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Primer texto de las Tesis del Comité Central del Partido Comunista de Grecia (KKE) para el 21 Congreso

 

 

 

Sobre la celebración del 21o Congreso del Partido Comunista de Grecia (KKE).*
1] El Comité Central del KKE anuncia su resolución de proceder a la preparación y celebración del 21o Congreso del Partido en 2021. Según los Estatutos del Partido, el Congreso se celebra cada cuatro años. El 20o Congreso tuvo lugar del día 30 de marzo a 2 de abril de 2017. EL Comité Central tomando en cuenta la ola de la pandemia y las dificultades que surgen objetivamente de ésta a causa de la insuficiencia y las enormes deficiencias del sistema de salud público, con la responsabilidad de todos los gobiernos burgueses hasta la fecha y la gestión de la crisis por parte del gobierno de la ND, va a anunciar la fecha exacta de la celebración del Congreso en su debido tiempo. Esto es cuando estén disponibles todos los elementos y los datos científicos necesarios.
2] Los temas del 21o Congreso, según los Estatutos, serán: α) El informe sobre la labor del Comité Central y de todo el Partido desde el 20 hasta el 21 Congreso, las evaluaciones básicas sobre los desarrollos económicos y políticos nacionales e internacionales de dicho período, la situación del movimiento obrero y popular y las tareas del Partido hasta el 22o Congreso y b) la elección del nuevo Comité Central y del nuevo Comité Central de Auditoría.
3] Con respecto al primer tema del Congreso, el Comité Central ya está avanzando en la elaboración de las Tesis del CC que se harán públicas para iniciar la discusión en los órganos electos de dirección del Partido y en todas las organizaciones del Partido y de la KNE. Los textos del CC que se harán públicos son:
Primer texto: “EL INFORME Y LAS CONCLUSIONES DE LA LABOR DEL COMITÉ CENTRAL Y DE TODO EL PARTIDO DESDE EL XX HASTA EL XXI CONGRESO – EL PARTIDO COMO DIRIGENTE DEL MOVIMIENTO OBRERO REVOLUCIONARIO, DE LA ALIANZA SOCIAL EN LA LUCHA POR EL SOCIALISMO-COMUNISMO”.
Segundo texto: “LA REALIDAD INTERNACIONAL ACTUAL Y EL MARCO POLÍTICO-MILITAR DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO. LA SITUACIÓN DEL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL Y LA ACCIÓN DEL KKE. LAS EVALUACIONES DEL KKE SOBRE LOS DESARROLLOS EN LA ECONOMÍA NACIONAL Y EN EL SISTEMA POLÍTICO DEL PAÍS”.
Tercer texto: “LA ESTRUCTURA DE LAS CLASES SOCIALES EN LA SOCIEDAD GRIEGA, LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA ACTUALMENTE, EL CURSO DEL MOVIMIENTO OBRERO SINDICAL, LA PROMOCIÓN DE LA ALIANZA SOCIAL Y LA INTERVENCIÓN DEL KKE”.

 

 

 

Primer texto de las Tesis del Comité Central del KKE para el 21o Congreso.

 

El Partido como dirigente del movimiento obrero revolucionario, de la alianza social, en la lucha por el socialismo-comunismo. El informe y las conclusiones de la labor del Comité Central y de todo el Partido desde el XX hasta el XXI Congreso.

 

 

Introducción

1. El Partido, en el campo de la lucha ideológica – política y la intervención en las luchas obreras-populares, ha acumulado una vasta experiencia de más de 100 años. Es una experiencia que se ha cristalizado de manera más efectiva y substancial en los últimos 30 años, cuando el KKE, por primera vez desde su fundación en 1918, apoyándose en sus propias fuerzas, dio la lucha por preservar su identidad comunista. Fue llamado a reorganizarse, a reconstruirse, a desarrollarse más, en condiciones de victoria total de la contrarrevolución en los países de Europa Central y Oriental y en la propia URSS, el primer estado obrero del siglo XX. El KKE dio la batalla para su reconstrucción programática y organizativa revolucionaria, la formación de núcleos [1] militantes en el movimiento obrero-sindical y otros movimientos sociales, que o bien se habían integrado plenamente en el sistema o se habían disuelto.

El KKE tiene fuertes legados históricos. No perdió la continuidad de la experiencia, pudo aguantar, volver a ponerse de pie, avanzar, en el estudio y desarrollo de la teoría, la elaboración de la estrategia revolucionaria en las nuevas condiciones en constante cambio del siglo XXI, profundizando y basándose con firmeza en la experiencia acumulada de sus 102 años.

Elaboró su programa. Enriqueció sus concepciones programáticas sobre el socialismo-comunismo. Estudió y extrajo conclusiones del curso de la construcción socialista, centrándose principalmente en la URSS, e identificó las causas del derrocamiento contrarrevolucionario. Trató y está tratando de expandir su influencia ideológica-política en el pueblo. Ha desarrollado y sigue desarrollando su actividad en el movimiento comunista, obrero, antiimperialista, internacional, buscando abrir nuevas vías.

En muchos sentidos, la experiencia de todos estos últimos 30 años es valiosa y por eso su estudio e integración en el trabajo diario de todo el Partido, hoy que las generaciones más jóvenes han ingresado y siguen uniendo a la lucha de clases revolucionaria, es una condición insustituible para su fortalecimiento multiforme y polifacético, al menos en la medida que le corresponde la responsabilidad histórica subjetiva de la clase obrera y el pueblo de nuestro país, pero también con efecto y en interacción con el movimiento comunista y obrero en Europa e internacionalmente.

La existencia de un Programa y elaboraciones avanzadas, con posiciones que se enriquecen constantemente a partir de los desarrollos contemporáneos y la experiencia de la lucha de clases revolucionaria, es una precondición importante para la unidad ideológico-político-organizativa y el fortalecimiento efectivo del Partido. La experiencia del reagrupamiento organizativo en los últimos 30 años se ha basado en el esfuerzo de aplicar creativamente las posiciones leninistas para el Partido de nuevo tipo, el Partido Comunista. Se ha basado en la experiencia positiva y negativa de acción en condiciones de clandestinidad o legalidad, etc. Sin embargo, no fue posible combinar de manera completa el esfuerzo persistente por restaurar el carácter revolucionario del Partido con el estudio en profundidad de las cuestiones de la dirección política y la calidad de los vínculos del Partido con las fuerzas de la clase obrera, en las nuevas condiciones, sin precedentes en gran medida.

Desde nuestro Congreso Programático y Estatutario de 2013 se planteó como problema central y condición para que el Partido pudiera cumplir con su deber revolucionario, convirtiéndose en lo que denominamos “Partido que trabaja bajo todas las circunstancias”, el asunto de la construcción organizativa del Partido, del fortalecimiento de los órganos directivos y de las Organizaciones de Base del Partido (OBP), de la KNE.

Estamos ahora a unos 8 años después del XIX Congreso y con la nueva distribución de las fuerzas del Partido, después de la aprobación de los nuevos Estatutos, así como 4 años después del XX Congreso en que identificamos problemas de trabajo de dirección política, y decidimos un plan a largo plazo para su mejora. Es tiempo suficiente para examinar dónde nos encontramos, cuánto hemos avanzado en las metas que establecimos, para evaluar la experiencia positiva o negativa adquirida.

[1] El término “núcleos” no se refiere a las Organizaciones de Base del Partido sino a un grupo de miembros del Partido y otros trabajadores que están en primera línea y actúan de manera coordinada en un centro de trabajo para el desarrollo de luchas y el fortalecimiento de la lucha de clases.

 

 

En qué condiciones actúa el Partido hoy

2. El Partido, como parte del Movimiento Comunista Internacional (MCI), atraviesa uno de los períodos más difíciles de su historia. Es un período durante el cual -30 años después del predominio del derrocamiento contrarrevolucionario del primer proyecto histórico de transición del capitalismo al socialismo-comunismo- sigue existiendo y profundizándose la siguiente gran contradicción:

Por un lado, la contradicción entre el carácter social del trabajo y la apropiación capitalista de gran parte de sus resultados conduce a la destrucción de una parte significativa de las fuerzas productivas, con la manifestación de una nueva crisis económica, antes que la recuperación de  la economía capitalista regrese al nivel de producción pre-crisis. La economía capitalista mantiene altas tasas de desempleo, empleo a tiempo parcial, sub-empleo en general, incluso en la fase de recuperación. Conduce a la destrucción masiva de recursos humanos y materiales, por falta de  infraestructura necesaria para la protección contra los fenómenos naturales, por falta de infraestructura y otras medidas de protección de la salud, a pesar de las grandes capacidades tecnológicas. El desarrollo tecnológico, la digitalización, el teletrabajo, etc., en lugar de conducir a una reducción generalizada del tiempo de trabajo, se utilizan para intensificar y aumentar el grado de explotación, y para nuevas formas de manipulación. El alto flujo de refugiados, debido a los estallidos de guerras imperialistas prolongadas y la intensificación de las rivalidades entre los estados imperialistas crean problemas explosivos mientras que la tendencia de reordenamientos en la pirámide imperialista ya es evidente.

