Por: Arq. Alejandro Mono González

El año del 98 fue definitorio para la lucha histórica contra el basurero nuclear de Sierra Blanca. El 14 de abril el Senado de la República Mexicana se pronunció en contra del proyecto mediante un punto de acuerdo. El 29 se sumó la cámara de diputados con un pronunciamiento en contra del proyecto. Pero el movimiento social no se había fiado, sabían que la comisión texana tendría que tomar una decisión, también sabían que había gran presión por parte del sector empresarial y por parte del gobierno en Texas encabezado por George W. Bush. Estamos hablando de que la promoción del proyecto había ya ejercido un presupuesto de 50 millones de dólares. Sin embrago los activistas no se detuvieron y en 2 ocasiones: tanto el 5 como el 12 de octubre del 98 se cerraron simultáneamente y de manera pacífica todos los cruces internacionales de Juárez y el Valle con Texas. El 21 de octubre la cancillería mexicana emitió una nota diplomática expresando su repudio por el vertedero nuclear en la frontera.

El triunfo se obtiene finalmente en una corte de Texas el día 22 de octubre de 1998, modificando una decisión del congreso de E.U., dando un revés a toda la inversión e infraestructura que la se habían desplegado en Sierra Blanca, la fuerza económica del país más poderoso del mundo finalmente cedía ante la unión de los pueblos de esta región.

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En estos momentos en los que funcionarios públicos han tenido el atrevimiento de tratar de borrar a Sierra Blanca de la historia. Algunos seguimos viendo la esencia de Sierra Blanca en la lucha contra la mina en Samalayuca.

Sierra Blanca en la protección del parque el Chamizal contra la privatización.
Sierra Blanca en la lucha en defensa del rio de la contaminación por aguas negras.

Sierra Blanca en la lucha por el agua de calidad para Anapra.

Sierra Blanca en la lucha por la restitución del servicio de agua de Barreales.

Tal vez esos políticos temen voltear a ver que estas luchas existen y temen reconocer el éxito de sus logros, provenientes del poder neto del pueblo.

Si nos permitimos ver las cosas con una perspectiva amplia, de largo plazo y en busca de un futuro mas sustentable, la siguiente gran lucha que debemos contemplar seriamente como residentes de esta región es la lucha por el Rio Bravo, por recuperarlo, por abolir en tratado injusto que lo tiene captivo en el lado americano.

Tal vez son estas ideas, estos sueños los que también contemplaron aquellos que lucharon y triunfaron sobre sierra blanca, porque, ¿si no nos permitimos soñar, como vamos a hacer las cosas en serio?

En resumen, la esencia de esta resistencia es que la vida toda, debe prevalecer sobre el capital.

 

Juárez Rezizte
El Valle Resiste