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La vida en la ciencia o el largo camino de un proletario para entender el mundo

Célula del PCM de Trabajares de la Ciencia

Texto publicado en El Machete no.10-11, pp. 172-182.

 

Quien realmente controla y se beneficia de la investigación científica son los grandes monopolios nacionales y extranjeros, pero de esto gran parte de los científicos no se dan cuenta o no valoran las implicaciones que implica que el trabajo esté sometido al capital privado y las leyes económicas del capitalismo.

Pero además los científicos enfrentan otra problemática: La investigación científica en nuestro país se mantiene controlada por grupos de investigadores científicos que dominan el ingreso a las pocas plazas que existen en las universidades y centros de investigación científica más importante en México. Se favorece a los allegados, a los familiares y aquellos que hacen posgrados en el extranjero. Las personas que se encuentran favorecidas son las mismas favorecidas por el capitalismo, son aquellas que ya tienen alimento, vivienda y educación asegurados. Esta educación no siempre es crítica pero siempre es aceptable para el sistema de evaluación estandarizada. La mayor parte de los favorecidos desgraciadamente tienen un panorama que reconoce las problemáticas del país y los trabajadores pero que no trasciende con acciones, debido en parte a sus condiciones materiales prolongan su falta de conciencia de clase.

La mayoría de los mexicanos estamos imposibilitados para ser investigadores científicos, pero no por falta de capacidades, es por las carencias, resultado del sistema capitalista. El acceso a la educación es limitado pero hay un puñado de jóvenes, de origen proletario, que logran el acceso a la universidad, no sin pocos obstáculos. En general tienen el apoyo de sus padres, aunque una proporción importante de ellos trabaja y estudia. La gente que trabaja o estudia lo hace debido a la pobreza de sus familias o bien, por la necesidad de mantener familia e hijos propios, esta proporción va en aumento en los últimos años.
Las universidades ofrecen un apoyo que depende en su mayoría del desempeño del estudiante, lo cual ya supone un criterio injusto, dado que los estudiantes que más se retrasan, abandonan  y/o tienen problemas de reprobación son precisamente aquellos con más necesidades económicas. Estudiar en México supone un privilegio que además implica una inversión para las familias de, al menos, 4 años. Las familias con mejores ingresos tienen mejores posibilidades de que sus hijos sean exitosos en la escuela y la razón principal en el otro caso es la falta de condiciones suficientes para estudiar. Las desigualdades no se restringen solo al ámbito alimenticio y no se resuelven con una simple beca (generalmente de 800 pesos al mes), en algunas escuelas la proporción de becados alcanza el 25% de la matrícula. Algunas universidades estatales tienen programas de apoyo y proveen de una tableta a cada alumno, para la carrera completa, hay que considerar que la vida media de las tabletas es de 2 años, que una tableta no es una computadora completa además de que muchas prácticas no se pueden hacer si no es en equipos de computo (no tabletas) y los alumnos no reciben ningún apoyo adicional. Estos apoyos no son suficientes porque hay que comer, hay que pagar un hospedaje y además los cursos requieren comprar copias, imprimir trabajos y elaborar materiales como maquetas que requieren de inversión. Los estudiantes además están en desventaja si no tienen una computadora portátil propia y un celular, además de la conexión a internet en sus casas. La mayoría de las comunicaciones hoy día entre estudiantes, y con los profesores, se dan por medios electrónicos. Adicionalmente, los estudiantes con más recursos económicos tienen posibilidad de comprar libros de texto y/ apoyo para sus cursos además de poder pagar hospedaje para salir a prácticas de campo y/o congresos. En las carreras de ciencias además es necesario contar con equipo para salir al campo, el equipo es variable, pero lo mínimo indispensable es un par de botas de campo, libretas, casa de campaña, bolsa de dormir, bata de laboratorio, todo este equipo debe renovarse cada año.
Tiempo promedio para hacer la tesis, tiempo para obtener una beca.
Al terminar la carrera en ciencias es indispensable realizar una tesis. El éxito al realizar una tesis y titularse es muy bajo (menos del 30%, buscar cita). Los problemas para titularse son en parte académicos, pero una gran responsabilidad en el fracaso al titularse corresponde a la necesidad de trabajar. Realizar una tesis de licenciatura requiere dedicarse a ella tiempo completo, al menos 1 año, la cantidad de becas para titulación son muy pocas (del orden del 10% de la matricula), y muchas veces al terminar la beca, que solo es de un año, los estudiantes deben encontrar trabajo, abandonando efectivamente la tesis, y por ende las mayores posibilidades de ingreso. Sólo 1 de cada 10 estudiantes que decide estudiar una carrera se titula y pasa al siguiente nivel educativo.

 

El “becario” de tesis de licenciatura.

La carrera científica requiere la vinculación permanente con laboratorios y centros de investigación. Así que la mayoría de las personas que se dedican a la ciencia se vinculan desde que están cursando de cuarto a sexto semestre de su carrera como “voluntarios”, en laboratorios o con investigadores. Un porcentaje de los estudiantes adquieren una beca pequeña (entre 2 y 5 mil pesos al mes) después de trabajar gratis (como “voluntarios”) entre 3 y 5 meses después de anexarse a un laboratorio. El tiempo que toma para un estudiante terminar la tesis es variable y dura entre 1 y 4 años, a veces más. En una gran parte de los casos, los estudiantes no se titulan por que empiezan a adquirir ingresos contratados, generalmente a los 6 u 8 meses de entrar al laboratorio o cuando terminan las materias de sus respectivas carreras, como “técnicos por proyecto”.
Maestría y doctorado.

El estudiante de maestría generalmente busca oportunidades de estudio que aseguren un ingreso. Un 70% de las maestrías disponibles en México asegura becas/contrato para sus estudiantes por parte de CONACyT (los programas de maestría se evalúan cada año para asegurar su ingreso/estancia en el “programa de posgrados de calidad”. Un programa de maestría en los posgrados de calidad aseguraba el 100% de estudiantes becados, los cambios recientes en CONACyT reducen este porcentaje de manera variable). Las becas/contrato tienen una cláusula de exclusividad que impide a los contratados adquirir otro empleo mientras se dedican a su maestría. Sólo un décimo de los estudiantes que terminaron la licenciatura opta por hacer una maestría, y de ellos uno de cada diez entra a un programa de maestría dentro del año siguiente después de haberse titulado, en general esos estudiantes que continúan sin interrupciones sus estudios lo hacen así por que tienen la posibilidad económica de hacerlo. Los estudiantes de maestría en general entran a hacer estudios motivados por obtener mejores ingresos después de haber trabajado de 3 a 10 años en industrias y/o después de haber trabajado varios años como técnicos de proyecto en diversos centros de investigación. Un estudiante de maestría recibe entre ocho y diez mil quinientos pesos es decir, mil pesos al mes y casi siempre debe mantener una familia. El tiempo oficial para realizar una maestría son 2 años, aunque la eficiencia terminal (50%) nos dice que esto casi nunca ocurre. Uno de cada diez estudiantes termina a tiempo, en dos años; el 30% termina su maestría entre 3 y 5 años y un 10% más termina después . Casi el 50% de los estudiantes de maestría estudia en una ciudad diferente a la ciudad en que trabajan o realizaron sus estudios previos, esto en general implica dobles gastos de casa por que las esposas y los hijos regularmente se quedan en la Ciudad de origen. El sistema de maestría tiene dos opciones, la opción de investigación (estudiantes de tiempo completo, clases regulares de 4 horas al día, dos semestres, y actividades en laboratorios completando más de 10 horas al día, de lunes a sábado) y la opción profesionalizante (estudiantes de viernes a domingo, clases intensivas de hasta 10 horas al día en el primer año y tareas complementarias entre semana que no requieren estar en la universidad o centro completando 40 horas por semana). Más del 80% de las personas que se dedican a la ciencia en años posteriores estudian maestrías de investigación.
Los estudios de doctorado son la continuación natural de un científico reconocido por las instituciones del país. Un estudiante de maestría puede optar por hacer un doctorado en México una vez terminada la tesis. El tiempo invertido en un doctorado es variable, pero oficialmente son 3 años. Una pequeña proporción, cerca del 5% de los estudiantes de doctorado han accedido al programa de manera directa, sin haber cursado una maestría. Los estudiantes que entran al doctorado desde la licenciatura (doctorado directo) deben invertir de todas formas 5 años en total (el equivalente a los dos años de maestría y los tres del doctorado).
Los estudiantes de doctorado en general reciben un contrato/ beca que oscila entre los once y los quince mil pesos mensuales por tres años, o por 5 si es estudiante de doctorado directo (este contrato tiene la misma cláusula de exclusividad en el empleo que los contratos de maestría). El horario de trabajo es variable, pero lo común es que se trabajen entre 12 y 15 horas, incluyendo hablar con estudiantes de todos los niveles acerca de sus trabajos, asistir en días de descanso si el experimento o actividad lo requiere,  o bien, hay que salir al campo e invertir 3 o 4 días, a veces más, colectando muestras o haciendo observaciones. Las salidas de campo, incluyendo hospedaje, comida, y/o reactivos son cubiertos por los proyectos de investigación, pero no hay remuneración extra por el tiempo invertido.
Menos del 10% de los estudiantes de doctorado mexicanos hacen sus estudios en el extranjero. Hacer esos estudios implica haber trabajado como técnico por proyecto y tener al menos una coautoría en revistas indexadas, tener una recomendación de algún investigador destacado en el área del doctorado, o haber publicado artículos indexados como estudiante de maestría. Los contratos/ becas de doctorado en el extranjero tienen también la cláusula de exclusividad en el empleo. Las becas para doctorado en el extranjero son de 1000 dólares al mes si el doctorado es en EEUU y de 1000 euros al mes si el doctorado es en Europa, prácticamente no existen becas de doctorado para otros países más 700 dólares/euros para el seguro médico y, si el estudiante es casado la beca aumenta a 1200 dólares/euros. El ingreso como estudiante de doctorado en el extranjero en general no alcanza porque las rentas en el EEUU o Europa oscilan entre los 700 y 800 dólares/euros al mes y el seguro médico es siempre de más de 1000 dólares/euros al año.