Por otro lado, continúa el gran retroceso del movimiento obrero -y del comunista-, que por momentos muestra estallidos de reacciones más masivas, muchas veces con demandas desorientadoras o reaccionarias. A nivel internacional, en los países principales del sistema capitalista internacional, se retrasa el reagrupamiento del movimiento obrero-sindical, se retrasa mucho más el reagrupamiento revolucionario, ideológico-político del movimiento comunista, incluso en los países que sufren largas guerras imperialistas, con exacerbación de los problemas al borde de la supervivencia. Al mismo tiempo, toda la superestructura burguesa (en la educación, en la información masiva -prensa, televisión, internet- en la intervención editorial y artística, etc.) se vuelve más reaccionaria con el anticomunismo como elemento predominante, y junto con la manipulación patronal obstaculizan el desarrollo de una vanguardia ideológico-política revolucionaria, es decir, una vanguardia comunista.

3. En el período posterior al XX Congreso en 2017, nuestro Partido ha dado y sigue dando la batalla por mantener sus características revolucionarias conquistadas, en condiciones internacionales y nacionales muy desfavorables. Son condiciones que se deterioran constantemente por la pandemia, que actuó como catalizador de la nueva crisis económica, y por la gran afluencia de refugiados e inmigrantes provocada por las guerras imperialistas e impulsadas por la política del estado turco. Un factor importante en el deterioro de las condiciones es el fortalecimiento de la presencia económica y militar de EE.UU., que buscan bloquear la penetración de capital de China y Rusia en Grecia como puerta de entrada a Europa, así como el intento de estos países de acercarse a Turquía como aliados. Se intensifican las rivalidades y los antagonismos en la región con la concentración de medios bélicos en el Mediterráneo y el Oriente Medio, se intensifican las reclamaciones turcas contra los derechos soberanos griegos, incluso el cuestionamiento del territorio insular griego, al que también contribuye el apoyo de la OTAN y la UE a Turquía. Es obvio que la burguesía de Grecia y Turquía buscan mejorar, cada una por su propia cuenta, su papel en la región, lo que intensifica la competencia entre ellas.  

 

 

Pasamos a una nueva fase más difícil

4. Pasamos a una fase nueva, más compleja y difícil. En estas circunstancias, la presión burguesa y oportunista por “unanimidad y unidad nacional” crece bajo la bandera de la burguesía para apoyar la mejora de su  papel geo-estratégico. En esta búsqueda se utiliza el nacionalismo burgués extremo, especialmente en relación con la provocación turca, pero también el cosmopolitismo o su expresión oportunista “¿a mí qué me importa su guerra?”, o “que encuentren solución en cuanto a la explotación conjunta del mar Egeo”. La pandemia, la crisis económica capitalista que supuestamente afecta a todos: los grupos monopolistas, y la clase obrera, las familias populares, sirvió de pretexto para la “unanimidad y unidad nacional”. Al mismo tiempo, especialmente después de la condena del Amanecer Dorado como organización criminal nazi, las voces en el campo burgués se hicieron más fuertes, diciendo que “ahora, que hemos terminado con el fascismo negro, es el momento de terminar con el fascismo rojo”. En particular, la celebración del levantamiento de la Universidad Politécnica en noviembre de 2020 desencadenó una nueva ola de agresión anticomunista, volvió la teoría de los “límites constitucionales de la legitimidad”, la agresión contra el Partido y el movimiento obrero-sindical clasista, se aumentó la violencia y la represión estatal.

Al mismo tiempo, la rivalidad entre SYRIZA y ND en la alternancia en el gobierno es una fuente de presiones ideológico-políticas reformistas y oportunistas al entorno del Partido, en condiciones de un largo período de legitimidad del Partido y de retirada del movimiento revolucionario, de derrocamiento del primer ciclo histórico de construcción socialista.

Al mismo tiempo, esta presión se ejerce a nivel del movimiento internacional, ya que está dominado por la estrategia de reformas de una forma u otra (“antineoliberal”, “antifascista-democrática” o una combinación de ellas), o incluso como una opción de otro “centro”, p.ej. China o Rusia, degradando su carácter capitalista. Y todo esto a pesar de los importantes esfuerzos del Partido a nivel internacional, la lucha en el marco de los Encuentros Internacionales de Partidos Comunistas y Obreros, la Iniciativa Comunista Europea, la Revista Comunista Internacional, los encuentros regionales, especialmente las relaciones bilaterales.

Al mismo tiempo, las condiciones del Covid-19 tuvieron un efecto negativo adicional, ya que se necesitaba y se necesita un esfuerzo mayor y más estable para que las organizaciones de masas no se paralicen, para que continúen su función y actividad, aplicando medidas de protección de la salud pública científicamente fundamentadas.

En estas condiciones, en general, la tarea planteada por el XX Congreso de “fortalecimiento integral del Partido y de la KNE” resulta mucho más compleja y exigente.

 

 

El Partido respondió a las complejas condiciones desde el XX Congreso

5. Estimamos que en general el Partido ha cumplido sus tareas, bajo la dirección del CC elegido en el XX Congreso, así como del BP que tiene la responsabilidad de dirigir entre sus reuniones. En este sentido, el CC organizó una rica intervención ideológica y política centrada en los 100 años del KKE, los 100 años de la Revolución de Octubre y de la Internacional Comunista. Se publicaron libros, colecciones de artículos, documentales, etc. y principalmente las cuatro partes del Ensayo de Historia del KKE, desde su fundación hasta el fin de la Guerra Civil y la derrota del Ejército Democrático de Grecia (DSE) en 1949, que fueron discutidas y aprobadas por una Conferencia Panhelénica (2018), en base a la Resolución del XX Congreso.

Se creó una extensa red de preservación de la memoria histórica en el contexto de los eventos más importantes de la lucha de clases en Grecia, la historia del Partido, especialmente de la década de 1940 y el DSE. Hubo una serie de publicaciones, centrales y locales, así como muchos eventos que contribuyeron a la expansión de los lazos del Partido con nuevas fuerzas y especialmente con los descendientes de los luchadores de la Resistencia, los combatientes del DSE, los refugiados políticos, independientemente de su posición política actual.

Toda esta actividad estuvo acompañada de conferencias, el Festival de KNE-Odigitis e intervenciones de carácter ideológico-político centradas en la necesidad del socialismo-comunismo, su contenido económico-social-político, mientras se continuó la investigación de la historia del primer intento de construirlo en el siglo XX.

La actividad cultural jugó un papel importante en la elevación del nivel y en la ampliación de los eventos, creando bases culturales. Las Conferencias Científicas relevantes fueron una actividad importante y de calidad especial. Sin embargo, la actividad similar a nivel regional o local tuvo en gran medida la intervención desde arriba o al menos el apoyo central, mientras que su reproducción fue limitada, no estable ni continua a nivel de las OBP.

La KNE luchó tenazmente al lado de Partido. Elaboró posiciones y objetivos con la celebración de su XII Congreso en 2019, en el que se especializó su intervención integral en la juventud, utilizando la vasta experiencia que ha ganado luchando al lado del Partido durante medio siglo.

En general, durante estos años se organizó un programa de trabajo político más intensivo, con giras, reuniones, concentraciones. Se dio la batalla para las finanzas del Partido, con campañas económicas anuales, mientras que en 2020, debido a las condiciones especiales, organizamos tres campañas económicas con éxito. El asunto de las finanzas se ha puesto en orden, con trabajo persistente durante 8 años desde el XIX Congreso, y problemas crónicos han sido resueltos o están en camino de ser resueltos.  Enfrentamos las prohibiciones, las leyes reaccionarias para las finanzas de los partidos.

El Partido, bajo la dirección del CC, dio simultáneamente importantes batallas políticas, como la de las triples elecciones (municipales-regionales, europeas, parlamentarias) con un contenido único que supuso un paso de calidad importante.

También dio importantes batallas en fases de exacerbación del problema de los refugiados, reveló las causas y los responsables. Propuso soluciones desde el punto de vista de las necesidades de los refugiados pero también del pueblo griego.

6. Nuestro Partido luchó por el reagrupamiento del movimiento obrero-sindical y sus fuerzas intensificaron el enfrentamiento con las fuerzas del sindicalismo patronal, contra los fenómenos de degeneración y fraude, contra la intervención de los tribunales burgueses en el movimiento sindical y otras medidas represivas (p.ej. en las ciudades de Patras y Trikala, en la Federación Panhelénica de trabajadores metalúrgicos-POEM, en el congreso de la Confederación de Trabajadores de Grecia en el sector privado – GSEE etc).

En las condiciones de la pandemia, que fueron utilizadas por el gobierno y el estado para reprimir al movimiento y al partido, jugó un papel principal en la difusión del mensaje de resistencia, lucha y “desobediencia organizada”, con importantes intervenciones y movilizaciones de masas, de los trabajadores sanitarios, de los trabajadores en el comercio, de sindicatos de clase que se agrupan en el PAME, especialmente con el mitin del 1 de mayo de 2020, pero también los actos por el 47o aniversario del levantamiento de la Universidad Politécnica, la huelga general nacional del 26 de noviembre, etc.

El Buró Político y la Secretaría hicieron un esfuerzo por especializar las Resoluciones del CC en los temas de la acción del Partido en el movimiento en estas condiciones. Hubo un aumento de iniciativas y de la intervención planificada en el movimiento por problemas populares, como en Ática,  Tesalónica,  Karditsa y Evia, con respecto a la industria LARCO.

