Buscar por

EL MATERIALISMO DIALÉCTICO EN EL ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD

Víctor Manuel
Miembro del Comité Regional del Valle de México

Artículo publicado en El Machete no.5. pp. 3-10

El materialismo dialéctico es una concepción filosófica de la realidad. Es potente, porque abarca las leyes y movimientos más generales que puedan tener la naturaleza, el conocimiento y la sociedad. Ya en un artículo anterior para esta revista traté sobre la vigencia del materialismo dialéctico en la ciencia. Demostré que la naturaleza se mueve y desarrolla en contradicciones que a su vez le dan existencia a ella misma. ¿En la sociedad ocurrirá lo mismo? ¿Será que la sociedad capitalista se mueve en un mar de contradicciones? ¿Y si sí, cuáles son? UN artículo no basta para un análisis completo de eso, pero sí se puede mostrar que la sociedad es dialéctica.

El materialismo dialéctico es la fusión de dos concepciones que no chocan pero pueden separarse: el materialismo y la dialéctica. Así por ejemplo, ha habido filósofos dialécticos pero no materialistas, el mejor ejemplo es G. W. F. Hegel; también ha habido materialistas, pero no necesariamente dialécticos, de ahí que existan corrientes como el materialismo mecanicista (Descartes) y el materialismo antropológico (L. Feuerbach). Hay científicos materialistas que niegan fuerzas sobremateriales, pero a la vez niegan nexos entre las leyes de las ciencias entre sí, como por ejemplo, niegan que hayan conexiones que rijan la Economía, la historia, la física, las matemáticas, etc.

 

Materialismo

La corriente del materialismo nos afirma que lo primario es la materia, de ahí se derivan las ideologías, la conciencia, los sueños, las sensaciones, los sentimientos; la corriente opuesta es la idealista, que afirma que lo sobrematerial es lo primario, como por ejemplo las ideas, el Espíritu, Dios, las sensaciones, la conciencia, etc. Por ejemplo, Tales de Mileto (625 a.C – 547 a.C) al ver que el agua pasaba por los 3 estados físicos de la materia pensaba (si quitamos los demás pensamientos idealistas como la de los Dioses) que todo venía del agua. El filósofo Anaxímenes (590 a.C – 524 a.C) creía que del aire se desprendían las demás cosas a través de la rarefacción y condensación (expansión y comprensión del aire). Aunque ningún científico sostendría esto como verdad, ese pensamiento es materialista, porque las cosas se desprenden de algo material, en este caso del aire. René Descartes (1596-1650) vacilaba entre las dos corrientes, cuando explicaba el comportamiento de la naturaleza lo hacía desde el materialismo, pero cuando explicaba los sentimientos, Dios, la conciencia, etc., lo hacía como un verdadero idealista.

La ciencia estuvo por mucho tiempo al servicio de la religión y por tanto del idealismo. Se creía que Dios había creado los cielos y los mares y todo lo que está dentro del universo. Dios era la primera causa. Tuvieron que pasar siglos para que la ciencia poco a poco se fuera quitando las cadenas que lo frenaban. Los científicos se dieron cuenta de que aquello que creían tenía una predestinación divina, en realidad tenía un fundamento tan material como el mismo fenómeno. Hoy en día, el materialismo ha ganado el terreno, los científicos siguen buscando causas materiales y no concluyen como antes, en que tal fenómeno sucede por voluntad de Dios.

Hoy en día la ciencia se basa en las ideas fundamentales de Darwin, de que las especies se han ido modificando para adaptarse al medio por selección natural, también los avances en genética han aportado bastante al estudio de la evolución, a tal grado que no sólo basta el darwinismo para entender la formación de las especies; la astronomía ha calculado que el universo se formó hace miles de millones de años, y no en 6 días como afirma la biblia (el 7° día descansó el Todopoderoso); la física demostró que la energía y la materia no se crean ni se destruyen, simplemente cambian su forma; la biología ha estudiado los microorganismos para combatir las enfermedades, pues antes se creían que eran designios de Dios las pestes; en fin, las ciencias se han visto obligadas a romper los prejuicios idealistas y avanzar con una concepción verdaderamente materialista.

