Ángel Chávez Mancilla

El periódico El Machete ha sido invitado a participar en la presentación del libro ¡Camarada! Memorias de un organizador y un agitador comunista, de Arturo Martínez Nateras, y al conocer que el evento se haría en la sala Adolfo López Mateos en Los Pinos, pensamos que sería un gesto de congruencia del actual gobierno —que se declara “transformador”— cambiar el nombre del salón de actos que lleva por nombre Adolfo López Mateos. ¿No plausible renombrar dicho salón Rubén Jaramillo y así enaltecer a un revolucionario caído y no de asesino traidor?

Cuando el gobierno mexicano, en 2018, decidió declarar la Residencia Oficial de Los Pinos como recinto cultural abierto al público, obvió —o tal vez deliberadamente decidió— que el salón de actos continuara portando el nombre del presidente Adolfo López Mateos. Pero los comunistas consideramos que es una contradicción que perviva el nombre de un represor en el recinto donde se entrega el Premio Carlos Montemayor, presea otorgada a personalidades comprometidas con un cambio social.

Recordemos que bajo el gobierno de Adolfo López Mateos se dio el asesinato de Rubén Jaramillo, la represión del movimiento ferrocarrilero y magisterial de 1959 y se utilizó constantemente la acusación de disolución social contra los luchadores sociales. El sexenio de dicho presidente estuvo marcado por un ferviente anticomunismo que se exacerbó luego del triunfo de la Revolución Cubana.

Quien sí merece ser recordado en un salón público es Rubén Jaramillo, luchador agrarista de raíces zapatistas, contra quien se expresó el ferviente anticomunismo del Estado mexicano, pues como dice el poeta Eraclio Zepeda en la elegía que a este le escribió: “Recuerda que lo mataron / por ser miembro del Partido [comunista].”. Sabiendo que la plena justicia para todos los revolucionarios ha de llegar cuando derroquemos el capitalismo, no estaría de más que arrancáramos de un espacio público el nombre de un represor y enarboláramos el de un revolucionario camarada nuestro.

El Partido Comunista de México, que recupera lo más destacado de la historia de la lucha por el comunismo en México, decidió publicar en el suplemento cultural de El Machete reedita la Elegía a Rubén Jaramillo del escritor comunista Eraclio Zepeda, esto como un acto para exigir que el salón de actos de Los Pinos pase a llamarse Rubén Jaramillo. Deseamos que otras voces se sumen a este clamor y la próxima entrega del Premio Carlos Montemayor sea en una sala que lleve el nombre del mencionado revolucionario morelense.

El poema de Eraclio Zepeda y los grabados que lo acompañaron, fueron tomados de la edición publicada en la revista teórica del PCM Nueva Época, en los números 5-6 correspondientes a enero-marzo de 1963.

¡Abajo Adolfo López Mateos y que viva Rubén Jaramillo!