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HACERLES FRENTE A LOS ATAQUES TEÓRICOS (DE “IZQUIERDA” Y DE DERECHA) CONTRA EL MATERIALISMO HISTÓRICO

Jonathan Rodríguez
Miembro del Comité Regional del Valle de Toluca

Artículo publicado en El Machete no.5. pp. 33-41.

A manera de introducción

 

Se trabajará desde el marxismo-leninismo  partiendo de una premisa fundamental, el sujeto de carne y hueso el quién hace la historia, el quien puede transformar las condiciones materiales existentes (no en forma aislada). En el presente ensayo se retomarán textos de autores que se mueven desde la crítica al llamado marxismo crítico como a autores propios ideólogos del capital. Serán analizados desde el marxismo-leninismo como la teoría de vanguardia del proletariado.

 

El presente ensayo tiene la intención firme de sentar de nuevo la lucha que se había perdido por cierto tiempo, la defensa del materialismo histórico, la defensa en la práctica como en la teoría del marxismo-leninismo.

 

El ensayo se dividirá en dos apartados, esta primera etapa se centrará en algunas de las corrientes reformistas que han intentado tergiversar el planteamiento revolucionario de los clásicos del materialismo histórico. En la segunda parte se abordará al sujeto revolucionario, el proletariado como sepulturero del capital, la necesidad del Partido Comunista, la Revolución socialista como la vía para la construcción de la sociedad socialista-comunista y poder poner fin a la explotación del hombre por el hombre. Así pues concretar en la crítica a la socialdemocracia que embauca con discursos filisteos a la clase trabajadora para dormir la rebeldía de los explotados en su rabia contra el capital, en el caso concreto de México.

 

  1. El fantasma rojo regresa en las calles como en la teoría

 

En la publicación del KKE Temas actuales del movimiento comunista. Colección de artículos y contribuciones 2, se dice:

Los sustitutos se van con el viento. No pueden mantenerse firmes bajo las condiciones adversas de la lucha de clases. Se debilitan, se degeneran, se disuelven o se transforman en partidos socialdemócratas aunque mantengan el título comunista. Esta conclusión tiene que ver con todos los partidos, en todos los continentes, que han sido afectados por el oportunismo y revisaron los principios marxistas-leninistas; a todos los partidos que, en nombre de las particularidades nacionales, negaron a la revolución socialista, a las leyes de la construcción socialista, a la dictadura del proletariado (KKE., 2012).

 

Los llamados partidos “de izquierda” reafirman su apoyo a la burguesía apoyando las uniones imperialistas (OTAN, UE etc.). Dichos partidos han venido impulsando la manipulación ideológica y política de la clase obrera, de las capas populares y de la juventud trabajadora.

 

Es necesario comprender el esfuerzo que hacen cada una de esas fuerzas políticas. Marx a los dirigentes del partido, expresa de manera clara “pactad acuerdos para alcanzar los objetivos prácticos del movimiento, pero no trafiquéis con los principios, no hagáis concesiones teóricas” (Marx en Lenin. 1979: 29). Su intervención de dichas fuerzas tiene como objetivo impedir los procesos positivos que ocurren en cuanto a la organización del movimiento comunista, dañar al movimiento lanzando ataques de “amistad” en nombre de la unidad de las fuerzas de izquierda, desarmar al movimiento obrero-popular bajo el pretexto de la “colaboración de clases”. La promoción de la lucha “antiglobal” busca atrapar a las fuerzas populares en la lógica de la “humanización del capitalismo”,  las “personas por delante de los beneficios” mientras se mantiene la base de la explotación; con la expectativa que van a realizarse cambios profundos a favor del pueblo sin chocar con el poder de los monopolios y las relaciones de producción explotadoras.

 

Por ello, la asimilación y aplicación de la teoría marxista-leninista no es una opción entre otras. El marxismo-leninismo es la estrella polar en el horizonte de los pueblos del mundo entero. El marxismo-leninismo como única teoría que ha declarado desde su origen la lucha a muerte contra el capital, esto es precisamente  lo que determina el carácter revolucionario en la teoría como en la práctica.

 

Se ha confirmado a lo largo de los años que “no puede haber práctica revolucionaria sin teoría revolucionaria” (Lenin: 1979: 29), el movimiento comunista requiere una brújula, una herramienta para el estudio y el análisis de las leyes económicas y sociales. Al respecto Lenin manifiesta sobre la aplicación del materialismo histórico,  “nosotros nos basamos íntegramente en la teoría de Marx: ésta transformó el socialismo de utopía en ciencia, echó las bases sólidas de esta ciencia y trazó el camino que había que tomar, desarrollándola y enarbolándola en todos sus detalles” (Lenin: 1976 186.187). Tales líneas de Lenin, grupos reformistas han venido a plantear la “resignificación del marxismo”, la revisión del marxismo, así pasó en vida Marx, después se presentó las mismas alimañas en el periodo de Lenin. En el periodo de Stalin, tocó la ardua tarea de eliminar a cada una de las tendencias de derecha, de ultraizquierdistas al interior del PCUS.

