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La situación de las mujeres y su lugar en la lucha social, de protesta y de clase en la Rusia moderna

Fotografía: Internet.

 

Por Vasylina Fedorova,
miembro del Comité Central PCOR*

 

Introducción

¿Por qué existe el concepto de “movimiento de mujeres” en el mundo?

Porque la familia es la unidad económica de la sociedad. En el contexto de relaciones de propiedad privada, la función de reproducción, el nacimiento de los hijos hace que la mujer sea más dependiente y aún menos libre que el hombre. Porque en la sociedad capitalista hay explotación y desigualdad, que la mujer sufre de forma particular.

¿Por qué el movimiento de mujeres quiere escuchar respuestas a preguntas vitales precisamente de Rusia?

Por la misma razón que el movimiento obrero: Rusia se asomó al futuro, al socialismo, vivió en condiciones socialistas, en condiciones de liberación de la explotación del hombre por el hombre y sus consecuencias. En condiciones en que la sociedad misma se encargaba de parte de las funciones de la educación, sustento, formación, desarrollo físico e intelectual de los niños. El socialismo en su desarrollo liberó a la mujer de muchos de los cuidados del hogar para el desarrollo de sus propias habilidades y necesidades sociales y humanas. Por todo ello, el movimiento mundial de mujeres observa con mucha atención a las mujeres de Rusia. Y, por lo tanto, tenemos que responder a algunas de las preguntas principales del movimiento de mujeres.

 

1. Historia del nacimiento y desarrollo del movimiento de las mujeres en Rusia

1.1 El surgimiento del movimiento de las mujeres en Rusia, el papel de las mujeres en el movimiento revolucionario

El movimiento de las mujeres en Rusia apareció en la situación crítica de los años de 1859 a 1861 como parte del movimiento social ruso de los estratos intelectuales en la época de la abolición del derecho de servidumbre. Su carácter específico en Rusia se debe a las peculiaridades del desarrollo histórico del país. Las reivindicaciones por las libertades políticas y civiles, las cuales estaban presentes en el movimiento de las mujeres en occidente, en las condiciones de la Rusia autocrática era el lema de un movimiento democrático en general. Por una parte, esto determinó el carácter limitado de las reivindicaciones del movimiento de las mujeres en Rusia, por otra parte, dio lugar a la participación activa de las mujeres en el movimiento de liberación, que comienza a partir del periodo de los raznochintsy.En este momento, el movimiento de mujeres en Rusia se desarrolló principalmente entre las mujeres de las clases privilegiadas, era generalmente burgués y de naturaleza ilustrada, una especie de feminismo de aquellos tiempos. Sin embargo, la gran influencia de la prensa democrática (“Kolokol”, “Sovremennik”, “RusskoeSlovo”, “Iskra” y posteriormente “Otechestvennyezapiski,” “Delo”, etc.), y la proximidad de muchas representantes del movimiento de mujeres con los círculos revolucionarios introdujeron en este elementos socialistas. Las reivindicaciones de igualdad de derechos políticos para las mujeres surgieron más tarde, sólo durante la Revolución de 1905-1907. Con el comienzo de la etapa proletaria del movimiento de liberación a finales del siglo XIX, surge el movimiento de las obreras y se convierte en componente del movimiento obrero y gradualmente en la vanguardia del movimiento de mujeres.

El primer núcleo del movimiento de mujeres en Rusia fue el círculo de M.V. Trubnikova, que participó en la creación de escuelas dominicales en San Petersburgo. El “triunvirato de mujeres” que surgió en este círculo (N.V Stasova, M.V Trubnikova, A.P Filosofova) durante muchos años se convirtió en el centro de iniciativas del movimiento de mujeres. En 1859 apareció la asociación de caridad “Sociedad de apartamentos baratos y otros beneficios para los residentes necesitados de San Petersburgo”, cuya primera presidenta fue M.V. Trubnikova, en la que más tarde se organizaron talleres, cocinas públicas, escuelas, jardines de Infancia. La aparición de A.N. Engelhardt, esposa de un famoso químico y agrónomo, detrás del mostrador de una librería fue acogida como un acontecimiento notable. Diversas mujeres de la baja aristocracia y de los raznochintsy se convierten en traductoras, encuadernadoras, tipógrafas y crece también su papel en el periodismo.Surgen los primeros talleres de mujeres relacionados con organizaciones revolucionarias: los de encuadernación propiedad de V. I. Pechatkina y y V. A. Inostrantseva en San Petersburgo, el taller de costura de las hermanas Ivanov en Moscú etc. En 1863 por iniciatica de Trubnikova y Stasovase funda con principios cooperativistas el “Taller Editorial” (funcionó hasta 1871), una sociedad de mujeres traductoras. La participación en el trabajo social creó las condiciones para la independencia económica de las mujeres de la intelligentsia.La tendencia a liberarse de la tutela del marido, dada la dificultad de disolver el matrimonio religioso condujo a un aumento de los matrimonios civiles. Desde mediados de la década de 1860, los matrimonios de conveniencia se propagaron, con el objetivo de la liberación de la custodia de los padres. De gran importancia para la liberación de la mujer de la opresión familiar fueron las residencias-comunas, la más conocida de las cuales fue la comuna Znamenskaya de V. A. Sleptsov en San Petersburgo.