La opción generalizada entre estudiantes de posgrado es compartir el hogar con otros estudiantes; y si se tiene pareja, ambos trabajan.

 

El posdoctorado

Muchas personas con doctorado terminado no encuentran trabajo ni plazas abiertas, así que una proporción importante de ellos realizan posdoctorado. Los posdoctorados son estancias académicas de investigación de un año (con opción a dos) en un centro de investigación o universidad existente. El posdoctorante tiene la obligación de producir en un año un artículo de investigación, realizar un proyecto, que generalmente implica un ingreso para la universidad, y dar al menos una clase al semestre (4 horas por semana). El horario laboral suele incluir de 12 a 15 horas diarias, de lunes a viernes y salidas de campo no remuneradas. El ingreso promedio de  un posdoctorante es de 23 mil pesos. Ante la falta de alternativas muchas personas realizan hasta 7 posdoctorados en universidades mexicanas o extranjeras antes de obtener una plaza como profesor/investigador.

 

El técnico por proyecto

Los estudiantes contratados de esta forma reciben entre 4 y 8 mil pesos al mes por contratos que duran entre 3 y 5 meses. Para ser contratado por proyectos el estudiante debe demostrar capacidad de aprendizaje y darse de alta en la Secretaría de Hacienda como profesionista independiente (para poder expedir facturas y recibos). No se adquieren derechos como trabajador ni se obtiene antigüedad porque son contratados de nuevo en cada ocasión. El estatus de “técnico por proyecto” puede durar indefinidamente. El horario de trabajo es variable, pero lo común es que se trabajen entre 10 y 12 horas, incluyendo asistir en días de descanso si el experimento o actividad lo requiere (la actividad en laboratorio es muy demandante porque muchos experimentos requieren la presencia del experimentador (por ejemplo aplicar un reactivo cada 4 horas durante 5 semanas), o bien, hay que salir al campo e invertir 3 o 4 días, a veces más, colectando muestras o haciendo observaciones. Las salidas de campo, incluyendo hospedaje, comida, y/o reactivos son cubiertos por los proyectos de investigación, pero no hay remuneración extra por el tiempo invertido.

 

El empleo

Una vez terminado el doctorado, una persona debe buscar trabajo en la industria privada o en universidades. La industria privada ofrece una cantidad muy pequeña de plazas por que los monopolios y trasnacionales realizan su investigación fuera del país, y la industria que podría realizar inversión en investigación opta permanentemente por la dependencia tecnológica, comprando tecnología extranjera. El trabajo en universidades está muy limitado por que no hay incentivos para la jubilación y renovación de la planta científica ( Un investigador de tiempo completo reduce su salario a menos de la mitad al jubilarse y no recibe aumentos en la misma proporción que los investigadores  en activo).

 

El técnico académico

Ante la falta de plazas como investigador de tiempo completo, una opción creciente de trabajo es el empleo como técnico académico (una figura de empleo que apareció en la UNAM en 1977, como una traición a la organización sindical de entonces, el SPAUNAM). Trabajar como técnico académico implica dedicarse a dar clases y colaborar con trabajo técnico asociado a un investigador. La remuneración de un técnico académico oscila entre los 13 y los 15 mil pesos con derecho a  antigüedad y jubilación. Una persona que está contratada como técnico académico debe renunciar a su plaza para concursar por una plaza de investigador de tiempo completo. La figura de técnico académico existe solo en un puñado de universidades en México.