 

Las injurias contra los comunistas, su Partido se han presentado a través de la historia. Mientras Marx sacaba a la luz el primer Tomo del Capital, las descalificaciones por parte de la burguesía como de sus ideólogos no se hicieron esperar, decir que Marx plagio su obra. Eso fue por haber hecho un análisis científico de las relaciones de la propiedad capitalista y haber dilucidado los medios para erradicarlas, no puede sorprender que, aquellos que, en la práctica, suprimen las relaciones de propiedad capitalistas y las sustituyen por relaciones de propiedad socialistas se convierten forzosamente en objeto de las “pasiones más violentas, más mezquinas y más malignas que anidan en el pecho humano”[1].

 

Como diría Harpal Brar, para nosotros, no basta con recriminar a Jruschov y Gorbachov y denunciarlos como sinvergüenzas y renegados; es mucho más importante refutar sus teorías. “La verdadera refutación”, decía Hegel, “debe penetrar la fortaleza del opositor e invadir la esfera de su poder”. Esto es precisamente lo que es una necesidad histórica por parte de los comunistas, la lucha teórica desde el marxismo-leninismo, lucha que por años se había velado, el intento de hundimiento de la teoría revolucionaria por parte de quienes se hacen llamar, herederos de la pureza teórica de Marx, los que vociferan que han recuperado a Marx de las cadenas del dogmatismo. Si, los mismos que con su discurso se hacen pasar por contrarios, combatientes al capitalismo, no siendo más que siervos a pluma y tinta de las bondades del capitalismo.

 

1.1 Más de 20 años han transcurrido en el mundo sin la URSS

Los acontecimientos de los últimos 20 años presentan nuevos elementos cualitativos en el mundo. La contrarrevolución en la Unión Soviética y en otros países socialistas llevó a la disolución y al desarmamiento de muchos partidos comunistas. La transformación socialdemócrata de varios partidos comunistas resultó en su liquidación en nuevas formaciones oportunistas. La recesión general llevó a la negación de los principios de organización, a la debilitación de la lucha por el socialismo-comunismo.

 

Después del triunfo de la contrarrevolución en la URSS la intelectualidad ha proclamado en primera instancia; el triunfo del capitalismo como sistema de vida en todo el mundo, el llamado socialismo real sólo fue una ilusión pasajera. A más de 20 años de aquel triste día 25 de diciembre de 1991 que dejó de ondear la bandera roja en el Kremlin, de nuevo el mundo está siendo sacudido por las continuas luchas que los pueblos sostienen a lo largo y ancho del mundo desde las selvas colombianas hasta las fábricas de  Europa. Los oprimidos y explotados del mundo entero se han dado cuenta que el “triunfo” del capital sobre el trabajo sólo ha sido de manera temporal.

 

El capitalismo ya es un sistema en putrefacción, tanto ideólogos de la burguesía como intelectuales llamados a sí mismos “progresistas” se plantean preguntas concretas ¿es posible seguir manteniendo el modo de producción capitalista? ¿el socialismo sigue siendo hoy una alternativa para los pueblos en el siglo XXI? Y si es así ¿qué tipo de socialismo es el que requiere nuestros pueblos?

El capitalismo, pese a que ciertos de sus ideólogos de la burguesía sigan apostando por  éste sistema brutal, en seguir conservándolo. Los movimientos “progresistas” dicen que es necesario cambiar el sistema, pero cómo pretender hacerlo, a qué le llaman cambio de sistema. Son precisamente estas últimas preguntas las que se centrará el presente texto.

 

Cada uno de los señalamientos tanto de parte de la burguesía como de la misma intelectualidad “progresista” ha vertido y reproducido la teoría de que el socialismo en la URSS se enterró cuando Stalin asume el poder en la URSS en 1929. El socialismo murió para dar paso a una época de horror, de brutalidad autoritaria por parte del Partido Comunista encabezado por Iosef Stalin. El Estado obrero cayó para dar paso al llamado “imperio capitalista de estado soviético[2]”. Así dan cabida al absurdo de validar al capitalismo de Estado.

