Tesis II. Los problemas de la juventud proletaria y su movimiento en México
TESIS II
LOS PROBLEMAS DE LA JUVENTUD PROLETARIA Y SU MOVIMIENTO EN MÉXICO*
1.1 La juventud en el capitalismo
La crisis estructural del capitalismo que se vive a nivel mundial amenaza aún más a la juventud trabajadora que en los próximos años formará parte de las filas de la clase obrera en las grandes industrias, centros comerciales, y toda clase de empresas, y será presa de la explotación despiadada. A la par de esto, la burguesía se encarga de dirigir una lucha sistemática para la esclavización mental de los jóvenes y niños, para controlar a la nueva generación de trabajadores, y asegurar que el ciclo de reproducción del capital no se altere. Pese a todo ello, despierta en la juventud trabajadora y de extracción popular, el espíritu de lucha y la conciencia de clase proletaria, llevando a miles de jóvenes a organizarse y luchar.
Las tesis aprobadas en el I Congreso de la Federación de Jóvenes Comunistas demuestran con datos concretos, la cantidad y porcentajes de la composición de la juventud mexicana, en los que se confirmar su división en clases sociales.
Aunque el discurso recurrente impartido por la burguesía en los centros de estudio y los medios de comunicación, quieran hacer pensar que la juventud es en general una generación idéntica, con las mismas capacidades y posibilidades, no puede ocultar que la división de clase también se expresa en la juventud, dividiéndola en clase oprimida y clase dominante, en juventud trabajadora y juventud burguesa.
Ambos extremos se identifican por vivir y desarrollarse en condiciones materiales diferentes: en el sistema capitalista, mientras los hijos de familias proletarias somos educados y preparados para la futura explotación y estamos condenados a ser trabajadores asalariados, la juventud de la burguesía goza de todos los privilegios que sus padres pueden ofrecerles. Son los hijos de la clase dominante quienes tendrán acceso a las mejores escuelas, el deporte, cultura y a la preparación para seguir reproduciendo su papel explotador. Solamente una pequeña clase alta de la juventud proletaria será formada para trabajar por el capitalismo con el objeto de hacerlos jefes, personal de confianza y técnicos altamente calificados, sin que con ello se salven de las condiciones que sufren los demás trabajadores, del desempleo y la explotación.
1.2 La situación laboral de la juventud trabajadora
Las medidas que el capitalismo emplea ante la crisis mundial han empeorado las condiciones de la clase obrera, es la juventud uno de los sectores que más experimenta el aumento del grado de explotación en los distintos aspectos de la vida para poder sobrevivir. La legalidad ha favorecido a la burguesía quien se ha valido de las reformas estructurales y nuevas leyes para desaparecer los derechos laborales y volviendo más largas, inseguras y peor pagadas las jornadas de trabajo. El día de hoy estas medidas están alcanzando no solo al proletariado industrial sino que también otros sectores, que como el magisterio, el sector salud, los trabajadores administrativos y comerciales, y los empleados del estado se han vuelto vulnerables por estos ajustes.
Los jóvenes de la clase obrera y estratos populares son los más vulnerables de todo el país, debido a la creciente inestabilidad económica que empuja a todos los elementos de la familia a trabajar, muchos se ven obligados a dejar sus estudios y dedicar la mayor parte de su vida al trabajo, sin tener tiempo ni recursos suficientes para disfrutar todo aquello que les gusta: deportes, arte, la diversión, los amigos, la pareja, la familia. etc. La gran mayoría termina poniendo su fuerza de trabajo a disposición de los monopolios, industriales, comerciales y financieros; otra gran parte, termina en la informalidad, un nombre bastante engañoso, para denominar a aquellos trabajadores que carecen de prestaciones y derechos. Un sector menor, pero no menos importante, optan por introducirse en grupos delictivos y monopolios de la droga, ingresando a los aparatos represivos del estado, migrando a Estados Unidos y Canadá o se sumen en lo más profundo del desempleo.
En la actualidad la burguesía se ha aventajado de la desvalorización del trabajo insertando e impregnando entre los jóvenes pertenecientes a la clase trabajadora el discurso de los llamados “millenials”, en el cual indica que el desempleo, la inestabilidad laboral, la incertidumbre en el futuro y la precariedad son condiciones que deberán ser valoradas y buscadas por la juventud. Sin embargo la FJC se encargará de desmentir esta ideología pequeñoburguesa a la clase proletaria, priorizando que la juventud adquiera mayores derechos económicos y políticos.
