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Presentación del folleto Vida de Ernst Thälmann

 

 

 

Presentación del folleto Vida de Ernst Thälmann

 

 

 

Por Ángel Chávez Mancilla,
Director del Órgano Central del
Partido Comunista de México

 

Con este tercer número de Vidas Consagradas a la Lucha, al igual que con las demás biografías de militantes comunistas, surge la pregunta: ¿Por qué interesaría a los comunistas mexicanos del 2021 conocer la vida de este personaje? Empecemos por decir que la de Thälmann es una vida ejemplar, que muestra la entrega, el compromiso y la abnegación para con la labor de lucha por el socialismo y el combate contra la burguesía en cualquiera de sus gestiones, incluidas el fascismo y la socialdemocracia.

En segundo lugar, pone en evidencia que los mejores combatientes por el socialismo han surgido de las filas de la clase obrera y que la modesta procedencia de un hogar proletario no se opone a ocupar un papel central en la dirección política de la clase obrera, en la lucha por desaparecer la explotación del hombre por el hombre. Personajes como Ernst Thälmann surgen de entre las mujeres y hombres que se fraguan en la lucha obrero/patronal que se da continuamente en los sindicatos, fábricas y corredores industriales; pero esto pasa sólo si logran enlazar las múltiples luchas económicas y el movimiento obrero del que forman parte con la guía del marxismo-leninismo. Sólo uniendo al movimiento obrero con la ideología socialista, los obreros pueden caminar rumbo a resolver de forma definitiva la explotación y opresión por medio de la construcción del socialismo.

La vida de Thälmann transcurrió en medio de la tempestad, nacido durante el periodo de consolidación de la fase imperialista del capitalismo. Vivió la guerra interimperialista, la Primera Guerra Mundial, y atestiguó el surgimiento del primer estado socialista a raíz de la Revolución Socialista de Octubre en Rusia. También vio aparecer la contraofensiva de la burguesía en su expresión más reaccionaria en contra del proletariado organizado: el fascismo, cuyo cometido era extinguir al país multinacional del poder obrero y encaminar a la humanidad a la nueva guerra interimperialista que fue la Segunda Guerra Mundial.

Ante la actual situación en que el imperialismo se sume nuevamente en una crisis económica agravada con la crisis sanitaria del Covid-19 y en que el espectro de una nueva guerra interimperialista se pasea nuevamente detrás de las disputas comerciales de los centros imperialistas, la vida de Thälmann nos debe hacer pensar que es en medio de la tormenta que se forjan los combatientes y los jefes de la clase obrera. Justo es en este momento que nos ha tocado vivir en que se deben forjar los revolucionarios que mañana se pondrán al frente de los combates decisivos para abolir la explotación. Es decir, en tercer lugar la vida de Ernst Thälmann debe interesar a los comunistas de México porque es un llamado a ocupar su puesto en la guerra de clases en que vivimos y la que se agrava con perjuicio sobre los trabajadores de todo el mundo y a favor de los monopolios.

Por último, la vida de Thälmann es de interés pues permite obtener lecciones para la labor política de los comunistas en este país.  Frente a la idea de destacar las particularidades nacionales por sobre lo general, hay aspectos que son válidos para cualquier lugar en que exista la lucha entre la clase obrera y los monopolios. En esta ocasión haremos referencia a la necesidad de combatir la gestión burguesa de la socialdemocracia como lo que es: enemiga de la clase obrera.

Esta lección es de gran valor en este tiempo que México es gobernado por una fuerza de la nueva socialdemocracia, MORENA, y su caudillo López Obrador. Es verdad que aún hoy buena parte de los trabajadores continúa esperando algún tipo de transformación a su favor y no reconoce que los males que se están padeciendo son responsabilidad del capitalismo y su gestión socialdemócrata. Resulta necesario tomar en cuenta que la labor de los comunistas debe ser incansable en cuanto a desenmascarar las políticas anti obreras y anti populares.

El destacar la lucha contra la socialdemocracia encabezada por Thälmann también nos permite hacer patente que es falsa la acusación de los revisionistas y demás reformistas en contra de los comunistas, sobre que fue la posición “sectaria” y de confrontación con los socialdemócratas lo que permitió el ascenso del fascismo encabezado por Hitler. Esta gran mentira falsifica lo ocurrido realmente, pues los comunistas siempre se encontraron en disposición de colaborar con los obreros y demás trabajadores para poder hacer frente al fascismo, e incluso buscaron la alianza del partido socialdemócrata para hacer frente a Hitler cuando éste llegó al poder. La oposición de la socialdemocracia fue la que entregó a los trabajadores alemanes y del mundo a las fauces del fascismo.

