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“Clase media”: entre lo que cree ser y lo que es

Foto tomada de internet

 

Por Lorena Vargas

En las últimas semanas, tras las declaraciones de López Obrador en sus ya famosas mañaneras respecto al “aspiracionismo” de la “clase media”, una diversidad de medios burgueses ha prestado sus espacios a la discusión en torno a lo que “clase media” refiere y lo que representa para la política actual en México.

Estos análisis, que parten de concepciones ideológicas burguesas, se esfuerzan por consolidar una idea de un estrato medio en la sociedad que se distingue particularmente por sus cualidades emprendedoras, de superación personal, laboral, profesional, etc., y por su lugar en el mercado, contrario al análisis marxista-leninista, que distingue claramente a una clase de otra por su lugar en el modo de producción existente y su papel en la lucha de clases.

Las columnas de medios como El Financiero, El Economista, El Universal, La Jornada, entre otros, aferrándose a la idea de la clase media, se llenaron de los más ingeniosos argumentos y extraordinarias premisas que, a su manera, reafirmaban la existencia de tal clase. Al “clasemediero” común lo ubican entre el pobre y el rico, que se diferencia del trabajador asalariado común por sus estudios universitarios y oportunidades laborales, por tener mejores ingresos y una calidad regular de servicios de salud y educación, entre otros tantos mal llamados “privilegios”, que no son otra cosa sino los más básicos derechos.

La única divergencia con el gran capitalista, según los teóricos burgueses, es que el clasemediero está “unos pasos más atrás” que éste, confirmando el discurso de que, con una mentalidad emprendedora, esfuerzo y dedicación se puede salir de la pobreza. “El pobre es pobre porque quiere” ha sido su consigna, como si con simples cambios de actitud, y no por las condiciones de la realidad material, se determinara el estrato socio-económico al que uno pertenece. Ahora bien, es esta actitud de la clase media lo que López Obrador ha señalado como un efecto nocivo para su Cuarta Transformación; señala que quiere «constituir una clase media más humana y más fraterna»[1], y que ésta fue víctima de la manipulación mediática de la autodenominada oposición, justificando de esta forma que en las pasadas elecciones intermedias, su partido Morena perdiera más de la mitad de sus candidaturas en la Ciudad de México.

En otras palabras, el discurso de la socialdemocracia pasa por sostener la existencia de este estrato intermedio que constituye un eslabón conveniente de la teoría económica-política de la burguesía, pues su concepción de clase se basa en el lugar que ocupan determinados grupos por sus ingresos y acceso a bienes, y no por su lugar en la producción. Esto es, que el economicismo clásico ubica a las clases en una escala del estrato más bajo al más alto por el total de salario que recibe, los gastos que hace, los artículos tecnológicos que posee, el grado de estudios que ha alcanzado, entre otras categorías, eludiendo así a la tesis marxista-leninista de composición de clase, que las define «por el lugar que ocupan en un modo de producción social históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción […], por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo, y, consiguientemente, por el modo de percibir y la proporción en que perciben la parte de riqueza social de que disponen. Las clases sociales son grupos humanos, uno de los cuales pueden apropiarse el trabajo de otro por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social[2]

Como discurso, la clase media ha resultado un elemento importante para la consolidación de la influencia de la ideología burguesa sobre la clase proletaria. López Obrador afirma que su intención con su gobierno es tener más clase media, «sacar de la pobreza a millones de mexicanos, que mejoren en sus condiciones de vida, en sus condiciones de trabajo»[3], como si la mejora de las condiciones materiales de los proletarios fuera un resultado directo de las reformas de la ley burguesa vigente que no toca, y de forma consciente, al modo de producción que realmente divide a esta sociedad en dos grandes grupos antagónicos: la clase burguesa y la clase proletaria, o sea, los explotadores y los explotados.

Con las condiciones actuales de crisis que vive el capitalismo en México y en todo el mundo, la agudización de la lucha de clases se ha elevado también en términos de la tendencia a la proletarización, efecto que se ha resentido en millones de hogares de la clase trabajadora en el país, y por lo cual pueden confirmar la degradación de la calidad de vida con los constantes golpes de políticas antiobreras y antipopulares que se traducen en «el aumento en el desempleo, los despidos injustificados, la disminución de salarios, la perdida de “trabajos formales” y la quiebra de los pequeños trabajadores autónomos, artesanos, cuentapropistas y campesinos»[4]. Del mismo modo, la precarización de servicios y la pérdida de derechos ha significado un retroceso en la lucha del movimiento obrero afectando gravemente a todo el conjunto de la clase y los sectores populares.

El fenómeno que los medios burgueses perciben como un “decrecimiento de la clase media” es en realidad la tendencia a la proletarización y pauperización; es el aumento de trabajadores que no poseen ningún medio de producción, profundizando de esta manera la división entre burgueses y proletarios, acrecentando aún más la acumulación de la plusvalía por parte de la clase capitalista y precarizando las condiciones de vida de los trabajadores, los verdaderos productores de la riqueza social.

También es necesario resaltar el hecho de que evaluar las condiciones de una supuesta clase media apuesta por mantener firme la estructura de dominación de clase. Revela que la socialdemocracia, y mucho menos la Cuarta Transformación tienen nada de socialistas, ni de comunistas, ni de marxistas al buscar prolongar la división de clases y perpetuar el desarrollo del capitalismo hasta sus más crudas consecuencias, siendo Obrador un gestor más de este modo de producción.

En cambio, los comunistas nos organizamos día a día en el Partido Comunista y llamamos a la organización de la clase en sus filas para el derrocamiento de la clase burguesa y la revolución socialista, para la instauración de un Estado verdaderamente obrero y socialista y la eventual supresión de las clases dada la superación de las desigualdades que hoy aquejan a la clase obrera en el capitalismo.

 

 

 

 

[1] https://www.jornada.com.mx/notas/2021/06/21/politica/queremos-construir-una-clase-media-mas-humana-y-fraterna-amlo/

[2] Lenin, V. Una gran iniciativa, Obras Completas, tomo 39, Editorial Progreso, pág. 16.

[3] https://www.jornada.com.mx/notas/2021/06/22/politica/busca-amlo-sacar-de-la-pobreza-a-miles-hacia-una-nueva-clase-media/

[4] “La alternativa revolucionaria. Manifiesto del PCM a la clase obrera y a los sectores populares.”, 2021.

 

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