En días siguientes sesionará la IV Conferencia Política Nacional del Partido Comunista de México, la agenda plantea la discusión sobre la sucesión presidencial en 2024, y como intervendrán los comunistas. Uno de los puntos a discusión derivada del proyecto de Resolución Política es la posibilidad de un candidato comunista a la Presidencia de la República.

Entre otros elementos la Convocatoria a esta Conferencia señala:

Enviamos un saludo fraterno y militante en ocasión de la conclusión del año 2023 y el inicio del año 2024, en el que es previsible la intensificación de la lucha de clases por distintas circunstancias, principalmente el antagonismo capital/trabajo debido a los distintos movimientos en el sistema imperialista, y dentro de ellos el ascenso de los monopolios mexicanos que han llevado al conjunto de la burguesía a una mejor posición, desplazando a España, Corea del Sur y Australia, a costa del sacrificio general de la clase obrera, que a pesar del engañoso aumento salarial que no se corresponde con el poder adquisitivo, el que continua en deterioro, llevando a los trabajadores y sus familias a la senda de la pauperización por el alto e imparable costo de la vida; situación que además es agravada por dos años de guerra imperialista, así como por la crisis del capitalismo.

Para sus objetivos de garantizar la explotación y superexplotación en un periodo de crisis la mejor fórmula para la estabilidad se encontró en México con la socialdemocracia, acuerpada en MORENA y sus partidos aliados, así como en el propio rol de López Obrador, que con base en la demagogia logró el reforzamiento de la dominación de clase de la burguesía, que se encontraba ya bastante deteriorado en 2018.

Haciendo el recuento del sexenio de Obrador que entra ya en una recta final de 8 meses, se encontrará que se redujo drásticamente la respuesta social, tanto los emplazamientos a huelga, como las propias luchas obreras en los centros de trabajo, así como las movilizaciones populares, campesinas, juveniles, estudiantiles, y no por satisfacción de las necesidades, sino por la desmovilización y contención basada en una falsa esperanza de cambio.

Las elecciones federales del 2018 fueron una gran bocanada de aire para la clase dominante; la situación política entonces explosiva fue estabilizada, contenida y controlada temporalmente. La socialdemocracia cumplió bien su rol de apagafuegos. Tras cinco años el Gobierno de Obrador reforzó el Estado y su forma presidencialista, restauró la credibilidad en el Gobierno, sus instituciones, algunas muy deslegitimadas como el Ejército, e impuso medidas que no fueron logradas por el PRI o PAN, como la militarización, la ratificación del T-MEC, incluso una agresiva política antiinmigrante. Los mecanismos de control de hoy son los anteriormente utilizados por la llamada dictadura perfecta: el asistencialismo y la hegemonía ideológica y mediática; el deterioro del anterior sistema de Partidos no fue en favor del florecimiento democrático de opciones políticas, sino un enroque por el viejo Partido de Estado con nueva denominación.

La continuidad de la socialdemocracia aparece como la opción electoral del interés general de la burguesía en la Sucesión Presidencial del 2024 y la renovación de las dos cámaras de la Legislatura. Su oposición burguesa no propone un rumbo distinto en esencia sino otra forma de gestionar el capital.

Hace un año, el VII Congreso del Partido Comunista de México, orientó la realización de la IV Conferencia Política Nacional para definir nuestra táctica electoral, que inicialmente vino siendo discutida por el II y III Pleno del Comité Central, con las conclusiones preliminares, de que las dos candidaturas burguesas, expresan el mismo objetivo que es garantizar el poder de los monopolios, siendo distintos en la forma de gestión, y por tanto son candidaturas antiobreras y antipopulares que deben ser criticadas y confrontadas por los comunistas. A diferencia de años anteriores en que el abstencionismo fue una salida política al descontento hoy no lo es. En sus discusiones el Comité Central esbozó la idea de que a la política electoral burguesa hay que oponer el programa comunista y una candidatura comunista.

Después de la discusión sobre el proyecto de Resolución Política, se contempla la discusión sobre una Plataforma programática, y como último punto la elección de un candidato a la Presidencia de la República.

Comisión de Prensa del CC del PCM