La 4T Al Descubierto ¿Mejoras o Estancamiento para los Trabajadores?
Por: Laura Quintero.
Pese a los aumentos salariales que se realizaron en los últimos seis años, tres cuartas partes de la población ocupada en el país percibe ingresos que no les alcanza ni para comer dignamente.
De acuerdo con el estudio “El resultado real de la política salarial del sexenio de López Obrador”, realizado por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM, refiere que independientemente a los “incrementos decretados desde el gobierno”, la pobreza extrema se mantiene en los mismos niveles en los últimos doce años.
“Es falso el discurso gubernamental de la disminución de la pobreza, observamos cómo de forma consistente, tres cuartas partes de la población ocupada se halla en pobreza extrema, y esa situación es indiferente a la máscara de los incrementos de papel que ocultan la verdadera situación de las clases trabajadoras (…). Ver que mantener a la población en pobreza es el resultado real transexenal de AMLO y la 4T”, se lee en el reporte de investigación.
El estudio muestra que la Tasa de Población Ocupada en Pobreza Extrema (TPOPE) del 2012 al 2024, oscila entre el 70 y 75%, lo cual refleja que hay un estancamiento en niveles de pobreza alarmantes, pues mantiene a esas tres cuartas partes de la población ocupada por debajo del mínimo indispensable para sobrevivir.
Rogelio Gómez Hermosillo, economista especializado en temas de marginación, explicó que el sistema laboral de nuestro país mantiene fallas estructurales que en los últimos años permanecieron sin cambio:
“La tasa de participación laboral se mantiene igual; la exclusión de mujeres y jóvenes no ha cambiado; más de la mitad de las personas que trabajan carecen de salario suficiente para superar el umbral de pobreza; y la mitad tiene trabajos sin acceso a servicios de salud. La raíz principal de la pobreza se mantiene sin cambio y el trabajo sigue siendo una fábrica de pobreza para millones de personas”, destacó el especialista.
El reporte del CAM muestra que en 2012, al inicio del sexenio de Peña Nieto la población ocupada en pobreza extrema era al menos 34.3 millones de personas las que aún trabajando, sus ingresos no les alcanzaban para adquirir la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR), para 2018, al inicio del sexenio de AMLO, esta cantidad aumentó a 39.5 millones de personas. Para 2024, poco antes del cierre del sexenio de López Obrador, llegó a 43.5 millones de personas, lo que indica un aumento de 4 millones de personas en la población ocupada en pobreza extrema (POPE).
Los datos presentados revelan que es necesario la duplicación del salario mínimo para recuperar la compra de los alimentos, aunque incluso con ello, está muy lejos de alcanzar el decreto Constitucional, que refiere:
“Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”, es decir, el SM debería cubrir no solo los alimentos sino también los servicios, el vestido, la vivienda, etcétera, y tendría que ser suficiente para que las personas no se encuentren en situación de pobreza.
Las cifras en materia de pobreza durante el sexenio de López Obrador, es un resultado consumado, que deja un legado de mantenimiento de la pobreza al igual que sexenios anteriores. Si bien la tendencia a incrementar el poder adquisitivo del salario mínimo presenta un cambio respecto a sexenios anteriores, sigue siendo insuficiente, pues una tercera parte de la población sigue sin poder costear los gastos de la comida y está todavía más lejos de alcanzar a comprar todo lo demás.
Los incrementos al minisalario no es lo que debe llamar la atención porque cubren una ínfima parte de las necesidades de una familia, lo verdaderamente importante es todo lo que sigue sin poder comprar una familia; vivienda, vestido, calzado, recreación, servicios de agua, transporte, luz, internet, etcétera.
La medición de la pobreza extrema a partir del criterio de medir el porcentaje de la población ocupada cuyos ingresos no son suficientes para costear la vida, muestra que los niveles de esta pobreza extrema, no se ven influidos por la política gubernamental de decretos al salario mínimo.
“A pesar de la reducción de la pobreza en términos oficiales, la raíz viene del trabajo, de las condiciones laborales y del ingreso por el trabajo, la situación de los trabajadores sigue estando muy deteriorada”, concluyó Gómez Hermosillo