Buscar por

Homenaje al camarada Fidel Castro, con motivo de su 90ª aniversario.

fdel

Jorge Méndez
Discurso presentado en el evento “Homenaje al Comandante Fidel Castro en el 90 aniversario de su natalicio” 14 de Agosto 2016 Universidad Obrera de México

 

Camaradas, simpatizantes e invitados:

 

El día de hoy nos reunimos aquí, en la Universidad Obrera de México, con el propósito de rendir homenaje a uno de los militantes comunistas que, durante su vida política, durante su lucha al frente, y, al mismo tiempo, junto al pueblo cubano, ha aportado algunas de las más valiosas experiencias, algunos de los más valiosos ejemplos, para el Movimiento Comunista Internacional; para el sostenimiento, en lo más alto, de la bandera de la Revolución Socialista: el camarada Comandante Fidel Castro Ruz, que el día de ayer cumplió noventa años de vida.

La vida del camarada Fidel se encuentra plagada de momentos sumamente difíciles, pero igualmente gloriosos, que marcan la historia del pueblo cubano y constituyen un acervo extraordinariamente rico para todos los comunistas del mundo.

Desde sus años estudiantiles el camarada Fidel Castro demostró una firme convicción de luchar por el bienestar el pueblo cubano, por la justicia y contra el abuso del poder por parte de los esbirros de la burguesía cubana y del imperialismo norteamericano. En su lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista, junto a toda una legión de valientes revolucionarios, no dudó en arriesgar su vida para alcanzar los objetivos más altos y nobles; aquel 26 de julio de 1953, y en los días siguientes, murieron heroicamente decenas de jóvenes revolucionarios. Pero el camarada Fidel sobrevivió, y no sobrevivió para arrepentirse, para renegar de la lucha, para menospreciar el sacrificio de sus compañeros, sino para refrendar su convicción, para organizar de nuevo al pueblo cubano en contra del poder burgués, para realizar la Revolución. Un valioso testimonio de aquellos años es su declaración de autodefensa ante los juzgados batistianos: La historia me absolverá.

La travesía del Granma, la guerra en la Sierra Maestra, la ofensiva en Las Villas, entre otros episodios, son hitos en la historia de Cuba, que reflejan la entrega y la determinación con la cual el pueblo cubano trabajador combatió la dictadura servil de Fulgencio Batista. El camarada Fidel, junto con los camaradas Raúl Castro, Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos, junto con los revolucionarios del Movimiento 26 de Julio, del Partido Socialista Popular y del Directorio Revolucionario, como una vanguardia constituida de la ascendente Revolución Cubana, jugaron un papel determinante en la consecución de la victoria.

La firmeza del pueblo cubano, así como de su dirección revolucionaria, encabezada por el camarada Fidel Castro, demostraron su valía no sólo en relación con la lucha por su soberanía, sino también, en relación con asuntos de importancia internacional para la clase obrera y la construcción del socialismo, cuando, por ejemplo, durante la Crisis de los Misiles, en otoño de 1862, en estrecha alianza con la Unión Soviética, estuvieron dispuestos a recibir el primer y mortal golpe del imperialismo, en caso de una agresión general contra los países socialistas.

El compromiso de la Revolución Cubana con el campo socialista, su firmeza dentro del campo del marxismo-leninismo, fue comprobada una vez más cuando, en los primeros días de 1968, los oportunistas checoslovacos amenazaban con poner fin a la construcción del socialismo en aquel país, bajo la consigna por lo demás idealista del “socialismo con rostro humano”. En aquella ocasión, el camarada Fidel Castro pronunció un contundente discurso defendiendo la unidad del comunismo internacional y el derecho de la clase obrera potentada de garantizar la continuidad del proyecto socialista. El discurso del camarada Fidel se hallaba en franca contradicción con  todos los prejuicios pequeñoburgueses que la llamada Primavera de Praga desencadenó, en el mundo occidental, en contra del campo socialista y el marxismo-leninismo en general.

Por supuesto, no menos importante, en este sentido, es el internacionalismo proletario que la Revolución Cubana ha demostrado no sólo en el terreno de la asistencia humanitaria, que ya ha sido reconocida por todo el mundo, sino también en el ámbito militar, en los casos en los cuales así lo ha exigido la situación. La importancia crucial de la solidaridad militar cubana para la independencia de Angola y de Namibia, para la lucha de los pueblos de Etiopía y de Argelia, así como para la derrota definitiva del régimen del apartheid en el cono sur de África, es reconocida con agradecimiento por estos mismos pueblos.

La resistencia del pueblo cubano frente al imperialismo norteamericano, el más fuerte del mundo, constituye una de las experiencias más valiosas con las que cuenta el proletariado internacional en su lucha de clase contra la burguesía. La dirección del camarada Fidel y del Partido Comunista de Cuba, firmes en el marxismo-leninismo, garantizaron que Cuba tomara el camino correcto: conseguir su verdadera soberanía a través del único medio en que resulta posible hacerlo: la construcción del socialismo. De esta manera, el pueblo cubano uniría su destino, conscientemente, con el de la Revolución Socialista.