 

La reproducción de las tesis falsas de hacer del periodo de Stalin como el surgimiento del poder totalitario, la encarnación de un poder de terror, dejar de lado un estado de obreros para ser un monstruoso estado capitalista, dirá Gogol en la revista Dialéctica.

 

  1. Los llamados “marxistas” críticos

2.1 El socialismo romántico, anarquismo

 

Michael Lowy y Samuel González en un artículo de la Revista Dialéctica mencionan:

 

El romanticismo…en su interior se cristalizan dos polos opuestos: uno, el romanticismo regresivo, restaurador y/o reaccionario, que sueña con una (imposible) vuelta al pasado; el otro, el romanticismo utópico y/o revolucionario, para el cual se trata más bien de un giro por el pasado en dirección al futuro. Para el romanticismo revolucionario –que hace suyos los valores emancipadores modernos, libertad, igualdad, fraternidad- la nostalgia del paraíso perdido es proyectada a hacia un futuro ideal. De hecho, el socialismo romántico es una de las formas que puede tomar el romanticismo revolucionario (Dialéctica: 2011: 107).

 

Su llamado socialismo romántico, es como bien lo mencionan los autores, es regresivo, restaurador, pero no, de la forma en que ellos lo conciben, sino, es restaurador y perpetuador del capital. Apelar a los ideales de la Revolución Francesa (libertad, igualdad y fraternidad) son las ideales revolucionarios de la entonces clase revolucionaria, la burguesía. De ninguna manera no es un giro por el pasado en dirección al futuro, sino su contrario, es decir, un giro al pasado en dirección a los inicios de la consolidación del capital como modo de producción dominante. Lowy y González, detrás de su intento de un discurso “revolucionario” está su verdadera cara anarquista, para una política socialista, mencionan que “debe lograr apropiarse de una perspectiva romántica, libertaria y ecosocialista” (Dialéctica: 2011: 106). Lowy y González se quitan la careta y dicen “el anarquismo, como parte del movimiento socialista, es una de las corrientes políticas más radicales de crítica romántica a la modernidad, pero al mismo tiempo profundamente moderna por sus aspiraciones llevan sus últimas consecuencias el ideal de la autonomía de individuos y comunidades para conducir sus vidas y su historia” (Dialéctica: 2011: 109).

 

Con la visión que parten los adeptos del socialismo romántico, es la crítica radical al autoritarismo, el burocratismo. Para dar paso a su idea de “libertad” como fuente y al mismo tiempo, la única posibilidad de progreso de la humanidad. Los autores se remontan a Proudhom en su Confesión de un revolucionario:

 

Consideradas desde el punto de vista social, libertad y solidaridad son dos conceptos idénticos. Encontrando la libertad de cada uno, no un impedimento en la libertad de los demás, como dice la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano en 1793, sino un apoyo, el hombre más libre es que mayores relaciones tiene con sus semejantes (Dialéctica: 2011: 106).

 

Siendo el supuesto del anarquismo, la libertad como su supremo de su pensamiento. Así el pensamiento anarquista surge como una oposición irreductible al Estado. De acuerdo a la concepción estrecha del anarquismo, la “libertad” en ellos, la dictadura del proletariado es un atentado al desarrollo armónico del sujeto en la construcción de una sociedad de iguales. Nada más limitado en los planteamientos del anarquismo en dejar de lado, el desarrollo histórico de las sociedades, en donde la lucha de clases ha sido el motor de la historia, una lucha entre los unos y los otros. Las revoluciones que se han desarrollado han terminado con la imposición de la clase revolucionaria a la clase que ostentaba el poder. Así pasó también con la Revolución de Octubre, sin embargo, existen particularidades propias del triunfo de la Revolución Socialista. En el proceso  de la dictadura del proletariado no ha de ser para generar nuevos antagonismo, sino para erradicarlos.

La idea peregrina de una vez que el triunfo de la Revolución al día siguiente el lastre del pasado, eso será, pasado. Idea que han venido manteniendo el anarquismo en sus diferentes matices, coinciden en un “análisis” bajo construcciones de castillo en el aire. Sin la dictadura del proletariado, ¿cómo se hubiera sostenido el naciente poder soviético ante la invasión hecha por los países capitalistas? ¿cómo hubiera sobrevivido la URSS ante el intento de aniquilamiento del Estado obrero por parte de la Alemania Nazi?