 

Idealismo

El idealismo como contraparte del materialismo, afirma que primero existió una causa no material y de ella ha surgido lo material. El filósofo inglés J. Berkeley (1685 – 1753), afirmaba que las cosas existen porque las percibimos. Si existe una mesa es porque la he visto, tocado, percibido por mis sentidos. Existir –decía– es ser percibido. Esto es una ideología netamente idealista, era un idealismo subjetivo porque la percepción era lo que le daba existencia al mundo material, y porque dependía del sujeto esa existencia (de ahí lo de lo subjetivo). Otro filósofo inglés, David Hume (1711 – 1776), afirmaba que sólo la conciencia tiene relación con las sensaciones y no con el mundo objetivo, es decir, la mente no tiene certeza del mundo material, sólo de las sensaciones que percibimos. Es fácil concluir que era un filósofo idealista, porque las sensaciones (lo ideal, lo no material) son lo único que existe y tenemos plena conciencia de ello, mientras que del mundo fuera de nuestras sensaciones, no la tenemos. Mientras Berkeley negaba la existencia objetivo, Hume la cuestionaba, no la negaba ni la afirmaba, sólo la ponía en duda, por lo que nos llevaba inevitablemente al escepticismo. Las religiones se basan en fuerzas y entes espirituales que actúan sobre el mundo material, es por ello que las colocamos en el idealismo.

El idealismo sigue persistiendo en muchas ideologías actuales, como por ejemplo las budistas, religiosas, espiritistas, motivacionistas, fatalistas, etc. Hay una lucha constante entre el idealismo y el materialismo. Sin embargo, el materialismo siempre se abre paso a través de las falsas concepciones del idealismo porque es revolucionaria, mientras que el idealismo es reaccionario. Cuando una concepción deja se vuelve científica y verdadera, inmediatamente se vuelve materialista, porque sólo el materialismo pueda dar una explicación del universo y sus fenómenos de forma verdadera y real.

 

Dialéctica

La dialéctica es una concepción sobre el movimiento. Para la dialéctica todo movimiento es contradictorio. El mismo movimiento es contradictorio, por una parte es estar en un punto determinado, y por otra es no estar en ese punto determinado. El movimiento mecánico necesita desplazarse a través del espacio y el tiempo, y para ello necesita recorrer toda una infinidad de puntos sobre el espacio. Pero si lo detenemos en un punto, entonces no es movimiento, por lo que forzosamente tiene que estar en otro punto y a la vez no estarlo para poder estar en otro punto y ser como tal movimiento. Pero el movimiento no sólo es mecánico, existen varias formas de movimiento, como el químico, mental, social, biológico, eléctrico,  etc. Sin embargo, esto no es barrera para que la dialéctica encuentre en ellas que la universalidad que poseen es la contradicción.

Las contradicciones dialécticas no están separadas entre sí, al contrario, están siempre en constante interacción. Incluso, cuando esas contradicciones crean cambios cualitativos, las nuevas contradicciones que se forman también están en interacción. Para ejemplificar esto, tomemos como ejemplo al átomo. Un átomo tiene propiedades, como electronegatividad, reactividad, algunos tienen radioactividad, etc. Todas estas propiedades tienen su base en la interacción de las cargas opuestas de los protones y electrones, que tienen cargas positivas y negativas respectivamente. Cuando dos o más átomos se unen, forman moléculas. Estas moléculas tienen otras propiedades nuevas, como son estado físico, naturaleza de los enlaces (iónico, covalente, metálico, coordinado), masa molecular, etc. Que a su vez tienen sus contradicciones de las propiedades de los átomos que conforman esas moléculas (y los átomos de sus cargas).