No fue posible realizar la Conferencia Panhelénica sobre el Trabajo en la Clase Obrera, aunque la actividad del Partido después del XX Congreso había acumulado nuevos datos en la lucha por el cambio de la correlación de fuerzas en los Centros Laborales y las Federaciones sectoriales, la intensificación de la lucha para poner al descubierto el sindicalismo patronal-gubernamental en la GSEE etc.  Por tanto, el CC decidió que su trabajo en la clase obrera y su movimiento debe ser el principal tema de reflexión y elaboración en el XXI Congreso.

7. Y en estos cuatro años, los miembros y los cuadros del Partido han estado en la primera línea de la organización de luchas del movimiento campesino y de los trabajadores autónomos urbanos contra las políticas de la UE, los ataques del gobierno y de la patronal, las luchas de los  estudiantes secundarios y universitarios y también del movimiento radical de mujeres. En varios casos contribuyeron también a la movilización de nuevas fuerzas, a procesos de mejora de la correlación en los sindicatos primarios, Federaciones y Centros Laborales, así como en el movimiento campesino, en el movimiento estudiantil y en menor medida en el movimiento de los trabajadores autónomos. Contribuyeron al pequeño incremento de las fuerzas que se unen en el movimiento radical de mujeres, aunque esto no se expresa en todas las asociaciones-grupos, ni en todas las regiones y prefecturas del país, mientras que desde el período del confinamiento en adelante se hace evidente la deficiencia en el funcionamiento de sus juntas directivas y asambleas de dichas asociaciones.

Particularmente en el movimiento campesino, en cierta medida, los miembros y cuadros del Partido contribuyeron a la estabilización del Comité Panhelénico de Bloques (PEM) como una forma de coordinación panhelénica en la que están representadas federaciones y asociaciones de agricultores.

En este período de cuatro años, de acuerdo con la Resolución del XX Congreso, se celebró una Conferencia Panhelénica sobre el trabajo del Partido entre los trabajadores autónomos en zonas urbanas y la Sesión Plenaria Ampliada del CC para examinar el trabajo de los campesinos pobres. Estos órganos, así como el proceso de discusión interna que precedió o siguió, ayudan a formar una percepción unificada y, sobre todo, consciente de la necesidad de intervenir en las fuerzas populares, aliadas de la clase obrera, para su identificación más precisa, el enriquecimiento de nuestras posiciones sobre su perspectiva en la sociedad socialista, sobre los temas de la lucha actual, la elaboración de un marco y objetivos de lucha, la promoción de la acción conjunta en la perspectiva de dar forma a la alianza social en una dirección anticapitalista–antimonopolista.

8. Aunque el análisis más detallado sobre los movimientos se hará en un texto aparte, como valoración general es válido decir que el prestigio, la influencia del Partido como vanguardia y una fuerza consecuente en la lucha contra los agudos problemas populares, en una gran parte de las fuerzas militantes, es fuerte. Así también, se observa una expansión de fuerzas e influencia del Partido y la KNE. En general, no ha habido un cambio significativo en la participación en los movimientos y una aparente mejora en la postura, o al menos, donde se observa una mejora, ésta es frágil, con tendencia a dar marcha atrás. Sigue dominando ampliamente entre los trabajadores y las capas populares la lógica de la “asignación” de la lucha a otros, el fatalismo, el miedo y no de la participación propia en el movimiento, en las luchas, a pesar del aprecio hacia el Partido y las luchas en defensa de sus intereses. Una parte de los trabajadores, aunque toman parte en la lucha y reconocen la acción del Partido, siguen influenciados por la lógica de que “no hay salida”, y las posiciones del Partido no se consideran “realistas”.

Esta situación también se refleja por el hecho de que del XX al XXI Congreso y en honor a los 100 años del Partido, ni el Partido ni la KNE lograron expandir significativamente sus fuerzas y agrupar a su lado, tanto como sea posible en las condiciones actuales, una sección más grande de la clase obrera y sus aliados. Este factor, sin embargo, es decisivo para un cambio marcado en la masificación y combatividad del movimiento obrero y popular.

Se mantiene el objetivo establecido en el XX Congreso por un Partido arraigado en las edades productivas en la industria y en los lugares de concentración de empleados. Los pasos que se dieron durante este período muestran que existen posibilidades. Sin embargo, el uso ampliado de estas posibilidades requiere un esfuerzo más específico para preparar nuevas fuerzas comunistas, con un esfuerzo ideológico, político, organizativo más planificado y sistemático, con el fin de eliminar las inhibiciones de las dificultades de la vida cotidiana, del clima pasivo general, del miedo al desempleo, la inseguridad, etc.

 

 

El problema central al que debemos dedicar toda la atención en nuestro trabajo diario de dirección política

9. El tema central del XXI Congreso es hacer aún más distintivo en las amplias fuerzas obreras-populares el papel del KKE como una fuerte vanguardia obrera-popular ideológico-política organizada, como portador de nuevas ideas de la perspectiva social revolucionaria, como respuesta a los grandes problemas vitales que se han acumulado y cuya resolución es urgente en el siglo XXI. Esto requiere un trabajo de dirección política de alta calidad, una mejora educativa ideológico-política del trabajo de todo el Partido, desde el Comité Central hasta las OBP, y desde el Consejo Central de la KNE hasta las OB.

El elemento fundamental es que la orientación y la acción comienzan con la estrategia. Esto significa que la estrategia debe especializarse en cada fase, en la lucha diaria, como lo hicimos en gran medida en el período de la crisis capitalista anterior, en la fase de la recuperación débil de la economía y ahora en la nueva crisis que fue acelerada y agravada por la pandemia del coronavirus. En este contexto, se extraen experiencias y conocimientos que deben ser asimilados colectivamente a todos los niveles. En este sentido, la experiencia del problema de destacar las necesidades populares contemporáneas –un asunto que fue enfatizado en el XX Congreso- que abre el camino para la dirección anticapitalista-antimonopolista de la lucha, abre el debate para la necesidad de la lucha de la clase obrera por su propio poder.

En ello contribuyen además los temas elaborados en las Conferencias sobre los trabajadores autónomos en zonas urbanas y la Sesión Plenaria para los campesinos pobres. Las elaboraciones y las demandas presentadas en condiciones de pandemia como la requisición del sector privado de la salud, etc., contribuyen a la revelación del carácter del sistema capitalista, a la reflexión sobre la necesidad de socialización de los medios de producción concentrados, de la tierra y de la planificación central que propone el KKE como elementos claves, de otro modo, superior, de organización de la sociedad.

10. Todavía hay que hacer un significativo trabajo de orientación en la lucha ideológica, política y de masas de la clase obrera y de sus aliados, asimilando las leyes científicas que rigen el capitalismo. Así acabaremos con las conocidas debilidades de vincular artificialmente las demandas de la lucha diaria con la perspectiva, concluyendo con una consigna “para el poder popular”, o de fomentar inconscientemente percepciones de que pueden haber soluciones-islotes del socialismo dentro del capitalismo, lo cual lleva a la opción de un mal gubernamental supuestamente menor, para conquistar unas medidas temporales. Esto no significa que dejamos de luchar en condiciones difíciles, aunque sea por unas medidas que aliviarán al pueblo, según el desarrollo de la correlación de fuerzas y la lucha de clase. La descripción ideológica y política correcta de estas cuestiones, y aún más su discusión en los órganos de dirección, en las organizaciones de base del Partido y en los grupos partidistas en las organizaciones de masas, no es una pérdida de tiempo sino un proceso para eliminar las confusiones. Hay que ser conscientes de que la lucha dentro del capitalismo tiene requisitos especiales, y sobre todo en condiciones de contrarrevolución total y de retirada del movimiento, donde no es realista derrocar las opciones estratégicas del capitalismo sin que se hayan desarrollado las condiciones de una situación revolucionaria.

Al mismo tiempo, sin caer en el fatalismo, debemos mostrar que el fuerte auge de la lucha de clases puede crear dificultades al sistema; así, el movimiento obrero debe retrasar o impedir decisiones antipopulares, ganar algo como un pequeño paso para el ascenso de la lucha de clases hasta el contraataque general. Por lo tanto, nuestra estrategia tiene que ver además con la vida cotidiana, la lucha por diversos asuntos inmediatos,  en los que hemos planteado nuestras exigencias de dirección concretas, sin etapas o participación en gobiernos formados en el terreno del capitalismo, que son temas cruciales de nuestra estrategia, de nuestro Programa, en base al estudio de nuestra trayectoria de 100 años.

 

 

Se confirma la importancia esencial del trabajo ideológico-educativo y de la preparación de nuestras fuerzas

11. En estas condiciones objetivas se nota ampliamente que los jóvenes comunistas, hombres y mujeres, no tienen una base ideológica marxista suficientemente fuerte ni un amplio nivel cultural y de formación que contribuyan para que la línea de agrupación por los problemas cotidianos agudos no se vea afectada por la ideología y la propaganda burguesas, por la lógica de la gestión burguesa, los métodos y las maniobras de la burguesía, que de todos modos posibles se promociona, se reproduce, se renueva y se promueve a través de los medios más modernos. Por lo tanto, la capacidad de cada comunista de rechazar esta influencia requiere un esfuerzo individual y colectivo constante. Por supuesto, esta es una tarea crucial para el desarrollo de la responsabilidad personal y la iniciativa, y para la capacidad de llevar a cabo un debate en los movimientos, en los frentes de lucha, con argumentos y con un lenguaje popular y convincente.

