Editorial de El Machete No. 7 – 2022

Desde Palacio Nacional se insiste en que todo está bien, en que el nuevo gobierno es diferente y al haber terminado con la corrupción ha generado mejores condiciones de vida para todos los mexicanos. Pero la realidad de millones de mexicanos es muy distinta a los datos que dice tener el presidente López Obrador, la realidad es que en los últimos meses ha aumentado el costo de los alimentos básicos, la gasolina y en general el costo de la vida, y el incremento salarial de inicio de año no fue suficiente para los pocos que benefició.

Las condiciones de precariedad y elevación de costos de la vida son solo algunas de las problemáticas que siguen aquejando a los trabajadores, y a estas se suman los altos niveles de violencia y delincuencia; la militarización del país; la represión contra estudiantes normalistas y el incumplimiento al magisterio respecto de la reforma educativa; la represión a los migrantes; la continuidad del sindicalismo colaboracionista; la embestida contra las organizaciones populares; la falta de acceso a la salud; los recorte a la cultura, ciencia y educación; entre otros problemas.

El gobierno busca eludir su responsabilidad diciendo los problemas ahora son culpa de la guerra en Ucrania, y aunque es verdad que esta la guerra imperialista agudiza la crisis económica y la situación de pobreza de los trabajadores en todo el mundo, el verdadero origen de los males que padecen los trabajadores es la explotación capitalista. Para resolver de raíz los problemas de los trabajadores se necesitan una política anti capitalista, y esto implica confrontar a cualquier gobierno afín a la dictadura del poder de los monopolios, y MORENA y AMLO son eso, gestores de la explotación que trabajan a favor de los monopolios, y en esto no tienen diferencia con  el PRI, PAN y el PRD. Los únicos beneficiados durante este gobierno son los grandes empresarios que han aumentado considerablemente sus fortunas a costa de la explotación, enfermedad y muerte de los trabajadores que se empobrecieron durante la pandemia de Covid-19.

Que nada ha cambiado en realidad con AMLO es algo evidente para los miles de trabajadores que padece la inflación, por esto ocurrió que en la consulta de revocación de mandato sostuvieron ausentes alrededor de 15 millones de mexicanos de los 30 millones que en 2018 votaron por AMLO. No óbstante, aunque AMLO está perdiendo el apoyo de sectores populares y trabajadores que anhelan un cambio y comienzan a ver que con  la “4T” no mejorarán sus condiciones de vida, también es cierto que parte de los trabajadores aún mantienen su apoyo a la llamada “4T”, lo que lleva a que los monopolios siga considerando útil a AMLO y a Morena como medios para seguir ejerciendo la dominación de clase y seguir asegurando un escenario político propicio para la explotación capitalista sin tener que enfrentar estallidos sociales.

Por esto la labor de los comunistas es hace que avance la conciencia de los trabajadores para que conciban que con AMLO no habrá ningún cambio, y que ante las condiciones que empeoran radicalmente, se debe oponer un cambio político igualmente radical. No debemos permitir que los trabajadores que buscaban un cambio entre en desánimo o piensen que la gestión de alguno de los pasados partidos gobernantes es mejor que la de MORENA, debemos hacerles ver que no deben otra por el “mal menor”, sino por una salida revolucionaria, pues, solo el derrocamiento del capitalismo resolverá los grandes problemas nacionales.

No hay gestión socialdemócrata que pueda acallar el hambre de los millones de proletarios que son arrojados a la pobreza, no habrá Guardia Nacional ni ejército que pueda contener a los más de 55 millones de pobres cuando estén organizados. Por esto, aunque el gobierno de AMLO ha sido un factor desmovilizador, la situación objetiva que viven los trabajadores es de creciente pobreza, está generando las condiciones para que emerja la oposición de los explotados y una verdadera alternativa política que es la del poder de los trabajadores.

Por esto la tarea de los comunistas es avivar la insumisión que se está gestando con la creciente precarización y pauperización de los trabajadores. También es tarea de los comunistas avanzar en el reconocimiento y vinculación de las organizaciones y fuerzas anticapitalistas y todas aquellas que están pasando al campo de la confrontación del actual gobierno.

Un primer ejercicio de la unidad de las fuerzas anticapitalistas, y de expresión del hartazgo de los sectores populares y la clase obrera, se está preparando para el 12 de agosto en CDMX.

¡Contra la guerra imperialista,  el hambre y la miseria!

¡Contra el aumento de precios!

¡Por el poder obrero y la Revolución Socialista!