrontar con su enemigo de clase, su propio centro de trabajo es el epicentro de su lucha, y dado que una movilización por su parte significa un paro de labores se entiende que es extremadamente rara su participación en movilizaciones si no existen las condiciones mismas de un paro o huelga. Por el contrario, para las capas medias, la reunión y la movilización pública es muchas veces la única manera de incidir como fuerza social, pues el resto del tiempo su rol en la producción social los dispersa absolutamente y anula. La sincronización de dichas luchas no ocurre espontáneamente.

 

Entonces es el partido mismo el que atraviesa tanto al movimiento obrero-sindical como al movimiento popular y garantiza su actuación combinada mediante sus cuadros. El Partido Comunista al actuar como destacamento de vanguardia de la clase obrera defiende los intereses generales de ésta, y el desdoblamiento de estos mismos intereses es el de actuar como garante de sus alianzas sociales para el derrocamiento del poder de los monopolios y el sostenimiento del poder obrero. De ahí que el Partido distribuya sus fuerzas, dirigiendo la mayoría de sus fuerzas entre los diferentes estamentos de la estructura de la clase obrera procurando ecualizar a la alza el grado de desarrollo de la conciencia, y especializando a otras fuerzas entre las demás capas oprimidas, que buscarán aglutinar a las masas desorganizadas en torno a sus intereses, clarificar la naturaleza de clase de sus enemigos y aliados, conquistar una influencia sobre organizaciones cuyo viraje sea decisivo, establecer la unidad entre fuerzas revolucionarias por su contenido, y procurarán sincronizar estas luchas con las de la clase obrera. Ésta tarea supone para el Partido como cerebro colectivo el saber combinar simultáneamente ritmos, grados, formas y momentos de lucha distintos. Para guiarse en ese complejo desarrollo las fuerzas del PCM trazan como el contenido del FAAA una respuesta a los problemas más candentes, a los más sentidos intereses de las masas.

 

4.2.1 A partir de la firma del Tratado de Libre Comercio y la plena inserción de la economía mexicana en los lazos imperialistas aplica sobre México una división internacional del trabajo orientada no por las potencialidades de cada país, con arreglo al uso armónico de los recursos y con el objetivo de cubrir las necesidades contemporáneas de los pueblos, sino una división internacional del trabajo que obedece a la lógica de la obtención de máximas ganancias, que toma por base la fuerza relativa de cada monopolio y grupos de monopolios en disputa del mercado.

 

La pequeña producción artesanal en el campo, la economía campesina de autoconsumo se forzó a competir con la gran industria concentrada y mecanizada de las empresas agroindustriales del mercado común, obteniéndose el único resultado lógico. Tuvo lugar un proceso de diferenciación social y restructuración en el campo.[36]

 

Jurídicamente esto se expresó cancelando el anterior marco del ejido y la tierra comunal, promoviendo su conversión en propiedad privada, igualmente el apoyo financiero para sostener la forma de vida del campesinado, y todo lo que constituyó concesiones y conquistas a raíz de la revolución mexicana, y del periodo de formación de los capitales monopolistas que le siguió, todo ello fue en gran medida arrasado en 20 años.[37]

 

Por un lado el empobrecimiento y ruina de la mayoría del campesinado, al cual se le cierra económicamente cualquier posibilidad de utilización de maquinaria, abono y en general se vuelve inviable la incorporación de tecnología moderna a su parcela, el precio de la simiente y de los aperos se eleva, la colocación de sus productos en el mercado deja de realizarse mediante mecanismos estatales y queda a merced de las grandes acaparadoras y comercializadoras.[38] Ésta situación desesperante fuerza a una enorme porción de los campesinos a abandonar su tierra, engrosar las filas del ejército industrial de reserva y migrar a un acelerado ritmo o bien a las grandes plantaciones industriales en el norte del país o en el sur de los EEUU, o bien a las concentraciones urbanas en busca de su sustento.[39]

 

Por otro lado la restructuración del campo permite que las tierras abandonadas o en propiedad de campesinos pobres sean adquiridas de manera barata, las más de las veces con fraudes descarados contra los ejidatarios o comuneros, por los grandes capitales de las mineras, inmobiliarias, monopolios agroindustriales, carteles de la droga, etc.[40] Los capitales que pueden costear la tecnología y someter a la mano de obra desposeída, pasan a dominar la producción agrícola.[41] Los grandes grupos monopólicos son favorecidos por las exenciones de impuesto, por la inyección de capital desde fondos públicos, por las políticas gubernamentales, etc.[42] Utilizando su capacidad para acaparar las reservas alimentarias puede imponer precios tanto a la compra, hundiendo aún más a los productores del campo, como a la venta, especulando con el hambre en la ciudad.[43]

En resumidas cuentas el capital en la época de los monopolios arruina al campesino, le niega la posibilidad de utilizar la mecanización al volverlo un absurdo económico, acapara sus ventas y al mismo tiempo especula con ellos, lucrando con el hambre en la ciudad.

 

4.2.2 El proceso mantiene continuidad y se observa una progresión geográfica de la diferenciación del campo.

 

En el Norte (Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León) se concentran los municipios donde el promedio de hectáreas por Unidad Productiva (UP) supera las 200 hectáreas y llega hasta las 5,000 hectáreas. Podemos suponer que en esos lugares se concentra la gran producción agropecuaria capitalista.

 

Mientras que en la Costa del Pacífico (Sinaloa, Durango, Zacatecas, Michoacán, Jalisco), la Península (Campeche y Yucatán) y Tamaulipas, existen zonas donde el promedio es de entre 20 y 50 hectáreas, y más localizadas de 50-200 hectáreas. Es decir, predomina el capital medio (los «kulaks», los capitalistas campesinos).

 

La producción de subsistencia y mercantil, el campesino (5 a 20 hectáreas), se concentra en el Centro-Norte y el Bajío (Bajío, Guerrero) además de Veracruz y Chiapas.

 

El campesino pobre, de subsistencia (menos de 5 hectáreas) se concentra en el Centro y Sur (Estado  de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Oaxaca).[44]

 

Así las contradicciones que existen en el campo mexicano son aquellas existentes entre el proletariado agrícola y los grandes productores, entre los campesinos medios-pequeños y los grandes capitales, entre los productores y los acaparadores, entre los acaparadores y los pobres de la ciudad, entre los campesinos pobres y el poder de los monopolios que busca hundirlos y despojarlos.

 

4.2.3 Pese a su desesperante situación hay un enorme atraso en la organización campesina, mucha de ella corroída por la corrupción y la cooptación estatal, y tan solo el 2% del total de las Unidades Productivas (76mil) se encuentran asociadas, organizadas o unidas para acceder a servicios o apoyos diversos.[45] Lo mismo con relación al semiproletariado y al proletariado agrícola, en donde la generalidad es la desorganización y total indefensión frente a la patronal.

 

4.2.4 El PCM señala que solo un poder obrero y una economía socialista pueden resolver las demandas del campesinado pobre y sus familias, del semiproletariado y proletariado agrícola.

 

El poder obrero una vez establecido debe organizar el intercambio de productos entre el campo y la ciudad. Socializar las grandes unidades productivas, ponerlas bajo control y gestión del proletariado agrícola, aplicar la tecnología más avanzada para reducir la jornada de trabajo, garantizar el abasto de alimento y preservar los recursos. Tomar control sobre los bosques, selvas, cuerpos de agua, etc., y establecer una relación lo más armónica entre la sociedad y la naturaleza. Garantizar a las cooperativas campesinas la adquisición de sus productos, montar las industrias necesarias para procesar dichos productos, y entregarles a cambio los instrumentos, insumos y productos de la ciudad necesarios. Reconociendo que es una fuerza económica la que desencadenó el éxodo rural, la economía socialista edificará infraestructura y servicios con ventaja en el campo para incentivar una migración en sentido inverso, de tal manera que se elimine paulatinamente la contradicción entre el campo y la ciudad. El poder obrero respetará las demandas que las naciones indígenas han elevado con toda claridad.