En biología tenemos una contradicción entre las especies, por una parte está la herencia, que se encarga de mantener las características de las especie, pero por otra está la evolución, que se encarga de modificar esas características. La evolución es modificadora, en cambio la herencia es conservadora, dos polos opuestos pero que están en la especie en una constante interacción. Esto no significa que una especie está evolucionando a cada rato, pero para que se dé la evolución, tiene que provenir de una especie que haya conservado su genotipo por herencia, y para conservar esos rasgos evolutivos, la especie tiene que heredarlos por reproducción y no dejar que se pierdan.

En palabras que resuman la dialéctica de manera comprensible, el movimiento es dialéctico porque es contradictorio, se mueve en un mar de contradicciones pero que éstas interactúan para darle existencia y desarrollo a la naturaleza, la sociedad y el conocimiento. Hay más que saber sobre la dialéctica, pero con esto supongo bastará como una buena introducción.

 

Materialismo dialéctico

Con algunos ejemplos y párrafos no se puede extender todo el conocimiento de la dialéctica, pero se tienen conocimientos base para poder saber que el materialismo dialéctico es una concepción filosófica que concibe a la realidad como materialidad contradictoria. El materialismo dialéctico no excluye la idea, el conocimiento, las ideologías, las sensaciones, etc., pero las percibe como secundarias a la materia. Incluso un idealista actual sabría que nuestra mente depende del funcionamiento del cerebro, pero se aleja del materialista cuando afirma que después de la muerte está el alma, insumisa al cuerpo humano y existente fuera del cuerpo material del organismo. Sin embargo esta creencia, no radica en un estudio serio y científico, pues hasta el momento la ciencia no ha descubierto el alma. Son sólo prejuicios y creencias heredadas de una época subyugada al idealismo en la cual el hombre para explicar los fenómenos naturales, se basaba en la imaginación para pretender explicarlos. He aquí que tenemos otra característica del materialismo dialéctico: el ser científica.

El materialismo dialéctico se apoya en la ciencia. Si bien es cierto que no siempre la filosofía concuerda con la ciencia, el materialismo dialéctico sí lo hace. Muchos filósofos premarxistas iban rezagados de la ciencia, y muchos no la tomaban en cuenta. Hitos científicos como los postulados de la teoría celular, el darwinismo y la formulación de la ley de la transformación de la materia, entre otros avances científicos, han hecho que el materialismo dialéctico se abra paso entre las viejas concepciones idealistas y metafísica de la filosofía. La ciencia explica los fenómenos concretos, el materialismo dialéctico en cambio, busca una visión universal de todos aquéllos conocimientos.

 

Contradicciones dialécticas en el desarrollo del hombre social

Aterrizaremos el materialismo dialéctico en uno de los tres campos de estudio: la sociedad. Si anteriormente usamos la dialéctica materialista para explicar fenómenos naturales, ahora este estudio se enfocará en su aplicación en el ámbito social; primero, de manera general y después de manera particular.

El motor de la historia del hombre hasta nuestros días, es la lucha de clases. Así lo podemos ver en el inicio de El manifiesto del Partido comunista, de Marx y Engels. Las clases por naturaleza con contradicciones sociales. Las clases sociales son definidas por la posición que ocupa un grupo de personas en la producción; pero en los modos de producción clasistas, podemos dividirlos en general en dos grandes grupos: explotados y explotadores. Así pues, han existido esclavos y esclavistas, señores feudales y siervos, y en la sociedad capitalista actual, capitalistas y proletarios. Estas clases están en constante pugna, por una parte los explotadores intenta sacar el mayor plustrabajo, y por el otro, los explotados buscan mejores condiciones de vida. Sólo cuando la clase explotada sabe quién es su enemigo y lucha contra él por el poder político derrocándole su Estado, se le puede llamar a ese acto revolución. Actualmente, proletarios y capitalistas son dos polos contradictorios de la misma vara de la dialéctica, no puede uno estar sin el otro, el explotado necesita explotar a alguien y el explotado necesita a alguien que lo explote. Esto no significa que el hombre proletario necesite hasta su fin al capitalista, al contrario, necesita quitarse esa condición de explotado y convertirse en un hombre libre de opresión, y para ello tiene que luchar contra el capitalista.

