“Concha Michel: la voz roja del folclor mexicano”
Cristina Espitia
A lo largo de la historia de México, numerosas mujeres han alzado la voz y puesto su talento al servicio de la justicia e igualdad social. Desde distintos ámbitos —el arte, la educación, la política y la cultura—, muchas de ellas se enfrentaron a la opresión del Estado y a las estructuras patriarcales que limitaban los derechos y oportunidades de las mujeres.
Entre estas figuras destaca Concepción Michel, una de las mujeres comunistas menos reconocidas en la Historia de México; sin embargo, su obra destaca por un profundo compromiso con la lucha política y social.
Una mujer multifacética: cantante, compositora, dramaturga, feminista, militante comunista, especialista en cultura popular mexicana, dedicando gran parte de su trayectoria al estudio e investigación del folclor nacional. Su vida fue un puente entre la creación artística y la lucha política, convirtiendo cada canción, cada obra y cada investigación en un acto de resistencia para el análisis y la transformación social de su época.
Concha Michel con guitarra, plata sobre gelatina, circa 1928. Tina Modotti
Fue pionera en la creación de corridos que no solo narraban las injusticias de su tiempo, sino que también se convirtieron en herramientas de resistencia y organización popular.
Oriunda de Jalisco, Concepción Michel nació en 1899, en pleno umbral de los cambios sociopolíticos que marcaron el final del siglo XIX. En un estado herido por las injusticias hacia el pueblo, despojo de tierras, violencia política, desigualdad, creció entre los contrastes de la tierra: hija de rancheros y nieta de un poderoso latifundista francés, esta situación le dotó de una mirada crítica acerca de las condiciones de su pueblo.
Desde pequeña aprendió a cantar y tocar la guitarra, pero su espíritu inconforme pronto desafió las normas establecidas, abriendo paso a una vida marcada por la rebeldía.
Concha Michel y la Batalla por los Derechos de las Mujeres Trabajadoras
Impulsada por sus ideales y compromiso social, Concha Michel ingresó al Partido Comunista en 1919, cuando apenas tenía 20 años, y pronto se convirtió en compañera de vida del secretario general, Hernán Laborde.
Concha Michel recorrió todo el país con sus corridos revolucionarios, desafiando un género dominado por hombres y convirtiéndose en una de las voces pioneras de la cultura popular. Defendió con firmeza el derecho de las mujeres a votar y ser votadas, cuestionando que el movimiento proletario ignorara las demandas femeninas. Junto a figuras como Cuca García, fundó y dio vida a espacios de formación política y cultural para trabajadoras, y en 1936 participó en acciones decisivas como la invasión de tierras de Plutarco Elías Calles para exigir centros de capacitación rural, sin éxito alguno. Fue hasta el sexenio de Lázaro Cárdenas, que logró que estas demandas comenzaran a concretarse, marcando un precedente en la organización de mujeres campesinas.
Su compromiso trascendió los límites geográficos de nuestro país: viajó a Estados Unidos y a la Unión Soviética, donde conoció a referentes como Alexandra Kollontái y Clara Zetkin, a su regresó a suelo mexicano contaba con una visión más amplia sobre la igualdad de género en todos los ámbitos de la sociedad. A lo largo de su vida, integró la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, fundó el Instituto de Folklore en Michoacán y recopiló más de 7,000 piezas de música popular e indígena para la SEP. En la década de 1980, impulsó iniciativas internacionales como La Dualidad, que llamaban a combatir el autoritarismo patriarcal. Concha Michel dejó una huella que combinó arte, política, folclor y activismo, demostrando que la cultura también es una trinchera de lucha.
Concha Michel no buscó la comodidad de los aplausos fáciles, o los espectáculos glamurosos, llenos de actores de la época dorada del cine mexicano, sino la verdad que incomoda y que abre brechas para otras mujeres.
Hoy, a más de un siglo de aquella lucha, su legado sigue interpelándonos. En un tiempo donde los derechos de las mujeres continúan siendo frágiles, cuestionados o incompletos, su historia nos recuerda que el activismo político requiere incomodar, insistir y resistir para transformar.
Concha Michel falleció el 27 de diciembre de 1990 en Morelia, Michoacán, a los 93 años, dejando tras de sí una vida dedicada a la música, la política y la lucha por la justicia social. Su partida marcó el final de una época, pero no de su legado: sus corridos, sus investigaciones y su pensamiento siguen resonando como testimonio de una mujer que se adelantó a su tiempo. Su vida nos invita a recordar que las causas que defendió —la igualdad de género, los derechos de las trabajadoras-campesinas y la preservación de la cultura popular— siguen siendo tareas pendientes en la agenda de hoy.