 

Es claro que se necesita un mayor grado de organización entre el campesinado pobre y el proletariado agrícola si se piensa apoyarse en ellos para la destrucción de las relaciones capitalistas en el campo. Para lograr esto, despertar la conciencia política de las masas, popularizar y convencerlos del programa del Partido, etc., el PCM hará un trabajo político que contempla en primer lugar el trabajo obrero-sindical entre el proletariado agrícola de las explotaciones más grandes y estratégicas, cuyas luchas pueden golpear de manera más directa al poder de los monopolios, adquirir una importancia mayor a la hora de desorganizar la economía capitalista, señalar el camino de la lucha a la población rural políticamente más atrasada, y cuyo convencimiento a la hora de iniciar la construcción socialista es decisivo para garantizar el abastecimiento de alimentos a la población. El trabajo político del PCM entre el campesinado incluye la realización de agitación y la distribución de propaganda en movilizaciones y luchas, la admisión entre sus filas de campesinos con la orientación de que éstos conquisten a la mayoría en su zona y confronten a las dirigencias corruptas de la central a la que pertenezca su núcleo agrario, acercar a las alianzas del FIR a organizaciones que puedan orientarse en sentido revolucionario, aglutinar de manera independiente a la población rural pobre desorganizada en torno a sus demandas, promover el choque con el poder de los monopolios como única manera de avanzar, etc.

 

4.3 Otras masas oprimidas, agredidas por las medidas del poder de los monopolios y susceptibles de la alianza con la clase obrera incluyen a los pequeños comerciantes, a los pequeños propietarios pobres, al artesanado, a las masas trabajadoras no directamente obreras (que no producen o captan plusvalía, que conforman capas de transición entre la clase obrera y la pequeña burguesía), los trabajadores autónomos y los trabajadores a cuenta propia, a los miembros de familias proletarias no vinculados directamente al medio de producción, lo mismo que el ejército industrial de reserva, en ocasiones más fácil y propenso de organizar a través de la organización popular que de la sindical, etc.

 

Para hacernos una idea de la magnitud de estas masas podemos mostrar como los pequeños comerciantes abarcan a unos 2.8 millones, existe medio millón de propietarios de pequeños negocios de comida, y 1.3 millones de artesanos (manufactura y subsector de reparación y mantenimiento, refaccionarias, reparación de electrodomésticos, salones de belleza, etc.). El ejército industrial de reserva abarca según datos oficiales 2.5 millones de personas, 2 millones de personas son trabajadores de limpieza (90% son mujeres), los trabajadores autónomos que operan desde un automóvil rondan los 660,000.

 

Para la mayoría de sus integrantes sólo existe o bien el camino de la miseria bajo el capitalismo, o el camino de la construcción de la sociedad socialista. Para el acercamiento de estas masas al FAAA las fuerzas del Partido abordarán en su labor la cuestión de las demandas más generales de estas masas como son los problemas de la vivienda, el acceso a los servicios básicos, la inseguridad, la confrontación con medidas bárbaras del poder de los monopolios como el alza a los impuestos, la confrontación a las deudas adquiridas con el gran capital comercial y bancario para la supervivencia, etc. Al mismo tiempo que se lucha para avanzar las posiciones e intereses populares se señalará al derrocamiento, a la construcción de un poder obrero y una economía socialista como única salida satisfactoria.

 

Si una lucha espontánea en cualquiera de éstos sentidos estalla (por agua, contra alzas o altos cobros, contra un proyecto del poder de los monopolios lesivo a las masas, etc.) el PCM puede enviar cierto número de cuadros a intervenir. Inclusive si son conocidos de antemano los proyectos de la burguesía y se prevé la agudización de una contradicción de esta naturaleza el PCM preferirá iniciar de antemano la labor organizativa para confrontarla. En los anteriores casos los cuadros partidarios serán siempre una minoría, pero que cuentan con la herramienta de análisis marxista-leninista, con una experiencia acumulada y un cerebro colectivo partidario para guiarlos, y armado con esto darán orientaciones y consignas adecuadas a las masas, en la medida que dichas orientaciones sean acertadas y se adelanten a los hechos se irá conquistando la confianza de las masas, los cuadros buscarán por todos los medios posibles el que las masas adquieran conciencia clara de que su principal enemigo es el gran capital monopolista y su poder Estatal, una vez logrado esto se desenmascarará a los representantes de los enemigos del pueblo que comúnmente medran en el movimiento, se buscará avanzar sobre la base de la experiencia popular en la cuestión del poder al unir cada reivindicación con un aspecto de la economía y el poder obrero. El mismo movimiento irá adoptando formas organizativas, como lo demuestra el caso de la APPO, entre muchos otros. El Partido no busca inventar de la nada o crear estas formas, busca encontrar su potencial, busca impulsar su desarrollo, conducirlas al choque con el poder de los monopolios, preservar la mayoría de sus fuerzas tanto en el avance como en el repliegue, elevarlas a su máxima expresión. Independientemente de la derrota o victoria parcial, cada lucha debe servir para extraer lecciones y un avance en la conciencia política de las masas, y esto deben tenerlo presente como el objetivo principal los cuadros desde el primer momento.

 

Un problema político es que entre los 4.9 millones de pequeños propietarios tienen empleados a 3.1 millones de trabajadores, se trata de relaciones directamente capitalistas, pero en la mayoría de los casos se trata de centros de trabajo con 1 o 2 trabajadores, extremadamente dispersos, que desarrollan vínculos de cercanía con sus patronos, y con un atraso en la conciencia de clase. En general el PCM centra sus fuerzas en los grandes centros fabriles como apoyo principal, combate a la dirección política pequeñoburguesa del movimiento popular, al mismo tiempo que trata de atraer a la masa de pequeños propietarios y comerciantes al FAAA, o cuando menos de neutralizarlos políticamente para impedir su movilización contra la revolución. Ahí donde se desarrolle una lucha entre trabajadores y pequeña burguesía apoyaremos a los trabajadores, pero en general consideramos que la mayor parte de dicha contradicción se elevará y resolverá después de la toma del poder, ahí los trabajadores adquirirán una mayor conciencia del significado mismo de la relaciones sociales socialistas, y se convertirán en la fuerza que puede socavar a la pequeña producción y comercio, impedir su proliferación y definir su transformación en propiedad cooperativa, colectiva o socializada.

 

4.4 El FIR es la organización dirigida por el PCM que por excelencia puede agrupar a estas masas y ponerlas bajo la órbita del FAAA. En el caso del FIR y toda otra organización popular donde dirijan o intervengan los comunistas se buscará obtener resultados políticos funcionales a la acumulación de fuerzas en el sentido de la contraofensiva, en el sentido del derrocamiento.
Entre estos objetivos destacamos que a la hora de agrupar amplias masas en la lucha por sus demandas se buscará que éstas adquieran conciencia de su gran fuerza. Fortalecer su propia confianza mediante las conquistas y victorias parciales. Desarrollar su conciencia política mediante el sostenimiento de la vida asamblearia, así como la promoción de activistas y cuadros del seno de las mismas asambleas. Al mismo tiempo se busca que éstas masas adquieran mediante experiencia propia una conciencia clara de la naturaleza de clase del aparato estatal que enfrentan, que entiendan como no es un problema de gestión o de forma gubernamental, que cualquier victoria obtenida bajo el capitalismo será muy limitada, no logrará satisfacer plenamente la demanda, ni la resolverá para la totalidad, ni la resolverá de manera definitiva. Que será necesario derrocar dicho poder y construir uno nuevo. Cada derrota, cada demanda sin resolver debe servir para enraizar el convencimiento

