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El regreso de El Machete, remedio para los males del nuevo gobierno burgués

 

 

Editorial

 

A casi un año de ocurrida la emergencia sanitaria que aceleró la crisis económica de sobre producción y sobre acumulación del capitalismo, el balance para la clase obrera y los sectores populares es desfavorable. Se ha profundizado la pobreza y la explotación, más de 5 millones de personas se han sumado a la estadística de pobres, alrededor de 150 mil pequeños negocios de contrapropuestas han cerrado, más de 2.5 millones de trabajadores han perdido el empleo y las patronales han vulnerado los derechos laborales (vacaciones, disminución de salario, despidos injustificados, modificación de contrato colectivo, retiro de prestaciones y bonos, etc.), para cargar a la clase obrera el costo de la crisis, y que, los monopolios se sigan enriqueciendo aún al costo de la salud y vida de los trabajadores.

Además de estas afectaciones inmediatas, se consolidaron golpes de largo plazo contra los trabajadores, tal como la firma del nuevo tratado de libre comercio entre los monopolios de México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), la militarización del país, y por la vía de los hechos el establecimiento de nuevas formas de explotación como el teletrabajo o “home office”, el decreto de leyes que criminalizan la protesta, la entrega a los militares de puertos y demás sectores que los inmiscuye en la economía.

Al de por sí desfavorable panorama que enfrenta la clase obrera, se suma el que existe un retroceso en el desde antes bajo nivel de organización de la clase obrera. El sindicalismo colaboracionista o charro se reestructuró para seguir otorgando el control de los trabajadores a los intereses de los empresarios, en algunos casos con nuevos rostros de líderes y en otros reciclando personajes de forma descarada. Las organizaciones campesinas continúan sin poder hacer frente al golpe que se les dio con la entrega “sin intermediarios” de los apoyos económicos a los trabajadores del campo. Organismos de lucha que antes se habían movilizado como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y otros sectores del sindicalismo democrático, hoy se encuentran postrados sin luchar. La gestión socialdemócrata ha logrado desmovilizar buena parte de las agrupaciones y movimientos que se encontraban en lucha, y mientras se encuentran a la expectativa de algún cambio, se oxidan sus mecanismos de organización disponiéndose para ceder hasta en el terreno de la lucha económica.

Todas estas acciones son muestra de lo lesiva que está resultando la gestión socialdemócrata del partido MORENA y López Obrador para la clase obrera. Mientras en el discurso se proclama a favor de “los pobres”, en la realidad sirve a los intereses de los empresarios, y amalgama esta evidente contradicción apelando a la “unidad nacional” y el “bien de México”, el resultado es que los únicos mexicanos que han podido hacer sortear la pandemia y hasta acrecentar su riqueza son los monopolios.

El otro recurso que usa el actual gobierno para ocultar su carácter antiobrero y antipopular, es revestirse de ser un capitalismo “socialmente responsable”, es decir, intenta humanizar al capitalismo para encerrar a los trabajadores en la lógica de explotación y ocultar la necesidad de destruir el capitalismo como única salida contra todos los males sociales. De esta forma presenta algo viejo como nuevo, pero en todo caso imposible, un capitalismo aparentemente preocupado por los trabajadores, pero que no logra resolver los profundos problemas con que se enfrenta la clase obrera. Sumado a esto, en el contexto de crisis económica, se hace aún más complicado que el gobierno burgués pueda sostener las “dádivas” necesarias para ponerle al capitalismo la máscara de “humano”.

Mientras este cuadro social se desarrolla, el Estado burgués se encamina a un nuevo acto del teatro de la democracia burguesa, ya empezados los movimientos rumbo a las elecciones del 6 de junio, el actual gobierno quiere encerrar a la clase obrera en el falso dilema de tener que elegir el supuesto “mal menor” y apoyar a la actual gestión actual o colocarse con la otra expresión de la burguesía que agrupó al PAN, PRI y otros partidos. Ante este proceso electoral los comunistas consideramos que, no habiéndose hecho una reforma en materia electoral que verdaderamente permitiera a nuestro partido y a otras expresiones políticas anticapitalistas participar en las elecciones,  actualmente no existe en el ámbito electoral ninguna opción que represente los intereses de la clase obrera o una posición revolucionaria.

Visto el panorama de conjunto, la orientación más general que tenemos los comunistas es continuar la labor de base entre la clase obrera de que solo el socialismo da respuesta a las necesidades de todos los trabajadores, de la clase obrera, campesinos pobres y sectores populares. Ninguna gestión capitalista puede terminar con el desempleo, tampoco con los niveles de pobreza, pues su interés es acrecentar la explotación al costo de empobrecer más a los explotados. Solo un gobierno obrero, la dictadura del proletariado, puede garantizar el extirpar los grandes y profundos problemas de la clase obrera poniendo en sus manos la enorme riqueza que genera, pero que, hasta ahora les es robada por los monopolios. Los comunistas no queremos más limosnas o beneficencia, queremos todo para la clase obrera, el poder político, la riqueza, la salud y la felicidad.

En este contexto el Partido Comunista de México ha decidido reforzar su labor y vínculo con los trabajadores, una de las medidas que se adoptó para dicha labor es la transformación de su Órgano Central, Periódico El Comunista, en Periódico El Machete, nombre del importante periódico fundado por David Alfaro Siqueiros, y que fue el órgano central de la sección mexicana de la Internacional Comunista en la década de 1920 y 1930. Hemos elegido el 1° de mayo para que saliera el no.1 de El Machete, por considerar que el mejor presente que se puede dar a la clase obrera de México en el día de los trabajadores, es brindarle un arma para su organización y lucha.

Agradecemos a los colaboradores y lectores de El Comunista el apoyo brindado, y reiteramos que el proyecto iniciado bajo ese nombre no termina, sino que se cualifica con  el retorno de El Machete, medio por el que los trabajadores de México tendrán una voz que defienda sus intereses, una bandera de lucha para su organización política y sindical, así como el amparo de la tradición de lucha que caracteriza a los comunistas. Las páginas del periódico El Machete estarán siempre abiertas para expresar la voz de la clase obrera, la denuncia contra los explotadores y la ruta para la emancipación de la explotación del hombre por el hombre. A partir de ahora las notas, denuncias obras, imágenes y demás materiales deben ser enviados al correo [email protected]

Ante la continuidad de la explotación capitalista, el remedio es el mismo, el socialismo, y para poder construirlo los trabajadores necesitan una herramienta, esta es El Machete. Con el regreso el regreso de “el filoso”, como se le conoció el pueblo al periódico de los comunistas del pasado siglo, podemos volar  decir con Graciela Amador: “El Machete sirve para cortar la caña, para abrir las veredas en los bosques umbríos, decapitar culebras, tronchar toda cizaña y humillar la soberbia de los ricos impíos”

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