La OTAN es una Organización Militar y política Mundial, III
Por: Héctor Ramírez Cuéllar
En la resolución de la asamblea de la OTAN, realizada en forma reciente en Madrid, se precisa que el enemigo fundamental no es Rusia, sino, la República Popular China y el conjunto de países que son sus aliados, se encuentran sobre todo en la región asiática, pero no únicamente en esta región del mundo, sino, en otras zonas, incluyendo la zona europea en donde existen grandes inversiones de esa nación y se ha extendido la Ruta de la Seda, entre otros puntos, al puerto de Pireo, ubicado en Italia. De esta forma, la organización atlántica se expande política y militarmente hasta el Mar del Sur y también en América Latina, donde el gobierno chino ha suscrito un convenio con el gobierno de Daniel Ortega, de Nicaragua, para construir un canal interoceánico.
La OTAN no solo es una estructura militar que se limita al territorio europeo, sino que, abarca otras zonas del mundo, como se refiere a América, en donde existe dos de sus estados miembros importantes, los Estados Unidos y Canadá, funciona una estrecha coordinación logística y de inteligencia entre los ejércitos de las regiones, como el Comando Estratégico Norte, con sede en la Unión Americana, con el que se vincula el ejército mexicano y se ejerce una gran dominación en Panamá, reconociendo la importancia y las operaciones del canal, que se considera un punto estratégico esencial para el comercio internacional, también con la finalidad de mantener una estrecha y permanente vigilancia y espionaje sobre las regiones de Centroamérica y del Caribe.
En nuestro continente, la OTAN mantiene una especial preocupación debido a que los gobiernos de Cuba, Nicaragua, Venezuela, principalmente, mantiene estrechas relaciones políticas, comerciales y tecnológicas con la República Popular China y con Rusia y se han ampliado y reforzado los vínculos de distinta naturaleza con Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina, México se considera dentro del área de influencia y de control de los Estados Unidos y ,por lo tanto, no existe la presencia de peligro alguno que amenace la seguridad global. Además, forma parte del Tratado de Libre Comercio y, por lo tanto, se ubica como una nación que es parte del bloque político y económico encabezado por los Estados Unidos, aunque el gobierno de nuestro país, condenó, oficialmente en la ONU la invasión militar de Rusia a Ucrania, no se ha incluido en el conjunto de países que le han aplicado sanciones económicas.
En el pasado reciente, la OTAN realizó en una serie de acciones armadas en contra de Irán, Siria, Libia, Afganistán, dedicando una atención preferente a esa región del mundo en donde han aparecido grupos y gobiernos terroristas y se ha incrementado la presencia financiera, política y militar de China, ampliándose en forma considerable, el ámbito y el concepto básico de la organización que se circunscribía a la región europea a uno más grande e importante, la región eurasiática, también con la finalidad de competir con la política exterior de Rusia que abarca cada vez más esas regiones en el terreno económico y político.
En el periodo de William Trump, el gobierno de los Estados Unidos mantuvo una actitud de alejamiento respecto de las necesidades que tenía la Organización, que se había transformado en una entidad burocrática y obsoleta, pero después, en la administración de Biden, esta situación cambió de una manera radical, ya que se obligó a que todos los países miembros que elevaran su gasto armamentista, adquieran equipos y armas modernas y contribuyeran con más recursos al sostenimiento financiero de sus contingentes e instalaciones.
La invasión de Ucrania estimuló y fortaleció esta nueva tendencia de renovación, equipamiento y fortalecimiento e hizo notar que en realidad la lucha actual no se limitaba a la zona exclusivamente europea, sino que comprendía otras regiones del planeta y de que en realidad al hablar de Rusia se estaban refiriendo a su alianza con China y de que se trataba de una nueva creación de bloques regionales en donde se estaban revisando, en la teoría y en la práctica, el conjunto de concepciones y de valores que prevalecieron durante la etapa de la guerra fría y que superaron las proyecciones a que habían llegado las potencias capitalistas después de la caída de la Unión Soviética, rompiendo así la promesa hecha ante Mijail Gorbachov, de que la OTAN no avanzaría hacia los países y territorios en donde se había edificado el sistema socialista, pues en un breve lapso de tiempo incorporaron oficialmente a la organización a los países bálticos y balcánicos.