Para la juventud los empleos bien pagados, se han convertido solo un sueño. Se exigen muchos años de formación y experiencia laboral para conseguir mayor salario y prestaciones, intentando obligar a toda la juventud a soportar la explotación muchos años con la promesa de un futuro mejor, pero cuando ese tiempo llega, se topa con la enorme competencia y el creciente desempleo. Bajo el argumento falaz de la “flexibilidad laboral” se ha intentado institucionalizar la inestabilidad laboral y el fin de las prestaciones y derechos de trabajo.
La sub-contratación (outsourcing) se ha vuelto la principal forma en que los monopolios captan a la juventud con salarios cada vez más bajos, y aunque las condiciones de trabajo son tan malas, las ganancias para el capital siguen aumentando, pesando así la crisis únicamente sobre los hombros de los trabajadores. Bajo este mecanismo se crean un sinfín de empresas fantasmas, razones sociales y agencias de colocación donde colocan a todos los trabajadores, para eximir a los monopolios del pago de las prestaciones sociales, impedir la generación de experiencia, facilitar los despidos y eximir a las empresas de cualquier responsabilidad; bajo la complicidad y el apoyo del Estado y la legalidad burguesa.
El trabajo infantil y el desempleo
La clase obrera es explotada desde el primer momento en que puede ser utilizada como fuerza de trabajo (8 años como promedio). Históricamente la lucha contra el trabajo infantil se enmarcó en la búsqueda de reducir el ejército industrial de reserva, es decir la competencia laboral y el abaratamiento de la fuerza de trabajo. Actualmente debido a la prohibición legal del trabajo infantil, esta fuerza de trabajo es sumamente precaria, concentrándose en el campo, ambulantaje y lumpenproletariado, destacando una total ausencia de protección (contra accidentes, expansión a labores nocivas para la salud, largas jornadas de trabajo, etc.). La lucha contra el trabajo infantil desde la FJC debe encaminarse a la defensa del pleno desarrollo de la clase obrera a lo largo de toda su vida, considerando que la infancia es una etapa fundamental del desarrollo físico y emocional.
El desempleo se presenta sobre todo dentro del bloque poblacional que corresponde a la juventud (entre 15 y 29 años) presentando los índices más altos de desocupación. Pero a pesar del gran incremento del desempleo, y por tanto, del ejercito industrial de reserva, el capitalismo continúa en su búsqueda por nuevos mercados para extraer más plusvalía de la clase obrera, privatizando una serie de derechos sociales, lo que ha hecho cada vez más inalcanzable el acceso a la educación pública, la seguridad social (incluida la atención médica y el cuidado a la salud), convirtiendo los servicios más básicos en mercancías al servicio del sector privado, que es el único beneficiado por la generación de ganancia.
El acceso a la educación en las zonas rurales
En las zonas rurales y más apartadas del país donde aún persiste el campesinado, la juventud del campo es orillada a emigrar a los principales centros económicos del país o a Estados Unidos. O bien a unirse a las fuerzas represivas del Estado, puesto que los jóvenes campesinos son la principal fuente de cooptación por parte del ejército. La mayoría de los jóvenes que permanecen en el campo, tendrán que continuar trabajando la tierra y proletarizándose, sin tener acceso a la educación; mientras que aquellos que logren ingresar a la educación media superior y superior, se enfrentan al problema de emigrar a otras ciudades, y tener que pagar los altos precios de la renta de vivienda y el pago de cuotas escolares.
Es importante entender la influencia directa que tiene el capital en la situación de la educación en las zonas rurales; pues el capital, en su lógica de actuar bajo el principio de la maximización del beneficio, se preocupa únicamente por brindar la educación necesaria a la clase proletaria y campesina que permita el mantenimiento del sistema capitalista y acrecenté sus ganancias.
En el socialismo-comunismo, el eje rector de la educación debe ser el desarrollar el potencial de cada individuo de forma que sea un miembro pleno de la sociedad. Esta educación, por lo tanto, debe ser brindad a todos los integrantes de la sociedad de forma equitativa, es decir, brindarle a todos las mismas posibilidades a la par que debe atender sus necesidades particulares. En el caso específico de las zonas rurales, esta educación irá orientada a eliminar las brechas actuales entre el nivel de educación urbana y la rural, además de proporcionarles a los estudiantes conocimiento para desempeñar las actividades propias de las zonas rurales, tales como la agricultura, la ganadería, la apicultura, etc.
