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Línea 12, el crimen colectivo de la burguesía

 

 

Por: Diego Torres, Segundo Secretario de Comité Central del PCM

 

El mayor desastre del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México en casi medio siglo ha demostrado sangrienta y sonoramente la lógica bajo la cual son gobernados millones de proletarios y ciudadanos pobres capitalinos, la lógica del capitalismo. Bajo la máscara socialdemócrata sostenida durante las últimas dos décadas y media se edificó el mito de administraciones supuestamente preocupadas por los más pobres, de un capitalismo con rostro humano, donde la gestión del transporte masivo como una parte más de esa política, se enfocaba en resolver la necesidad básica de transporte urbano. La realidad es que el subsidio al transporte ha ido en función de ahorrarle al capital en su conjunto un gasto y de mantener la mano de obra disponible desde cualquier parte de la enorme urbe que funcione como ciudad dormitorio hacia cualquier otra parte donde una empresa la requiera. Si los obreros tuvieran que movilizarse en unidades de transporte menos masivas y menos eficientes eso se traduciría en limitar la disponibilidad de la mercancía fuerza de trabajo, y a su vez si tuvieran que asumir los costos totales más elevados sin subsidio, eso a su vez impactaría como presión a la hora de determinar el precio de la fuerza de trabajo. Se trata para la burguesía de una necesidad tanto como lo sería el transporte de materia prima, de ganado, de maquinaria. En otras palabras, no es la clase obrera la que, a través de sus representantes, partidos o votos, gestiona obras para su beneficio con sus criterios de un valor de uso de calidad, si no es la administración burguesa la que resuelve una necesidad ineludible del capital viéndonos como vidas baratas.

La verdad no se queda quieta, como si se cayeran al menos temporalmente y al menos parcialmente vendas de los ojos, los trabajadores que a diario usan las instalaciones del metro dejan de ver como algo “normal” y “aceptable” las ruinas y monumentos a la corrupción entre las que se desplazan. Instalaciones inundadas, atestadas de desperdicio, pandeadas, con boquetes, apagones, incendios, etc., comienzan a señalarlo con urgencia e indignación. La verdad de que toda obra, toda infraestructura destinada al uso de los trabajadores y sectores populares en este país es precaria, deficiente, mal hecha, y en última instancia las matemáticas del máximo ahorro de recursos monetarios tiene correlación con el máximo peligro para la vida de los usuarios, por ahora esto es inocultable. Cuando se trata de un valor de uso consumido por la burguesía, cuando se trata de sus palacetes, auditorios, resorts de descanso, sus oficinas en rascacielos, sus jets privados, sus yates, sus campos de golf, etc., estos no escatiman en seguridad, ingeniería, materiales o diseño. Cuando se trata de gasto público ejercido en cualquier rubro que sea destinado para el uso de la clase obrera, entonces lo único que sobrará serán los recortes y el desfalco.

En la rebatiña electoral, las facciones de administradores burgueses tratan tanto de ocultar la esencia del problema como de aprovecharlo para su politiquería de manera grotesca. Del lado de la oposición burguesa tenemos espectáculos de carroña como la que dieron los diputados panistas Federico Doring y Christian Von Roe; que tratando de lucrar con la tragedia ignoraron la desesperación de la señora que pide información sobre su hijo desaparecido insistiendo en que los acompañe en ese momento a demandar a Claudia Sheinbaum. Convenientemente ignoran la responsabilidad de sus aliados como Mancera. Misma amnesia cínica que despliega AMLO y Sheinbaum, que no pueden deslindarse del proyecto que ha administrado la Ciudad de México y su sistema de Transporte desde 1997, o la facción parlamentaria de Morena que al tiempo que exige a la opinión pública esperar peritajes para acallar críticas al mismo tiempo exonera sin esperar dicho peritaje a Ebrard. Una y otra facción de la burguesía se expondrá, se demandará, se desnudará, procurando ninguno de ellos llegar a la médula de la verdad más que a medias.

Al no tener ningún compromiso con ninguna de las dos facciones y programáticamente ser intransigentes con cualquier defensa del orden burgués se puede señalar desde el campo del marxismo a los responsables todos, a caracterizarlo como un crimen colectivo de la burguesía. Un crimen premeditado, pues consta que vecinos de Tlahuac alertaron sobre grietas tras el sismo de 2017, constan protestas de trabajadores del metro que instaron a las distintas administraciones a tomar cartas en el asunto, constan gastos millonarios en supuestas rehabilitaciones y adaptaciones.

Es responsable Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno del Distrito Federal del 2006 a 2012, ex militante del PRD, ahora de Morena, actualmente Secretario de Relaciones Exteriores de México. Fue el principal impulsor y responsable de la construcción de la Línea 12, proyecto que sometió al cálculo electoral de corto plazo pues fue su exigencia el inaugurar la obra antes de finalizar su mandato y a tiempo para arrancar su precampaña. Después de concluir la obra huyó a Francia acusado de Desvío de Recursos en el proyecto de Línea 12.

Es responsable Enrique Horcasitas Manjarrez, director general encargado del Proyecto Metro de 2006 a 2012 y el ingeniero responsable por la construcción de la Línea 12. Al momento de entregar la obra según sus propias palabras fue “en perfectas condiciones y utilizable”. Igualmente, responsable es Francisco Bojórquez, quien fue director del STC Metro durante la construcción de la línea 12.