 

Engels en una carta a Bebel (18-28/03 de 187771) ahí Engels expone genialmente la cuestión del Estado y el concepto de la libertad, dice: “es absurdo hablar de un Estado libre del pueblo: mientras el pueblo necesite todavía del Estado, no lo necesitará en interés de la libertad, sino para someter a sus adversarios y tan pronto de pueda hablar de libertad, el Estado dejará de existir” (Engels en Lenin…: 66). Lo ideal sería que el Estado desapareciera de la noche a la mañana, pero es precisamente eso, un ideal, castillos en el aire, sin embargo el poder del capital no se ha quedado de brazos cruzados mientras el proletariado junto con las capas populares toma el poder político.

 

Mientras que los anarquistas construyen castillos en el aire, los clásicos del marxismo-leninismo han hecho un análisis científico de la realidad material de las sociedades para hacer teoría, teoría revolucionaria. La Comuna de París representó para la teoría marxista un suceso concreto, en palabras de Marx, la Comuna de París tomó el cielo por asalto. Este hecho ha representado para los oprimidos y explotados del mundo, el antecedente de cómo la clase obrera es capaz de organizarse en base a ideales humanistas, cómo organizar en pocos meses y ser más eficaz que siglos de dominio de gobiernos burgueses. A través de la práctica revolucionaria los obreros parisinos dieron cuenta de la necesidad de un Estado de nuevo tipo, un Estado obrero.

 

Mientras los anarquistas (Lowy y González) tergiversan los escritos de Marx acerca de la Comuna de París, diciendo:

 

Como lo sugería Marx a propósito de la Comuna de París, formas no-estatales de poder político de los trabajadores. Para nosotros la revolución socialista debe de ser una revolución libertaria capaz de intervenir en la historia sobre la base de la libertad y la creatividad (Dialéctica: 2011: 106).

 

Lenin citando a Marx refiere lo siguiente “el Estado es una forma temporal para vencer la fuerza de la burguesía. No discrepamos en modo alguno con los anarquistas, en cuanto a la meta final –la abolición del Estado. Pero antes se requiere del empleo temporal de las armas, los métodos del poder, la dictadura temporal” (Lenin. 61).

 

Resulta necesario recordar el planteamiento de Proudhon de perpetuar la pequeña producción mercantil, de la que espontáneamente surge el capitalismo. No comprendió que tal producción, aparece sobre la base de la pequeña producción mercantil, y que el intercambio de mercancías según su valor, en las condicione propias de la sociedad burguesa, comprende la apropiación de la plusvalía de los capitalistas.

 

Los llamados antiautoritarios exigen que el Estado político sea abolido de golpe, antes de que sean abolidas las relacione sociales que han dado origen al mismo. Exigen que el primer acto de la Revolución social sea la abolición de la autoridad. A esto Lenin es contundente “siguiendo con su nula comprensión de la realidad material. Los anarquistas no conciben, no entienden que la revolución es un acto en el cual una parte de la población impone su voluntad a la otra mediante fusiles, las bayonetas, los caños, eso es, mediante elementos extremadamente autoritarios” (Lenin. 63).

 

2.2 La apuesta “ecosocialista”

 

Los llamados “ecosocialistas” parten del supuesto del problema que día a día se agudiza en el mundo, el calentamiento global ha sido producto de:

 

En cuanto marxistas, creemos que la culpa la tiene el sistema capitalista[3], con su lógica absurda de expansión y acumulación infinita, su productivismo obsesionado por la ganancia. Un sistema intrínsecamente perverso, que el pretendido <socialismo real>, ya desaparecido sin gloria, trató de imitar, tanto en el terreno del aparato productivo –basados en las mismas fuentes de energía, fósil y nuclear –cuanto con su obsesión productivista, en una variante de corte burocrático (Dialéctica 2011: 112).

 

Lowy y González han equiparado al capitalismo con el socialismo que se llevó a cabo en la Unión Soviética. La crisis por la que pasamos desde 2008 hasta el día de hoy, ya en el 2012, es precisamente por la sed incansable de este sistema rapaz llamado capitalismo, desde sus orígenes el capital así ha sobrevivido, con la rapacidad a los pueblos por parte de los monopolios, la explotación de la fuerza de trabajo en cualquiera que tienen los medios de producción y requieran del proletariado para sacar el plusvalor de las mercancías que produce el propio obrero industrial. Pero decir que la URSS trató de copiar lo que ha venido haciendo el capital, de ninguna manera puede ser una tesis planteada por un marxista, sino por intelectuales lacayos del capital.