Innumerables son las experiencias que el camarada Fidel ha aportado al Movimiento Comunista Internacional, de tal manera que resultaría poco práctico referirnos a todas ellas. Sin embargo, una de sus enseñanzas adquiere una especial importancia en la actualidad: su firme defensa del marxismo-leninismo y de la causa de la Revolución Socialista, ante la ofensiva contrarrevolucionaria representada por la Perestroika y la Glasnost de Gorbachov.

En nuestro Partido existen camaradas que, ejerciendo ya una militancia comunista, tuvieron que experimentar tanto el ascenso como la victoria temporal de la contrarrevolución en la Unión Soviética y en la mayor parte de los países socialistas. Nuestros camaradas, frente a la avasalladora ola reaccionaria y oportunista que sobrevino durante los últimos años del siglo pasado, supieron afianzarse en los principios del marxismo-leninismo; supieron resistir en momentos en los cuales miles de ex militantes comunistas, en instantes, comenzaron a renegar de la Revolución Socialista y de su experiencia en el siglo XX, y, masivamente, se incorporaban al campo de la socialdemocracia, en el mejor de los casos. En nuestro Partido existen, también, camaradas que asumieron el marxismo-leninismo y la militancia comunista varios años después de consumada la contrarrevolución; que asumieron el legado de Marx, de Engels, de Lenin y de Stalin, en tiempos recientes, en los cuales resulta todavía una especie de pecado que merece la pena capital; que se volvieron comunistas durante el reino poderoso del posmodernismo y del “fin de las ideologías”, durante los tiempos de las falsas esperanzas promovidas por la “nueva” socialdemocracia. Pero en momentos, también, en los cuales el propio desarrollo capitalista provoca confrontaciones clasistas cada vez más agudas, que nos anuncian la proximidad de nuevas olas revolucionarias que levantarán en los más alto las banderas rojas con la hoz y el martillo.

Para unos y para otros, la perseverancia de la Revolución Cubana y la firmeza del camarada Fidel en su defensa del socialismo y del marxismo-leninismo, han sido una de las mayores fuentes de inspiración, una de las mayores motivaciones para continuar con la lucha histórica que nos corresponde como vanguardia de la clase obrera. Han sido durante un cuarto de siglo, una de las luces que provocan todavía la adhesión y el entusiasmo de los nuevos comunistas. En el sentir de todos los militantes del Partido Comunista de México, retumban todavía las palabras ejemplares del camarada Fidel, ante las absurdas formulaciones que por aquellos años se empeñaba en desarrollar los contrarrevolucionarios: “Se ha proclamado que el socialismo debía perfeccionarse. ¿Pero es, acaso, abandonando los más elementales principios del marxismo-leninismo que puede perfeccionarse el socialismo? ¿Por qué las llamadas reformas tienen que manchar en un sentido capitalista? ¿Si tales ideas tuviesen un carácter revolucionario, como algunos pretenden, por qué reciben el apoyo unánime y exaltado de los dirigentes del imperialismo?” Estas palabras, con toda seguridad, habrán de acompañarnos el resto de nuestros días.

Es claro, pues, que como comunistas no somos incondicionales del camarada Fidel, como no lo somos de ningún otro militante comunista, pues nos constituimos, precisamente, no como creyentes, sino como adherentes de una teoría científica: el marxismo-leninismo. El camarada Fidel es precisamente eso, un camarada, un camarada cuya trayectoria y rectitud son intachables, cuyos aportes a la causa del socialismo resultan extraordinariamente ricos y aleccionadores, y que merece que el día de hoy, como lo han merecido otros grandes próceres de la Revolución, los militantes del Partido Comunista de México, como todos los comunistas del mundo, le expresemos nuestro mayor respeto, nuestra mayor admiración y nuestro mayor agradecimiento. Las críticas que pudiéramos tener al camarada Fidel, por lo tanto, son críticas camaraderiles, entre hermanos de clase que confluyen en un mismo propósito: la victoria del socialismo-comunismo.

Extiéndase pues nuestros saludos y nuestra felicitación al camarada Fidel Castro por sus noventa años de vida, acontecimiento que debe ser motivo de alegría para el Movimiento Comunista de todo el mundo, para el pueblo cubano y para todos aquellos que luchan por un mundo donde la opresión y la explotación del hombre por el hombre dejen de existir.

Rindamos homenaje, pues, hoy y todos los días, al Comandante en Jefe.

 

¡Viva el camarada Fidel Castro!

¡Viva la Revolución Cubana!

¡Viva el marxismo-leninismo y la Revolución Socialista!

¡Proletarios de todos los países, uníos!

fidel-muerte

Un comentario en “Homenaje al camarada Fidel Castro, con motivo de su 90ª aniversario.”

  1. Pingback: Red News | Protestation
  2. Trackback: Red News | Protestation

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *