Uno de los logros más promocionados de este gobierno ha sido el aumento en la cantidad mínima de vacaciones al año al que los trabajadores tienen acceso en nuestro país. Antes de este cambio que sucedio a principios de este año, la ley establecía que, por cada año laborado, los y las trabajadoras teníamos derecho a solo 6 días de vacaciones. A partir del segundo año, los días iban en aumento con cada año cumplido en un mismo empleo. Con esta legislación casi medieval, México se ubicaba como el país con menos días de vacaciones de la OCDE y uno de los más bajos del mundo.

Sin duda, reducir las jornadas laborales y aumentar el tiempo que los y las trabajadoras podemos descansar era y sigue siendo una necesidad y prioridad. Por lo tanto, no podemos negar que este aumento en los días vacacionales es una mejora en las condiciones de vida de la clase trabajadora. Lo que si podemos hacer es analizar con detalle cómo fue propuesta esta reforma, quién la propuso, quién la impulsó y el papel que los empresarios tuvieron para evitar que esta reforma fuera más ambiciosa y diera a los trabajadores más días libres.

Para empezar, esta reforma no fue presentada por el grupo parlamentario de Morena, que sin duda tuvo años para preocuparse por el tema, especialmente si, como ellos mismos predican, están “primero los pobres”. En cambio, la propuesta fue presentada por Patricia Mercado, de Movimiento Ciudadano.[1]

A pesar de su aprobación final, esta reforma se enfrentó con diversos obstáculos. Hubo una intensa campaña de cabildeo por parte del sector privado. Las asociaciones patronales habían pedido que el aumento de las vacaciones se hiciera de forma escalonada, con nueve días en 2023 hasta llegar a los 12 en 2026. Además, habían reclamado que los 12 días no fueran continuos para no afectar económicamente a las pequeñas y medianas empresas con poco personal. Según un cálculo de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la reforma supondrá un costo de entre un 2% y 3% de la nómina anual de las empresas. [2]

Por momentos, la bancada de Morena en la Cámara de Diputados se mostró abierta a considerar alguna de las preocupaciones empresariales y se propuso revisar la minuta original aprobada por el Senado. En la Comisión del Trabajo, Morena planteó que solo seis días fueran continuos y que la distribución del resto tuviera que ser negociada con los patrones. La propuesta causó el rechazo de los senadores e indignación entre las filas del propio Morena. La diputada Susana Prieto denunció un retroceso respecto a la iniciativa original. Finalmente, se optó por volver a los 12 días continuos y eliminar la necesidad de una negociación con los patrones[3]

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), México tiene 75 por ciento de prevalencia de estrés en su fuerza laboral y, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el país es la primera nación con mayor número de horas trabajadas, con un promedio total anual de 2 mil 128. Por lo tanto, aunque el aumento de las vacaciones ayudará a relajar un poco la vida de la clase trabajadora, todavía hay mucho por luchar.

[1] Gaceta del Senado, Jueves 10 de febrero de 2022, disponible en: https://www.senado.gob.mx/65/gaceta_del_senado/documento/123478

[2]  Jon Martín, México duplica los días de vacaciones a partir del próximo año, El País, disponible en: https://elpais.com/mexico/2022-12-14/mexico-duplica-los-dias-de-vacaciones-a-partir-del-proximo-ano.html

[3] Jon Martín, México duplica los días de vacaciones a partir del próximo año, El País, disponible en: https://elpais.com/mexico/2022-12-14/mexico-duplica-los-dias-de-vacaciones-a-partir-del-proximo-ano.html