1.3 La educación al servicio de los monopolios
La educación en México desde el nivel básico, en su mayoría técnico y superior está alineada a la producción capitalista. Los planes de estudio están adaptados a las necesidades de la producción; la ubicación de los centros educativos de nivel técnico y universidades se concentra en las zonas urbanas donde la producción de capital es mayor, para asegurar la fuerza de trabajo y donde la reproducción de la ideología burguesa es trasmitida para someter también en su conciencia a la juventud. La mayoría de los jóvenes en su formación técnica y profesional serán ilusionados con la aspiración de que esforzándose más y produciendo más un día llegaran a ser jefes y a tener grandes salarios; pero al egresar y enfrentarse al desempleo y al ciclo del capital formarán parte de la clase trabajadora, lo acepten o no.
Las escuelas técnicas de nivel medio superior tienen como fin de aportar una serie de herramientas y conocimientos básicos necesarios para el funcionamiento económico ante el desarrollo de las fuerzas productivas. Por lo tanto, se da mayor prioridad a materias relacionadas con la utilización de software e instrumentos electrónicos, conocimiento de inglés y algunos elementos matemáticos, y se desprecian todos los demás conocimientos. Bajo las famosas “competencias” lo que se persigue es una mano de obra relativamente capacitada y no la calidad educativa, mostrando así que las escuelas técnicas tienen un papel asignado y se desenvuelven en función de las actuales contradicciones en el capitalismo. Los exámenes de selección para el ingreso al bachillerato y la universidad, no están diseñados para reflejar el nivel de conocimiento de los estudiantes, sino para justificar y empujar a la gran mayoría de los jóvenes que estudian a convertirse en mano de obra calificada pasando por las escuelas técnicas.
Las universidades cumplen el papel social de formar los cuadros ideológicos de la burguesía, aceptando en su seno sobre todo a los hijos de los estratos medios y la burguesía, y en menor medida de familias proletarias, donde solo algunos serán formados para colaborar a perpetuar el papel del Estado. Las universidades e institutos tecnológicos, así como los centros de investigación forman a los cuadros que fungirán como supervisores, capataces, encargados de mantenimiento, control e investigación del aparato productivo, logístico, comercial y financiero. Es decir, al sector de la clase obrera y contrapuesta a sus hermanos de clase: la aristocracia obrera.
Si terminar una licenciatura y titularse es una carga demasiado pesada en cuanto a tiempo y recursos para los jóvenes trabajadores, los estudios de posgrado se vuelven aún más cerrados. Estos centros se han convertido en pequeñas subsidiarias de las investigaciones de las empresas, financiados con dinero público; y a través de CONACYT en una forma temporal de escapar al desempleo.
Pero la burguesía y estado además de preparar ideológicamente a la juventud para la futura explotación, también garantiza la mano de obra barata mediante la educación tecnifica y dispone de ella para los sectores de servicio más importantes a través del Servicio Social y las Prácticas Profesionales. Si bien las prácticas son una forma de aprender y reforzar los conocimientos, en la mayoría de las carreras técnicas y profesionales los jóvenes asisten y sobrepasan el tiempo indispensable, volviéndose una fuerza de trabajo gratuita para el sector privado y para el público. Para las empresas e instituciones esta fuerza de trabajo, por la cual no tendrá que destinar ningún tipo de remuneración económica, es muy bien valorada por lo que los convenios entre empresa y escuelas son algo muy común, y cada vez más adaptadas a los intereses de los monopolios. El servicio social que equivale a periodos en su mayoría de 1 año y obliga a trabajar sin paga a egresados jornadas completas también es otra forma de explotar a los jóvenes del nivel técnico y superior en todo el país.
Una tarea inmediata de la FJC después de su I Congreso ha sido evidenciar, denunciar y organizar a la juventud mexicana para terminar con la explotación oculta durante más de cincuenta años detrás del programa nacional del Servicio Social y las Prácticas Profesionales. Debemos luchar porque el tiempo y la fuerza de trabajo que la juventud emplea en estas cuestiones sea reconocido como lo que es, un trabajo, y por lo tanto, sea remunerado con un salario. Además debemos luchar por que estos esfuerzos sirvan para beneficiar la verdadera aplicación de conocimientos en la práctica, satisfacer las necesidades de la sociedad y apoyar al desarrollo de las fuerzas productivas del país, lo cual sólo puede lograrse en una sociedad socialista.