 

Los comunistas no deben de ninguna manera alimentar la confianza al poder burgués o la idea de una posible conciliación con éste entre las masas, y por ello es crucial que expliquen el significado político de cada logro y cada retroceso como resultado de la lucha de clases, también debe abordarse el problema de las formas de lucha adecuada a cada caso con la asamblea para clarificar su pertinencia o no en cada momento, usando una agitación adecuada al nivel de la asamblea a la que se dirija. Cada vez que sea necesario los comunistas deben enrumbar con toda energía a las organizaciones de masas a la confrontación con el poder de los monopolios en los términos más ventajosos para las mismas. Es crucial que no exista titubeó alguno al respecto entre los cuadros, si las masas optaran por la vía de la conciliación optarían por una dirigencia socialdemócrata, si optan por una dirigencia comunista es para que ésta las guíe a la lucha más enérgica y radical, fallar en cumplir este papel tiene peores resultados para el avance de la conciencia política de las masas que una derrota en medio de la lucha. Sin las escaramuzas y las batallas intermedias no madurarán jamás las condiciones para una batalla decisiva que se salde con una victoria socialista.

 

4.5 El PCM cuenta además con el frente de la juventud, con la Federación de Jóvenes Comunistas. Ésta organización que conscientemente asume las posiciones del PCM ha desarrollado sus propias tesis para ahondar en la situación de los la juventud mexicana.

 

En general el Partido le encarga la tarea de conformar una Federación Nacional de estudiantes, que concentrará su mayor actividad entre el estudiantado de los institutos medios y técnicos (CBTIS, CBTAS, CONALEP, preparatorias públicas, etc.) a donde acuden mayoritariamente los hijos de la clase obrera y de donde salen futuros obreros. Dada la elitización de las universidades –incluyendo las públicas vía los exámenes de selección, es importante que la política realizada al interior de las mismas se vincule con la lucha obrera y popular afuera de los muros, es decir el objetivo principal de ese trabajo debe consistir en que cuadros técnicos e ideológicos que servirían a la burguesía (diseñadores, ingenieros, abogados, agrónomos, etc.) sean conquistados para la lucha política contra el poder de los monopolios y para la construcción socialista. También desarrollará una política de Unión de Jóvenes Trabajadores. Actuará como la fuerza auxiliar del Partido, estableciéndose una coordinación regular entre responsables de FJC y PCM en los varios niveles, sobre todo para cubrir la propaganda en centros de trabajo estratégicos a los cuales están impedidos los miembros de las células al interior de los mismos. Será la brigada de choque del Partido, recibiendo preparación para ello y cumpliendo la consigna de insurreccionar a la juventud.

 

Pero a diferencia de los demás frentes de masas, la FJC es la escuela y cantera de cuadros principal del PCM. Al mismo tiempo que los jóvenes comunistas organizan a amplias masas de jóvenes de extracción popular y engrosan sus filas con ellos, pasan por una preparación político-ideológica para convertirlos con el tiempo en cuadros comunistas probados, además de recibir una especialización según vaya requiriendo el Partido.

 

Para ello el proyecto de la FJC estará en plena sintonía con el PCM, preparado a la militancia juvenil para ingresar al mismo.

 

4.6 Otros frentes en los cuales el PCM busca desdoblar su política de FAAA es el Frente Nacional de la Cultura y el Frente de masas de las Mujeres. Se anexan a las presentes las propuestas de tesis emanadas de las comisiones respectivas.

 

La dirección del PCM velará por que una estructura partidaria realice trabajo político entre los elementos de las fuerzas estatales susceptibles por su origen de ser ganados para la revolución (algunos sectores de las fuerzas armadas, policiacas y de la burocracia).

 

pcmarcha

  • La profesionalización del PCM

 

5.1 De acuerdo al objetivo estratégico del PCM, y al desarrollo de la lucha de clases en México y en el mundo, se vuelve absolutamente necesario dar un salto cualitativo del aparato partidario, a fin de convertirlo en un verdadero Estado Mayor del proletariado. Esto implica: 1) La profesionalización de los cuadros; 2) La especialización de los organismos partidarios; 3) La ejecución en común de un Plan Estratégico; 4) La indisoluble ligazón con las masas y el aumento de sus composición obrera. No asumir estas responsabilidades implicaría que el partido no se encuentre a la altura de su misión histórica: la revolución socialista.

 

Sin un Partido Comunista fuerte no habrá garantías para la victoria de la Revolución Socialista. Será responsabilidad de ésta generación de comunistas en el plazo del periodo abierto por el V Congreso entregar a la clase obrera un aparato mejor preparado para conducirlo a su intervención decisiva en los levantamientos que ya manifiestan sus primeras señales, para la toma del poder.

 

5.2 El PCM como Estado Mayor del proletariado debe dirigir su trabajo con una visión estratégica y basado en un plan centralizado que conduzca a la toma del poder. Este plan debe orientar el trabajo en todas las regiones, que deberá adecuarse creativamente a la situación concreta de cada zona. A su vez el desarrollo de los distintos frentes y el crecimiento partidario tiene que realizarse de manera organizada, siguiendo como guía un estudio científico marxista leninista de la realidad mexicana, que permita encontrar los puntos neurálgicos del país, en donde se puede atacar al corazón del sistema económico y político. Este estudio científico sólo puede partir de la militancia misma y su inserción de las masas, así como de la aplicación rigurosa del marxismo leninismo.

El Plan estratégico para la toma del poder consiste en:

  • Un fuerte movimiento obrero y sindical clasista que tenga organizada a la clase obrera en los centros de producción donde labora, capaz de llevarla a la huelga general con banderas no solamente reivindicativas sino esencialmente políticas, es decir un movimiento obrero dirigido por los comunistas.
  • El PCM férreamente disciplinado e implantado en las zonas industriales, que implica fortalecer el giro obrero y dar centralidad a la construcción del PCM en las áreas estratégicas, que también significa dejar atrás las concepción de partido nacional-popular togliattiana que hasta ahora predomina, es decir de partido extendido territorialmente de masas.
  • Una política de alianzas para las capas medias.
  • Empezar a forjar como alianza social al Frente Antimonopolista, anticapitalista y antiimperialista, insistiendo que no es la suma de membretes actuales, sino despertar e involucrar fuerzas nuevas que hasta hoy están en la apatía política.
  • Una prensa clasista y comunista que llegue a cientos de miles.
  • Una propaganda capaz de alcanzar a millones.
  • Una política audaz de finanzas.
  • Un aparato capaz de conducir la confrontación en el momento en que se escale la lucha de clases.

Plantear esto no debe entenderse como fijar en lo inmediato la fecha para la Revolución, sino en preparar, independientemente de la temporalidad, pero con urgencia una serie de prerrequisitos para el encuentro de las condiciones objetivas con la consciencia de clase del proletariado que hoy está retrasada y en desencuentro con la realidad de las condiciones materiales y establecer las metas organizativas que seriamente requerimos.

 

5.3 La política de organización debe reorientarse. La división del trabajo es inexistente, en gran medida sobreviven las formas artesanales de trabajo político en nuestra estructura, priva la concepción de los regionales como feudos y la asignación de frentes de intervención política ajustada a la intuición de los responsables regionales, no a un plan central que defina los frentes principales y los auxiliares. La planificación central no anula la flexibilidad táctica, el uso de ritmo, formas, modos y consignas adecuadas al desarrollo desigual de la lucha de clases en nuestro país, todo lo contrario, permite precisamente que éstos diferentes frentes de intervención, con sus mayores avances y retrocesos, se combinen en un solo plan de guerra por el Estado mayor.

 

5.4 Para superar las formas artesanales del trabajo aún persistentes en la estructura, se vuelve imprescindible la especialización de los organismos.

