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El despido masivo en Icon Aircraft

Corresponsal de El Machete en Baja California

 

El 1 de julio del presente, las y los trabajadores de la planta Icon Aircraft, en Tijuana, vieron cómo concluía operaciones de manera abrupta la empresa del mismo nombre. La plantilla de centenas de obreras y obreros fue dejada sin empleo de la noche a la mañana.

Ante ello y en rechazo a lo ocurrido los obreros bloquearon los accesos al Parque Industrial Thomas Alba Edison, próximo a la vialidad rápida que conecta toda la ciudad y la gran mayoría de sus parques industriales con los puertos fronterizos de Estados Unidos. Esta acción obrera dio pie a la intervención oficial, entre ella la gubernamental.

Icon Aircraft es una empresa fundada en Vacaville, California. A partir de 2016 desarrolló, certificó y produjo un avión anfibio, ligero y deportivo, con un valor por unidad relativo a los 400 mil dólares. En abril de 2024 se declaró en quiebra en Estados Unidos.

Los obreros no saben cómo los afecta y afectará la rivalidad entre potencias, China y Estados Unidos. Capitalistas estadounidenses demandaron a los capitalistas mayoritarios de Icon Aircraft de origen chino, Pudong Science and Technology Investment Co. Ltd., por supuesta defraudación a socios minoritarios, oposición a su mando por la transferencia de tecnología hacia China y alegatos en pos de seguridad militar nacional.

El despido de 207 trabajadores de Icon Aircraft en la enorme planta subutilizada en Tijuana no fue el primer caso de este tipo. Ya en 2019 la empresa había despedido al 40% de sus empleados, reduciendo su producción mensual a cinco aviones cada mes.

El día decisivo para los obreros de Icon Aircraft en Tijuana fue el día final del ataque empresarial en su contra. En interés de los explotadores intervino no sólo la Secretaría del Trabajo, también lo hizo Sucomm, la protección patronal por parte de la CROC.

Una obrera de Icon sostiene: “Nosotros no estamos afiliados a ningún sindicato. Pero Co-Production International tenía su sindicato, Sucomm. Como empleados no estábamos afiliados a ellos, aunque la empresa alegaba que sí. En estos 6 años de trabajo nunca vino un sindicato a darnos pláticas. Recursos Humanos de Co-Production trajo al sindicato el 1 de julio, para que hiciéramos huelga, cuando ya la planta había sido abandonada. Nosotros no queríamos ni podíamos hacer ninguna huelga, como nos insistían, porque ya habíamos sido despedidos.”

Fue entonces que, probablemente como parte del plan gubernamental en favor de Icon Aircraft, intervino la Secretaría del Trabajo y asumió la representación legal de la mayoría de los obreros afectados por despido injustificado, estableciendo un resguardo precautorio de la maquinaria, insumos y producción localizados en la planta. Desde esa fecha, los obreros realizan guardias afuera de la misma para exigir respeto a sus derechos laborales.

¿Y qué es Co-Production International? Es uno de los principales shelter a nivel nacional. Su sede, en San Diego, California; con sucursales en Tijuana, Mexicali y Tecate, Baja California; Monterrey, Nuevo León; Saltillo y Torreón, Coahuila; y Mérida, Yucatán.

Co-Production, como Tecma u otros, es un “proveedor de servicios administrativos y alojamiento” para empresas que se deslocalizan de sus antiguas ubicaciones, y se relocalizan en México para procesos de fabricación industrial. Afirman: nuestras soluciones minimizan el riesgo empresarial, ahorran dinero y agilizan su instalación. Este tipo de empresas capitalistas seleccionan sitios, bienes raíces industriales y ubicaciones idóneas para las necesidades de la producción; proveen de los servicios de recursos humanos y “gestión eficiente de la fuerza laboral”; procesan nóminas; gestionan el comercial industrial, la importación y la exportación; proveen la logística para la cadena de suministro; y dan “cumplimiento a las leyes laborales mexicanas”. Es decir, un shelter –para los capitalistas– provee de soluciones para el nearshoring y la participación en la economía nacional.

Así, de manera legal o ilegal, los capitalistas continúan formando organismos intermediarios que desvanecen la responsabilidad de los grandes patrones ante sus empleados. Organismos que desempeñan, entre otras, funciones similares a las outsourcing. Cuando los obreros reclamaron su despido a Co-Production, su patrón directo, este shelter sostuvo que no tenía liquidez y no iba a pagarles su indemnización. Los obreros del país pueden mirarse en este espejo. Este tipo de argucias y trampas favorables a los capitalistas serán cada vez más usuales conforme se amplíe el nearshoring, la relocalización.

Finalmente, el 18 de junio de 2024 un tribunal de bancarrotas en Delaware, EE.UU., aprobó la venta definitiva de Icon Aircraft, con una deuda oficial de 170 millones de dólares. El monopolio alemán Atomics Aeronautical Systems ofertó por la empresa. No obstante había un postor principal, con el derecho a contra oferta, y éste fue quien adquirió los activos de Icon –incluyendo la planta y medios de producción localizados en Tijuana–, por la cantidad final de 15, 79 millones de dólares. El nuevo propietario de Icon es SG Investment America, empresa que forma parte del monopolio chino Shang Gong Group.

La operación de venta ocurrida en junio, y concluida en agosto del presente, tenía un requisito para completarse: despedir a todo el personal de Icon Aircraft; a quienes supuestamente tras oficializar la venta se les ofrecerían empleos bajo nuevos términos.

Es probable que el gobierno estatal y su Secretaría del Trabajo, encabezados por Morena, estaban al tanto de toda esta situación. ¿Alguien puede creer que no lo estaba? Por ello, ahora su secretario afirma que Icon tiene interés en continuar la producción de aviones anfibio en Tijuana. Y eso no hubiera sido posible sin la intervención gubernamental, por su conducto, para gestionar esta crisis en interés de los nuevos dueños capitalistas de Icon.

Las infamias contra la clase obrera son habituales en todo el país, así como en la frontera norte. Detrás de la popularidad o crédito del actual gobierno no sólo continúan ocurriendo, sino que cada vez más son todavía más arbitrarias o graves que antes.

La Secretaría del Trabajo informó que entre 2023 y 2024 han ocurrido 24 casos de empresas golondrinas. La supuesta ley que los diputados estatales ofrecieron “en defensa de los obreros” ha sido hecha a un lado, congelada como otras medidas en su favor.

La clase obrera necesita, con secrecía y conspiratividad, hacer su organización de clase en los centros de trabajo. Hace mucho tiempo ya, el promedio nacional de organización sindical era del 50 %; hoy es del 10%, e incluye a los organismos “charros” o de auxilio a los patrones. Sobre los obreros siguen mandando los sindicatos de protección patronal.

La clase obrera produce toda la riqueza, pero vive en la incertidumbre, la pobreza laboral y la explotación. Solo ella puede cambiar las cosas, gobernándose a sí misma y organizando en su interés la economía. Un primer paso para ello es reorganizar sindicatos de clase en su defensa e interés a lo largo de todo el país. Resistiendo contra la explotación capitalista, imponiendo mejores condiciones de trabajo y de vida a su favor. Y esa misma explotación también debe terminar, para que la clase obrera tenga pleno porvenir propio.

 

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