Participación del FJC en el seminario internacional “Imperialist war and the tasks of communists”
Participación del FJC en el seminario internacional “Imperialist war and the tasks of communists”
Monday, September 29, 2025,
Camaradas,
Reciban un fraternal y combativo saludo de parte del FJC México. Expresamos nuestro más sincero agradecimiento a la KNE por la invitación y por el sólido esfuerzo que realizan año con año en la organización del Festival Odigitis. Este espacio representa una valiosa oportunidad para que las juventudes comunistas de distintas partes del mundo podamos intercambiar experiencias en los seminarios internacionales. Consideramos que esta labor merece un digno reconocimiento y reiteramos nuestro agradecimiento por la invitación.
Vivimos en la época del imperialismo, en este momento las relaciones capitalistas se han asentado en todo el mundo, los monopolios han exacerbado todas las contradicciones del capitalismo y las grandes empresas controlan sectores completos de la economía mundial. Los estados como reflejo de la expresión de subordinación de una clase sobre otra, operan en favor de los intereses de la burguesía. A la par que los monopolios sostienen una lucha encarnizada por dominar o alcanzar una mayor cuota de mercado y conquista de las rutas comerciales, lo cual se traduce en barbarie y guerra para los pueblos del mundo.
En la actualidad hay más de 50 focos de agresión imperialista, entre ellos, hace tres años que se dinamitó el conflicto entre Ucrania y Rusia, durante este tiempo ha sido la clase obrera quien ha pagado con su vida esta pugna entre los monopolios. En un segundo instante, en octubre de 2023 fue que se exacerbó la ocupación por parte del Estado criminal de Israel y a los ojos de todo el mundo emprendió el genocidio hacia el pueblo de Palestina principalmente en la franja de Gaza. Es claro que los intereses de la burguesía de Israel no son motivados por conflictos religiosos, sino que parten por el objetivo de control de las rutas clave de transporte de mercancías que atraviesan la región, por ello los conflictos en Siria, Yemen, India y Pakistán no resultan casos aislados.
Los actuales acontecimientos de guerra interimperialista son claros e innegables: vivimos un reordenamiento de las alianzas burguesas, la agudización de estas contradicciones es resultado de las disputas entre los monopolios por obtener una mejor posición en la pirámide imperialista. El capitalismo en su fase imperialista, nos ha llevado a un período de fuertes tensiones económicas y diplomáticas que han arrojado al mundo entero a latentes intervenciones militares, al despojo y a la guerra.
En este momento, son los Estados Unidos y China los dos principales polos imperialistas que se disputan el primer lugar en la pirámide imperialista y han extendido su poder económico a nivel internacional, donde América Latina es una de las regiones que se encuentran en disputa entre ambos países y México no está exento en esta colaboración.
La situación en México
Nuestro país se encuentra en una posición intermedia dentro de la pirámide imperialista, México es un país con una vasta cantidad de grandes monopolios, pues es la 15ª economía global y la segunda más importante en América Latina. A pesar de que el gobierno mexicano utiliza una retórica populista y se presenta como “Transformación”, en los hechos ha afianzado las políticas más crudas en contra de la clase trabajadora. El partido de MORENA ha mostrado sus límites históricos: en ningún momento se planteó un gobierno obrero, sino únicamente la administración del Estado burgués.
Durante el mandato de López Obrador se ratificaron los tratados imperialistas como el T-MEC, se creó la Guardia Nacional con el objetivo de frenar el tránsito migrante de obreros centroamericanos rumbo a Estados Unidos y se consolidó la militarización de la vida pública. Hoy, bajo el gobierno de Sheinbaum, esta política se sostiene: mientras en el discurso se presume la defensa de los migrantes, en los hechos se aplican operativos represivos en la frontera sur, con extorsiones, asesinatos y persecución de familias a manos del Instituto Nacional de Migración y la Guardia Nacional, en complicidad con los cárteles. La demagogia de los compromisos internacionales, contrasta con la brutalidad cotidiana. Los Comunistas hemos denunciado que la gestión socialdemócrata, más que defender la soberanía nacional, hace todas las concesiones que exige Washington, hasta el grado de tolerar operaciones militares con drones y miembros del ejército estadounidenses en nuestro territorio. Por ello, de cara a la revisión del T-MEC en 2026, sostenemos que México debe romper con ese acuerdo interestatal imperialista que es lesivo para los pueblos y trabajadores de América del Norte.
En el terreno de la lucha laboral y educativa, la huelga reciente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación mostró la vitalidad del magisterio combativo y fue un referente para el conjunto de la clase obrera en México. El gobierno, lejos de atender sus demandas, prepara una reforma para aumentar la edad de jubilación y criminalizar a sus dirigentes. Las reivindicaciones de la CNTE: por mejores condiciones de trabajo, por revertir la reforma y por una educación al servicio del pueblo, tuvieron un reconocimiento pleno por parte del pueblo, que identificaron en esta lucha la defensa de sus propios derechos. Fue una huelga que no sólo revitalizó la combatividad de los trabajadores de la educación, sino que también avivó al conjunto del movimiento obrero en nuestro país.
