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La marcha a favor de los militares, expresión política del poder económico de las Fuerzas Armadas

Marco Vinicio Dávila Juárez, miembro del Comité Central del PCM.

 

Una serie de hechos acaecidos en los últimos días han venido confirmando las denuncias que el Partido Comunista de México ha presentado sobre la militarización en el gobierno de la Cuarta Transformación.

Por una parte, con la legalización del ejército en las calles en labores de seguridad pública aumentan las agresiones a civiles, que van desde actitudes de prepotencia y abuso de autoridad hasta acciones letales contra personas desarmadas. Por la otra, otorgarle a las fuerzas armadas atribuciones de carácter civil tanto en dependencias, como el control de las aduanas, los puertos y aeropuertos; como en cuestiones de operatividad administrativa, distribución de libros de texto y vacunas. Pero sobre todo por las funciones económicas que se le han concedido en diferentes ramas de la industria; da como resultado que la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, se vayan consolidando como una fuerza determinante en la economía nacional. Lo que conlleva que dicha poder económico busque expresarse políticamente para la promoción y defensa de sus intereses.

En ese contexto debemos ver la marcha que a favor de las fuerzas armadas se efectuó el domingo 12 de marzo, aunque dicha marcha fue convocada de manera anónima no es difícil saber de dónde surge la misma, pues de manera coordinada se realizó en 24 ciudades de 16 estados del país. Militares retirados, familiares de militares en servicio, militares que estaban francos y desertores “buenos” al decir del abogado César Gutiérrez Priego, hijo del ex general Gutiérrez Rebollo y simpatizante de la marcha, acudieron a la convocatoria anónima. Esto es un ensayo, una primera llamada a la escena nacional de una expresión política profundamente conservadora y por lo mismo reaccionaria, que nos impone declarar públicamente que hoy, desde Palacio Nacional se incuba el huevo de la serpiente

No es esto un síntoma de la polarización de la sociedad mexicana como afirman algunas voces en sus análisis, la sociedad está ya de suyo polarizada por la brecha cada vez mayor entre la burguesía explotadora y la clase obrera; las protestas de trabajadores, las huelgas, los paros, las marchas de obreros, campesinos, estudiantes, mujeres son muestras de dicha polarización.

He ahí la razón del enorme presupuesto que cada año se les asigna a los militares. Eso explica también la existencia del Centro Militar de Inteligencia, su bunker de varios miles de millones de pesos y el aumento de su personal casi al triple; también permite entender la razón del nuevo Manual de Inteligencia Aérea, que prevé entre otras “actividades básicas” la Contrasubversión y la Contrainsurgencia.

A diferencia de quienes creen que el presidente desconoce o está engañado, lo cual de suyo es ya muy grave, o de quienes afirman que hay ya un golpe de Estado con todo el poder que tienen actualmente los militares de quienes el propio presidente ha terminado siendo un reo, nosotros afirmamos que ha sido López Obrador quien de manera premeditada y de acuerdo con la oligarquía que dice combatir, actuando él mismo como oligarca, ha consumado lo que no pudo hacer ni Felipe Calderón, ni Enrique Peña Nieto, afianzar la predominio del ejército, la parte más dura, y represora, del Estado burgués que protege los intereses de los monopolios.

*Texto publicado en abril del 2023, en el número 11 (87) de El Machete en la versión impresa, página 3.

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