Por: Héctor Ramírez Cuéllar

Está en curso en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, una propuesta, presentada por el republicano Dan Crenshaw, para que el gobierno de ese país declare como terroristas a los carteles de la droga que operan en México y en consecuencia movilizar tropas de esa nación para combatirlos y, perseguirlos ya que, estarían atentado gravemente contra la seguridad nacional de la Unión Americana. La solitud está presentada ante el Comité de Relaciones Exteriores, pero todavía no se discute y desde luego no se ha enviado ante la Cámara de Senadores, para que sea discutida y aprobada requiriéndose también que sea aceptada por el Presidente Joe Biden, quien ha guardado silencio sobre este tema, hasta este momento. En la citada propuesta se esboza como argumento principal, la gran cantidad de fentanilo que ha llegado a los Estados Unidos en los últimos meses y que ha causado más de 100 mil fallecidos, sobre todo jóvenes. Esta nueva droga se fabrica en China, su base química se envía en forma masiva al estado de Guerrero, en donde se procesa y después se canaliza para su distribución al vecino país, que está experimentado una autentica crisis sanitaria, ya que se trata de un producto excesivamente tóxico, muy barato y por lo tanto accesible en gran medida entre la población.

Un suceso que ha causado también una gran conmoción política es el secuestro de cuatro ciudadanos norteamericanos, de los cuales se encontraron asesinados dos de ellos, en una casa de seguridad de Matamoros. Ello provocó una intensa movilización de varias agencias del gobierno yanqui quienes han afirmado que las relaciones con México están pasando por un momento muy delicado que requiere la activa participación de ambas partes, para hacer frente a este gran reto. Por otro parte, el aumento del consumo de fentanilo entre los jóvenes ya se había denunciado en los últimos meses por altos funcionarios estadunidenses que han demandado que el gobierno de nuestro país fije una atención mayor en estos traslados de doga, que preocupan mucho al Presidente Biden quien se encuentra demasiado presionado por los republicanos más derechistas y ultraconservadores, en un momento en que se prepara un nuevo periodo electoral en esa nación.

Si la propuesta de Crenshaw fuera aprobada y siguiera el curso legal que tienen estas iniciativas, y finalmente Biden la hiciera suya, tomando en cuenta las experiencias, como las de Irán y Afganistán, el gobierno de la Unión Americana enviaría tropas a territorio nacional para atacar a los cárteles de la droga, lo cual implicaría una gravísima violación de nuestra soberanía nacional y las relaciones bilaterales entrarían a una situación muy complicada, ya que estaríamos ante una verdadera invasión de un país extranjero. La mayoría de los analistas no comparten esa visión y han afirmado que en todo caso el gobierno de Biden enviaría aviones espías, lanzaría drones, eventualmente interceptaría las comunicaciones de los jefes de los carteles, sin que exista la posibilidad de que se produzcan ataques aéreos directos contra sus sitios de reunión, sus instalaciones o zonas de operaciones.

Sin embargo, según informes del Departamento de Estado, los carteles de las drogas controlan el 25 % del territorio nacional, prácticamente todos los estados del litoral Océano Pacifico y desde luego en forma completa el estado de Tamaulipas, principal escenario de los últimos acontecimientos, vecino del estado de Texas, en donde el gobernador About ha demandado en varias ocasiones que se utilicen las fuerzas armadas, ya que las autoridades mexicanas son incapaces de combatir con éxito a los narcotraficantes. El gobierno de Biden tendría que hacer una valoración muy rigurosa al respecto, ya que en las dos últimas invasiones en que participaron los Estados Unidos, Irán y Afganistán, hubo una larguísima resistencia de parte de los pueblos de esos países y finalmente, después de haber erogado muchos millones de dólares, las tropas yanquis perdieron la batalla. La última experiencia, la de Ucrania, indica que el gobierno de los Estados Unidos no desea, ni quiere, no le conviene, participar directamente en una nueva aventura bélica sino en todo caso desea hacerlo a través de un tercer país o bien emplear los métodos modernos de la llamada guerra hibrida.

En los últimos días, han llegada a la ciudad de México muchos altos funcionarios de la administración Biden y el embajador Ken Salazar se mantiene muy activo, pero también en están en curso otros litigios en materia comercial, todo lo cual indica que las relaciones bilaterales están cargadas de asuntos y temas que son complejos y difíciles, ante lo cual las fuerzas democráticas y progresistas deberían asumir una mayor vigilancia política tomando en cuenta, también, que tanto en México como en Estados Unidos están en marcha importantes procesos electorales. Los carteles de la droga están actuados en forma permanente en por lo menos 17 estados, los asesinatos, las desapariciones, los crímenes colectivos se suceden diariamente en diversas zonas de nuestro país y la tasa inflacionaria continúa incrementándose, ya que las medidas que ha tomado el Banco de México han fracasado.