Este problema se refleja en que cuatro años después del 20º Congreso no ha habido un cambio notable en la circulación diaria del Rizospastis ni en los libros ideológicos, políticos, históricos y literarios, a pesar de los esfuerzos para mejorar su contenido, incluido el estudio de nuevos temas, de nuevas elaboraciones teóricas.

A pesar de que se han realizado intentos de intervención elaborada y de agitación masiva, estos todavía están aislados, no conciernen a todos los cuadros, a todas las organizaciones del partido, y no se basan siempre en una sólida base ideológica-teórica revolucionaria.

12. Hemos intentado sistematizar la formación marxista mediante escuelas de cuadros, seminarios, lecturas, pero todos estos sistemas de formación no acogen firmemente a todas las fuerzas ni aseguran la repetición necesaria continua durante todo el año.

A pesar de los avances, un problema básico sigue siendo que el sistema interno de formación, y consiguientemente de formación individual, sigue funcionando como un “programa paralelo”, que no está esencial y orgánicamente vinculado con el contenido de la actividad diaria de las Organizaciones. Se entiende como una tarea complementaria, especial, y no como elemento básico del esfuerzo de integrar el trabajo diario con la tarea política principal. Hace falta que los dirigentes ayuden  Con la continuidad en la formación individual marxista y su utilización en el trabajo político actual. En esencia, este problema concierne a nuestra debilidad de guiar para que se apliquen en la práctica y se difundan nuestras elaboraciones contemporáneas, nuestro Programa, nuestra estrategia por el socialismo-comunismo, para la superación de confusiones y percepciones erróneas.

En gran medida, el trabajo de dirección de arriba a abajo en el partido no ha mejorado ni se corresponde a nuestras elaboraciones estratégicas, particularmente en el nivel de los órganos sectoriales, tal como había subrayado el 20º Congreso. Sigue siendo necesario planear y llevar a cabo la lucha diaria con nuestros documentos como herramienta sólida.

Al mismo tiempo, no hemos superado la “tacañería” respecto a la decisión colectiva de distribuir el tiempo de los cuadros para asistir los sistemas organizados de educación y formación comunista, también descargando de sus responsabilidades a cuadros superiores, del Comité Central, incluso del Buró Político, para el cumplimiento de esta tarea. El tiempo necesario de formación individual continua es un elemento integral de mejora y eficacia de la dirección, del trabajo de organización, del estudio de los problemas y de la experiencia de la lucha de clases. Es un deber individual de cada cuadro, pero también colectivo de los órganos de dirección del Partido.

A veces, cuando lográbamos realizar un ciclo más amplio de discusión de cuestiones ideológicas en todo el Partido y la KNE (p.ej. en ocasión del centenario del Partido, anteriormente en ocasión de la discusión del Ensayo de Historia para el período 1949-1967), ni siquiera entonces asegurábamos  la replicación, lo cual resulta a una pérdida parcial o total de los conocimientos adquiridos dado el gran recambio generacional en el Partido y la renovación rápida de la KNE.

El problema más significativo y en parte objetivo, es que todo el esfuerzo de asimilar las conclusiones, posiciones y elaboraciones históricas e ideológicas en base a los desarrollos y las nuevas exigencias, no se combina establemente con las tareas políticas inmediatas y la acción. Esto, en parte, es objetivo porque las condiciones en las que actuamos se caracterizan por un trabajo lento, tortuoso, prolongado porque las cuestiones que enfrentamos en nuestra acción tienen que ver con la formación de las condiciones previas para el auge revolucionario en el futuro. Por otro lado, expresa también la debilidad subjetiva que debemos confrontar, es decir, cómo se aplican estas conclusiones en aspectos y cuestiones de la actividad actual, cómo se desarrollan criterios para el trabajo comunista. Todavía tienen mucho peso la fragmentación y la rutina.

De hecho, algunas elaboraciones básicas del Partido, como el Ensayo de Historia del KKE 1918 – 1949, no han sido estudiadas y asimiladas ni por los dirigentes ni por militantes del Partido y de la KNE ni por estudiantes, profesores o nuestras fuerzas en el ámbito cultural que objetivamente y desde su posición están bajo el bombardeo constante de la ideología burguesa.

Por supuesto, esta necesidad existe también para nuestras fuerzas obreras, aunque en algunas de estas, especialmente en la Industria, los reflejos clasistas crean una base de mayor resistencia ante la manipulación ideológica burguesa.

Un índice de este problema que hemos observado es que a pesar de todo el trabajo fundamental con publicaciones, artículos, seminarios y escuelas de cuadros, discusiones en los órganos y las OBP vuelven a plantearse cuestiones que demuestran los huecos en los conocimientos y en la asimilación de lo que hemos logrado colectivamente como Partido. Destacamos por ejemplo los siguientes temas:

La comprensión de la relación de explotación y especialmente las formas contemporáneas de la explotación capitalista, debido a la aplicación de las nuevas tecnologías y otros métodos de organización del trabajo. Cuestiones como la plusvalía, la tasa media de ganancia, el tiempo de trabajo, la aplicación de la Informática, el impacto del teletrabajo, deben ser parte integral de los artículos, de las intervenciones públicas, para que quede claro el funcionamiento del sistema capitalista explotador.

Nuestra percepción sobre el carácter de la crisis económica en el capitalismo, la alternancia de fases de crisis económica y de recuperación,  cuestiones que contribuyen a la comprensión correcta y a la evaluación de las distintas formas de gestión burguesa.

Nuestra percepción sobre la construcción socialista en el siglo 20, más allá del embellecimiento, sobre todo por las generaciones que la conocieron, mientras que las generaciones jóvenes tienen una percepción completamente distorsionada o directamente lo ignoran. Nuestra percepción sobre todo con relación a las causas de derrocamiento del sistema socialista en Europa Central y Oriental, en China y otros lugares, pero sobre todo la disolución de la URSS y del PCUS que desempeñó un papel decisivo en el curso de la construcción socialista y en la línea del Movimiento Comunista Internacional, y además afectó decisivamente nuestro Partido.

La comprensión de una serie de acontecimientos en la superestructura burguesa, tanto en sí, tanto como en relación con los cambios respectivos y las tendencias en la economía capitalista y la organización y la dinámica sociales, como son los cambios en los aparatos estatales, en la formación de partidos burgueses, en la legislación, en la educación, en la familia, con influencia en las relaciones sociales e interpersonales, en los momentos de ocio y recreación, etc.

La dificultad de elaboración de una línea de agrupación en el movimiento en general, en base a los desarrollos en cada sector, en cada centro de trabajo, o problemas sociales.

 

 

La formación y el desarrollo de los cuadros son una cuestión crucial para el curso y el desarrollo revolucionario del partido

13. El Comité Central centra su atención cada vez más en las tareas estratégicas del Partido, elabora su política en cada fase, busca adaptar creativamente su acción en base a la actualidad, sin abandonar la línea principal y elemental de su planificación general. En gran medida, ha superado  la debilidad detectada de ser absorbido por la cotidianeidad y la presión que ésta ejerce objetivamente.

Al mismo tiempo, persisten problemas y debilidades en la gestión de este problema, a expensas del trabajo planificado para el fortalecimiento ideológico, político y organizativo del Partido en términos de fundamentos y de perspectiva. Este problema se encuentra en las Secciones del Comité Central y en el Consejo Central de la KNE, pero con mayor intensidad y en mayor extensión se encuentra hacia abajo, en los Comités Regionales, y aún más en los Burós y en los Comités Sectoriales. Tanto los miembros del CC como los demás cuadros que participan en los Órganos no han logrado vincular el estudio y la elaboración de los temas que se abordan cada vez con la discusión inextricable de los problemas de dirección en cada reunión.

Hoy, un asunto crucial que tiene prioridad es superar la debilidad del CC tanto desde el punto de vista del estudio, como del modo de dirección, para ayudar y dirigir más eficazmente el proceso de desarrollo y promoción de cuadros, particularmente de la clase obrera, jóvenes, así como mujeres.

Es cierto que en todos estos años ha habido una amplia promoción de nuevos cuadros, sobre todo de la KNE que se integran plenamente al Partido. Son cuadros que han dado un impulso al trabajo del Partido, han asumido responsabilidades en órganos de dirección de todos los niveles, en Secciones del CC, así como en el movimiento. Es significativa la renovación de cuadros en la mayoría de los órganos de dirección, sobre todo en los grandes centros urbanos. Varios cuadros han asumido importantes responsabilidades de dirección, han demostrado sus capacidades y se necesita un período de tiempo suficiente para avanzar, para desarrollar sus capacidades. Varios cuadros se han promocionado sin haber asimilado la experiencia de la intervención sindical y partidaria política combinada, que se evalúan en base al reclutamiento y la construcción de organizaciones partidarias, la necesidad de una formación ideológica y teórica más profunda.