Es responsable Mario Delgado Carrillo, en ese entonces Senador del Distrito Federal, ex militante del PRD y hoy en día Presidente Nacional de Morena. Fue acusado de desvío de recursos en la obra de la Línea 12, fue el responsable de la decisión de recortar el presupuesto inicial al punto de volver inviable un proyecto totalmente subterráneo forzando los tramos elevados, y es también el responsable directo del caprichoso criterio de utilizar ruedas metálicas con mayor dureza que los rieles.

Es responsable Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México de 2012 a 2018 y actualmente Senador por parte del PRD. Fue el encargado máximo del mantenimiento a la Línea 12 después de las deficiencias encontradas. Supuestamente durante su administración fue intervenida la Línea 12 más de un año para rehabilitación.

Son responsables, Joel Ortega Cuevas y Jorge Gaviño, ambos directores del Sistema de Transporte Colectivo durante el período 2012-2018. Durante sus administraciones se intervino la Línea 12, se inició y se entregó la obra de reforzamiento del viaducto elevado justo en el tramo que se desplomó.

Es responsable Claudia Sheinbaum, actual Jefa de Gobierno de la Ciudad de México por Morena. No solo por sostener contra viento y marea a Florencia Serranía, sino que es su administración la que ha reducido el presupuesto a mantenimiento otorgado al Sistema de Transporte Colectivo a un mínimo extremadamente riesgoso.

Es responsable; por supuesto, Florencia Serranía Soto, actual Directora General del Sistema de Transporte Colectivo. A su entrada como directora del Metro de la CDMX por segunda ocasión, se adjudicó inexplicablemente la doble función al autonombrarse también Subdirectora de Mantenimiento. Ejerciendo la doble función ha sido responsable del choque de trenes de Tacubaya el 10 de Marzo del 2020, el incendio del Puesto Central de Control en Enero de 2021, el incendio y corto circuito del 23 abril 2021, y para rematar el desplome de la Línea 12; junto con una larga lista de fallas y accidentes menores. A pesar de que su actuar escandalosamente inepto ha costado la pérdida de vidas, continúa impunemente en su cargo respaldada por la Jefa de Gobierno, pues ha sido impuesta justamente para administrar el desfondamiento del Sistema de Transporte Colectivo. Vale la pena mencionar que se trata de una mujer de la burguesía, dueña de Urban Travel Logistics, empresa que curiosamente obtuvo la concesión de la Estación de Transferencia Modal (ETRAM) Ciudad Azteca y de la ETRAM Cuatro Caminos, además de la operación del Tren Turístico Puebla-Cholula. Serranía también ha formado parte del proyecto Smart Passenger, un sistema de prepago electrónico para transporte público, y de Smart Parking, un sistema electrónico de pago para estacionamientos públicos de manos libres, con la Plataforma IAVE. Es socia de Mercurio Leasing, Audingmex, Adingtraesa, Didimex, Grupo Prodi, y hasta la multinacional empresa energética Poyry.

Todas sus cabezas deben caer, naturalmente, pero esto ocultaría a los vampiros mayores a los cuales estos personajes sirven.

Es responsable el consorcio de empresas ICA México / CARSO Infraestructura Y Construcción de Carlos Slim; que junto con ALSTOM fueron encargadas de la Obra Civil y Electromecánica de la Línea 12. Actualmente estas empresas participan en la construcción del Tren Maya. El Tramo 2 se adjudicó a Operadora Cicsa (CICSA) y FCC Construcción (FCC) en abril de 2020, ambas propiedades del magnate Carlos Slim, mientras la construcción del Tramo 4 del proyecto fue adjudicada de forma directa a ICA por tener la concesión del trazo correspondiente. La francesa Alstom es una de las compañías interesadas en la convocatoria de material rodante de hasta 70 trenes para el Tren Maya, uno de los mayores contratos del proyecto.

Es responsable Consultora Rioboo, SA de CV, quien fue asignada para el proyecto estructural de la línea 12. Empresa que estuvo involucrada en los segundos pisos, viaductos, pasos elevados, y actualmente en el Aeropuerto de Santa Lucía.

Es responsable la empresa española Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), S.A. encargada de la Fabricación y Arrendamiento de los trenes FE-10 de la Línea 12 conscientes de su incompatibilidad con las vías.Es responsable el consorcio alemán TÜV, empresa encargada de la certificación de seguridad de la Línea 12 por la cual obtuvo el pago de 119 millones de pesos. Lo mismo las calificadoras y certificadoras internacionales DB International Gmbh, ILF Berantende Ingenieure A.G., Hamburg Consult Gmbh y la Operadora del Metro de Bruselas, quienes afirmaron que la obra era completamente segura y funcional.

Son tantos los implicados que la materialización de la justicia sería un macrojuicio contra todos los responsables y expropiación de sus empresas. Por lo pronto, la enorme e insatisfactoria brecha entre la aspiración de justicia y el resultado que podemos anticipar de las correlaciones políticas actúa como un factor de ebullición en la subjetividad de los trabajadores y los capitalinos de sectores populares. Es necesario desnudar ante las masas los intentos de politiquería tanto por la reacción como la socialdemocracia, señalar las manos sangrientas de toda la colectividad burguesa involucrada y que solo un poder obrero los llamará a entregar cuentas. Creo necesario para el Partido respaldar, utilizar e impulsar todas las formas de lucha que adoptan las masas frente al problema: protestas, marchas, paro, metro popular, demandas, escraches, etc., procurando orientarlas hacia objetivos que ayuden a vislumbrar el enemigo de clase.

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