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Contra la Universidad-Pueblo: becas a modo en el Comedor Universitario de la UAGro

 

 

Por: La comisión estudiantil del FJC

 

Desde el semestre pasado se hizo pública una convocatoria en la página oficial del “Comedor Universitario de Acapulco”; en ella se establece la invitación al registro de la beca Juntos Seguiremos Avanzando. Para poder obtener esta beca es necesario tener los siguientes requisitos: estar legalmente inscrito; ser de escasos recursos; tener un promedio mínimo de 8.5.

Es interesante cómo una universidad de calidad e “inclusión social” decide de manera arbitraria reducir el número de becas alimenticias; y por si no fuera mucho, decide establecer un promedio mínimo para adquirirla. ¿Dónde quedó el proyecto Universidad- Pueblo y la sensibilidad social, la popular frase <<Cuando se tiene hambre las letras no entran>>?, ¿cuál es la justificación para negar una beca de alimentos a estudiantes con un promedio de 8.4? ¿Por qué no pedir de una vez que tengan mínimamente 10?

Después de esta breve exposición, es importante resaltar que la creación de tal beca es totalmente ilegitima, se brinca toda la normativa universitaria y es resultado de una decisión mezquina y unilateral, ya sea del Departamento de Becas, los Comedores Universitarios, o de quien haya sido la o el responsable de implementarla. El Reglamento del Consejo Universitario en su artículo 34 establece que sólo la Comisión de Atención y Apoyo al Estudiante (CAAE) tiene la facultad de “Revisar y, en su caso, avalar las propuestas de reglamentos u otros ordenamientos relativos a:

  1. A) Becas;
  2. Condonaciones;
  3. Movilidad estudiantil;
  4. Casas del estudiante;
  5. Comedor Universitario; y
  6. Otros servicios de apoyo al estudiante que apruebe el Consejo Universitario”

Sin embargo, y a pesar de que la legislación podría parecer ambigua ante esto, no existe en los últimos cinco años ninguna propuesta aprobada por el H. Consejo Universitario o presentado por la comisión (CAAE) para que se institucionalicen los cambios a las becas del comedor universitario o la creación de la Beca Juntos Seguiremos Avanzando.

Una peculiaridad de la beca es el sentido de ella, el culto total a la personalidad del exrector Javier Saldaña Almazán. Pero lo sustancialmente grave es que esta beca, cuya teleología debiera ser coadyuvar a los estudiantes, esté perjudicando más que apoyándoles. Cómo es posible que en uno de los estados más pobres del país se entorpezcan los últimos rasgos del proyecto U-P, y con el fin de rendir pleitesía a quien es abiertamente candidato a rector. ¿No habría sido más lógico establecer una beca de carácter progresivo, de beneficio real, de gratuidad alimenticia, y no este insulto a la inteligencia de las y los universitarios? Además, es importante resaltar que no hicieron falta las quejas a esta forma de entregar las becas, a la que estudiantes de diferentes facultades han señalado que la única forma de acceder a ellas es a través del “paro”, de tener influencias o contacto con alguien que pueda ayudarles a obtenerla.

En el pasado, estas becas se asignaban por la misma comunidad universitaria que podía seleccionar a las y los compañeros de aula que necesitaran la beca. Esto porque cada Unidad Académica de la Universidad contaba con al menos una lista para incorporar con derecho a beca al menos al 5% de su matrícula. Hoy esa beca llega al menos al cinco por ciento de lo que es la matrícula de facultades como la de Contaduría y Administración.

En conclusión, resaltando nuevamente que no hay forma legal para la existencia de esta modalidad de beca, se tiene que hacer mención que, en términos éticos, esta acción es una de las más grandes expresiones de insensibilidad, deshonestidad e irresponsabilidad de las autoridades que dirigen el Departamento de Becas y los Comedores Universitarios.

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