No debemos vacilar en corregir en muchos casos la distribución de los cuadros, para que la asignación de responsabilidades en los Órganos de dirección sea más eficiente. En la medida de lo posible, debemos evitar la asignación a un cuadro de múltiples responsabilidades que conduce a la fragmentación, al descuido en el trabajo organizativo, incluso con responsabilidades que no se combinan, resultando en una ocupación superficial de las áreas de trabajo.

El desarrollo de los cuadros parte del mejor conocimiento posible de sus características personales y sus capacidades especiales para su  aprovechamiento y desarrollo con criterios partidarios. Hoy debemos desarrollar dirigentes versátiles, sin criterios ajustados, tomando en cuenta su edad, su experiencia, etc. Sin embargo, su preparación debe tener características unificadas como es  poseer cierto nivel de formación teórica, de conocimiento de las posiciones y elaboraciones del Partido, que son a la vez un factor de unidad ideológica y política y de acuerdo consciente. Al mismo tiempo, para el desarrollo multifacético de los cuadros, es importante la alternancia en la asignación de responsabilidades, no la asignación permanente de un trabajo organizativo con tareas generales, sino una alternancia de responsabilidades en el movimiento de masas, en el campo ideológico, en otros campos de acción.

Un gran número de cuadros se destaca y continúa evolucionando, sin que haya precedido un proceso integral de preparación para las necesidades contemporáneas de dirección, o “se destacan de manera  automática”” por la necesidad de llenar vacíos, sin plan, sin previsión o preparación adecuada, mientras que los criterios no se cumplen plenamente. Los criterios se limitan solo a un acuerdo general con el Programa, con la política del Partido, que son condiciones necesarias, pero también hay que tomar en cuenta otras características. Por ejemplo, los cuadros, en la medida de lo posible y en base a su experiencia, no deben ejecutar las tareas de manera rutinaria desde las oficinas, que generalmente se limita a dar direcciones y órdenes y como mucho llega a un control formal y superficial de los resultados de nuestro trabajo. La división del trabajo comunista no separa artificialmente el trabajo administrativo del trabajo ejecutivo sino requiere su combinación dialéctica.

En condiciones de baja eficiencia del trabajo partidario, de participación limitada de fuerzas populares en la acción organizada, es crucial fomentar un espíritu de dirección que sea incompatible con las dificultades. No se trata meramente de un estilo de trabajo. Se basa principalmente en la postura combativa de los cuadros, que deriva del conocimiento de la teoría comunista, así como de la experiencia social de clase. En esta base se asienta  no comprometerse con las dificultades y las debilidades subjetivas, el esfuerzo continuo de utilizar todas las posibilidades, la implementación creativa de las direcciones, el cuidado constante y la vigilancia, el desarrollo de la evaluación autocrítica del trabajo.

En particular, un gran número de cuadros provenientes de la KNE, que se integran plenamente al Partido y asumen responsabilidades en la dirección y especialmente en el movimiento de masas, necesita una asistencia multifacética y sistemática, porque hasta entonces tienen poca experiencia de participación en el movimiento desde un cargo de responsabilidad, así como de debate ideológico y político, en una organización de masas. No tienen experiencia laboral o, a menudo, ésta es muy limitada. Otros cuadros provienen del movimiento estudiantil que, sin embargo, en la última década se caracteriza por procesos desorganizados, o trabajan en centros de trabajo con un nivel de organización sindical bajo o incluso inexistente. Como resultado, les resulta difícil expandir su acción más ampliamente, sobre todo hoy cuando la mayoría de los jóvenes tiene dificultad en orientarse a la lucha política de masas. La asistencia a los cuadros que tienen una relación más directa y experiencia del trabajo entre los jóvenes, puede mejorar significativamente la intervención más amplia del Partido en los grupos de edades jóvenes, y la orientación de las fuerzas de la KNE.

La audacia en la promoción de nuevos cuadros debe ser combinada con un trabajo sistemático para el desarrollo de cuadros obreros, para que su origen clasista sea utilizado para su maduración, para destacar sus capacidades, su formación marxista-leninista.

El Comité Central debe desarrollar criterios más exigentes con respecto a la labor efectuada por los cuadros, tanto colectiva como individualmente, lo cual por supuesto presupone que proporcionemos toda la asistencia necesaria para que no se reproduzca un modo de orientación política ineficaz y anticuada. La responsabilidad del CC tiene que ver en particular con la preparación de los cuadros de la KNE para integrarse al Partido, tomando en cuenta que las condiciones de vida han cambiado negativamente (alto desempleo, cambios drásticos en las relaciones laborales, mayores problemas familiares y personales a causa de estas condiciones, etc.). Han aumentado las presiones a causa de las grandes necesidades contemporáneas, mientras que la propia condición del movimiento, la correlación de fuerzas negativa, los problemas de militancia disminuida de algunos miembros del Partido y de algunos cuadros agregan a los demás cuadros una carga de tareas prácticas.

El Partido tiene el deber de formar a sus fuerzas que en condiciones de situación revolucionaria conducirán al derrocamiento del poder burgués, a la construcción socialista. Está preparando el futuro y precisamente esto está determinando la sucesión de las generaciones y de los cuadros.

14. Hay que combatir enérgicamente la percepción arraigada de que, en nombre de tareas organizativas estresantes, no se presta atención especial al desarrollo y a la especialización de cuadros en el trabajo ideológico, de cuadros que aseguren en general la distribución esencial y la dirección política planificada y eficaz de los órganos de dirección, a la asistencia a la KNE, a la investigación dialéctica materialista del Partido, al trabajo teórico y científico. En este trabajo se integrarán cientos de cuadros que están haciendo sus tesis de posgrado, de doctorado, así como cuadros que provienen de la clase obrera, de familias populares, con experiencia en la lucha de clases, y también en el trabajo de las Organizaciones partidarias. Las necesidades actuales no deben restar importancia a la necesidad de asignar a cuadros para recibir formación teórica a través del sistema de formación del Partido. Es un deber fundamental, de particular importancia para la preservación y el desarrollo del carácter revolucionario del Partido. El nivel teórico deficiente aumenta la rutina, la repetición sin imaginación, el trabajo práctico a expensas del trabajo teórico.

15. Es indiscutible que en todos los órganos del Partido, desde abajo hacia arriba, el Secretario de cada órgano desempeña un papel principal, porque tiene la responsabilidad general, marca la pauta de la orientación, en base a las decisiones colectivas de los Órganos. Debe darse por sentado que el secretario debe volverse cada vez más polifacético, más eficaz. Es una responsabilidad individual, pero en ello también necesita asistencia. El secretario debe ser consciente de sus deficiencias, apoyarse en los conocimientos y la experiencia de otros cuadros relativamente más especializados en otros sectores de trabajo.

En particular, el papel de los Secretarios de los Comités Regionales y de los Comités Sectoriales es importante para la distribución de tareas, para la utilización de todos los vínculos, para el funcionamiento esencial del Órgano en términos de orientación, de los asuntos que aborda, de la preparación, del tiempo de discusión, del incentivo a la escritura, de la redacción de artículos por cuadros, de la mejora de la formación individual organizada, del esfuerzo de generalizar la experiencia. Deben estar en la primera fila de la actividad política, asegurar el control colectivo, discutiendo con cada cuadro personal y constantemente. Deben ir más allá de la reunión semanal, para profundizar, especializarse, en la planificación y el conocimiento del área de su responsabilidad, de los movimientos, de cómo desarrollamos la lucha, cuál es la prioridad en la región, en el área de responsabilidad de cada Comité Sectorial y Organización de Base del Partido.

Es importante que a los camaradas que asumen el cargo de Secretario de Comité Sectorial se les dé el tiempo necesario para conocer bien la Organización, que no se hagan cambios fragmentarios, sino que la alternancia de responsabilidades se haga, tanto como sea posible, de manera organizada y planificada para su desarrollo partidario más completo, para enfrentar la rutina que se observa a menudo.

16. Hay que superar decisivamente el fenómeno de órganos que funcionen como coordinadoras de secretarios de las respectivas Organizaciones. El problema no es solo cuestión de distribución de responsabilidades, sino además de orientación en el funcionamiento de los órganos para la discusión acerca de lοs sectores de trabajo, de los frentes de lucha, profundizando la discusión ideológica, para abrir caminos, crear las condiciones para  el mejor aprovechamiento y formación de cuadros.

Los Órganos deben planificar bien la discusión de los temas, no de manera procedimental-informativa, sin incluir muchos temas en una reunión. Hay que discutir artículos de la Kommounistiki Epitheorisi, prólogos de publicaciones, organizar debates sobre publicaciones de contenido ideológico-histórico y contribuciones respectivas.

Dado que al nivel de los Órganos siguientes inferiores, principalmente las Organizaciones Sectoriales, los cuadros en muchos casos trabajan con horarios malos y no fijos, lo cual objetivamente limita su tiempo, la preparación para atender el trabajo de tal modo y para las reuniones no debe ser cancelada en la práctica por la asignación de múltiples responsabilidades que requieren mucho trabajo práctico, lo cual prefieren desempeñar debido a la gran familiaridad con esta forma de trabajo.