 

5.5 La política de finanzas debe revisarse; el actual voluntarismo y aventurerismo financiero tiene postrado e inmovilizado al potencial del aparato partidario, con una ausencia critica de cuadro liberados. Debe designarse cuadros dedicados de lleno a la obtención de recursos, a su acumulación ajustada a planes y con seguimiento por la dirección central, la política periodística, editorial, de masas, sindical, etc., debe aportar en algunas medidas entradas financieras al Partido. El aparato partidario debe renunciar a las inercias, ajustando de acuerdo a los niveles de la lucha de clases sus fuentes de financiamiento. Debe instrumentarse una red de simpatizantes que apoye las actividades partidarias.

 

5.6 La política de propaganda y agitación debe elevarse a un nivel científico, buscando la especialización de sus cuadros, buscando el máximo de impacto en su propaganda. La dirección central definirá con criterios políticos las consignas y no debe entrometerse sin fundamento e los aspectos técnicos que aborden sus cuadros especialistas, debe convertir en el período a muchos de sus militantes de base en agitadores audaces de masas obreras y populares, además de utilizar a los simpatizantes como una red de distribución del periódico.

 

5.7 El PCM sostiene la tesis leninista de la necesidad de profesionalizar a un sector de su militancia, de acuerdo a las posibilidades y necesidades del partido, como cuadros profesionales dedicados completamente a la consolidación y  construcción del Partido de la clase obrera y la consumación de la Revolución Socialista.

Concibe también, como elemento particular, que un Partido de cuadros profesionales debe tener la capacidad orgánica de satisfacer las necesidades materiales elementales de sus propios cuadros, es decir, aquellas que permitan a éstos la dedicación completa de su vida a la causa de la Revolución Socialista. Así, el Partido tendrá las posibilidades de exigir y elevar efectivamente la disciplina de sus cuadros al nivel que se requiere para la lucha contra la burguesía y el asalto directo a la fortaleza del capitalismo.

[1]  Ya desde el 2008-2009 mientras el 99% de las Unidades Económicas tenían menos de 100 empleados y  producían en conjunto apenas el 23% del PIB, las empresas con más de 250 empleados representaban el 0.2% de las Unidades Económicas pero producían el 65% del PIB. Tan solo las 1,127 empresas que tienen a más de 1000 empleados son capaces de producir por sí casi la mitad de la producción bruta nacional.

[2] Mencionamos algunas cifras y figuras sobre esta continuidad de la crisis. De acuerdo a datos de la FED (Federal Reserve) y otros bancos centrales (Banco Central Europeo, Bundesbank, Banco Central Chileno, Banco Central de Argentina, Banxico, etc.), del 2008-2014 los niveles de deuda globales subieron un 30% y continúan con esa tendencia, para 2013 más de 50 países se habían declarado en franca recesión, incluyendo a la mitad de la zona euro. Tan solo en año y medio, y tan solo en el caso del rescate a la banca española, ésta supuso una transferencia de 100,000,000,000 de euros, de los cuales cuando menos 1/3 es capital absolutamente destruido, que no se va a recuperar y extraído directamente a los contribuyentes, en su mayoría trabajadores (86,9% asalariados), al mismo tiempo que el desempleo abierto llega a 25.8% y para la población menor de 25 años se sitúa en 54.3%. En Grecia, tras la inyección de miles de millones de euros y la imposición de duras medidas de sacrificio contra el pueblo, el desempleo continúa en el 2014 con cifras record de 28% general, y 64.1% para el desempleo juvenil. El porcentaje de préstamos incobrables en Italia se encuentra en el nivel más alto de toda su historia, la producción industrial italiana se desplomó, reflejándose en un PIB que con relación al del año pasado pasó de un crecimiento del 2.3% a 0.5%, y el gobierno está al borde del colapso financiero con una deuda que rebasa en una y media veces el PIB anual. Entre el 2008-2014 éste último año supuso la mayor cantidad de quiebras en Francia. La inflación en Argentina supera el 40%. El índice Nikkei de Japón registró en el primer mes y medio una pérdida total de 14% de su valor. Entre el 2008-2014 la India pasó de tener un crecimiento anual del PIB de cifras de dos dígitos a un 5%, y el Banco Central de India abiertamente reconoce que se encuentra tomando medidas de emergencia. La economía de Ucrania se ha desplomado a niveles similares a los de Grecia en un periodo muy breve. En Holanda se ha decidido la destrucción de todo el sistema de concesiones y programas sociales. En Alemania la apertura de nuevas empresas comienza a extinguirse, regresando hoy a los niveles del 2003. En China se han acumulado ya 3 años de descensos en la bolsa de Shanghai, descensos en la producción industrial, particularmente acentuados en la industria exportadora, en este mismo país la burbuja especulativa inmobiliaria estalló, con los precios del sector cayendo en el último año a niveles de hace 15 años, lo cual también ha impactado en la industria del acero, que tras alcanzar un pico de 70 millones de toneladas por mes comenzó una curva descendente. En EEUU entre 2011-2014 la deuda pública creció de 14.46 billones de dólares a 16.7 billones, el desempleo sigue apareciendo con niveles similares a los de la crisis de los 30’s del siglo pasado. En México, tras imponerse un paquete de brutales medidas de sacrificio contra la clase obrera y el pueblo, con la promesa de que tales medidas traerían empleo y crecimiento, no solo no hubo crecimiento durante el 2013 sino que la propia Asociación de Banqueros de México reconocen un desplome del 6.5% en la economía, la peor caída en 7 décadas de historia económica. Al mismo tiempo, a mediados del año pasado, 3 de los 4 monopolios (Urbi, Geo y Homex) de la construcción se declararon en quiebra, contagiando sus efectos a más de media centena de otras ramas de la economía.

[3] Tan solo un par de ejemplos, en el sector agrícola de las economías desarrolladas, entre 1960 y 1990 el rendimiento pasó de cerca de 1 tonelada de cereales por hectárea a más de 3 toneladas por hectárea, a principios del siglo XX en EEUU se requería de un granjero para alimentar de 2 a 5 personas, hoy en día por cada granjero se alimentan 130 personas. Al mismo tiempo que se dio este proceso la población dedicada al campo era mayoritariamente desplazada a la ciudad, la superficie cosechada se reducía ligeramente y tendía a su concentración por monopolios, únicos que costeaban con beneficios la alta composición orgánica del capital requerido para la mecanización, la conversión de los cultivos a la agroindustria, y el uso de biotecnología. En un enfoque más amplio, mientras el PIB ha pasado en las últimas décadas en la mayoría de los países por periodos tanto de crecimiento como de retroceso, los índices de productividad han continuado su tendencia de crecimiento constante.

[4] Por ejemplo, en plenaria de la Asamblea General del 2013, 188 países votaron a favor de condenar el bloqueo contra Cuba, 3  países se abstuvieron, y sólo 2 (EEUU e Israel) votaron en contra, pese a ello el bloqueo continúa estrangulando a la isla. Reaccionando frente al reconocimiento en el 2012 de Palestina, EEUU decidió retirar fondos a la ONU. La resolución 1970 (2011) del Consejo de Seguridad dio luz verde al ataque contra Libia.