 

Aquellos intelectuales que hablen en nombre del marxismo para rendir pleitesía al actual orden de cosas, tienen el compromiso no con su universidad, no con su centro de investigación, sino con la propia historia. Recordar cómo surge el poder obrero con el triunfo de la Revolución de Octubre, cuántos años de guerra civil fueron, en los 30´s ya el PCUS sabía de las intenciones que tenían los fascistas en Alemania para con la URSS. Entonces ¿Qué debió haber hecho la URSS en el terreno militar a sabiendas de las intenciones de los fascistas? ¿Qué debió haber hecho el PCUS ante el intento de invasión o desaparición del comunismo sobre la faz de la Tierra por parte de los Estados Unidos de Norteamérica? Con tal acusación hecha por “marxistas” de cátedra podemos suponer, que no era necesario el armamento militar con las que se dotó la Unión Soviética, mismos armamentos que proveyó a países que sostuvieron la lucha contra el imperialismo, sino esperar la llegada del “creador” debido a que apuestan al romanticismo.

 

La llamada economía verde nos dice Belu es:

 

Una propuesta  de la gestión de los problemas medioambientales según los intereses y las decisiones del capital monopolista. Dirige a la adopción de nuevas tecnologías impulsando el desarrollo capitalista mientras uno de sus gobiernos es la reducción de la dependencia energética de la UE (RCI 2010: 16).

 

La crisis económica del capital no es peculiaridad de la economía, las contradicciones, los antagonismos se acrecientan.

 

El cambio climático, quizá ya fuera de control para el sistema productor de plusvalía, y que afecta negativamente a los ecosistemas y a las condiciones de vida y de trabajo de los pueblos. El planeta ha perdido en poco más de un cuarto de siglo casi la tercera parte de su riqueza bilógica y recursos, y al ritmo actual la Humanidad necesitará dos planetas en 2030 para mantener su estilo de vida, tal y como ha advertido el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF).

La catástrofe alimentaria, que condena a millones de seres humanos a morir por inanición. La cantidad de personas subalimentadas pasó de 80 millones a 925 millones, a consecuencia de la escalada del precio de los alimentos en el periodo 2007 – 2008, según la FAO. Los precios de los alimentos se incrementaron entre 2005 y 2006 un 12%, un 24% en 2007 y cerca del 50% entre enero y julio de 2008 (RCI 2010: 51).

 

Ideólogos de la derecha como de los que se hacen llamar “marxistas” críticos, desde los frankfurtianos como los posmodernistas, la lucha es frontal contra tales tendencias ajenas, contrarias al movimiento comunista internacional, teorías opuestas a la emancipación del género humano, teorías que apuestan a la humanización del capitalismo, los mismos que se aferran al estado en coma del capitalismo. Muchos de estas teorías se visten de socialdemócratas, su traducción es, lacayo, siervos del capitalismo.

 

Referencias Bibliográficas

 

Lenin, V. I. ¿Qué hacer? Pekín, Lenguas Extranjeras Pekín.

…………… “Marxismo y revisionismo” en Tomo I Obras escogidas en 3 tomos Moscú, Progreso, 1976.

……… “Introducción del CC del KKE en el segundo volumen del ensayo de la historia del Partido” en Temas actuales del movimiento comunista. Colección de artículos y contribuciones 2. Atenas, Grecia, KKE, 2012, p. 222.

RCI. Revista Comunista Internacional. Madrid, España. 2011.

Dialéctica 2011.

[1] Durante el verano de 1918 – pocos meses después de la Revolución de Octubre – pese a que los Estados Unidos siguieran en guerra con Alemania, y no con Rusia – El New York Times caracterizaba a los Bolcheviques como “nuestros enemigos más malignos”, y como “bestias delirando por su presa”. Los líderes soviéticos eran denunciados en la prensa americana como “agentes pagados” por Alemania. “Carniceros”, “asesinos y lunáticos”, “criminales intoxicados con la sangre”, “escoria humana” – son algunas de las típicas expresiones que la prensa imperialista norteamericana empleaba para referirse a Lenin y sus camaradas. Los bolcheviques fueron descritos en el Congreso de los EEUU como “bestias condenables” y las descripciones que se hacía de ellos en la prensa de los EEUU eran las mismas que en la prensa de otros países imperialistas. Véase: Este texto forma parte de la obra ‘Perestroika’ de Harpal Brar (presidente del PCGB m-l) escrita en 1990 “Economía de la lucha de clases bajo el Socialismo”.

[2] Dicha conceptualización de la URSS ha sido dicha por múltiples personalidades, sin embargo se ha tomado de la Revista “Dialéctica”. En un texto de Eugene Gogol: Hegel,. Marx, Lenin y la Revolución en el pensamiento y la pasión de Raya Dunayevskaya: ¿Cuál es la relevancia para la América Latina del siglo XXI?

[3] Las palabras marcadas son por parte de los autores citados.

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