Editorial La política de los comunistas frente a la política burguesa rumbo al 2024
Editorial de El Machete no. 15, noviembre 2023
La política de los comunistas frente a la política burguesa rumbo al 2024
El saldo actual de las políticas anti obreras y anti populares impulsadas por el actual gobierno federal, comprueba que fue correcta nuestra caracterización del gobierno de López Obrador y su partido Morena, como un gobierno de los monopolios, y por tanto como continuidad de los anteriores gobiernos burgueses.
El Gobierno de López Obrador entregó resultados positivos únicamente para los monopolios, que se enriquecieron aún durante la pandemia; mientras tanto la clase obrera y los pueblos de México siguen sumidos en la pobreza, pues el asistencialismo de los programas sociales no resuelve los problemas de fondo y además la inflación rebasa los aumentos salariales.
Si agregamos que este gobierno logró la militarización del país, la reiteración del tratado de libre comercio con Canadá y Estados Unidos (T-MEC), y la desmovilización de los sectores de la sociedad que en sexenios anteriores se habían mantenido en confrontación con el Estado, se puede concluir que los monopolios asentados en México se encuentran satisfechos con la labor del actual gobierno.
Por tanto, es altamente probable que la burguesía nuevamente elija a la socialdemocracia, es decir a Morena, para gobernar el próximo sexenio. Ante tal situación, el camino de los comunistas y la clase obrera es mantener su independencia política y de clase, para confrontar al gobierno próximo que tendrá por imagen a Claudia Sheinbaum.
Es importante aclararle a la clase obrera que oponernos al gobierno de Morena y López Obrador no significa apoyar al Frente Amplio que agrupa los partidos burgueses PRI, PAN, PRD. Es falso que las únicas opciones para la clase obrera sean votar por Morena o por el frente amplio, pues estas dos opciones son en realidad una misma: el gobierno de los empresarios.
En la época del desarrollo capitalista en su fase imperialista, las alternativas de la clase obrera siempre son a grandes rasgos las mismas: apoyar a alguno de los partidos burgueses que gobernarán en contra de los trabajadores, o reafirmar sus propios intereses como clase obrera oponiéndose a cualquier versión o cara de la burguesía y sus partidos. La única verdadera alternativa al conjunto de partidos burgueses es la opción del partido de la clase obrera el Partido Comunista.
Bajo las actuales condiciones en México ¿Cuál es la mejor forma que tiene la clase obrera y los comunistas para oponerse a la política burguesa, tanto de Morena como del otro bloque burgués? Los comunistas consideramos que se debe aprovechar la situación de politización que surge con la sucesión presidencial del 2024, para difundir el programa de los comunistas para posicionar que existe una alternativa al poder de los monopolios: el poder de la clase obrera. Para esto el PCM ha decidido irrumpir en el escenario político nacional con su propio programa y candidatura a las elecciones federales del 2024.
Los comunistas proponemos una candidatura siendo conscientes de que de que, por su parte, la burguesa tiene a su disposición los grandes medios de comunicación, la estructura del Estado que garantiza el funcionamiento de la democracia burguesa que les otorga presupuesto para las campañas electorales. Además, sabemos que la política burguesa recibe financiamiento directo de grandes empresarios legales y del sector burgués ilegal que es el narcotráfico y crimen organizado. La política burguesa se asemeja a un Goliat poderoso que aparenta ser invencible, pero que sin duda alguna puede ser vencido por los oprimidos, lo constata el que yan existido revoluciones socialistas triunfales pese a todos los recursos de la burguesía.
No obstante, a favor de la candidatura comunista está la tradición de insumisión del pueblo trabajador de México, que está despertando ante la situación de hartazgo de los pueblos que no han visto resueltas sus necesidades por este gobierno, la situación de precariedad en que viven los trabajadores, la incapacidad del Estado burgués de resolver tragedias como la de Acapulco, la complicidad del gobierno en la situación de violencia extraña que se vive, y la propia descomposición y corrupción del Estado burgués. Además, el nuevo rostro de Morena no contará con el apoyo que logró la figura de López Obrador, y sumado a esto, cada vez es más evidente para los trabajadores que no es una cuestión de “darle tiempo al gobierno” para que pueda generar cambios más radicales, pues no se avizora ni a largo plazo ninguna transformación política, social y económica a favor de los trabajadores, esto porque no es de interés de la socialdemocracia.
Los recursos con que contamos los comunistas son los del mismo pueblo trabajador, la solidaridad de la clase obrera y los pueblos, la abnegación y compromiso de los militantes comunistas, y sobre todo la fuerza del programa comunistas, basado en una explicación científica de la realidad. La fuerza del programa comunista propone poner la riqueza producida por los trabajadores a disposición de ellos mismos arrancándola de las manos de los empresarios que viven de la explotación, para así, con esta riqueza resolver las múltiples problemáticas que aquejan a los trabajadores: desempleo, falta de vivienda, falta de servicios, salud gratuita y de calidad, acceso a la educación, ciencia y cultura, salarios que permitan vivir dignamente, seguridad, etc. Además, el programa de los comunistas tiene presentes otros problemas sociales igualmente apremiantes, como la emancipación de la mujer, el cuidado del medio ambiente, el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
Esta candidatura se hace aprovechando la politización de la sociedad por las elecciones que es atizada por la política burguesa, pero se hace al margen de las leyes electorales mexicanas que hacen de la participación electoral un negocio por lo que se impiden de hecho la participación de las fuerzas políticas de los trabajadores. Esta campaña recuerda más a la que en 1976 encabezó Valentín Campa como candidato comunista.
La candidatura comunista debe ayudar a despertar la insumisión contra este gobierno, y dejar sembrada la idea de que para que todo cambie se requiere un nuevo poder político y una nueva economía, el poder de un gobierno de los trabajadores que tome en sus manes la gestión de la economía y la riqueza que hoy se adueñan los monopolios.
Por donde pase la candidatura comunista debe surgir la organización de los trabajadores, que comprendiendo la imposibilidad de resolver plenamente sus necesidades bajo el capitalismo, se agrupen para buscar resolver sus necesidades más apremiantes en la lucha obrero patronal, en la lucha contra los monopolios, contra la política de despojo de las tierras y recursos natrales, en el arrancar mejores condiciones de vida al Estado actúa, como ensayo de las luchas del porvenir. Si esto se logra, la candidatura comunista habrá triunfado aún y cuando sus candidatos no sean electos.
La clase obrera, la mujer trabajadora, la juventud trabajadora, los pueblos indígenas tienen una alternativa, la alternativa derrocar al capitalismo. Para hacer que esta alternativa se materialice, es necesario tener un Partido Comunista fuerte y ayudar a que la rebeldía emerja en forma de organización. Esta es la política que hemos decidido los comunistas para el 2024.
Avanzar en este camino se hace cada vez más apremiante, por que el panorama internacional anuncia la generalización de la guerra imperialista, y en México cada vez es más evidente que la política de “embellecer al capitalismo” no resuelve las profundas problemáticas de los trabajadores, y no habrá demagogia ni represión que pueda contener el resurgir de la insumisión que ha de estallar como en Chile en 2019 o Colombia en 2021.
Fortalecer al Partido Comunista de México en medio de las elecciones del 2024, sembrar organización y hacer que emerja la insumisión, son las tareas de los comunistas para asegurar que la clase obrera pueda derrocar al capitalismo.