El propio Secretariado del CC debe superar en su composición y funcionamiento las características de coordinación de la orientación de las Organizaciones Regionales. En cuanto a la asignación de responsabilidades a los miembros del Secretariado éstas deben corresponder a áreas de trabajo en frentes de lucha. Muchos miembros de los Órganos de dirección, en primer lugar los miembros del CC así como de los Burós Regionales, tienen una gran carga de trabajo, y muchas y diversas responsabilidades. Por lo tanto se hace difícil concentrarse en lo principal, dirigir el trabajo, ayudar más esencialmente en el desarrollo de los cuadros, con suficiente asistencia y cooperación personal. El volumen de las tareas genera en algunas ocasiones una especie de cansancio y de separación del trabajo vivo con las masas, que impide el desarrollo y la maduración de los cuadros. Sobre todo dificulta el desarrollo intregral de los cuadros, independientemente de  sus responsabilidades particulares.

Para los miembros de los Órganos de dirección, desde el Secretariado del CC hasta los Comités Sectoriales, con responsabilidad de los Secretarios, hay que asegurar un conocimiento completo de la situación de todas las Organizaciones, además de las que son responsabilidad directa de cada dirigente, lo cual significa atender periódicamente las reuniones de los Comités Sectoriales de una Organización Regional o de las Asambleas Generales de las Organizaciones de base de una Organización Sectorial. Esto vale también para los miembros del CC así como para miembros, por lo menos, de Secciones básicas del CC.

 

 

Fortalecer el elemento ideológico en el funcionamiento de todos los órganos de dirección es una necesidad urgente

17. Un factor decisivo para la promoción de nuestra estrategia a través de la acción diaria es fortalecer el elemento ideológico en el funcionamiento del Partido y de la KNE, en el funcionamiento de los órganos de dirección para que se desarrolle adecuadamente la lucha ideológica en el movimiento de masas y por supuesto en la acción independiente del Partido. El Buró Político y el Secretariado del CC deben ofrecer asistencia inmediata y profunda en esta dirección. Solo así podrán ayudar efectivamente los Comités Sectoriales que son el eslabón de dirección crucial de asistencia a las organizaciones de base del Partido, en los que todavía tenemos dificultades, y es una cuestión que se había planteado de manera imperativa en el XX Congreso.

Se han dado pasos visibles en la discusión en el marco del CC de los acontecimientos y de los ajustes de nuestras elaboraciones en los frentes de lucha, en un período en que se están produciendo cambios significativos. De este modo se eleva la colectividad y se asegura que todos los miembros del CC alcancen un nivel de concepción marxista necesario sobre cuestiones básicas de la economía, los problemas de la clase obrera, de los trabajadores autónomos en zonas urbanas y rurales, que se alcance un conocimiento más profundo a través de la discusión de concepciones  ideológicas burguesas y oportunistas, con el fin de actualizar y profundizar el nivel de dirección.

Sin embargo, sigue siendo débil el análisis crítico, colectivo y profundo  de la experiencia de la lucha de clases, de la lucha ideológica y política, de la agrupación de fuerzas desde abajo en base a las opciones estratégicas y básicas del Partido, de nuestra política por una alianza social en combinación con el desarrollo de la construcción de organizaciones partidarias.

A pesar del hecho de que se han dado pasos en la discusión en torno a ciertos movimientos, como el movimiento de los trabajadores autónomos en las ciudades, de los campesinos pobres, de las mujeres de extracción populares etc, retrasa la generalización de la experiencia de la lucha de clases, las luchas por rama y sector de economía. No se han asimilado profundamente todos los criterios combinados con respecto a nuestro trabajo en el movimiento obrero que habíamos planteado en las Resoluciones de Congresos y de Conferencias Nacionales sobre el trabajo en la clase obrera y su movimiento. Por supuesto en ello ha contribuido el hecho de que no hemos logrado celebrar una Conferencia Nacional sobre el reagrupamiento del movimiento obrero-sindical, el trabajo en la clase obrera y la alianza social de acuerdo con la Resolución del XX Congreso.

18. La preparación y la organización a fondo del debate de la experiencia de la lucha de clases en combinación con la manera de dirigir, orientar, tomar medidas concretas, desde el propio CC, los demás órganos de dirección y los Grupos Partidarios [2] centrales, contribuirán a la mayor participación de todos los miembros del CC así como de otros cuadros en todos los órganos de dirección en la reflexión y discusión.

Un obstáculo básico en el desarrollo global de la capacidad de dirigir es el unilateralismo de muchos dirigentes, que, en cierta medida, se debe a su ocupación exclusiva en base a una distribución de tareas concreta y como resultado desconocen el trabajo colectivo del Órgano al que pertenecen, así como otros aspectos del desarrollo diario complejo de la lucha de clases, e incluso de la confrontación política actual. Es un fenómeno que se encuentra en todos los ámbitos de trabajo, pero es necesario asistir a nuestros cuadros con responsabilidades en el movimiento.

Persiste la debilidad de que miembros del CC que son Secretarios de Organizaciones Regionales,o dirigentes de Organizaciones importantes,  Puedan intervenir elaborando una síntesis de las conclusiones de la lucha ideológica-política, tanto general como con respecto a frentes de lucha, conclusiones de la mejora de la correlación de fuerzas en organizaciones obreras, en asociaciones de trabajadores autónomos, en asociaciones de campesinos, en estudiantes secundarios y universitarios, en la agrupación de mujeres en asociaciones y grupos de la Federación de Mujeres Griegas (OGE). Además, se observa una debilidad en elaborar conclusiones de nuestra intervención y lucha en las instituciones burguesas, en la Administración Municipal y Regional, en el Parlamento, en las universidades y otros niveles de educación escolar etc., así como del debate sobre la posición social de las mujeres, las teorías acerca del “género social” y otros frentes de lucha, como las drogas, la protección del medio ambiente, etc.

Habrá que superar su reticencia de tomar la palabra en los Órganos a causa de dudas sobre si contribuirán a la elaboración y enriquecimiento o mejora, o cuando se considera necesario corregir cuestiones que se plantean por las ponencias del Buró Político o de otros órganos. Se debe desarrollar, en primer lugar en los miembros del CC, la capacidad de elaborar un síntesis  de la acción, lo más objetiva sea posible, lejos del embellecimiento y del nihilismo. Es una capacidad que presupone un valor crítico y autocrítico, colectividad, contacto directo de todos con procesos del movimiento y diversos sectores representativos, en la medida de lo posible, de fuerzas obreras y populares.

Son cuestiones que nos conciernen a todas y a todos. Lo crucial de esta tarea no es evidente en condiciones relativamente normales, como las actuales, sino en condiciones críticas para el Partido. Históricamente hay varios ejemplos de esto.

Una expresión de las dificultades del CC de estudiar cuestiones de dirección y de elaborar una síntesis de la experiencia es que sus miembros, sobre todo los que tienen responsabilidades en las Organizaciones, tienen dificultad en contribuir con la redacción de artículos proporcionando experiencia a otros cuadros de dirección de las Organizaciones y del movimiento obrero sindical, y del movimiento de masas en general. Hay que estar conscientes de que el estudio y la elaboración de una síntesis de la experiencia a través de artículos, sobre todo en cuestiones de dirección, es un aspecto clave para el desarrollo y la plena formación de los cuadros. Es necesario que todos los miembros del CC tengan un conocimiento más integro de la actividad del Partido y no solo de sus responsabilidades.

19. Aprender a destacar los aspectos ideológicos y estratégicos de cada tarea política y de masas requiere el tiempo debido y la preparación de la discusión en cada órgano de dirección. Se requiere un espíritu colectivo en la preparación de tal discusión y no asignarlo como suele suceder a unos “expertos” o según las responsabilidades que tiene cada uno y cada una. Se requiere un gran esfuerzo de parte del cuadro de recurrir a la teoría, a la experiencia histórica, al estudio de posiciones teóricas e ideas del adversario de clase  y no solo a los elementos del debate tal como se manifiestan directamente en diversas organizaciones de masas en el movimiento. Por supuesto, hay que asignar responsabilidades respectivas de aplicación sistemática en cada Órgano, profundizar y elaborar nuestras posiciones, y no sólo o principalmente las demandas de lucha, o un programa de intervenciones, por muy necesario que sea hacer esto también.

Hay que adquirir gradualmente la capacidad y la metodología para asistir a los órganos de dirección a discutir en esencia toda acción en el movimiento, en los frentes de lucha, de destacar aspectos ideológicos y políticos de los temas principales, las contradicciones y los conflictos de intereses, la raíz de los problemas, las posiciones de las demás fuerzas políticas, de mostrar su solución. Y, por lo tanto, deben estar en conflicto y desacuerdo con los puntos de vista burgueses y oportunistas, y todo esto en  concordancia con la necesidad del socialismo-comunismo.

El Buró Político debería organizar discusiones en el CC más a menudo y sobre más asuntos ideológicos, de movimientos, cuestiones de funcionamiento, aunque esto signifique una sobrecarga en sus reuniones. En el CC se debe fortalecer el aspecto de la responsabilidad personal de todos sus miembros con respecto a la elaboración de las Resoluciones, su control y promoción, y todos los asuntos del Partido.

