Arturo Reyes

El jueves 29 de junio el día parecía ir tranquilo, cielo nublado, todo iba a pedir de boca en las instalaciones del Centro de Información Arte y Cultura (CIAC) que irónicamente es utilizado casi exclusivamente para eventos de rectoría. La Rectora Yaraví Ávila preparaba todo para que el General de Brigada Diplomado del Estado Mayor Fernando Colchado Gómez, Comandante de la 21 Zona Militar impartiera una ponencia en las instalaciones de la Universidad.

Siendo esto una afrenta contra la Universidad y su autonomía, los estudiantes recordamos que la última vez que se permitió la entrada a los militares en CU, 3 estudiantes fueron asesinados a sangre fría, y se destituyó al entonces rector Eli de Gortari.  Por esto alrededor de las 9:00 de la mañana se comenzó una actividad de protesta, volanteo y agitación en la que participaron compañeros de distintas organizaciones como La casa del estudiante Comuna de París, el CER, ENDO y Nicolaicismo Dialectico. A pesar de ser pocos los compañeros asistentes, los mismos bastaron para cerrar la avenida General Francisco J. Múgica, aquella en la que se encuentra la entrada principal de CU, habiendo a la vez un evento de egreso de varias facultades que ignoraba que a no más de 50 metros se llevaba a cabo una conferencia que defendía la militarización de la UMICH.

Ante miradas sorpresivas, de indiferencia, comentarios de odio, algunos de apoyo o incluso de dialogo, se le dio lectura al comunicado redactado por los miembros de los diferentes colectivos que participaron el evento, se colgaron algunas mantas para así que la consigna fuera clara: ¡La Michoacana no es cuartel, fuera Ejército de él! Y mientras algunos compañeros seguían libres, se continuó el volanteo, con los mismos resultados que el cierre: algunos indiferentes, otros curiosos y algunos más de verdad interesados. Al haber agotado el contenido de los discursos, la protesta y la lectura de consignas, finalmente el bloqueo se levantó sin mayor contratiempo, retirándose todos de manera ordenada, justamente al acabarse la ponencia del general Colchado, en el que hubo acarreados, tanto alumnos como personal administrativo, habiendo muchos que no pudieron llegar debido al mismo bloqueo que se hizo en la avenida.

Seguramente la ponencia transcurrió sin problema, pero se tuvo que llevar a cabo de prisa al saberse que el bloqueo no se levantaría hasta terminada la misma, por lo que terminó de caerle lodo al pastel de la rectora, a la que se le anunciamos que la organización de los estudiantes está de vuelta, por ahora con la consigna:

¡La Michoacana no es cuartel, fuera Ejército de él!

¡Nicolaitas: estudiantes de armas tomar!