[5] Agregamos a lo ya discutido por las Tesis del IV Congreso del PCM, al agrupar a 405 empresas más grandes según su capital de origen, las empresas de capital nacional son poco más de la mitad (205, más 12 paraestatales). Sin embargo, en ventas netas las empresas de capital nacional tienen el 50 % de la producción total, a diferencia del capital extranjero con solo el 32% (cabe aclarar que del 18% del Paraestatal, el 3% corresponde a la CFE y el 14 % a Pemex). También cabe aclarar que la más de la mitad de las empresas de capital extranjero proviene de Estados Unidos (97 empresas); y que tienen en ventas el 17% del total general, que es el 53% de las ventas de transnacionales. Al dividirlo en grupos según su escala de producción, de las 66 empresas más grandes corresponden más de la mitad de las ventas al capital nacional; y sólo en las más pequeñas, con producciones inferiores a los 10,000 mdp, es donde predomina el capital extranjero, por unos cuantos puntos porcentuales. Esto significa que al nivel más grande de centralización el capital nacional, es decir, los monopolios mexicanos, tiene mayores ventas que los extranjeros en su país de origen.

[6] Mencionamos a manera de ejemplo la “Declaración de la VI Cumbre de los BRICS” celebrada el 15 de Julio del 2014 en Fortaleza, Brasil, en donde en sus puntos 12 y 13 se crea un Banco conjunto y un Fondo de Regulación de Divisas, ambos con un capital inicial de 100 mil millones de USD. Compárese con el Banco Mundial que cuenta con un capital de 233 mil millones de USD. Un día después Rusia y Brasil firmaron acuerdos para la venta de armas y ejercicios militares conjuntos, así como la colaboración de exploración, explotación, almacenamiento y transporte de petróleo en Brasil. El 21 de Mayo del 2014 China y Rusia firmaron un pacto mediante el cual Rusia suministrará a China gas durante 30 años por un valor de 300 mil millones de euros. Un día antes, el 20 de Mayo del 2014 China y Rusia firmaron 40 acuerdos bilaterales, algunos de ellos de naturaleza militar, y enfocados a reforzar sus posiciones en los choques inter-imperialistas, particularmente mencionamos Ucrania y Japón. Etc.

[7] Véase el artículo “Sobre la necesidad de la lucha conjunta de los Partidos Comunistas con estrategia revolucionaria” de Giorgos Marinos, en El Machete número 4, y la “Resolución del CC del KKE sobre los desarrollos en la región (Éste del Mediterráneo y Oriente Medio)” que aparece en Español en Temas Actuales del Movimiento Comunista número 2.

[8] Veamos el correlato político-militar de este bloque, ¿Quién pude dudar de la naturaleza de la UNASUR cuando Brasil y Colombia la hegemonizan? El gasto militar de la UNASUR se cuadruplicó del 2006-2010 para llegar hasta 126,110 millones de dólares. De los cuales Brasil (con 290,000 efectivos) representa el 43.7% y Colombia (con 450,000) el 17%. Contrastémoslo con Argentina que cuenta con 27,470 efectivos y el 4.5% del gasto total. Datos del Registro Suramericano de Gasto en Defensa.

[9] Para el capital financiero puede verse con datos del 2014 de la Comisión Nacional bancaria de Valores como el conjunto de 33 casas de bolsa que operan en el país tiene bajo su custodia activos de 206 mil 315 inversionistas por un monto de 6 billones 802 mil 875 millones de pesos, cantidad superior en 6.7 por ciento a la de un año antes, informó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). La cantidad de activos en poder de ese grupo de inversionistas (0.18 por ciento de la población) equivale a 42 por ciento del valor total de la economía mexicana, medido a través del PIB, que oscila alrededor de los 16 billones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Ejemplos muy claros de la tendencia que se mantuvo entre 2008-2014 a la concentración y centralización pueden verse en las adquisiciones y fusiones, entre las que podemos contar la compra de la embotelladora brasileña Spaipa, Farmacias Moderna y Farmacias YZA por Coca-Cola FEMSA, la fusión de ésta misma con Grupo Yoli, la adquisición por Grupo ADO de la empresa española de transporte Avanza que disputó a la alemana Deutsche Bahn, su fortalecimiento mediante AU hasta llegar a 16000 trabajadores que operan 5000 unidades, la compra de Campofrío por SIGMA alimentos, la adquisición de Office Depot por grupo Gigante, la fusión de Grupo Modelo con AB InBev, etc. Tan solo para 2013 fueron 87 operaciones, por un total que supera los 39,205 millones de dólares. Grupo CARSO pasó de una fortuna de 53,500 millones de USD en 2009 a 72,000 millones de USD al primer trimestre del 2014, algo así como 2.11 millones de dólares por hora, tan solo en el mercado de la telefonía móvil en América Latina el grupo pasó de tener 35,000 clientes en el 2009 a 170,000,000 en el 2014. Resultados similares se obtienen al enfocarse en cualquiera de los otros grupos monopólicos que hegemonizan la economía mexicana.

[10] Según el reporte de recaudación 2012, los trabajadores de menores ingresos entregaron al fisco 8 mil millones de pesos, mientras 20 grandes monopolios se beneficiaron con devoluciones de impuestos que en ese periodo fiscal sumaron 63 mil 891 millones de pesos.

[11] En 20 años de vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México ha quintuplicado el intercambio de mercancías con EEUU y Canadá, y al mismo tiempo ha incrementado el intercambio hasta casi siete veces con el resto del mundo. Los 117 mil 252 millones de dólares que sumaba el comercio exterior de México en 1993 no han dejado de crecer desde entonces, hasta llegar a 741 mil 457 millones de dólares en 2012, de acuerdo a datos de la Secretaría de Economía (SE), el Banco de México (BdM) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Con Canadá se destaca la actividad de los capitales de la minería. México se ha convertido en el primer destino de inversión minera en toda América Latina, y el cuarto en el mundo en inversión en exploración, destacando Frisco, Peñoles, Silver Shield, Fresnillo. De acuerdo a datos del Sistema Geológico Mexicano, en los últimos 20 años se entregaron -mediante la vía de concesiones mineras- 96 millones de hectáreas, que se acerca a la mitad de la extensión territorial del país al capital del sector, de los capitales extranjeros Canadá ocupa 74% de las inversiones.

[12] De acuerdo a datos del CIA Factbook, el comercio bilateral entre EEUU y México alcanzó los 507 billones de dólares.

[13] De las 20 empresas que más exportan en América Latina, nueve de ellas son mexicanas, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (Cepal). En esta lista de las 20 grandes empresas exportadoras, Brasil, su competidor más cercano, aparece con 6 compañías; Chile, con 2; y Colombia, Perú y Venezuela, con una cada país.

En las exportaciones de México predominan de empresas de Capital Intensiva, combinada con algunas de las llamadas commodities. Por ejemplo México ocupó a partir del 2010 el 1er lugar a nivel mundial en valor de las exportaciones pantalla plana, el 5° lugar en exportación de equipos de computo, es el 3er exportador de equipos de telefonía celular, es el principal receptor de proyectos de inversión en manufactura aeroespacial en el mundo, y es el sexto país en recepción de proyectos de investigación y desarrollo en el sector, triplicando el número de empresas aeroespaciales en la nación en los últimos 5 años, el país es el cuarto exportador a nivel mundial para aparatos de radiofrecuencia, el 1er productor de café orgánico en el mundo, es el principal productor y exportador de plata a nivel mundial, el 9° mayor exportador de oro semilabrado, ocupa el segundo lugar en Latinoamérica en capacidad de generación de energía eólica superado solo por Brasil, México es el 9° productor de automóviles y 6° exportador en el mundo, el proveedor más importante de autopartes al mercado norteamericano, el 6° exportador mundial de instrumentos de medicina, cirugía y odontología, el 8° en aparatos de terapia, el 10° de aparatos respiratorios; el 12° en artículos de ortopedia y 17° en aparatos de rayos X y radiación. Todo con información de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID), ProMéxico, Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Secretaría de economía, Área de Investigación de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana.

[14] Pável Blanco Cabrera, 1er Secretario del PCM, “El fin de una ilusión”

[15] V.I.Lenin, “El imperialismo, fase superior del capitalismo”, Obras Completas vol. 27, p. 424, traducción al griego de la 5ª edición rusa.