El sistema capitalista no está exento de contradicciones, la principal de ellas es la contradicción de la socialización del trabajo y la apropiación privada del producto social de ese trabajo. Cada vez hay más personas que se proletarizan, que no teniendo medios de producción, se ven en la necesidad de vender su capacidad de trabajar, es decir, su fuerza de trabajo tal y como cualquier otra mercancía. Del otro lado, los capitalistas al ser dueños de esos medios de producción, compran esa fuerza de trabajo a cambio de un salario. Los proletarios trabajan y producen las mercancías, ¿y de quién son las mercancías? Pues del capitalista. La sociedad trabaja cada vez más en condiciones de un capitalismo que se reproduce ampliadamente conforme pasa el tiempo, y son cada vez más pocos los capitalistas que se adueñan de esos productos. La contradicción dialéctica está en que son antagónicos e inseparables estas contradicciones. Es una contradicción que los proletarios (que cada vez son más) creen las mercancías y que los capitalistas (que cada vez son menos) se las apropien.

¿Y de dónde vienen las ganancias del capitalista? ¿De vender las mercancías más caro de lo que le costó al capitalista? No, si fuera así, lo que gana vendiendo lo pierde comprando a otros capitalistas. Las ganancias no surgen de la nada, el dinero no se produce por la voluntad divina, necesariamente tiene que venir de algo… o de alguien. Marx en El Capital, demostró que precisamente vienen de la explotación de la fuerza de trabajo. El obrero trabaja para generar su propio salario y además trabaja tiempo de más para generar las ganancias. El primer trabajo dentro de la jornada de trabajo se llama trabajo necesario y el otro plustrabajo, así como los tiempos en que se producen esos trabajos se llaman tiempo de trabajo necesario y tiempo de plustrabajo, el primero destinado al obrero, el segundo al capitalista, pero ambos trabajos son realizados por los trabajadores asalariados. Marx además demostró que estos trabajos son antagónicos, lo que uno gana el otro lo pierde, incluso cuando ambos aumentan. Por ejemplo, supongamos que el trabajo necesario equivale a 120$ y el plustrabajo a 400$, con el desarrollo de las fuerzas productivas, es decir, de las herramientas, la técnica, la tecnología, las instalaciones, las máquinas, etc., el obrero produce más en menos tiempo. Para ocultar sus malas intenciones, el patrón aumenta los salarios a 150$ (es decir 25%), y sus ganancias a la vez suben 600$ (es decir 50%), como se ve, ambas partes, tanto salarios como ganancias aumentaron en términos numéricos, pero en términos relativos, es decir comparativos, uno aumentó más que el otro. Para que el capitalista expanda su mercado y gane mercado a otros capitalistas, necesita aumentar la capacidad de su capital, si aumentan sus ganancias en la misma proporción que los salarios, no tendría caso para el capitalista, pues lo que gana, lo pierde pagando salarios, es por ello que el capitalista aumenta sus ganancias a costa de sus trabajadores. El aumento de las fuerzas productivas e incluso el aumento de la jornada laboral (en este caso, cuando gana más tiempo el tiempo de plustrabajo que el necesario), hacen que se estreche el tiempo necesario del obrero con respecto al tiempo de plustrabajo, o sea, requiere menos tiempo para producir el equivalente de su salario dejando más tiempo para la creación de más ganancias en una jornada de trabajo. Lo que uno gana, el otro lo pierde y viceversa. De aquí que las ganancias aumenten más rápido que los salarios, y muchas veces que aumenten sin que los salarios lo hagan. Es por ello que es una pugna antagónica entre trabajo necesario y plustrabajo, entre los intereses de los trabajadores y el capitalista, entre capital y trabajo, salario y ganancia. Todas ellas son contradicciones dialécticas.