En el capitalismo la educación siempre va a dirigirse en función de las necesidades del capital, por lo cual existirá siempre, en tanto el modo de producción continúe, un proceso permanente de privatización de la educación y su sometimiento a los estándares y necesidades de los monopolios. Eso se expresa en la injerencia que tienen los monopolios en la elaboración de programas de estudios, los centros de investigación y los convenios universidad-empresa, las “estancias profesionales, etc. A su vez, se vuelve un campo donde el capital busca acrecentarse. A lo interno de la escuela esto se expresa con el aumento de cuotas escolares, los cursos extracurriculares, los exámenes extraordinarios y los procesos administrativos; así como la proliferación de universidades y escuelas privadas de baja calidad, comúnmente conocidas como “escuelas patito”. A lo externo de las escuelas, el capital también asecha aprovechándose de las necesidades de los estudiantes: el transporte, el alojamiento, la alimentación. Un caso especial ha sido el negocio de las “evaluaciones” y las acreditaciones, comandadas por el CENEVAL, y aquellos centros escolares que ofrecen cursos para pasar el examen de ingreso o diplomas.
1.4 Las condiciones de la mujer en el capitalismo
La opresión, que se puede advertir en desigualdad laboral, machismo, violencia y abuso; del que son víctimas las mujeres, tiene continuación y perpetuación en el sistema capitalista. Condiciones que se agudizan de acuerdo al desarrollo de la lucha de clases, no hay que olvidar que para el modo de producción capitalista la mujer tiene un papel histórico en función de sus relaciones de producción, encasillándose en gran parte del desarrollo precapitalista, en la reproducción de la mano de obra. Si a finales del siglo XIX y principios del XX la mano de obra femenina no era tan requerida para la producción debido al nivel de desarrollo del capitalismo; posterior a la revolución burguesa de 1910 el cambió fue drástico, sumando con celeridad mano de obra femenina a los procesos de producción; cabe mencionar que este cambio corresponde al avance y consolidación de los monopolios; desde entonces y hasta principios del siglo XXI, a pesar de que el trabajo de la mujer generaba un nivel de riqueza igual o mayor para el capital, comparado al que generaba cualquier obrero, se vio sometida a la reducción de su salario, pues se consideraba complementario al salario que debería cubrir la subsistencia de la familia, lo que permitía darle a su trabajo un valor menor al “mínimo” y a la vez limitar su desarrollo académico, aspiraciones profesionales y crecimiento laboral, segregándolas de algunas actividades económicas, hechos que se reflejan en estadísticas oficiales.
Para nuestros días la crisis y guerras imperialistas, generadas con el afán de nuevos mercados, reacomodan el escenario, urgiendo a los monopolios la extracción máxima de plusvalía. Lo que implica, entre otras medidas, arrancar las viejas conquistas de la clase obrera a través de las reformas estructurales; puesto que implicaban pérdidas millonarias a la burguesía. Así mismo, el paradigma del papel de la mujer en la producción cambia: mantener segregada a la mujer de algunas actividades productivas, la falta de educación de estas y el malgasto de tiempo en trabajo no remunerado implica pérdidas económicas cuantiosas, que se pueden equiparar a las ganancias que genera China y EUA; por lo que ahora es necesaria su cualificación productiva (elevar la formación académica), la reducción y distribución equitativa del trabajo no remunerado, que conlleva pérdidas en tiempo productivo, sumar a todas las mujeres proletarias que mantienen dependencia económica al mercado laboral, en función de que ningún integrante de la familia proletaria quede al margen de generar riqueza a la burguesía, pero aumentando la jornada laboral, eliminando pensiones y encareciendo los costos de la educación; subordinar la participación femenina al marco jurídico burgués con el reconocimiento de igualdad de derechos ante la ley, al tiempo que reforman la LFT eliminando derechos conquistados en viejas luchas de la clase obrera.
Promover la igualdad en cuanto a la remuneración del trabajo realizado, claro que sin aumentar el salario de la obrera, más bien reduciendo el salario obrero. El estado de Yucatán por ejemplo, ostenta el salario mínimo más bajo en nuestro país y al mismo tiempo, tiene a la mitad de las mujeres en edad productiva en el mercado laboral, lo que representa una tasa de participación de siete puntos porcentuales por arriba del promedio nacional, que es de 43 por ciento.