[16] Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por su sigla en inglés).

[17] Oficina de Análisis Económico, Departamento de Comercio de EE. UU.

[18] Además de lo ya anotado en el punto 1.2, agregamos algunos de sus efectos. La Medición Multidimensional de la Pobreza, presentada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), indica que en 1,003 de los 2,400 municipios que existen en la República Mexicana, 75% o más de su población vive en condición de pobreza. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó que la desigualdad social en México es la segunda más alta de las economías que integran el organismo, sólo detrás de la observada en Chile. Aseguró que en 2008 el ingreso de 10% de los hogares más ricos del país fue 26 veces el registrado en 10% de las familias mexicanas con menores recursos, 11 empresarios concentran 10% de la riqueza. Mientras en el Distrito Federal o Nuevo León el Índice de Desarrollo Humano (IDH) se sitúa a la par de países como Argentina, el IDH de Chiapas es parecido al de Siria o Nicaragua. A nivel municipal las disparidades son aún más evidentes. En Chiapas y Oaxaca se encuentran municipios con un IDH similar a países como Nigeria o Senegal. México tiene el tercer porcentaje más alto de jóvenes que no estudian ni trabajan, entre los 34 países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), solo por debajo de Turquía e Israel, el informe Panorama de la educación 2013 de la OCDE revela que el 24.7% de los jóvenes mexicanos de 15 a 29 años no tienen trabajo ni asisten a la escuela, es decir integran una parte importante del creciente ejército industrial de reserva.

[19]Algunos datos al respecto. De acuerdo a datos del Departamento de Justicia de los EEUU, a las “empresas” del narcotráfico en México se dirigen desde fuera por lo menos 17,200 millones de USD. Se estima que los carteles de la droga tienen subordinados a 500,000 empleados en el país. A su vez, desde el mercado de la droga en México se estima que se “lava”-redirige- un capital por año que oscila entre los 18,000 y 39,000 millones de USD de acuerdo a datos del Centro Nacional de Inteligencia sobre Narcóticos de EEUU.

 

[20] Históricamente, la producción capitalista del narcotráfico en nuestro país se desarrolló –al igual que muchas otras ramas de las industrias- bajo la regulación del Estado. Este como administrador de los intereses del capital, gestionaba las diferentes rutas de las drogas que cruzaban México, de Sudamérica al principal mercado Estados Unidos. Según autores como  Flores Pérez, era el Estado el que se encargaba de repartir las “plazas” y las rutas, a los traficantes; a cambio de un “impuesto”, el tráfico aunque ilegal, se encontraba solapado por los diferentes aparatos represivos del Estado, desde la PGR y la extinta Dirección Federal de Seguridad, hasta altos mandos del ejército (funcionaba como una especie de franquicia). Sin embargo, a partir de la década de los 70’s la brutal expansión del mercado de drogas en nuestro país (aumento del consumo de drogas en Estados Unidos a partir de la guerra de Vietnam; la utilización contrainsurgente de las drogas, por ejemplo contra los Panteras Negras; el cierre de entradas marítimas de droga proveniente de Sudamérica, etc.), generó la incursión del capital en esta área y la fragmentación de las diferentes rutas de drogas, muchas veces por ex agentes del gobierno. Con el paso de los años, lo que era un negocio “familiar” con métodos artesanales de comercio y producción, fue profesionalizándose hasta alcanzar niveles industriales. Actualmente es conocida la contratación de empleados administrativos, de desarrollo tecnológico, etc., por parte de los cárteles.

 

[21] Es difícil hallar estadística al respecto, por razones evidentes ni el INEGI, ni la STPS, o el IMSS llevan estadísticas al respecto. Datos de la SEDENA toman el medio millón de habitantes ligados a actividades del narcotráfico y descontando a productores, narcomenudistas, transportistas, distribuidores e informantes, deja unos 40,000 ocupando diversos liderazgos, en este rubro se incluye a la estructura armada. Sin embargo analistas critican que tomar dicha cifra como el total de la estructura armada carecería de sustento, pues tomando por base las 13,473 víctimas de ejecuciones y agresiones en un año, sabiendo que muchas de esas muertes fueron resultado de homicidios múltiples y asumiendo por tanto un coeficiente conservador de 1.5 víctimas por incidente resulta un total de 8982 incidentes, partiendo del supuesto razonable que la mayoría de los homicidios vinculados a la delincuencia organizada no son cometidos por asesinos solitarios sino por grupo o células, y asignando un número de cinco a diez integrantes en promedio, y suponiendo que cada célula sea responsable de sólo un incidente por mes -pagándoles la empresa por su ocio el resto del año-, entonces existirían aproximadamente 900 células, integradas por 4,500 a 9,000 sicarios.

En cuanto a las condiciones y características de dichos sicarios, de acuerdo a confesiones y datos concentrados por la SIEDO, la edad promedio de los sicarios es de 24 años. Comienzan con un entrenamiento de 3 meses, percibiendo un sueldo que varía de los 2,000 a 5,000 pesos por mes, y tras un tiempo ascienden a un salario de 10,000 a 12,000 pesos por mes. Se les considera desechables, ya que la vida laboral suele ser de 3 años –dada la alta probabilidad de ser muerto, 40% en el primer año. Como nota curiosa, de acuerdo a datos policiacos internacionales, en otros países los sueldos de los asesinos tienden a ser mucho más elevados, por ejemplo en Australia oscila entre los 12,700 y 76,000 dólares por evento, en Argentina 3,508 y 5,263 dólares por evento, en España entre 20,000 y 50,000 euros por evento.

[22] La mayoría de las personas conocen a algún diputado, presidente municipal, alcalde, etc., que se sepa que anda en negocios turbios, que se encuentre en fiestas con los narcos, etc. Desde esos niveles, hasta los niveles federales. Por ejemplo, el hermano del exgobernador de Michoacán Leonel Godoy del PRD acusado formalmente por vínculos con “La Familia Michoacana” o la acusación que lanza el EZLN de que el PRD se “alió tácticamente con el narcotráfico en el DF; los vínculos probados de gobernadores de Quintana Roo y Tamaulipas del PRI con el narcotráfico o la vinculación e investigación del actual secretario de gobernación Osorio Chong con “Los Zetas”; o la conocida alianza entre el cartel de Sinaloa y las altas esferas del PAN.

[23] Por ejemplo el choque entre Televisa-Tv Azteca-IUSA (con expresiones en el PRI),  Telefónica Movistar (con expresiones en el PAN), y Grupo CARSO (con respaldo del PRD). O el choque entre mineras mexicanas (con lobby en el PAN), canadienses (con lazos manifiestos con el PRI) y chinas (con permisividad del PRD), entre capitales bancarios, comerciales e industriales por la gestión de la crisis a utilizar, etc.

[24] Se puede revisar a este respecto el Pacto de Chapultepec.

[25] De ahí que no sea fortuito que anticipándose a que continúe esta tendencia a incrementar la movilización el GDF haya endurecido sus mecanismos. En la gaceta del Gobierno del Distrito Federal se publicó en el 2013 el “Protocolo de Actuación Policial” en el que se describe la manera en que los elementos de la policía deben “manejar” a las manifestaciones, protestas y prácticamente cualquier concentración masiva de personas en la capital del país. Los policías quedan libres de arrestar a cualquier persona “sospechosa” o en “actitud agresiva”. El uso de la fuerza pública podría llegar a “letal” en casos en donde no puedan controlar la manifestación. Con esto, el GDF dio margen legal a la brutalidad policial. Dicho margen es aún mayor en el caso del decreto del gobierno del estado de Puebla.

[26] V.I. Lenin, El Imperialismo fase superior del capitalismo

[27] En el último censo poblacional se contabilizó a 112.3 millones de habitantes en nuestro país (31). De estos aproximadamente el 25% son niños menores de 12 años, por lo que (abstrayendo los 850 mil niños y niñas de entre 5 y 13 años que trabajaban en 2009) podemos suponer que viven a costa del otro 75% (32). A su vez, de este 75% tan sólo la mitad, es decir, 42 millones es población ocupada, mientras la otra mitad vive a partir de pensiones, remesas, apoyo gubernamental o de familiares, o intereses bancarios. Sin enfocamos los datos desde el punto de vista de la “posición en el trabajo” que nos ofrecen las estadísticas oficiales, podemos hacernos una idea muy general del tamaño de la clase obrera, a partir de la primera definición, pues se reporta el 68% de la población ocupada como trabajadores asalariados (28.8 millones de personas); frente a un 3% (1.2 millones)  de “empleadores” y 24%  de trabajadores por cuenta propia (10.3 millones).

 

[28] Respecto a los obreros productores de plusvalía (obreros industriales), generalmente se presentan datos sobre la cantidad y proporción de trabajadores por grandes sectores económicos para mostrar la “desaparición de la clase obrera” y la “tercerización” económica. Sin embargo, un estudio a este nivel tiende a esconder más de lo que revela. Es necesario descender en el análisis a las diferentes ramas económicas para observar la importancia de los diferentes grupos sociales de trabajadores.

 

De esta forma, se tienen que al menos 16 millones de personas en México (junto con sus familias que aquí no estamos considerando) pertenecen a la clase obrera, lo que corresponde a 34% de la población ocupada total de 2008, y el 43% del total de trabajadores asalariados del país. Mientras que su núcleo más desarrollado, los obreros industriales representan el 13% del total de personas ocupadas. A estos podríamos agregar otros grupos sociales que se encuentran en las fronteras de la clase obrera: Subcontratación (outsorsing): 2,062,009 millones de personas, Magisterio: 2,214,849 millones de personas, Trabajadores de la salud, culturales y de recreación: 1,133,157 millones de personas, Ejército industrial de reserva: más de 2.5 millones de personas. En total estas formas de transición o en el límite de la clase obrera, suman aproximadamente unos 8 millones de personas es decir otro 17% del total de la población ocupada.

 

Por último, desde el punto de vista de la importancia económica, resalta que es la producción la que mayor aportación de valor agrado tiene. Por ejemplo, si se considera a la industria en su sentido típico, como la suma de minería, construcción, manufacturas y electricidad, agua y gas; aparece que aporta el 37% del Valor Agregado del país, y si a esto se le suma los transportes y las telecomunicaciones llega al 45%. Por su parte el comercio tan sólo aporta el 15% y las cuestiones bancarias (servicios financieros, seguros, inmobiliarios, corporativos y servicios profesionales) llegan al 18%, mientras el resto de los servicios suman otro 18%.

 

[29] De las personas ocupadas a nivel nacional las grandes empresas, 0.2% de las unidades económicas, emplean al 21.5% del personal ocupado, mientras el 99% de las Unidades económicas, empresas micro y pequeñas, dispersan a un 45.6%.

 

[30] Por ejemplo, de los trabajadores industriales (minería, electricidad, manufacturas, telecomunicaciones, transportes y construcción) depende el 45% del Valor Agregado del país. Mientras que del estrato de obreros de la gran industria (tomado como empresas de más de 101 personas ocupadas del sector manufacturero) aporta el 40% de la producción bruta total en el país y el 25% del valor agregado. Según el Censo Economico 2009 del INEGI.

[31] Son de gran orientación nuestras Tesis del IV congreso para entender el sentido que guarda nuestra apuesta. Recordemos que hemos clarificado que hoy en día vivimos la época del imperialismo, cuyos lazos abarcan a la mayoría de los países del planeta. En esta época alrededor de 1000 empresas monopólicas articuladas por un puñado de grupos financieros concentran en sus manos más de la mitad de la producción mundial y explotan de manera directa a una alta proporción de la clase obrera de todo el globo, cuando menos la absoluta mayoría de la que se halla en grandes concentraciones, una empresa como Wal-Mart emplea a más de 1 millón 300 mil trabajadores, General Motors a 626000, Siemens a casi medio millón, etc. Las luchas que abarquen casi cualquier concentración grande de obreros en casi cualquier rincón del mundo interesan de manera directa al resto de sus hermanos de clase enfrentados a exactamente la misma patronal.

[32] Por ejemplo se sabe de escaramuzas al interior de la CTM por desconocimientos e inconformidad con las dirigencias locales (Correos, Sistema de Agua y Cartuchos en Cuernavaca – donde se le dio salida por parte de “Sindicatos Nacionales y Autónomos de la CTM”, Músicos en Cuautla dieron golpe de estado, papeleras en Veracruz, Honda en Guadalajara, trabajadores de la construcción en Tabasco, subestación en CFE  donde los trabajadores subcontratados por Edemtec en Sonora se fueron con la CROM). De las huelgas estalladas en el 2012 75% fueron bajo las siglas de la CROC, CROM, CTM, el 20% independientes. En lo que va del 2013 66 conflictos se dieron en secciones de la CTM, 33 en los llamados independientes, 17 en otros.

[33] Inmediatamente en los primeros años del TLCAN los capitales norteamericanos relocalizaron instalaciones hacia el Norte de México, lo que representó la pérdida de 700,000 empleos dentro de los EEUU. La diferencia entre los salarios de los obreros estadounidenses y mexicanos ha sufrido una progresiva ecualización a la baja durante los últimos 20 años. De acuerdo a datos recopilados en el 2013 por el Economic Policy Institute, antes de la firma del TLCAN, haciendo el ajuste al costo de vida e inflación y compensaciones, el salario promedio en México representaba un 16% del salario promedio en Estados Unidos, hoy en día representa un 30%.

 

[34] En EU viven 33 millones de personas con orígenes mexicanos, lo que representa el 11% de la población total de EU. De ellos 12 millones son emigrados nacidos en México, de los cuales, 6.7 millones son trabajadores (cabe destacar que el 33% de ellos están empleados en empresas de más de 1,000 personas, y en general, el 50% esta empleado en empresas de más de 100 personas ocupadas), 1 millón son desocupados

De los 6,7 millones de trabajadores emigrantes mexicanos en EU, 2.8 millones son proletariado industrial (construcción, mantenimiento, industria, transportes, extracción) , 300 mil son proletariado agrícola, 1.8 millones son de limpieza, preparación de alimentos y trabajadoras domésticas (estratos en los límites de la clase obrera).

 

Es decir el 70% de los trabajadores migrantes mexicanos en EU son parte de la clase obrera.

 

[35] Destaca en primer lugar el caso de California. Se trata del estado de la Unión con el mayor índice de producción. Si fuese un estado independiente, por si solo se encontraría como la 10ª economía por su PIB, en dicho estado se encuentra la concentración más grande de trabajadores migrantes de origen mexicano.

 

Es el estado con la mayor cantidad de manufactura, estando en los primeros lugares de producción de textiles, ropa, equipo eléctrico, componentes electrónicos, sistemas aeronáuticos, equipo de iluminación, equipo de telecomunicaciones, piezas de maquinaria, equipo de cómputo, industria militar, alimento procesado, etc.

 

Tomando a la totalidad de trabajadores que son empleados en los polos industriales de California, más de la mitad son mexicanos, llegando a una mayoría abrumadora en algunos como Calexico (96%), o la zona industrial de Los Ángeles.

 

California es el estado de la Unión con la mayor producción agropecuaria y de pesca, produce cerca de la mitad de las frutas, vegetales y semillas consumidas y exportadas por los EEUU. Sus 80,500 granjas y ranchos obtienen ingresos por 42.6 mil millones de dólares. En sus 67 millones de hectáreas de campos fértiles, se estima que laboran 480 mil trabajadores del campo, de los cuales 85 % son mexicanos.

 

Es el estado de la Unión con la mayor variedad de productos mineros de los EEUU, es el único estado con Boro en los EEUU (con aplicaciones en la tecnología nuclear, en la industria del acero,  en la industria farmacéutica, en la fabricación de vidrio, abrasivos, etc.), es el principal productor de diatomita, arena, grava, compuestos de sodio y tungsteno en los EEUU, y está entre los mayores estados productores de petróleo, oro, yeso, compuestos de magnesio, molibdeno, perlita, potasio, y piedra pómez de los EEUU.

 

En segundo lugar, por su producción de PIB destaca el corredor industrial-petrolero de Texas y Luisiana, a su vez es la segunda concentración de trabajadores migrantes de origen mexicano. Entre ambos destinos, California y Texas-Luisiana, albergan poco más del 64% de los trabajadores de origen mexicano.

[36]En cuanto a la diferenciación en el campo, hoy en día, dentro del territorio mexicano existen 5.1 millones de proletarios agrícolas (4.7 son jornaleros de temporal, y 400 mil son proletariado agrícola fijo), 1.4 millones son semiproletarios (400 mil agrícolas, y 1 millón completan su sustento con empleo fuera del campo) 1.9 millones son campesinos pobres (menos de 5 hectáreas), 3.5 millones son familiares trabajadores en la parcela (explotación familias), 1.5 millones campesinos medios, 500 mil campesinos acomodados, menos de 100 mil capitalistas y terratenientes que viven de la renta.

 

[37]A partir de la firma del TLCAN el gobierno mexicano deja paulatinamente de apoyar el campo. Ello puede constatarse si se compara el presupuesto asignado al campo en 1995, con el 6.4% del total del presupuesto federal, con el del año 2000 que fue del 2.9%. Por su parte, el crédito agrícola que abarcaba 6.5 millones de hectáreas en 1993, en el 2000 sólo apoyaba a 750 mil hectáreas.

[38] Después de varias décadas en que la revolución verde se ocupa de convertir a la mayor parte de los agricultores mexicanos en consumidores dependientes de insumos agroquímicos, el Estado mexicano deja de subsidiar de manera directa a partir del TLCAN el uso de agroquímicos, de tal modo que en la actualidad los campesinos pagan 63% más del valor de las semillas y 57% más por los fertilizantes. Los apoyos a la comercialización disminuyen de 2,700 millones de pesos en 1994 a 528 millones de pesos en 1999. Esto se debe, en gran medida, a la desaparición de la CONASUPO en 1998. Instancia que adicionalmente se deja en manos de intermediarios privados como Cargill (propiedad de Monsanto), Archer Daniells, Maseca, Minsa, Portimex y El Porvenir.

 

De las 1.5 millones de UP que usan tractor (38% del total de UP), tan sólo el 11% tiene uno propio, el 99% tiene que trabajar con uno rentado. En BC y Chihuahua más del 50% de UP tienen un tractor propio, en BCS es más del 40%. En Zacatecas, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Durango, más del 20%.  En cuanto a la disponibilidad de agua, tan solo el 18% es de riego y el 82% de temporal. Del total de UP, tan sólo el 30% usan camionetas o camiones, mientras que sólo 3,800 usan transporte aéreo, 1,100 embarcaciones. Del total de UP agropecuarias (4 mill.), tan sólo 0.3% tienen instalaciones para procesar la producción agrícola (12,500 UP). Principalmente beneficiadoras de café y cacao y empacadoras de frutas.

 

Del total de superficie de las unidades de producción (112 millones de hectáreas) el 28% son de labor, mientras el 67% están con pastos no cultivados (de agostadero o enmontando) y sólo el 3% con bosque o selva. Esto nos da una idea de 2/3parte de las tierras de las UP  no están siendo utilizadas, lo cual nos puede hacer suponer que hay un uso escaso de tecnología o falta de recursos que les impide utilizar toda su tierra. (INEGI, Censo Agropecuario 2007)

 

[39] Desde la firma del TLCAN, tan solo en materia de granos y cereales se ha retirado del cultivo más de 10 millones de hectáreas y el éxodo rural abarca 15 millones de campesinos.

 

[40] La venta de tierra en el país tiene un costo de uno a diez dólares por hectárea, mientras que en otros países oscila entre los 3 mil 500 y 6 mil euros.

 

[41] De acuerdo a datos del CECCAM a partir de fuentes oficiales como la Secretaría de Agricultura (SAGARPA), Banco de México, Informes de gobierno, etc., en la actualidad la concentración de la producción está en los grandes agricultores que generan el 70% de la producción de arroz, trigo y maíz del ciclo otoño-invierno.

 

Para el caso de los productores de maíz, podemos dividirlo en 2 grupos. El primer grupo, donde se encuentra la mayoría, 92% de los productores, posee predios entre 0 y 5 hectáreas y aportan el 56.4% de la producción total. En general más de la mitad de su producción se destina al autoconsumo, 52%. Sus rendimientos fluctúan entre 1.3 y 1.8 toneladas por hectárea. Mientras en el segundo grupo solo está el 7.9% de los productores, con predios arriba de 5 hectáreas por productor y aportan el 43.6% de la producción. Sus rendimientos van de 1.8, a 3.2 toneladas por hectárea. Únicamente destinan el 13.55% de su producción al autoconsumo.

 

[42] El Estado mexicano contaba con un plazo de 15 años establecido en el TLCAN para levantar lentamente las barreras arancelarias, sin embargo se abre completamente las fronteras al maíz estadounidense en sólo 2 años, pasando de cobrar el 120% de carga fiscal a 3%.

 

La comercialización de los productos agrícolas la concentran actualmente empresas Trasnacionales como Cargill-Monsanto, Archer Daniels Midland Dreyfus, Novartis y Maseca.

 

[43] Informes de la asociación estadounidense Agribusiness Accountability Initiative indican que el mercado mundial se ha caracterizado por estar dominado por 13 empresas trasnacionales. Entre los grandes corporativos destaca la presencia de Cargill en la mercantilización de fertilizantes y granos, además de mencionar a Monsanto, Bayer, Syngenta y Dupont, Yara, Nestlé, Unilever, Kraft, Archer Daniels-Midland (ADM), Bunge, Wal-Mart, Metro y Carrefour, en diversas actividades de comercialización. El Grupo ETC (Action Group on Erosion, Technology and Concentration, consultor de la FAO de las Naciones Unidas), explica que Cargill, ADM y Bunge controlan casi el 80% del comercio mundial de granos básicos, alimento principal de la población. De acuerdo a un balance del CENAMI Cargill controla el 70 % del abasto y acopio de granos básicos en México.

 

Dicho acaparamiento permitió retirar del mercado una parte considerable del grano y elevar artificialmente el precio durante el 2007, cuando el precio de la tortilla aumentó de un promedio de $6 a $11 y a un pico de hasta $18 en algunas zonas del país, como Tijuana, según documentó la PROFECO, Procuraduría Federal del Consumidor.

[44] Datos del Censo Agropecuario 2007, INEGI

 

[45] Adicionalmente agregamos que dichas UP asociadas se concentran principalmente en Colima (16%) y en Veracruz (11%). Del total de UP (4mill) tan sólo el 4% (172mil) tienen de hecho acceso a crédito y/o seguro. Las UP que reciben crédito se concentran en Guanajuato, Veracruz y Sinaloa, con más de 10% de las UP cada una. Pero de los montos que reciben, tan sólo 27mil reciben más de $50,000, y el 40% de estos están en Sinaloa y otro 10% en Sonora. Mientras que en Veracruz y Guanajuato se concentran los que reciben créditos de menos de $10,000 (30% entre los dos).

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