 

Las cátedras de investigación

La presente administración creó el concepto de “cátedras de investigación”, el cual consiste en el “Outsourcing” de la ciencia. Una persona con doctorado terminado (y menos de 35 años, práctica ilegal) puede ser contratada por el CONACyT hasta por 10 años para trabajar en un centro de investigación o universidad ya existente. Las plazas de cátedras son poco más de 1000 para todo el país. El CONACyT no se compromete a mantener la plaza por los 10 años (manteniendo una cláusula de no responsabilidad). La plaza no pertenece a la universidad en la que se trabaja, por lo que dicha universidad se desentiende de derechos al trabajador. La plaza no hace antigüedad y no existe el concepto de definitividad. Un investigador contratado en cátedras gana entre 22 y 25 mil pesos como salario base, más el “reconocimiento” de CONACyT en caso de aplicar y ser aceptado como Investigador Nacional en el Sistema Nacional de Investigadores.

 

El profesor de asignatura

Las universidades tienen además una plantilla de profesores que muchas veces se dedican a la ciencia y que sin embargo no están reconocidos como tales ni califican para otros reconocimientos por su estatus de contratación. Estos profesores son llamados “profesor de asignatura” y en general su trabajo en la universidad es su segundo o tercer empleo. Los profesores de asignatura pueden formar en ocasiones hasta el 100% de plazas de una universidad y son contratados por clase individual. Los salarios por materia son muy bajos y nunca alcanzan las cuarenta horas de un tiempo completo. El salario es generalmente de 200 pesos al mes por hora impartida.
El profesor/investigador de tiempo completo

Una persona con doctorado puede optar por una plaza de profesor/investigador de tiempo completo. Un investigador esta contratado por 40 horas a la semana, pero en la realidad trabaja 15 o más horas al día como investigador. La labor de un investigador no sólo involucra su trabajo académico, sino que debe aportar trabajo en áreas educativas, de extensión, y de administración en la universidad. Un investigador tiene la obligación de dar clases sin remuneración extra, como parte de su contrato. Las horas dedicadas a dar clases oscilan entre 3 y 25 horas frente a grupo (sin contar el tiempo dedicado a plantación de clases ni calificación de exámenes y tareas), dependiendo del “estatus y nivel de contrato. En todo el país existen cerca de cien mil profesores/investigadores. Un investigador en una universidad promedio  tiene un salario base de 15 mil pesos al mes, y con base en ese salario se cuentan las prestaciones de prima vacacional, antigüedad y jubilaciones del el trabajador universitario. Un investigador puede aplicar a dos subsistemas no reconocidos como parte de su salario, y por lo tanto no contabilizados para su jubilación ni prestaciones: el sistema de estímulos de la universidad a la que pertenece  y el Sistema Nacional de Investigadores. En la UNAM hay varios sistemas de estímulos, siendo el más conocido el PRIDE. En las universidades estatales es variable. El sistema de estímulos de la universidad depende de la antigüedad, de cantidad de actividades complementarias realizadas en el año, además de los cursos impartidos; y alcanza hasta el 40% extra del ingreso. Mientras más actividades complementarias existan el trabajador tiene derecho a dar menor número de clases, el mínimo de clases es de 6 horas por semana, el máximo es de 25. El Sistema Nacional de Investigadores tiene 4 niveles (C, 1,2,y 3). Cada nivel es evaluado por el CONACyT en un sistema que no es totalmente transparente pero que depende primordialmente del número de artículos científicos publicados y el número de estudiantes titulados en los diferentes niveles educativos. El nivel C significa un aumento de entre 3 y 4 UMAs (cada disciplina tiene su propio escalafón). Cada nuevo nivel implica mayores responsabilidades y trabajo además de duplicar el número de UMAs recibidas. Solo existen 25 mil personas en el Sistema Nacional de Investigadores, para todo el país.
Además en México existe el sistema de Centros Tecnológicos. Muchas ciudades medias tienen centros tecnológicos que se ofrecen como alternativa ante la licenciatura. Una persona que entra a un centro tecnológico es capacitado exclusivamente como personal para la industria, no para la investigación. Una proporción importante de personas con doctorado están siendo contratadas en este sistema, dado el nivel de remuneración (35 mil pesos al mes). Las personas contratadas como profesores en centros tecnológicos rara vez realizan investigación.

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