Por: Eduardo Piña

Al sur-poniente de la CDMX, en la alcaldía La Magdalena Contreras, se desarrolla una lucha de lo social contra lo privado. Desde el año pasado los vecinos de Contreras enfrentan el intento privatizador de un área pública conocida como La Cañada. La privatización pretende hacerla una empresa inmobiliaria llamada FRISA y como en toda lucha contra el capital, el gobierno es un sostén de la burguesía contra el pueblo.

El 24 de junio del 2021 comenzó el movimiento conocido como Asamblea Popular de Resistencia Magdalena Atlitic (APR Atlitic). Tras la destrucción de una edificación del siglo XVI sin aviso previo por trabajadores del gobierno de la CDMX y de la publicación en un portal de internet del proyecto Parque Natural La Cañada, vecinos del pueblo originario Magdalena Atlitic y del resto de la alcaldía, decidieron constituirse en asamblea para luchar contra el proyecto y exigir la reconstrucción de la edificación colonial.

La lucha del pueblo contrerense ha sido muy difícil. La empresa se asume como dueña del predio y, según se afirma en el proyecto, ha decidido que sea un área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC). Es la SEMARNAT, por medio de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la institución que entrega los certificados para constituir este tipo de áreas de conservación, pero el particular o promovente debe acreditar, mediante registro público, la propiedad del terreno. La empresa presume avances del proyecto y de acuerdos con líderes de comerciantes y vecinos conocidos por su falta de escrúpulos, pero no se acredita la propiedad.

A pesar de las exigencias de la APR- Atlitic para que los gobiernos de la alcaldía y de la CDMX asuman una postura pública respecto al intento de despojo, estos se han limitado a declaraciones no oficiales en contra, pero ninguno ha tomado medidas que validen sus palabras, mientras la empresa continúa avanzando su proyecto. Lo que también avanza es la división en el pueblo. Aprovechada y fomentada por la empresa y por el gobierno priísta de Contreras, esta división ha llevado a agresiones físicas contra integrantes de la APR-Atlitic.

La lucha es contra el Capital

La Cañada es la entrada a los famosos Dinamos, formando un ecosistema invaluable para una ciudad altamente contaminada y con baja calidad de vida. Por este lugar pasa el río Magdalena, único río vivo de la capital del país. La Cañada es un sitio de esparcimiento, recreación y convivencia de los contrerenses y de todos los habitantes de la CDMX. Siempre ha sido un lugar público. Las familias celebran cumpleaños, acuden en vacaciones, trabajan, realizan deporte; es parte del pueblo trabajador de Contreras, de su historia, de su cultura y de su identidad.

Para el capital inmobiliario, La Cañada es una magnífica posibilidad de ganancias. Utilizando la fachada de rescate del ecosistema, del río, del ordenamiento territorial y del compromiso por mejorar la calidad de vida, se busca privatizar el espacio. Este intento por despojar al pueblo de lo que siempre ha sido suyo ha enfrentado gran resistencia de los vecinos organizados.

La APR-Atlitic lo ha dicho claro en varias ocasiones, ¡FRISA se va de La Cañada!, ¡FRISA se va de Contreras! ¡La Cañada será siempre del pueblo contrerense!

A los contrerenses les queda una dura batalla que dar. Como se demuestra una y otra vez en la democracia burguesa, los vecinos de Contreras han dado la lucha solos, pues los gobiernos locales han dividido al pueblo y lo han llevado a una simple cuestión jurídica, pero sin tomar acciones efectivas. El pueblo trabajador de Contreras sabe que allí donde llega el capital; llega la destrucción ambiental. Saben que allí donde se privatiza el territorio; sólo unos cuantos millonarios pueden disfrutar de lo que antes era de todos.