Un episodio importante en la lucha por la educación de las mujeres fue la asistencia de mujeres jóvenes como libre oyentes en la Universidad de San Petersburgo (1859-1861) y en la Academia de Medicina y Cirugía (1862-1864). Entre las primeras estudiantes se encontraban N.I Corsini (Utina), E.I. Corsini (Viskovatova), M.A. Bogdanova (Bykova), A.P. Blummer (Kravtsova), M.A. Bokova (Sechenov), N.P. Suslova (Erisman), E.F. Tolstaya (Yunge), M.M. Korkunova (Manasseina), la mayoría de las cuales participaron en el movimiento revolucionario de los años 60 del siglo XIX y posteriormente fueron conocidas en las actividades públicas. En 1868 por iniciativa Trubnikova, Filosofova y Stasova se presentó una petición, firmada por más de 400 mujeres, al rector de la Universidad de San Petersburgo para que permitiera que las mujeres se pudieran matricular en la Universidad. En 1869, se abrieron cursos sobre programas de gymnasium (Alarchinskie en San Petersburgo y Lubyansky en Moscú), que eran de carácter preparatorio. Con el apoyo de 43 profesores: Beketova, D.I. Mendeleev, A.S. Famintsyna, I.M. Sechenov, A.P. Borodin y otros, en diciembre de 1869 el Ministerio de Educación concedieron el permiso para abrir cursos para mujeres en el programa universitario (el llamado Vladimirskie en San Petersburgo, que comenzó a funcionar en enero de 1870.). La educación superior de las mujeres en Rusia comienza con la apertura de los Cursos Superiores Femeninos de V.I. Gerie en Moscú (1872) y los Cursos superiores para mujeres de Bestuzhev en San Petersburgo (1878).

A fines del siglo XIX, surgió una serie de organizaciones benéficas de mujeres: la Sociedad para el Cuidado de Jóvenes Obreras (1897), la Sociedad para la Mejora de la Igualdad de las Mujeres, que celebró su primer Congreso sobre Educación de Mujeres en diciembre de 1912 en San Petersburgo . Es decir, con el desarrollo del movimiento revolucionario en Rusia, el movimiento de mujeres puramente feminista adquiere también gradualmente mayor carácter de clase.

El 9 de marzo de 1913 en Rusia se celebró por primera vez el “Día de las Obreras” – Día internacional de la mujer. Por iniciativa de V.I. Lenin en 1914 se creó la revista Rabotnitsa, en cuya redacción participaron N.K. Krupskaya, I.F. Armand, A.I. Elizarov-Ulyanova y otras.

El 23 de febrero (8 de marzo) de 1917, las obreras salieron a las calles de Petrogrado en protesta contra el hambre y la guerra. Esta manifestación fue el comienzo de la revolución democrático-burguesa de febrero de 1917. En agosto de 1917, el Comité Regional de Moscú del POSDR (b) creó una comisión de trabajo entre las mujeres trabajadoras.

 

1.2. El papel de las mujeres en la construcción del Estado Socialista. Las conquistas del Socialismo

La victoria de la Gran Revolución Socialista de Octubre permitió resolver completamente y de raíz el problema de las mujeres en Rusia. El movimiento de las mujeres se convirtió en el movimiento de los obreros y campesinos con el objetivo de contribuir en la construcción del socialismo, la defensa de la patria socialista y la participación activa de las mujeres en las actividades políticas y sociales En noviembre de 1918 en Moscú, por iniciativa de I.F. Armand, A.M. Kollontái K. N.Samoilova, se convocó el Primer Congreso de obreras y campesinas de toda Rusia, donde intervino V. I. Lenin. El Congreso determinó el lugar de las mujeres en la lucha por el socialismo y sentó las bases organizativas del movimiento de mujeres en las condiciones soviéticas. Se establecieron departamentos de mujeres dentro de las estructuras de los órganos centrales y regionales del Partido.

El programa del PCR (b) aprobado por el VIII Congreso del Partido en 1919, señaló que el partido no se limita al reconocimiento de la ley de igualdad formal para las mujeres, sino que busca materializarla en la práctica, liberar a las mujeres de la carga de los hogares, haciéndola participar en todas las esferas de la vida de la nueva sociedad. El partido garantizó la protección estatal de la maternidad y la infancia. El IX Congreso del PCR (B) se prestó atención al tema de la participación de mujeres obreras y campesinas en la construcción del socialismo. En el orden del día de los XI, XII y XIII Congresos del Partido también se incluyeron cuestiones relativas al movimiento de mujeres. La forma principal del movimiento de mujeres en la URSS en los años 20 y 30 eran las reuniones de delegados. Estas reuniones se organizaban en empresas y para las amas de casa en los Soviets locales. En Asia Central y el Cáucaso, el Movimiento se desarrolló superando enormes dificultades. De gran ayuda fue la decisión de la Secretaría de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Toda la Unión (Bolchevique) “Sobre las tareas inmediatas en el ámbito de trabajo en las mujeres obreras, campesinas y trabajadoras de Oriente” (diciembre de 1924). Además, al mismo tiempo que se organizaban las reuniones de delegados se creaban los círculos de mujeres como los “rincones rojos” y otras instituciones. En éstos a las mujeres se les enseñaba a leer y escribir, se les daba consejo médico y se les familiarizaba con la cultura. En los círculos de mujeres crecieron las primeras militantes que entraron al Partido, cursaban estudios en las escuelas obreras, en las universidades, se las enviaba a las fábricas. En 1926 tuvo lugar la Primera Conferencia de Toda la Unión de mujeres trabajadoras de los círculos. El movimiento de mujeres soviéticas se reflejaba ampliamente en las páginas de la prensa. Se fundaron revistas especialmente para mujeres: “Comunista” (1920), “Campesina” (1922), “Obrera” (1923), “Delegada” (1923), “Trabajadora social” (1936).

En octubre de 1927 tuvo lugar el II Congreso de toda la Unión de obreras y campesinas, en el cual se observó el aumento de la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la construcción socialista, el crecimiento de la conciencia política. El número de mujeres delegadas al Congreso de los Soviet durante el período 1922-1927 aumentó de 3 a 8 veces en los pueblos, en las provincias y en los municipios. En 1927, se celebró el Congreso de toda la Unión de obreras y campesinas miembros de los Soviets. En 1931 tuvo lugar la Conferencia de Toda la Unión sobre el trabajo de las mujeres. La colectivización de la economía agrícola provocó el aumento del movimiento de mujeres en los pueblos. Se organizaban reuniones de las delegadas de los koljoses, se llevaron a cabo conferencias productivas de mujeres en los Soviets de los pueblos y en los koljoses. En 1933 surgió un movimiento activista de amas de casa por la cultura en la producción y en la vida cotidiana, lo que ayudó a atraer a un número significativo de mujeres (amas de casa) a la actividad social y productiva. Una de las formas del movimiento de mujeres en los años 30 era la de conquistar las especialidades masculinas (las conductoras de tractores P.N Angelina, P.N Kavardak, la maquinista Z.P.Troitskaya, etc.). Por iniciativa de V. S. Khetagurova, las soviéticas “Khetagurovists” comenzaron a participar activamente en la conquista del Extremo Oriente. En 1936 se celebraron conferencias de toda la Unión organizadas por esposas de trabajadores del sector económico y técnico de la industria pesada y esposas del cuerpo de mando del Ejército Rojo.

En los años anteriores a la guerra, las mujeres soviéticas participaron activamente en el movimiento democrático internacional de Mujeres. En 1934, las mujeres soviéticas participaron en el Congreso Mundial de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo. Uno de las organizadoras de este congreso fue E.D. Stasova. El Congreso creó el Comité Internacional de Mujeres.

Durante la Gran Guerra Patria de 1941-1945, millones de mujeres soviéticas reemplazaron en la economía nacional a los hombres que fueron al frente. Más de 1 millón de koljosianas aprendieron las profesiones de conducción de tractores, conducción de máquinas combinadas y la profesión de mecánica, más de 200.000 se convirtieron en jefes de brigada y presidentes de los koljoses.

Más de 1 millón de mujeres participaron de manera directa en las batallas contra los invasores fascistas en el frente y en los destacamentos partisanos. El 7 de septiembre de 1941 en Moscú tuvo lugar el I Encuentro de Mujeres Antifascistas, que adoptó el llamamiento “¡A las Mujeres del Mundo!”, que instaba a intensificar la lucha contra el fascismo y crear un frente unido para la lucha contra el hitlerismo.

En septiembre de 1941, se creó el Comité antifascista de mujeres soviéticas (desde 1956 se llamó Comité de mujeres soviéticas, que publicó desde 1945 la revista “Mujer soviética”). El 10 de mayo de 1942, se celebró el II Encuentro de mujeres antifascistas (Encuentro de toda la Unión de mujeres participantes en la Gran Guerra Patria), en el cual se adoptó el llamamiento “A las mujeres del mundo” y “De las mujeres de Moscú a las mujeres de Londres”.

Las mujeres pudieron reemplazar a los hombres en muchos terrenos “masculinos”, debido a que tenían el mismo nivel de educación y desarrollo intelectual que los hombres, gracias a un estilo de vida saludable y a la inculcación de la cultura deportiva, estaban desarrolladas desde el punto de vista físico y de la resistencia de acuerdo con el principio estatal de GTO (” Listos para el trabajo y la defensa”).

Las dificultades y tensiones del período de guerra dejaron una huella especial en el derecho de la familia, que se caracterizó por cambios bastante serios dirigidos a fortalecer la institución del matrimonio, apoyar a las familias numerosas, elevar la tasa de natalidad, que era de importancia primordial en ese momento.

De este modo, desde el 1 de octubre de 1941 se aplicó un impuesto a los ciudadanos solteros y sin hijos. El impuesto se aplicó a solteros y familias sin hijos: hombres mayores de 20 a 50 años y mujeres mayores de 20 a 45 años:
a) con un ingreso mensual de hasta 150 rublos. – la cantidad de 5 rublos al mes;
b) con ingresos mensuales superiores a 150 rublos. – un 5 por ciento del sueldo.

Las mujeres embarazadas recibían raciones adicionales. Durante la guerra, también fue necesario cuidar a los huérfanos. Como consecuencia, en 1943 se adoptaron leyes sobre tutela y adopción.

De esta manera, toda la política social de la época estaba dirigida a estabilizar a la familia. En 1944 el Presídium del Soviet Supremo de la URSS aprobó el decreto: “Sobre la ampliación de la asistencia pública a mujeres embarazadas, con varios hijos, madres solteras, el aumento de la protección de la maternidad y de la infancia y el establecimiento del título honorífico de «Madre- Heroína y la institución de la Orden «Gloria Materna» y la Medalla a la «Μaternidad».

De este modo en el país se inicia un enfoque especial sobre el concepto de la familia en su conjunto. La familia fue reconocida como la institución social más importante. Es por ello que el Estado y el Partido controlaban a la familia misma y las relaciones dentro de esta. Sin lugar a dudas, la maternidad se situó en primer plano como la función principal de las mujeres y, como resultado, fue apoyada por el estado como garantía del correcto desarrollo y progreso de la sociedad, el florecimiento del país en su conjunto.

Todo esto fue la base para la evolución de la posición de las mujeres en la familia, se valoraba a la mujer, sus derechos y libertades no se vulneraban y se reconocían a la par que los derechos y libertades de los hombres.

En los años 70 se hizo mucho para mejorar la situación de las madres. Se asignaron subvenciones en un solo pago para cada niño. Se amplió el permiso de maternidad remunerados de 56 a 70 días, antes y después de dar a luz. Surge la práctica de los permisos por cuidado de hijos de 1,5 a 3 años con el mantenimiento del puesto de trabajo y la antigüedad.

La Constitución de la URSS de 1977 estableció: “La familia está bajo la protección del Estado. El matrimonio se basa en el consentimiento voluntario de la mujer y el hombre; los cónyuges son completamente iguales en las relaciones familiares”. A nivel constitucional, también se consideró la cuestión de los deberes de los padres hacia los niños. El artículo 66 de la Constitución de la URSS afirmaba: “Los ciudadanos de la URSS están obligados a encargarse de la educación de los niños, prepararlos para el trabajo útil a la sociedad.” Al mismo tiempo, los niños se comprometen a cuidar de sus padres y ofrecerles ayuda.

A las mujeres se les concedió los mismos derechos que a los hombres. Sin embargo, existían algunas observaciones legislativas que estipulaban un alivio de las condiciones para las madres (por ejemplo pausas adicionales en el trabajo para lactancia, permiso de maternidad con pagas, subvenciones complementarias para la dieta del niño, etc.), y también aquellas que simplemente resaltaban el derecho de las mujeres a elegir condiciones de trabajo que fueran más cómodas y no representaran una amenaza para su salud. Todo esto mostraba el cuidado por parte del Estado hacia la mitad de la población femenina debido a su peculiaridad física en comparación al hombre y su obligación primaria inmediata de tener descendencia.

 

2. La situación de las mujeres en la Rusia moderna

2.1.Datos estadísticos

Como resultado de la restauración del capitalismo, se produjo un retroceso en todas las esferas de la vida, incluidos los derechos de las mujeres.

Vamos a centrarnos en los datos estadísticos.

Las mujeres constituyen la mayoría de la población y más de la mitad de la fuerza de trabajo de Rusia. En la estructura por edad el predominio de la población entre las mujeres comienza ya a partir de los 35 años. En 1995 por cada 1000 hombres en edad de trabajar correspondían a 935 mujeres. Pero desde la edad de 35 años, el porcentaje de mujeres en edad de trabajar se convierte en predominante.

En la industria, en unas condiciones de trabajo insalubres, trabajan 3,5 millones de mujeres. Una de cada 5 mujeres se ocupa de trabajos especialmente pesados y nocivos. Solo 1/3 de las mujeres que trabajan en la agricultura realizan trabajos mecanizados, mientras que el resto se dedica a trabajos físicos pesados.

Desde 1992, se prohíbe que las mujeres menores de 35 años trabajen en cultivos, ganadería, avicultura, si se usan venenos químicos, insecticidas, etc. en estos sectores, pero esta ley simplemente no se cumple en ninguna parte.

El peso específico de las mujeres en una serie de esferas de la actividad es muy alto:
82% en comercio y alimentación
85% en sanidad y servicios sociales
79% en educación
73% en la esfera de la cultura

En la industria ligera trabajan principalmente mujeres.

En general, en la economía nacional los salarios de las mujeres son al menos 1/3 más bajos que los de los hombres.

Las mujeres representan más de la mitad de las personas oficialmente en paro. Encontrar trabajo antes de la edad de los 30 sigue siendo un problema grave (en 1995 –el 30% de los parados ).

Aproximadamente la mitad (52%) de las mujeres tienen hijos menores de edad, de las cuales el 12% son madres solteras y el 11% tienen varios hijos.

Las mujeres y los niños constituyen la mayoría de la población pobre con ingresos por debajo del nivel de subsistencia. Ha aumentado el número de mujeres con dos trabajos.

Con la perestroika, se llevó a cabo una fuerte reducción en la esfera de los servicios, de las instituciones preescolares, por lo que la mujer necesita combinar el trabajo y la casa, lo que requiere una considerable fuerza física y psicológica. Le queda un margen de tiempo mínimo para restablecer su capacidad de trabajo y, como resultado, se debilita la salud.

En la familia actual, la mujer realiza las siguientes funciones: En el hogar (trabajo doméstico para satisfacer las necesidades materiales de la familia: cocinar, arreglos de ropa, tareas dentro de la casa); educativo; socialización y control social primario.

El papel político de la mujer trabajadora en la sociedad es muy bajo. En la práctica ha sido expulsada de todas las estructuras de poder. La representación de las mujeres en las estructuras estatales soviéticas era del 33%, después de la perestroika en la Asamblea Federal (la Duma del Estado y el Consejo de la Federación) el 11,4%. Hay una mujer ministra en el gobierno. Entre los presidentes de los tribunales superiores de los sujetos de la Federación, el 16% son mujeres. Las mujeres ocupan puestos principalmente técnicos y ejecutivos.

Y esto a pesar del hecho de que el nivel educativo de las mujeres trabajadoras es más alto que el de los hombres. De las personas con educación superior, las mujeres representan el 52.8%, con especialización media el 57.5%. (Los datos estadísticos proceden de la fuente de la red “Colección de artículos” Temática y materiales metodológicos educativos – trabajo social”.

La situación social de las mujeres. Discriminación

La peculiaridad del imperialismo ruso consiste en que surgió como resultado de la contrarrevolución frente al socialismo, un sistema más progresista, y aún lleva sus huellas. Se han conservado, por el momento, muchas conquistas sociales tales como la protección de la maternidad y de la infancia (1,5 años de permiso de maternidad remunerado, en comparación con unas pocas semanas de permiso en la mayoría de los países capitalistas, la edad de jubilación para las mujeres a los 55 años) restricciones para la ocupación de las mujeres en trabajos nocivos, etc. Del pasado soviético, por el momento y por inercia, se conserva y se reproduce la infraestructura material: los centros preescolares (guarderías, jardines de infancia) y las escuelas; se conserva el sistema de prestación de atención médica infantil especializada. De todos modos, en las condiciones del capitalismo, observamos la inevitable reducción y usurpación tanto de los propios derechos (ante todo, el mencionado aumento de la edad de jubilación) como de la posibilidad de ejercerlos en la práctica (pago por las prestaciones sociales, comercialización de la educación y de la salud).

Formalmente, la Constitución actual de la Federación Rusa proclama la igualdad de derechos para hombres y mujeres. Sin embargo, en la práctica, vemos que la discriminación contra la mujer existe en todos los ámbitos .Muy a menudo se le niega el acceso al trabajo, alegando el hecho de que o bien pronto querrá convertirse en madre, o bien ya tiene varios hijos que le impedirán desarrollar el trabajo.