 

[2] Artículo 38 de los Estatutos del KKE: “El KKE dedica especial atención al desarrollo y a la orientación clasista del movimiento de masas y sobre todo al movimiento obrero sindical. Para cumplir de manera más eficaz la misión del Partido en las organizaciones populares y de masas, los órganos dirigentes del Partido forman grupos partidarios constituidos por los miembros del Partido que han sido elegidos en la dirección de las organizaciones respectivas y de otros miembros que actúan bajo su dirección para especializar y promover los objetivos del Partido. Si no hay miembros del partido en la dirección de una organización de masas, se forma un grupo compuesto por unos miembros que pertenecen a esta organización de masas y trabajan activamente en ella. Los grupos partidistas, con el consentimiento de las Organizaciones del Partido, pueden convocar reuniones de miembros y simpatizantes del Partido que pertenecen a estos sectores y actúan en ellos. Los grupos partidistas discuten los problemas de su campo de actividad, sobre la base de las posiciones generales del Partido y de las orientaciones de los órganos dirigentes correspondientes.

 

 

En cada lugar concreto debemos superar el fenómeno de configurar acciones políticas sin haberlas preparado y elaborado a fondo

29. En algunos casos, la línea de agrupar y de especializar nuestra estrategia de acuerdo con las condiciones de cada ámbito concreto se lleva a cabo de manera mecanicista, no elaborada, por lo que se hace difícil concentrar a fuerzas populares trabajadoras nuevas, sin experiencia, que vacilan o incluso sienten miedo. Por tanto, resulta difícil que se escapen de la política de la patronal, de los partidos burgueses, del reformismo, del oportunismo.

El CC, sin dar orientaciones y soluciones detalladas para cada caso particular, debe instruir y ayudar a los miembros y a los cuadros del Partido y de la KNE a pensar sobre cada problema, a adquirir criterios, a hacer uso de su mayor o menor experiencia, a hacer uso de los documentos del Partido, a mostrar espíritu de iniciativa, a buscar soluciones a los problemas, a estudiar el resultado. El CC debe ayudar a fin de que los miembros y los cuadros se percaten de errores para corregirlos.

Hay que resaltar, especialmente en el Congreso, tanto la experiencia positiva que hemos acumulado como también la negativa, errores de táctica, errores en el modo de enfrentar problemas. Particularmente en el movimiento obrero sindical, pero también en otros sectores, en la lucha y en el esfuerzo por sumar fuerzas, es común la falta de especificidad, la organización relativamente mecanicista de la lucha ideológica y de la agrupación de fuerzas. Nuestra crítica correcta, nuestra polémica es a menudo indefinida y sentenciosa, no es probatoria y concreta. Hacer crítica, diciendo que unos partidos tienen una política de “gestión de la crisis”, no resulta siempre comprensible para los obreros, para las capas populares, ni mucho menos demuestra el carácter antipopular de esta política; tenemos datos concretos y elaboraciones que nos facilitan una crítica política argumentada, es decir, podemos demostrar por qué la política de estos partidos se mueve de acuerdo a los intereses de la burguesía y, por tanto, en detrimento de los intereses de la mayoría de la sociedad.

Muchas veces, los propios miembros del CC orientamos mal a los camaradas, los grupos partidarios y los órganos que dirigimos, con consignas y trasladando textos del Partido a los comunicados sindicales, sin previa discusión a fondo con los miembros de las juntas directivas. Una confrontación ideológica acertada no consiste en la agudización superficial de la expresión verbal, y esta última tampoco nos protege del ataque ideológico del adversario de clase y de los oportunistas de todo tipo.

Con esto, sin embargo, no concluimos que la correlación negativa sea una cuestión propagandística, que no depende del funcionamiento material y político del capitalismo en Grecia y a nivel internacional, en condiciones de altísimo crecimiento de la productividad del trabajo, de prolongada legalidad parlamentaria burguesa y de tantos factores más. En estas circunstancias, conectar nuestras reivindicaciones con el socialismo, la sociedad por la que luchamos, requiere un amplio conocimiento de cuestiones y problemas nuevos, señalando las causas de estos problemas y cuestiones en base a argumentos, a una confrontación constante con la política burguesa y una conexión gradual con la perspectiva socialista.

Nuestra acción para organizar el movimiento obrero, para organizar las masas, para agrupar fuerzas –con los graves problemas que afrontan, como punta de lanza- y la labor por promover la alianza social enfrentan la presión objetiva que ejercen fuerzas obreras-populares, pero también fuerzas pequeñoburguesas, para lograr soluciones aquí y ahora, para obtener conquistas, incluso de demandas gremiales.

La respuesta a esta presión no es, por cierto, la opinión profundamente equivocada y marginalmente expresada, de que el “atrincheramiento ideológico-político”, incluso un “sectarismo” temporal, pudiera protegernos de la presión oportunista del largo período contrarrevolucionario, lo cual no ha sido transitorio, como de hecho queda demostrado. Lo que necesitamos es lo contrario: dentro del esfuerzo por organizar las masas y agrupar fuerzas, y no fuera de estos procesos, debemos desarrollar nuestra capacidad de llevar a cabo el debate con otras fuerzas, puntos de vista y posiciones. Debemos ser capaces de enfrentar a las llamadas a “echar agua al vino”; examinar cuidadosamente las demandas y el marco político que las sustenta, no resbalar hacia “demandas mínimas” o hacia la lógica del “programa mínimo”; no retractarnos en nuestra crítica a otras fuerzas en nombre de una “amplia agrupación de fuerzas”. En general: no ceder a la presión, que será fuerte.

30. Una cuestión clave es aclarar con qué criterios participamos en iniciativas, acciones y movilizaciones que surgen a nivel local. Es fundamental partir de la valoración del problema, de la demanda que se ha configurado, y no de la correlación ideológico-política entre los participantes, mientras que la amplitud relativa de la movilización tampoco puede dejarnos indiferentes. Sobre esta base, podemos superar también cierta vacilación de las fuerzas del Partido en participar con dinamismo en actividades de organizaciones y agrupaciones que no surgen por nuestra iniciativa. Al mismo tiempo, debemos estar alerta frente a la práctica de fuerzas oportunistas, de reunir sus fuerzas en nombre de algún problema y buscar atacarnos por el flanco, promoviendo supuestamente “la unidad desde abajo en contradicción con el sectarismo de los líderes del KKE”. Es necesario examinar cada vez en concreto y colectivamente tales acciones: nuestras fuerzas deben estar cabalmente preparadas para el debate ideológico.

La cuestión principal, lo que tiene mayor importancia, es evaluar a tiempo el estado de ánimo que se manifiesta por cualquier problema que está agudizándose; es tomar iniciativas, ya que, donde dejamos una brecha o nos falta resolución o iniciativas, la iniciativa se presentará dirigida por fuerzas de orientación dudosa, y dentro de ella la confrontación se hará difícil. Lo principal es lograr que nuestras fuerzas estén armadas en lo ideológico, político y organizativo con nuestras posiciones, con nuestra actitud integral frente al oportunismo, para no ser vulnerables frente a presiones y, además, -apoyadas en su accionar, en sus argumentos en el debate ideológico-político– para trabajar dentro del movimiento de tal manera que logren liberar fuerzas de las garras del oportunismo y las obsesiones anti-KKE que cultiva el oportunismo.

31. Tomando en cuenta lo anterior, debemos fortalecer todo el Partido y la KNE, especialmente a los miembros reclutados en los últimos años, para que adquieran reflejos sólidos frente al oportunismo y, sobre todo, para que puedan  sobreponerse ante sus hipócritas maniobras de “acción común” en nombre del frente “antimemorando”, “antineoliberal”, “antiderecha”, “antifascista”, como sea que este frente se muestre cada vez, en la intención de imponer la línea de un programa mínimo de reformas, de  un gobierno de transición en el terreno del capitalismo; para arrastrarnos a colaboraciones con partidos burgueses, como SYRIZA, cuya experiencia gubernamental, aunque negativa, es valiosa para el fortalecimiento de las fuerzas revolucionarias.

Lo fundamental es no subestimar el papel del oportunismo tanto en condiciones capitalistas como socialistas, ya que su fuente es objetivamente inagotable y su papel contrarrevolucionario conduce a socavar y a difamar el movimiento. En sus transformaciones superficiales e intencionadas, algunos cuadros y miembros de organizaciones oportunistas se muestran a veces defendiendo la estrategia anterior del Partido, otras veces defendiendo gobiernos de transición, objetivos políticos de transición, pero también defendiendo el rechazo del Partido Comunista como vanguardia consciente de la clase obrera del país etc. El papel del reformismo es igualmente peligroso: ejerce presión sobre las fuerzas obreras-populares por soluciones políticas y reformas inmediatas en el terreno del capitalismo, socavando de forma abierta o camuflada la lucha revolucionaria de clases. Todo esto no significa que no existan márgenes para apartar de su influencia a obreros, estudiantes, científicos, a otros trabajadores que les siguen o sobre los cuales influyen tales fuerzas. Los miembros del Partido deben ser guiados correcta y sistemáticamente en esta materia, para que puedan ejercer, delante de fuerzas populares más amplias, nuestra crítica, para que puedan hacer clara nuestra negativa a los puntos de vista y al accionar, a la práctica del oportunismo y del revisionismo en el movimiento.

