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¡El capital seca la tierra! Heineken saquea Meoqui en plena crisis hídrica

 

Por: Regional Chihuahua del Partido Comunista de México

Bajo un sol inclemente que agrieta la tierra, Chihuahua vive la peor sequía en siete décadas. Mientras el pueblo de Meoqui sobrevive con racionamientos brutales – apenas cuatro horas de agua cada tercer día para 40 mil habitantes –, la transnacional Heineken extrae impunemente 2.5 millones de litros diarios del agonizante acuífero Río San Pedro. Este crimen hídrico, amparado por el gobierno panista de María Eugenia Campos que en 2023 renovó 30 concesiones a la cervecera en zona de veda, expresa la esencia caníbal del capitalismo: la burguesía convierte el agua en oro, mientras el pueblo bebe polvo.

El diagnóstico técnico es contundente. Según el INEGI, el acuífero sufre un déficit anual de 52 millones de metros cúbicos, clasificado en veda desde 1997 por sobreexplotación. Pese a ello, como documentó Proceso el 19 de mayo de 2023, la SEMARNAT autorizó ampliar los pozos industriales de Heineken en plena emergencia. La farsa del “desarrollo” se desmorona: la planta genera apenas 250 empleos precarios, mientras seca los pozos de 15 ejidos. Parafraseando a Benjamín Luján, líder de la Coalición de Ejidos, quien denunció con indignación en la Asamblea Popular de Meoqui llevada a cabo en 2023: “Cada cerveza exportada es agua robada a nuestros hijos. ¡Heineken nos condena a la sed para llenar sus bolsas de euros!”.

Marx desnudó esta lógica en El Capital: “La producción capitalista solo desarrolla la técnica y la combinación del proceso social de producción socavando al mismo tiempo las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el trabajador”. Hoy vemos esto cumplido: los campos de golf en Ciudad Juárez se riegan sin restricciones, las ganancias de Heineken crecieron 23% en 2024, mientras 8 de cada 10 campesinos de subsistencia ven morir sus cosechas. El Estado burgués, lejos de mitigar el desastre, despliega a la Guardia Nacional para custodiar la cervecera, reprimiendo a los ejidatarios que osan reclamar su derecho al agua, como registró SinEmbargo el 22 de abril de 2023 durante el bloqueo popular a la planta.

Frente a esta ofensiva capitalista, retumban las voces de nuestra tradición revolucionaria. Othón Salazar, líder de la Revolución Magisterial, advirtió en Chilpancingo (1960): “Donde el capital pone sus garras, la tierra sangra y el pueblo llora. ¡El agua es un derecho, no mercancía!”. Rubén Jaramillo, caudillo agrario asesinado por el Estado en 1962, sentenció en su Manifiesto de Tlaquiltenango: “Cuando el rico envenena el río, no está cometiendo un error: está declarando la guerra al pobre”. Hoy Heineken y sus cómplices gubernamentales libran esa misma guerra de despojo, disfrazada de “inversión” y “progreso”.

La burguesía y sus partidos (Morena, PAN, PRI) han convertido el Artículo 27 constitucional en un instrumento de saqueo. Frente a su ecocidio planificado, los comunistas levantamos las banderas de la resistencia obrera y campesina. La sequía en Meoqui y en la región no es desastre natural, sino terrorismo hídrico capitalista. Como apuntó Engels: “No debemos presumir de haber vencido a la naturaleza. Por cada victoria, ella toma venganza”. Hoy la venganza es sed, pero la respuesta del pueblo será organización y lucha. Solo la revolución socialista hará realidad el clamor que recorre los surcos sedientos del norte.

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