 

La socialdemocracia

Ahora bien, analicemos a la socialdemocracia con estas contradicciones ya estudiadas. La socialdemocracia es una corriente dentro de la política burguesa que pretende pasarse como una opción de los trabajadores. Suelen dar discursos reconciliadores entre capitalistas y trabajadores, dicen gobernar para pobres y ricos, que para los marxistas bien significa: gobernar para capitalistas y proletarios, explotadores y explotados. Proponen ayudar a los pequeños productores y empresarios para expandir su mercado y su capital. Optan por la vía pacífica de llegar al poder y rechazan la violencia contra el Estado incluso cuando se han agotado las formas pacíficas y de diálogo. A veces critican a los Partidos burgueses más reaccionarios, pero trabajan con ellos y los prefieren como aliados cuando tienen a los comunistas en su contra. En fin, la hipocresía más descarada pero a la vez más escondida.

En el análisis dialéctico se llega a la conclusión que las contradicciones del sistema capitalista toman materialidad en el proletariado y en los capitalistas, la pugna –externa, material– entre ellos es reflejo de esas contradicciones internas. Usando las categorías dialécticas, la contradicción entre el proletario y el capitalista es el fenómeno, la contradicción de la socialización del trabajo y la apropiación privada de ese trabajo, es la esencia. Mientras haya explotadores y explotados, sin importar la base económica (esclavismo, feudalismo y capitalismo), siempre existirá esa lucha de clases.

La historia nos ha demostrado que sólo la violencia revolucionaria puede derrocar a la clase explotadora, que los medios pacíficos de “solucionar” las cosas es sólo un espejismo para distraer al proletariado de la lucha de clases. La verdadera paz sólo se logrará cuando las clases explotadoras que engendran las condiciones sociales para la guerra, la prostitución, la delincuencia, la corrupción, etc., sean derrocadas junto con su Estado; y eso sólo se logrará cuando el proletariado use la violencia revolucionaria para acabar con la propiedad privada sobre los medios de producción, y por tanto, de las clases sociales. Sí, es una contradicción –y dialéctica, además– que la paz sólo pueda venir de un proceso violento pero revolucionario.

La socialdemocracia promete hacer crecer a la pequeña burguesía para que sea “más equitativo” el mercado. Las leyes del capitalismo como el de cualquier otra base económica, son objetivas, no se desarrollan por decreto y voluntad del ser humano, el hombre puede conocerlas y usarlas a su favor. Es por ello que cada vez los pequeños negocios quiebran cada vez más rápido y los grandes capitalistas se apropian del mercado mundial, pese a las “buenas intenciones” o más bien al fraude de la socialdemocracia. La pequeña propiedad engendra con sus contradicciones a los grandes capitalistas y a los monopolios. Los monopolios no vinieron al mundo de la nada, ni de un día para otro. La producción capitalista que se empezaron a desarrollar desde la primera fase del capitalismo, la cooperación simple, ha engendrado nuevas etapas del capitalismo donde la pequeña producción se desarrolla hasta llegar a la exportación no sólo de mercancías, sino de capital. La propiedad privada ha engendrado las clases sociales explotadoras. Querer regresar a la libre concurrencia del siglo XIX desde la etapa monopolista, es una mera y vil mentira, es como querer rejuvenecer a un anciano hasta hacerlo niño.

La socialdemocracia es la prolongación de la gestión del sistema capitalista por otras formas políticas. Llámese PRI, PAN, PRD, MORENA, PT, etc., mientras protejan la propiedad privada, protegerán el capitalismo, y por tanto, la explotación de los trabajadores en los centros de trabajo. Sólo el comunismo es la verdadera solución porque es revolucionaria, sólo el Partido comunista puede hacerlo y lo hará.

 

dialecticadelenin

Un comentario en “EL MATERIALISMO DIALÉCTICO EN EL ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD”

  1. Pingback: Red News | Protestation
  2. Trackback: Red News | Protestation

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *