Los accidentes de trabajo y la Inspección del Trabajo
En México hay en promedio 25 mil accidentes de trabajo mensuales registrados ante el IMSS. El número real es mucho mayor, si consideramos que las empresas suelen presionar a los trabajadores para evitar que se atiendan en el IMSS si tienen un accidente, incluso llegan a pagar atención médica privada, para que su prima de riesgo de trabajo no aumente. Una medida que estableció el Estado mexicano para prevenir estos accidentes es la Inspección de Trabajo (federal y estatales), cuya principal función es vigilar el cumplimiento de las normas de trabajo en las empresas,
La Inspección Federal del Trabajo realiza inspecciones sobre tres áreas principales, las condiciones generales de trabajo; las normas de seguridad y salud; y la capacitación y adiestramiento de los trabajadores. Además, existen inspecciones especiales para vigilar el pago de las utilidades, aguinaldos, el trabajo en minas, etc. Teóricamente, cada centro de trabajo debe ser inspeccionado cada año. Sin embargo, estas inspecciones ordinarias pocas veces sirven para su objetivo, por varias razones: hay un número insuficiente de inspectores; el proceso es fundamentalmente documental; la empresa es notificada con días de antelación, lo que permite coaccionar a los trabajadores para que no den cuenta de los problemas de la empresa; está separada la función de inspección con el proceso de sanción.
El Reglamento General de Inspección del Trabajo y Aplicación de Sanciones, obliga a las autoridades laborales realizar inspecciones extraordinarias, incluyendo en días y horas inhábiles, sin notificación previa, si reciben quejas o denuncias por cualquier medio o conducto sobre posibles violaciones a la legislación laboral o a las normas de trabajo; o si tienen conocimiento de accidentes, siniestros o riesgos inminentes en los centros de trabajo. La denuncia puede hacerse anónimamente por correo, con el nombre o razón social, domicilio y RFC del centro de trabajo; por teléfono o en las oficinas del STPS y la secretaría del trabajo estatal. Las inspecciones extraordinarias suelen ser más efectivas ya que no se previene a la empresa, lo que dificulta que oculten los problemas de la empresa; pero son poco conocidas por los trabajados.
Como medida inmediata ante accidentes o violaciones al contrato de trabajo, la denuncia ante la Inspección del Trabajo es una medida que puede servir para presionar a la empresa para mejorar las condiciones de seguridad en el trabajo. Sin embargo, es una medida limitada. Los inspectores al no ser obreros, y no vivir en carne propia la explotación capitalista, no están suficientemente motivados para asegurar que se cumpla las normas laborales. Además, la ganancia de la empresa aumenta al reducir los costos de trabajo, lo que incluye no reducir el salario de sus trabajadores, sino reducir los costos en equipo de seguridad o en mantenimiento de la maquinaria. Es decir, la ganancia de la empresa está en contradicción con asegurar la salud y el bienestar de los trabajadores.
Por lo tanto, la mejor manera de prevenir los accidentes de trabajo es la organización y movilización de las y los trabajadores. Quienes sufren los accidentes son quienes más interesados están en prevenirlos. Sólo la organización independiente permite luchar eficientemente por mejorar las condiciones de seguridad con la patronal y convertir las comisiones de seguridad e higiene en el trabajo en órganos reales, y no en simples hojas de papel.
Pero la lucha no puede parar ahí. Se necesita una nueva sociedad, donde el objetivo de las empresas no sea maximizar su ganancia, sino satisfacer las necesidades materiales de la población. Una sociedad donde sean los propios trabajadores quienes se capaciten para dirigir las empresas y sean los encargados de vigilar la legislación laboral y las ineficacias en la economía, como lo fue la Inspección de Obreros y Campesinos en la Unión Soviética. Por esta nueva sociedad, es por la que luchamos las y los comunistas.