Es muy común la desigualdad de salario entre hombres y mujeres; el sueldo de las mujeres es muy inferior al de los hombres. Según las estadísticas, el salario promedio de una mujer en la Federación Rusa es del 70 por ciento del salario del hombre.

Los incidentes de discriminación durante la contratación son los más obvios, como resultado del análisis de los anuncios, que se publican en los medios y que a menudo se utilizan en los servicios estatales de empleo de la población. La investigación de anuncios de trabajo en tres ciudades – Moscú, Samara, Kemerovo –en el marco de la cual se estudió el contenido de 17 periódicos de junio de 2007 especializados en trabajo (se seleccionaron 3513 anuncios para el análisis), realizada por el Centro de derechos sociales y trabajo (Moscú), reveló que los criterios más discriminatorios eran la edad y el sexo del solicitante.

Además, alrededor del 44 por ciento (59 por ciento en Moscú y 25 por ciento en Kemerovo) contienen requisitos de edad. El cincuenta y seis por ciento de ellos requieren que el solicitante sea hombre, mientras que el 44 por ciento afirma que se requiere que sea mujer. Alrededor del 29 por ciento de los anuncios contienen requisitos según el sexo (36 por ciento en Moscú, 33 por ciento en Samara, 17 por ciento en Kemerovo). Al mismo tiempo, el límite inferior de edad es de 23 años, y el superior, de 41 años.

El problema del “censo por edades” es relevante en primer lugar para las mujeres mayores de 40 años; las mujeres que están criando a sus hijos pequeños experimentan dificultades para encontrar trabajo, por lo que prefieren el trabajo a tiempo parcial, pero la tasa de vacantes con ese tipo de trabajo es simplemente insignificante. Las dificultades para encontrar trabajo también surgen en mujeres jóvenes que en el futuro pueden plantearse tener hijos. En los cuestionarios de las entrevistas, una de las preguntas obligatorias para las mujeres es sobre los niños y su edad, mientras que a los hombres no les hacen esa pregunta.

Durante el último año de crisis, la tendencia a la contratación de mujeres han cambiado en cierto modo: las posibilidades de encontrar trabajo para las mujeres con hijos en edad escolar entre secundaria y superior, que requieren menos atención, según los testimonios de la oficinas de empleo, han mejorado en los últimos tiempos. Por el contrario, las mujeres jóvenes con niños pequeños o que simplemente planean tener hijos en el futuro encuentran grandes problemas para encontrar trabajo. Si la mujer está embarazada le es casi imposible encontrar trabajo, aunque formalmente se exige responsabilidad penal por la negativa a contratar a una mujer embarazada.

La historia reciente del llamado “Movimiento de las azafatas gordas” constituye un ejemplo característico de discriminación.

La compañía aérea Aeroflot despidió a varias azafatas que, según la dirección, habían aumentado de peso y dejaban de ser atractivas. Victimas de ello fueron las mujeres que realizaban vuelos internacionales según la versión digital de The Sun. Apelaron ante el tribunal con la demanda de que se reconociera el hecho de la discriminación. Sin embargo el tribunal rechazó la demanda de las ex-azafatas.

El representante de Aeroflot, Nikita Krisevski, instó a todas las azafatas que quedaban a adelgazar de la talla 52 a la 48. Estamos ante un incidente de discriminación mal enmascarada.

 

2.3. Movimientos de mujeres en la Rusia moderna. Las úlceras del capitalismo.

En Rusia en esta etapa no hay movimientos de mujeres fuertes o estructuras influyentes, como, por ejemplo en Europa o como también en Grecia (OGE).

En la arena política burguesa no hay organizaciones de mujeres que luchen por el socialismo. ¿Qué representan las mujeres hoy en la política?

Por ejemplo, hay mujeres en los partidos de la corrientes liberal (Irina Khakamada, “Unión de las Fuerzas de Derechas”), que desempeñan un papel extremadamente reaccionario en el movimiento de mujeres.

Bajo el disfraz de la lucha por la libertad y la democracia, por la igualdad de los sexos, tienen el objetivo de destruir la ideología del socialismo, reducir el papel del Estado en cuestiones de maternidad e infancia, promover la propiedad privada, incluso ser el arma ideológica de la violencia y matar a los defensores y defensoras del socialismo y la democracia, durante el ataque abierto de la contrarrevolución en el período 1991-1993.

