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Nota sobre la Reunión en Caracas de la “Plataforma Mundial Antiimperialista”

El 3 de marzo inicia la tercera reunión de la “Plataforma Mundial Antiimperialista”, que amalgama a fuerzas confusas hasta hace poco desconocidas, junto a grupos políticos extraños en el movimiento comunista. Algunos de estos últimas, que viven únicamente en los computadores y mentes de sus voceros, como el inexistente “Colectivo de Lucha por la Unificación Revolucionaria de la Humanidad” o la “Plataforma por la Independencia” de Grecia. Otras, que representan posiciones ultra nacionalistas, racistas y reaccionarias como “Vanguardia Española” y “Vanguardia Venezolana”. Han participado también en esa extraña reunión algunos partidos comunistas, varios de ellos inmersos en el campo oportunista y reformista desde hace muchos años y otros, tal vez confundidos o que están modificando posiciones que hasta hace poco sostenían.

Advertimos a la clase obrera y a las y los comunistas del continente sobre la peligrosa línea política que subyace en la “Plataforma”. Aunque en su nombre se encuentra la palabra “antiimperialista”, su objetivo es convencer a la clase obrera a tomar partido por el bloque imperialista de China y Rusia frente a una inminente guerra en Taiwán y Corea del Sur, como se desprende sus declaraciones de Paris y Belgrado de finales del año pasado.

Para apuntalar esta idea, han revivido dos postulados de los social-chovinistas de la II Internacional que sirvieron de base para justificar su apoyo a sus respectivas burguesías durante la Primer Guerra Mundial. En primer lugar, reducir las causas de las guerras actuales a un “impulso” del imperialismo estadounidense por mantener su hegemonía; mientras se oculta las contradicciones reales que existen entre las principales economías del mundo por el control de los recursos naturales, los medios de transporte, las posiciones geoestratégicas o las instituciones financieras locales. En segundo lugar, justificar la guerra por el mantenimiento de las áreas influencia de países capitalistas como Rusia o China, bajo el manto de la “liberación nacional”.

La maniobra ideológica para llegar a estas peligrosas conclusiones es negar el carácter imperialista de China y Rusia. Dado que no es posible ocultar su carácter capitalista, se rechaza que la segunda y onceava economías más grandes del mundo, con oligarquías financieras y monopolios del transporte, comercio y energía muy sólidos, sean imperialistas. En su declaración de París, se afirma que estos países “no viven de la superexplotación ni del saqueo del mundo”, como si la clase obrera de los países pertenecientes a la Comunidad de Estados Independientes, por no hablar de la propia Rusia y China, no formaran parte del mundo, o la salvaje política de exportación de capitales chinos a África fuera inexistente.

Aunque no todas las organizaciones ponentes en la reunión coincidan con las declaraciones de Paris y Belgrado, objetivamente la Plataforma está sirviendo para introducir en la clase obrera la nociva idea de tomar partido por un bando imperialista en la guerra que tiene ya un primer escenario en Ucrania y que va a extenderse y generalizarse. No hay cabida para una política antiimperialista, cuando se busca subordinarse a un polo imperialista, y no combatir al imperialismo de raíz, como fase superior del capitalismo. Hoy, al igual que hace 100 años, la unidad con los oportunistas significa de hecho la subordinación de la clase obrera a “su” burguesía nacional y la alianza con ella para oprimir a otras naciones y luchar por los privilegios de toda gran potencia, lo cual representa la escisión del proletariado revolucionario de todos los países.

Aunado a estos elementos, queremos advertir del carácter provocador por parte del Partido Socialista Unificado de Venezuela, al realizar esta actividad en Caracas, ya que durante los últimos meses ha arreciado su ataque contra el Partido Comunista de Venezuela. En las últimas semanas, la dirección del PSUV ha intentado un montaje contra el PCV, que apunta a su ilegalización. La política anticomunista del PSUV que busca ilegalizar e intervenir al PCV no puede ser respaldado por ningún Partido que se precie de ser comunista, sino que debe ser denunciada y combatida.

Para el Partido Comunista de México queda claro que tal “Plataforma antiimperialista” es una marioneta que tiene utilidad para blanquear a uno de los bandos de países capitalistas que participan de la presente guerra imperialista y sembrar la confusión entre el proletariado internacional, de la misma manera que aquellos que buscan blanquear a EEUU, la OTAN o el gobierno de Zelensky.

¡Proletarios de todos los países, uníos!

La Sección Internacional del Comité Central del Partido Comunista de México

 

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