Por: Héctor Ramírez Cuéllar

 

Entró en vigor la reforma que permite que los funcionarios públicos pueden realizar acciones de propaganda utilizando los servicios públicos que proporcionan las dependencias que están su cargo y las obras públicas que llevan a cabo, afirmado que se trata de meros actos de expresión de sus ideas y, por lo tanto, no están prohibidos. A la vez y en forma concomitante, un grupo de diputados, encabezados por Miguel Torruco, informaron que han financiado la colocación de anuncios espectaculares en muchas ciudades del interior del país a favor de la Jefa de Gobierno de la ciudad de México por un valor de 40 millones de pesos. De esta manera, se está poniendo en marcha la maquinaria política que beneficia sobre todo al gobierno y a Morena en un momento en que todavía estamos muy lejos del inicio formal las campañas electorales próximas, ante lo cual el grupo burgués en el poder entra la contienda política tomando una notoria ventaja con respecto de sus opositores.

En el pasado reciente, los partidos políticos opositores afirmaban que, en los procesos electorales, había una notoria injusticia, ya que el PRI disponía de enormes sumas de recursos económicos, los cuales provenían de las arcas públicas, situación que implicaba una grave condición de exclusión, la cual se reflejaba en los resultados electorales finales. EL PRI no era en realidad un partido político sino un instrumento político electoral que operaba la Secretaria de Gobernación, por acuerdo del Presidente de la República y todas las dependencias de la administración pública lo respaldaban para garantizar así la continuidad de su hegemonía política. Ahora las reformas electorales están diseñadas para que esta función la realice Morena, de una manera clara y evidente, ya que los actos que con anterioridad estaban prohibidos ahora están permitidos de una manera total y, por lo tanto, adquieren plena legalidad.

A partir de la reforma electoral del año de 1991 se incorporaron a la legislación una serie de restricciones y de limitaciones que trataron de reducir o disminuir este tratamiento discriminatorio y, por lo tanto, se impusieron modificaciones en materia de prohibición de los funcionarios públicos para que participaran en las campañas electorales, utilizando recursos fiscales, la realización de campañas anticipadas y financiadas con fondos federales y estatales, pero siempre había formas y modalidades para violar estas disposiciones. Ahora ya no será necesario hacerlo, ya que se autoriza la intervención de los agentes gubernamentales en los procesos electorales, pueden realizar jurídicamente actos de propaganda y de proselitismo, invertir recursos públicos en las campañas políticas, llevar a cabo acciones adelantadas para obtener ventajas indebidas, realizar acciones que se consideraban condenables en el pasado político. Ahora muchas de estas restricciones ya no existen de conformidad con las nuevas reformas que han entrado en vigor en los últimos días.

El Presidente ha realizado en ese periodo decenas de actos públicos que violaban las disposiciones electorales, como el uso faccioso de sus conferencias de prensa, pero solo a recibió de parte de los órganos electorales llamadas de atención o la aplicación de medidas cautelares que nunca tuvieron ninguna eficacia política. Morena erogó cientos de millones de pesos, de parte de los funcionarios públicos de todos los niveles, tanto para financiar sus actividades de propaganda y de organización y sus actividades políticas pero, nunca ha recibido una sanción política importante, los aspirantes a la candidatura presidencial han canalizado fuertes sumas de dinero para promocionar su nombre con fines de propaganda, pero solo han recibido medidas cautelares que no tienen ninguna efectividad y no se comprobado, jurídicamente hablando, el origen de los recursos con los se han financiado estas tareas. Ahora mismo, la jefa de Gobierno afirmó que ella no ha autorizado esos gastos, que se trata de ciudadanos que actúan libremente y lo mismo afirman los otros aspirantes a ocupar estos cargos. En síntesis, estamos evidentemente anta la realización de muchos actos anticipados de campaña, pero los órganos electorales no han tenido la capacidad legal y política para impedirlo.

Los grupos políticos que hoy constituyen Morena, en el pasado, acusaron al PRI de ser un partido de estado, una maquinaria aplastante que utilizaba todos los recursos públicos que se necesitaran para adquirir votos y así comprar la voluntad ciudadana, pero ahora que las circunstancias políticas han cambiado, Morena afirma que está defendiendo la libertad de expresión política de los ciudadanos, que los recursos que eroga en sus campañas y actividades diversas son pagados por grupos de amigos y de simpatizantes que estos lo hacen con plena autonomía, pero desde luego no los identifica de una manera pública, no designa candidatos a puestos de elección popular, sino a defensores de la soberanía nacional, utilizando este subterfugio para violar la ley, desdeña a los órganos electorales siempre y cuando afecten sus intereses, pero no lo hace si le reconocen victorias a sus candidatos. Ahora que Morena es el nuevo partido de estado, los criterios políticos se han modificado de una manera sustancial y lo que con anterioridad se consideraban como progresos de carácter democrático, ahora se califican como obstáculos que deben ser ignorados para perpetuarse en el poder.

De acuerdo con este nuevo esquema político, el Presidente de la República, los miembros del gabinete, los gobernadores, los alcaldes que sean miembros de Morena, tendrán un campo de acción ilimitado y discrecional para participar en las próximas elecciones, estatales y federales, sin las taxativas legales que había en el pasado y que ahora se han derogado o debilitado, solo faltado una pieza para tener el control total, la captura de la mayoría de los consejeros del INE y de los magistrados del Tribunal Electoral, lo que implicaría que habríamos regresado a la etapa previa a las elecciones del año de 1988.

Al igual que en el pasado, el dinero será el factor que determinará los triunfos y las derrotas en las elecciones que están en puerta.