En 2007 se registró el partido “Por las mujeres de Rusia” sigue activo a día de hoy. De hecho, el partido desempeña el papel de instrumento en la política de clase la burguesa rusa, gobernante y dominante. Utilizaba para sus fines la memoria y las ideas soviéticas sobre el papel de la mujer en la sociedad. De hecho, juega un papel en la estabilización de las relaciones capitalistas después de la etapa abierta de la contrarrevolución.

También existen varias ONG de defensa de los derechos, feministas, ecologistas y otras. Juegan el papel extraordinariamente reaccionario como conductores de la “democracia” de la burguesía imperialista de los estados imperialistas más poderosos. Bajo el disfraz de la lucha contra la “corrupción” y otras injusticias que el capitalismo genera todos los días, encauzan las protestas populares hacia la alternativa fraudulenta de un capitalismo bueno.

En el trabajo de una de estas estructuras, casualmente participé personalmente. Esta organización se llamaba “Égida de San Petersburgo”, se posicionaba como “una organización sin fines de lucro que lucha por los derechos sociales de los ciudadanos, y se hacía especial hincapié en las mujeres”. De hecho, la organización seguía una política “por encima de las clases”, sin distinción de las clases sociales a las que pertenecían las mujeres.

Entre los aspectos positivos del trabajo de esta estructura se encuentra la prestación de asistencia jurídica gratuita a mujeres en situaciones difíciles de la vida (madres con muchos hijos, madres que crían hijos sin padre, mujeres en edad de jubilación, mujeres que padecían traumas psicológicos graves derivados de un despido). Esta organización intentaba determinar si existía discriminación en el trabajo de las mujeres en Rusia. Sin embargo, un enfoque basado en el género, sin tener en cuenta las diferencias objetivas entre hombres y mujeres, podía constituir un “mal servicio” para ellas. Se registró un caso de negativa a contratar a una chica como maquinista en el metro. La negativa fue apelada por “Égida de San Petersburgo” ante el tribunal, pero se perdió porque las condiciones insalubres del trabajo, según los informes, no permiten, supuestamente, a las mujeres conservar una buena salud (a diferencia de la salud de los hombres). Esto sugiere que los argumentos en este caso fueron traídos por los pelos.

Además, por ejemplo, la dirección de “Égida” consideraba que la mayoría de los problemas de las sociedad rusa se derivaban de la composición de “género” de los órganos del poder. Dado que el parlamento ruso está constituido básicamente por hombres (el Consejo de la Federación, el 94%, la Duma estatal de la sesión de 2012-2016, 86%; en los órganos regionales del poder las diputadas son tan sólo el 12%), Égida de San Petersburgo redactó una propuesta ley , según la cual las mujeres deben representar, por lo menos, el 50% de todos los diputados electos. De esta manera, supuestamente, con la adopción de esta ley, los problemas de la desigualdad de “género” quedarían en el pasado. Esta confusión dañina se basa en ignorar el contenido de clase y la misión del parlamento burgués, que en su conjunto expresa los intereses de la clase dominante.

¿Los intereses de qué clase representará en el parlamento, por ejemplo, la Sra. Baturina, empresaria y esposa del anterior alcalde de Moscú? Sus bienes, según los datos de Forbes, de agosto de 2016 se estiman en 1,1 billones de dólares USD (sus principales activos son el negocio hotelero en Rusia, Austria, la República Checa e Irlanda). La respuesta creemos que está clara.

Junto con el capitalismo, han llegado a nuestro país fenómenos sórdidos y desagradables como la prostitución, el striptease, el tráfico de niños, la venta de órganos y la trata de personas para la sustracción de órganos. Además la creación de un centro especializado, un centro de crisis para las mujeres “Instituto de relaciones de género sin discriminación”, demuestran que estos fenómenos se han generalizado. Este instituto presta ayuda a las mujeres víctimas de la violencia sexual y física, la llamada trata de personas y que padecen otras situaciones de crisis. Las principales tareas del centro, de acuerdo con la dirección, son las de combatir la violencia y la discriminación contra las mujeres, aumentar el interés público en cuestiones de género y el feminismo.

Hoy en día, el problema del aumento de las familias monoparentales y la aparición de un gran número de “madres solteras” es particularmente grave.

En primer lugar, estas categorías de mujeres se convierten en “rehenes del sistema de protección social y, a menudo, también sus víctimas”. Durante el período soviético, las madres solteras (el porcentaje era de diez veces menor) y sus hijos estaban protegidos de la pobreza a través del apoyo estatal a los ingresos, la atención infantil subvencionada y la garantía del pleno empleo. Como resultado de las reformas económicas, las vulnerabilidad de las mujeres en general, y las madres solteras en particular, ha adquirido dimensiones catastróficas. La pérdida de la seguridad social estatal, la falta de servicios asequibles para el cuidado de los niños, la reducción de oportunidades en el mercado de trabajo y la igualdad en los ingresos han llevado a la erosión de la estabilidad familiar en Rusia y han expuesto a las madres solteras a un riesgo extremadamente alto de pobreza. Como resultado, la situación económica de los hogares de las madres solteras es una de las más precarias en relación con el resto. Muchas de estas familias están condenadas a una subsistencia miserable, sin ninguna posibilidad de elevar progresar en la escala social.