32. La conciencia del momento histórico en que nos encontramos, de retroceso del movimiento obrero, de mayores dificultades para lograr resultados más concretos, nos obliga a luchar incansablemente para mejorar el estado del factor subjetivo, para fortalecer las Organizaciones Partidarias, vinculando en todo momento la función y acción de direccióndel Partido, como también la dirección política del Partido a la clase obrera, mediante nuestra estrategia, nuestro Programa, las conclusiones de la trayectoria del movimiento comunista, de las necesidades actuales de la lucha de clases.

Las contradicciones que vivimos muestran la necesidad de un gran esfuerzo, a través de discusiones, reuniones, jornadas de formación etc., para que cuestiones cruciales del dilema “capitalismo-socialismo” sean comprendidas en una mayor amplitud de temas por gente joven, de mente relativamente inquieta que ve los problemas del capitalismo, pero no percibe el socialismo como algo actual; que tiene dificultad – por los apuros cotidianos de la vida, del trabajo, de la maternidad, que también los afectan – en participar de manera estable en el movimiento, en las luchas, cuando estas no están en auge. Son problemas que tienen una profundidad mayor de lo que a menudo se percibe, que están relacionados incluso con la forma de organización del trabajo y de la vida social en general. Se exige una contienda constante contra la influencia que estas condiciones tienen sobre gente que lucha, también en nuestras filas, influencia que se intensificará a medida que pase el tiempo y no haya condiciones para un auge dinámico de la lucha de clases, para el reagrupamiento del movimiento obrero-popular en nuestro país y del Movimiento Comunista Internacional.

En esta etapa, la consciencia, la estimación del grado de disposición combativa no nos debe conducir a bajar las exigencias a nuestro propio trabajo que conciernen a todos los sectores: a la iniciativa, a la elaboración del plan, del contenido y las formas de acción, de la propaganda; a los objetivos de movilización de fuerzas, de renovación del entorno y de las fuerzas partidarias con obreros y obreras, camaradas más jóvenes, en ramas en desarrollo, en sectores de importancia estratégica.

Es responsabilidad de la dirección del Partido que no se cubran debilidades y problemas por la acción del “todo”, para que lo que hacemos contribuya de la manera más acertada posible al fortalecimiento de cada Organización Partidaria.

Los camaradas de los órganos directivos del partidoestán en la primera fila, dispuestos a aportar, con método; asumen la responsabilidad de orientar y participan en la intervención y acciones inmediatas. Al mismo tiempo, en cada caso particular es necesaria la correspondencia entre palabras y hechos; las observaciones correctas deben ir acompañadas por el esfuerzo correspondiente de mejora individual y colectiva en el área que le está asignada a cada cuadro. Hace falta discutir a fondo sobre cómo alcanzar lo mejor que podamos hacer en lo que nos corresponde, sin muchas explicaciones y sin transferir responsabilidades. Cada órgano directivo y cada cuadro debe asumir enteramente su propia responsabilidad.Así  podríamos afirmar con convicción, que cada  problema se soluciona  en su momento.

Esta cuestión se expresa también en el compañerismo individual y colectivo y en el modo que este se cultiva, partiendo de los órganos directivos y llegando a las OBP; en la calidad del debate y de la acción colectiva, en el control creativo colectivo, en las posibles acciones correctivas.

33. A través del control creativo y concreto de la experiencia de luchas, el CC en su conjunto debería poner aún mayor énfasis en dejar clara la relación del Partido con las organizaciones sindicales obreras, las demás organizaciones de trabajadores, las organizaciones de trabajadores autónomos de la ciudad y del campo, las organizaciones de la juventud y de las mujeres. El problema se vuelve cada vez más complejo en condiciones de crisis y de reagrupamiento del movimiento, de promoción de la alianza social; en condiciones en que todavía pesa el retroceso, aunque la lucha obrera y popular tiene que orientarse objetivamente hacia el socialismo.

Aspectos que hemos elaborado en congresos anteriores, y recientemente en el XX Congreso, no parecen haberse asimilado dentro del Partido, precisamente porque el control de las decisiones y de los resultados no se realiza a la luz de nuestras elaboraciones, después de una lucha o durante el proceso de una iniciativa en desarrollo.

Todavía, algunos miembros y cuadros parecen confundir hoy en día la orientación de politizar el movimiento, allanando las diferencias entre el Partido y el sindicato con orientación de clase. Algunos hablan como si el PAME fuera el líder ideológico-político del movimiento obrero. De esta forma no se va radicalizando el movimiento en una dirección de clase, sino que – ciertamente sin querer – se va sustituyendo al Partido. Varios miembros y cuadros allanan las diferencias que por su naturaleza existen entre un sindicato, un comité de lucha por un problema particular, una asociación de mujeres o una asociación de padres. Todo esto refleja debilidades en el trabajo de dirección del Partido que se agravan en la base partidaria. Muchas veces no se percibe que estos puntos de vista son erróneos, que hacen daño y dificultan nuestro trabajo. Debemos dar respuestas sin reservas, como camaradas, en los órganos del Partido, en las OΒP y respectivamente en la KNE, no solo a opiniones que tienden claramente hacia el oportunismo o que están bajo su influencia, sino también a opiniones que expresan ignorancia y confusión.

Se ha acumulado ya bastante experiencia dentro del movimiento. Por ejemplo, en las Conferencias Panhelénicas para los autónomos de la ciudad y del campo, hemos adquirido experiencia de cómo trabajar con agrupaciones radicales, cómo adaptar el trabajo a nuevas realidades y – en base a la experiencia ganada – cómo trabajar con fuerzas políticamente desorientadas, cómo manejar asuntos cuando no tenemos la mayoría absoluta o cuando fuerzas nuevas, sin experiencia, entran masivamente en la lucha debido al agravamiento de los problemas.

Aunque habíamos localizado correctamente algunos esquematismos en la cuestión de fomentar la alianza social en una dirección anticapitalista-antimonopolista, todavía existen problemas en la práctica. Al planificar movilizaciones conjuntas del PAME, de las organizaciones campesinas, de los trabajadores por cuenta propia, del Frente Militante de Estudiantes, de la Federación de Mujeres de Grecia no se lleva a cabo un debate sustancial, a fin de profundizar la acción conjunta, de hacer la lucha más eficaz.

34. En el marco de la acción colectiva, hay que garantizar que los cuadros dispongan del tiempo y espacio necesarios para prepararse y participar cabalmente en la discusión dentro de los órganos de dirección, en los grupos del Partido, en las OBP, a fin de afrontar la debilidad que existe en la elaboración de marcos de lucha y reivindicaciones que tengan la profundidad ideológica requerida, en la comprensión de los criterios de selección de las demandas, en trabajar la línea de agrupación, pero también en cuestiones relativas a la estructura del movimiento sindical.

Una serie de cuadros de los órganos directivos que están a cargo del trabajo sindical, aunque activos en la lucha, a menudo no se preparan suficientemente para contribuir a elaborar una síntesis de  la experiencia del desarrollo y del avance de la lucha de clases. Es un problema que hay que afrontar de forma práctica y decisiva, porque nos encontramos en un período de transición hacia una generación de cuadros sindicales que necesitan adquirir y desarrollar características multifacéticas para salir adelante en las actuales condiciones de organización del trabajo sindical, ampliando aún más la capacidad colectiva de las y los comunistas de ser organizadores de masas, arraigados en los centros de trabajo.

Nos estamos quedando atrás en destacar a los miembros del Partido como verdaderos líderes populares en todo lo que concierne a la familia obrera-popular, al trabajo o al lugar de residencia y de estudio, principalmente a nivel de la OBP y de los Comités Sectoriales del Partido y de la KNE. Sin este factor, el trabajo ideológico y político quedará fragmentado y sin fundamento sólido. Hay que poner especial cuidado hoy en día en formar cuadros, miembros y órganos que no reproduzcan los axiomas teóricos en general, sin poder ponerlos en práctica, sin vincularlos al trabajo de vanguardia en el ámbito donde actúan, en el movimiento de masas, en todas partes. Obviamente, no es fácil invertir esta situación de la noche a la mañana, pero se trata de un camino de sentido único y se necesita tomar medidas tanto desde “arriba” como desde “abajo”.

Todavía no estamos libres de problemas en la formación y el funcionamiento de los grupos del Partido, especialmente en las organizaciones sindicales de primer grado; problemas relativos a las tareas de estos grupos, a la manera en que tratan de llevar a la práctica las resoluciones del Partido respecto a la responsabilidad de los comunistas en el funcionamiento y la orientación de los sindicatos. Sigue faltando una planificación a largo plazo referente a la rama y el área de responsabilidad, al mejoramiento del grado de organización, al análisis de la intervención del adversario, al funcionamiento del sindicato; a los temas que se abren, al marco reivindicativo que elaboramos, a nuestros objetivos para ampliar la vanguardia y la infraestructura en el movimiento, a la disposición de fuerzas que se requiere. En los planes de acción, a menudo se sobrecarga a la junta de dirección, el trabajo no se reparte, la acción adquiere la forma de campañas temporales de cara a determinadas estaciones. En los grupos del Partido de organizaciones sindicales secundarias (Federaciones y Centros Laborales) se lleva a cabo una discusión demasiado general sobre la situación, se aporta una experiencia indefinida que resulta fatigosa e ineficaz.

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