La experiencia de la lucha de clases en Alemania comprueba, desde el caso de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, que la socialdemocracia no es una fuerza de izquierda amiga de los trabajadores, es una expresión de la burguesía. De hecho fueron los socialdemócratas los que de forma reiterada se negaron a hacer frente común contra las fuerzas fascistas y por el contrario las respaldaron en sus atentados y ataques a los comunistas. De esta forma colaboraron abriendo las puertas al fascismo. Bajo el gobierno socialdemócrata los comunistas recibían embates de los nazis sin que la policía interviniera para evitarlo [1]. Además, la misma policía socialdemócrata disolvía de forma violenta las manifestaciones del Partido Comunista de Alemania (KPD). Cuando para resguardarse de las agresiones de los grupos fascistas se creó la Federación de Combatientes Frente Rojo, organización de defensa de los trabajadores, ésta fue prohibida por el gobierno socialdemócrata. Otro ejemplo es que cuando Ernst Thälmann padeció un atentado contra su vida, los culpables fueron buscados y detenidos porque los trabajadores presionaron al gobierno, pero la socialdemocracia posteriormente los dejó en libertad. Los comunistas fueron los más consecuentes luchadores en contra del fascismo, los primeros en oponérsele.

[1] Al respecto de la complicidad del gobierno socialdemócrata y los grupos fascistas en el hostigamiento y ataques armados que cobraron la vida de jóvenes comunistas  en las décadas de 1920 y1930. pp. 30-32. Erich Honecker da testimonio en Algo de mi vida.

 

Pero el choque contra la socialdemocracia que mutaba en socialfascismo no implicó un sectarismo y alejamiento de las masas trabajadoras. De hecho, una de las conocidas frases de Ernst Thälmann es: “¡Hay que dar fraternalmente la mano a los trabajadores socialdemócratas!”. Esto implicaba que los comunistas buscaron siempre hermanarse, destacando que las políticas socialdemócratas afectan al conjunto de los trabajadores independientemente de su filiación partidaria. En la batalla económica concreta se puede aprender que la defensa de las condiciones de vida de los trabajadores y la solución para sus males está en la lucha por el socialismo con el Partido Comunista al frente.

Además de las fuerzas socialdemócratas y fascistas, Thälmann también tuvo que enfrentar las posiciones de derecha que habían anidado en el KPD y que Bujarin –al mando la Internacional Comunista (IC)— consintió, hasta desembocar en el caso Wittorf y Thälmann, buscando apartar a éste de la dirección del Partido. Tal acto en realidad era muestra de la oposición que las fuerzas de derecha emprendieron contra la línea del VI Congreso de la IC, que había optado por la táctica “clase contra clase. La cuestión se resolvió cuando las acciones de Bujarin fueron censuradas y se restableció a Thälmann en la dirección del KPD.[2] 

[2] Al respecto véase el apartado III. Discrepancias en cuando a la Internacional Comunista, de “Sobre la desviación derechista en el PC (b) de la URSS”, en Stalin. Obras completas. Tomo XII. Moscú, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1955. pp. 21-29. También véase “Sobre el peligro de derecha en el Partido Comunista Alemán”, en Stalin. Obras completas. Tomo XI. Moscú, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1955. pp. 313-331.

 

Pese a los enfrentamientos al interior del Partido, y ante las fuerzas burguesas, Thälmann logró liderar frontalmente a los comunistas alemanes contra los  fascistas, motivo por el cual miles de comunistas fueron las primeras víctimas del terror nazi. Es menester recalcar que los comunistas construyeron organizaciones de masas que de forma abierta, con huelgas y manifestaciones, pero luego de forma armada y clandestina combatieron al fascismo sabiendo que la vida les iba en ello. Tales hechos han querido ser ocultados por la historiografía burguesa. Los revisionistas han incurrido en esto, destacando a intelectuales seudo marxistas y pensadores burgueses como opositores a la dictadura fascista, ocultando que son los militantes del KPD como Thälmann, los obreros y campesinos comunistas y antifascistas, los que merecen el reconocimiento de haber hecho frente a la maquinaria de muerte.

Para fortalecer ideológicamente a los militantes del Partido se incluyen en este folleto una traducción de tres fragmentos de un texto de Thälmann  que data de 1932. El primero, “Sobre nuestra estrategia y táctica en la lucha contra el fascismo”, material de gran importancia para comprender la categoría de socialfascismo, expone que la socialdemocracia como fuerza política de esencia burguesa es la  continuadora del dominio del capitalismo y por tanto es enemiga de la clase obrera y, además, en lugar de contribuir a que el proletariado avance en sus posiciones revolucionarias, se convierte en bisagra. Thälmann  aclara en su texto que el paso del gobierno socialdemócrata a la dictadura fascista no se da por medio de una sustitución mecánica del primero por la segunda, sino que ambas formas de dominación burguesa se encuentran eslabonadas y son usadas para oprimir a la clase obrera, sofocando la salida revolucionaria, por lo que los comunistas deben mantener su lucha contra la socialdemocracia.

Por último, aprovechamos este espacio para anunciar que en este año también se publicará el libro Ernst Thälmann. Contribución para una biografía política, de Willi Bredel, como parte de la labor de la Editorial Revolución, del Partido Comunista de México, y de la Editorial Templando el Acero. Sumado a esto, ya trabajamos en la traducción del folleto de Henri Barbusse ¿Usted conoce a Thälmann?, texto en que la pluma del novelista francés resume la vida y lucha del comunista alemán, para ser editado en una segunda colección de Vidas Consagradas a la Lucha.

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