 

2.4. Mujeres en la lucha por el socialismo.

El movimiento de mujeres en Rusia desde su aparición ha sido de carácter político. Los esfuerzos de los ideólogos burgueses para disfrazar la política en el movimiento de mujeres hoy en día han resultado infructuosos . El carácter político (es decir, de clase, en realidad) del movimiento explica el surgimiento del activismo de las mujeres hacia organizaciones que están orientadas hacia uno u otro movimiento o partido político.

Hay ejemplos de la actividad de mujeres combatientes que queremos destacar.

En las filas de nuestro Partido milita la obrera, gruísta Natalya Lisitsyna. Es miembro del Comité Central del PCOR, dirigió la célula del sindicato obrero de clase “Zashchita” en la planta “Electrosila”. Durante muchos años, junto con sus camaradas, organizó la lucha de los obreros contra la opresión y la arbitrariedad de la dirección y del propietario de la fábrica, e hizo propaganda de las ideas socialistas. La dirección trató de forzar a la militante a que dejara el trabajo, a la reducción de sueldo, se le negó la posibilidad de una mayor formación en su especialidad, la trasladaban a otras áreas de trabajo en condiciones insalubres. La intentaron sobornar abiertamente ofreciéndole que renunciara al trabajo (mutuo acuerdo) según el convenio a cambio del sueldo de un año. Ella se negó. El asunto incluso llegó al punto de la suspendieron temporalmente de empleo (con un subsidio del 2/3 del sueldo por un año y medio según el convenio colectivo), periodo durante el cual debía permanecer en otra fábrica, en las instalaciones de un antiguo almacén, que estaba más lejos de su casa. Natalia no se dio por vencida y en la puerta de su “cuarto-celda” donde se encontraba recluida colocó un cartel que decía que el presidente del sindicato “Zashchita” estaba ahí y que recibía a los obreros . Esto provocó la furia de los lacayos de la burguesía, el más apasionado colaborador de los servicios de la seguridad privada le dijo histéricamente “que le iban a dar lo suyo si no dejaba de dedicarse a realizar actividades sindicales.” N. Lisitsyna fue despedida y ahora trabaja en la fábrica ” Kirovski” en el sector metalúrgico de gruísta en condiciones difíciles. Como está en la “lista negra”, sólo tiene un contrato de 3 meses, está sometida a presión y puede ser despedida en cualquier momento. Cuando nos presentamos a las elecciones al Parlamento de San Petersburgo en 2016, la camarada Natalia Lisitsyna estaba en la parte central de la lista electoral de nuestro Partido.

 

CONCLUSIÓN

El movimiento de la mujeres en la Federación de Rusia se está convirtiendo cada vez más en un partido en el sentido amplio y estricto de la palabra. Los intentos de presentar las cosas de forma diferente (consciente o inconscientemente), desviar la actividad de las mujeres hacia el camino del feminismo burgués, sustituir la lucha por la destrucción de las relaciones de propiedad privada como las principales causas de la desigualdad, por luchas de sexos (“género”) es un engaño o autoengaño. El PCOR se posiciona y lucha por que el movimiento de las mujeres se libere de estos intentos, indica el camino de la lucha común de los trabajadores (hombres y mujeres) por liberarse de la desigualdad y la humillación del capitalismo. Ambos sexos. Si la lucha por la liberación, la emancipación de las mujeres, no está ligada a la lucha por el socialismo, esta es una situación que debe superar el movimiento para multiplicar sus fuerzas.

En esta etapa, la situación de la mayoría de las mujeres en Rusia es triste en muchos aspectos. Sin embargo, gracias a lo que aún se conserva de las conquistas del socialismo, el panorama general no parece tan crítico como, por ejemplo, en los países del tercer mundo. Sin embargo, estos logros desaparecen cada vez más rápido.

¿Qué puede hacer que las mujeres se alcen por la defensa de sus derechos? Organización, unidad, agrupamiento de las mujeres alrededor de las estructuras comunistas, alrededor de nuestro partido. Y es obligación nuestra seguir atentamente las protestas espontáneas de las mujeres, sus asociaciones dedicadas a diversos problemas y mostrarles la dirección correcta que debe llevar el movimiento de la mujer.

 


 

* Publicado en la Revista Comunista Internacional / International Communist Review, en su número 8.

 

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