Por: Célula Siqueiros

El 22 de marzo el Gobierno Federal que encabeza AMLO lanzó a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP) una convocatoria publicitada en varios medios para rediseñar los libros de texto gratuito de nivel primaria a utilizarse en el próximo ciclo escolar. Tomando nuevamente la excusa de la “austeridad” se “invita” a los trabajadores de la educación, el arte y la cultura de México a ceder gratuitamente, y sin que puedan conservar los derechos patrimoniales de sus obras, a que se postulen para realizar los contenidos escritos y visuales sin retribución alguna. Esto no sólo revela la carencia de una política pública que reconozca la labor de los trabajadores y trabajadores del gremio, como escritores, investigadores educativos, pintores, fotógrafos o diseñadores, sino el desprecio absoluto por sus condiciones materiales de vida, dado que desde el inicio de la pandemia una cantidad inmensa de proyectos artísticos han quedado detenidos. Además, los artistas deben proporcionar con sus propios recursos los materiales necesarios para la elaboración y los viáticos para la asistencia de los cursos de preparación,

Esto contribuye aún más a la precarización del sector, ya fuertemente golpeado por recortes presupuestales (que traspasan recursos públicos en favor de los megaproyectos apoyados por los monopolios). Desde hace casi dos años movimientos de artistas como “No vivimos del aplauso” han denunciado que tanto la Secretaría de Cultura federal como la SEP siguen sin pagar espectáculos teatrales y dancísticos que ya se presentaron. Otros muchos han muerto por carecer de medios económicos para comprar medicinas y tratamientos contra el COV-SARS-2, dado que la mayoría de los artistas no tiene acceso a las atenciones del sector salud.

Marx Arriaga Navarro, director de Materiales Educativos de la SEP, fue el encargado de elaborar y difundir la convocatoria. Mientras él pide a docentes y artistas trabajar gratis “por una cuestión vocacional” (según dijo en una entrevista), él obtiene un sueldo de casi $90 mil mensuales, como funcionario público de la 4T. Peor aún, ha tratado de defender este atropello diciendo que por ser año electoral se “impide llevar a cabo un proceso que implique un pago en efectivo” porque puede prestarse a “malos entendidos”, y que quienes regalen su trabajo deberían sentirse emocionados por el reconocimiento que obtendrían (una constancia).

Es por ello que los trabajadores del arte y la educación no tardaron en reaccionar en redes sociales produciendo memes protestando por la iniciativa y resistiéndose a la precarización de su trabajo, con hashtags como #LaIlustracionSePaga. Esto evidencia una vez más la necesidad imperiosa de construir asociaciones de artistas fuera de la romantización burguesa. Hay antecedentes en México, como la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), que han aglutinado políticamente a quienes luchan al lado de obreros y campesinos contra el capitalismo. Es necesario pasar de la indignación a la organización de clase. Hacemos un llamado a dar ese paso para enfrentarnos de manera contundente contra la vergonzosa gestión socialdemócrata.