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Los ex trabajadores de KH Yellow contra la injusticia capitalista

Corresponsal de El Machete en Baja California

 

El 22 de septiembre pasado la fábrica textil KH Yellow, en Ensenada, cerró sus puertas por decisión de su propietario, Kevin Choi. Los trabajadores fueron echados a la calle y más de 300 familias obreras se han visto afectadas. A los obreros, algunos con 11 años de antigüedad, se les niega una indemnización justa, prestaciones no respetadas y salarios no devengados.

Es evidente la relación política entre la gobernadora Marina del Pilar y el capitalista de origen coreano Kevin Choi, también propietario del establecimiento gastronómico 260 Grados Grill & Bar; y quien en Instagram es @mr.combeee. Ella asistió a la inauguración de la sucursal en Mexicali; ni siquiera ha hecho una crítica pública por este abuso patronal.

El actual gobierno federal le garantizó al Poder político burgués algo que éste no tenía ni con el PRI ni con el PAN: que parte del pueblo trabajador le tuviera confianza. Así, apaciguando a los trabajadores inconformes y censurando la organización popular, ha hecho creer que los gobiernos de Morena-PT-PVEM son del “pueblo y para el pueblo”.

Baja California, después de infames gobiernos de PRI y PAN, ha tenido dos gobiernos estatales demagogos. Toda esa demagogia obra para que la clase obrera y los trabajadores, incluso, acepten o elijan a funcionarios de tales gobiernos como sus gestores, representantes o intermediarios. El resultado: un auxilio gubernamental más eficaz para los capitalistas.

Las y los obreros sostienen que el embargo precautorio sobre la maquinaria de KH Yellow, por la Secretaría del Trabajo de BC, sólo contabilizó y resguardó unas cuantas decenas de máquinas de entre un stock de 300. A meses de iniciado el juicio por indemnización, los demandados no han sido notificados y los trabajadores, burlados.

Los exitosos restaurantes de Choi hoy en día operan con pasmosa tranquilidad, amparados en el amaño y la lentitud de los juicios laborales, en las falsas promesas e hipócritas halagos gubernamentales hacia los trabajadores. Esto exhibe como demagogia los dichos de la gobernadora sobre castigar las prácticas de las “empresas golondrinas”.

La llamada iniciativa para sancionar los delitos contra el trabajo y la previsión social en el Código Penal de BC es un nuevo truco publicitario, una maniobra de promoción electoral. Todo queda en alharacas, pues los empresarios están tranquilos: prefieren las advertencias de sanciones futuras que sanciones puntuales por sus actuales abusos laborales.

Tergiversan la realidad aquellos que, desde la “izquierda”, comparten opiniones superficiales a los obreros; como afirmar que Kevin Choi es casi apenas un vulgar pillo, pero no un ejemplo de capitalista típico; o que las “empresas golondrinas” son una excepción y no un elemento característico de la Industria Maquiladora de Exportación (IME).

Estos “izquierdistas” de trompa y modos se esfuerzan en general para que los atropellos a los obreros no les ayuden a desarrollar su conciencia de clase, sino que permanezcan sus sentidos aletargados; que, pese a los agravios, solo se decepcionen de los más agrios sinsabores del capitalismo, pero no de la esencia de este modo de producción en sí. Esa es su labor para el poder de los monopolios… ¿a cambio de qué? Vean y juzguen.

Los capitalistas usualmente se apoyan en las más sucias artimañas para la explotación de los obreros. Choi es un capitalista como cualquier otro. Nada de inusuales son sus acciones. Con la producción de plusvalía de sus obreros fundó 260 Grados Grill & Bar. Ahora, como suele ocurrir entre los empresarios, solo ha trasladado su capital a ramas que le consumen menos capital constante y ofrecen, a la vez, tanto menos preocupaciones como importantes sumas en beneficios. Así, la base social para nuevos abusos seguirá ahí.

Los y las obreras de KH Yellow están luchando por sus derechos laborales, hacen un importante esfuerzo y dan un ejemplo positivo. Puede que a ellos les parezca que su lucha es solo por su indemnización. En realidad, es contra una injusticia típica del capitalismo. Por lo tanto, su lucha es contra Choi, pero también contra todos los capitalistas y su sistema.

Y si bien es una lucha contra otro ladronzuelo capitalista, es en el fondo una lucha de toda la clase obrera contra sus explotadores. Por este agravio, por los previos y por los que sucederán. Mientras más obreros conozcan de la infamia contra los ex obreros de KH Yellow, y se interesen e involucren activamente, esta lucha particular tendrá mayor fuerza.

¡Qué pague Kevin Choi! ¡No más impunidad a los capitalistas! Algo importante sería que la exigencia de justicia sea cada vez más independiente del poder, para que ésta tenga la energía suficiente, con los sentidos bien despiertos, para avanzar cada vez más. ¡La clase obrera tiene mucho por remediar, siendo el único productor social de la riqueza!

La lucha de las y los obreros de KH Yellow muestra que los problemas laborales y sociales continúan. Que el enorme conjunto de leyes, pura letra muerta en la realidad, no resuelve nada. Que la lucha obrera requiere extenderse y visualizar la necesidad de cambios radicales. Solo la clase obrera puede hacer por sí misma lo que ella misma necesita.

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