La barbarie capitalista se expresa con toda crudeza en la violencia contra la juventud trabajadora. Teuchitlán, Jalisco, donde se hallaron restos humanos calcinados y evidencias de reclutamiento forzado y tortura, es la muestra de que el país se ha convertido en una gran fosa común. Más de 111,000 desaparecidos y miles de fosas clandestinas confirman la responsabilidad del Estado capitalista mexicano, que en complicidad con el narcotráfico ha sumido a los trabajadores en el horror. Las víctimas son los jóvenes reclutados, los migrantes secuestrados en carreteras, las mujeres trabajadoras desaparecidas para ser explotadas en redes de trata y las familias obreras.
Los programas sociales destinados a la juventud fracasaron rotundamente: no resolvieron la precariedad ni garantizaron derechos básicos, sino que se usaron como mecanismo de control político. Más del 55% de la juventud trabajadora sobrevive en la informalidad, con empleos temporales y mal pagados, sin seguridad social ni derechos laborales.
El progresismo en América Latina
La región de América Latina y el Caribe cuenta con todas las características del capitalismo en su fase imperialista, en consecuencia, a la ley del desarrollo desigual es que algunos países en relación a otros se encuentran en un grado menor de desarrollo. Nuestra región es asediada por los grandes bloques monopólicos sobre todo por la riqueza de las materias primas, el control sindical y los bajos salarios.
A lo largo de este siglo, los gobiernos progresistas han mostrado su limitada naturaleza, aprovechándose del descontento social y a través de prácticas demagógicas es que llegan al poder y una vez ahí son incapaces de solucionar las crisis del sistema. Estos gobiernos no sólo mantienen la propiedad privada sobre lo socialmente producido, sino que recrudecen la explotación de millones de proletarios.
Este tipo de gestiones no hacen más que apaciguar el descontento de la población desde la retórica de trabajar para el pueblo, pero detrás son profundamente anticomunistas, y no dudan en atacar al movimiento obrero-sindical. Son en esencia una nueva forma de socialdemocracia: auxiliares del capital, apagafuegos en tiempos de crisis, instrumentos para desactivar la lucha de clases y sostener la dominación burguesa.
Por ello, frente a la crisis del capitalismo y la crisis del progresismo, ratificamos que la disyuntiva sigue siendo reforma o revolución. La única salida real para los pueblos de nuestra región es el socialismo-comunismo; cualquier otra vía, ya sea neoliberal o progresista, no hará sino apuntalar la dominación del capital.
Las tareas del Frente de la Juventud Comunista
Como comunistas nuestras tareas son titánicas, más no imposibles. Al asumirnos marxistas-leninistas comprendemos la necesidad histórica por derrocar al viejo orden burgués y para ello, necesitamos convertirnos en una organización numerosa entre la juventud de México, y ser reconocidos como la vanguardia en cada sector de masas para la juventud proletaria. Así como garantizar la formación de jóvenes comunistas que puedan sumarse a las filas del Partido Comunista de México y aseguren sus próximas generaciones de cuadros.
Ante la crisis del movimiento comunista internacional, la claridad ideológica en los frentes de masas es un deber. La clase trabajadora no tiene ninguna sola razón por la cual posicionarse del lado de algún bando explotador, ni de los EE. UU y la OTAN, ni del de China y el resto de los monopolios asiáticos. Todos ellos son bloques imperialistas que han emprendido el camino de la guerra por el control de los mercados.
El lema “socialismo o barbarie” sigue tan vigente como hace cien años, el capitalismo es incapaz de solucionar las crisis que le son inherentes, pues este sistema es en todas sus facetas bárbaro y plagado de contradicciones.
Es en este momento están dadas las condiciones para que estalle una próxima crisis de sobreproducción y sobreacumulación en su esplendor y por ello, los comunistas tenemos la tarea de movilizar a nuestra clase, a la juventud del mundo contra nuestros explotadores, en la búsqueda de un mundo de nuevo tipo, por la construcción del socialismo-comunismo.
Enarbolando la consecuente bandera del internacionalismo proletario expresamos siempre vivamente la solidaridad con los pueblos del mundo que son azotados por el imperialismo, reconocemos énfasis la heroica lucha del pueblo palestino por su liberación, así como la de los pueblos de Ucrania y Rusia. A su vez, manifestamos nuestra entera solidaridad hacia con la Juventud Comunista de Venezuela y su partido que en los últimos años han vivido el asedio del imperialismo en su país y espacios internacionales.