Enero 2022           

Observatorio Laboral de las Altas Montañas              

La permanencia y aumento de una superpoblación de trabajadores, es necesaria en el marco de la acumulación capitalista o en el incremento de la riqueza, lo anterior supone que la masa de desempleados se convierta en un mecanismo de superexplotación, o precarización de la clase trabajadora pero también en una palanca de acumulación de capital.

Una de las condiciones de la lógica del régimen capitalista de producción es constituir un “ejército industrial de reserva”, es decir, un contingente disponible el cual brinda material humano dispuesto a ser explotado; en tiempo de mayor crisis este fenómeno es todavía más evidente.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce que las perspectivas del mercado de trabajo mundial se deterioran. En su reporte “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2022 (Tendencias 2022)”, la OIT calcula que el desempleo mundial se mantendrá por encima de los niveles anteriores al coronavirus hasta 2023, al menos, por lo que se prevé un desempleo global de 207 millones de plazas en 2022, monto que superará en 21 millones de puestos al de 2019.

Con el inicio de la emergencia sanitaria en México, que significó una mayor crisis y desigualdad económica, la situación de la clase trabajadora empeoró sin que esta tuviera alguna mejora o recuperación significativa.

Como contexto, el crecimiento económico después del confinamiento solo ha sido inercial; para el primer trimestre del 2020 el PIB registró 18,220,798,000,000 de pesos, la caída para el segundo trimestre de ese año fue del 17.7 % para llegar a 14,980,665,000,000 de pesos (cifras desestacionalizadas base 2013). Para el tercer trimestre del 2021 el PIB alcanzó un monto de 17,841,981,000,000 de pesos cifra es similar a la del 2016.

Boletin enero