El feminismo burgués y la posición de los comunistas
La conveniencia de la consigna de igualdad de género para la burguesía, lo refleja fácilmente la siguiente declaración: “Si las mujeres jugaran un papel igual al de los hombres en la economía, esto impulsaría la economía mundial hasta en 28 billones de dólares en el 20251”, no está de más decir que esa riqueza va a parar a manos de la burguesía, que seguirá siendo la clase obrera hombres/mujeres los generadores de esa riqueza y que por si fuera poco, los salarios miserables que la burguesía ofrece no permiten en forma alguna la independencia económica de la mujer. Tal es la concepción de igualdad de género para la burguesía. Y que deja ver pues, que es erróneo el planteamiento de algunas organizaciones incluso de corte marxista que promueven como requisito innegociable la igualdad de género para el arribo de la revolución pero que coadyuvan a la burguesía en sus aspiraciones de explotación máxima de nuestra clase.
Así pues el feminismo burgués coge fuerza en función de que garantice los intereses de la burguesía, disolviendo el carácter de clase de la lucha por la emancipación femenina, transfigurándola en lucha de género; arrastrando a la cola de este movimiento corrientes feministas que genuinamente surgen al seno de la clase obrera y las masas populares, que trascienden a partir de ondear demandas legítimas de nuestra clase, pero que al no objetivar como tarea inmediata la construcción de la revolución socialista, siguen caminando a la saga de las reivindicaciones burguesas. Lo que no resulta nuevo, si tomamos los orígenes de este movimiento. El primer congreso feminista en México, se llevó a cabo en Yucatán en 1916 pasada la revolución democrático-burguesa. El congreso fue convocado por Salvador Alvarado2 quien lo mismo llamó a congresos feministas que a reuniones empresariales para que invirtieran su capital en el estado. Cabe destacar que las asistentes no eran mujeres de la clase explotada sino hijas de la burguesía, que tenían la oportunidad de viajar a España e influirse de las ideas feministas que se extendían en ése país. La participación en el congreso la determinaba su origen de clase. Mientras que en los hechos desde tiempo atrás, muchas mujeres ya engrosaban las filas de la clase obrera incorporadas a las fábricas, sufriendo los estragos de la explotación capitalista. Manteniendo algunos rasgos de la sociedad vieja, como la mayordomía del hogar y el cuidado de los hijos. Pero al mismo tiempo sumándose a las revueltas y torrentes revolucionarios que se gestaban en el país.
Como vemos, la igualdad de género en función de generar riqueza resulta conveniente para la burguesía. Para los comunistas en cambio la igualdad de derechos políticos siempre reconociendo nuestras diferencias biológicas, la autonomía económica de la mujer y educación son convenientes en función de suprimir la explotación. Los intereses son abismalmente diferentes; pues los derechos políticos ofertados por la burguesía no son en beneficio de las mujeres proletarias sino garantes del orden burgués, por lo que exigimos derechos que representen los intereses de la clase proletaria; luchamos por desaparecer la plusvalía que lleva en su interior la explotación de unos por otros; exigimos una educación para todos pero que ayude al desarrollo de la humanidad; nosotros exigimos pues, un mundo nuevo que desaparezca las ganancias de unos en detrimento de otros. Los comunistas desde mediados del S. XIX incluíamos a la mujer en todas nuestras reivindicaciones, definíamos el trabajo doméstico como un trabajo improductivo que debía ser suprimido, desmenuzábamos las relaciones de opresión y dominación que se cernían sobre la mujer, incluyéndolas siempre a nuestra plataforma política; claros de que la lucha por el socialismo y el comunismo, lleva intrínseca la lucha por la emancipación de la mujer.
La joven trabajadora
La mujer ingresó al proceso productivo, sin renunciar a su papel reproductivo de fuerza de trabajo, de manera que ya no sólo respondía a “labores del hogar”, sino también a las labores que le exigía el capitalismo en el proceso de producción. Por lo que las mujeres no sólo han sido sometidas al desgaste de la jornada laboral en fábrica; sino también al desgaste que produce su papel reproductivo, actividades que continúan la jornada laboral más allá del centro de trabajo, pero que no son remuneradas. No obstante que ante el peligro de interrumpir la producción, el capitalismo prohíba tácitamente a las mujeres embarazarse; de manera que aquellas que se encuentran embarazadas o que ya tienen hijos se les niega el trabajo, y quienes tienen trabajo se ven amenazadas con perderlo si se embarazan. Es decir la burguesía requiere de la reproducción de la fuerza de trabajo sin que implique pérdidas económicas. Por lo que la maternidad condición particular que no comparte con el género masculino, dentro del capitalismo es una condición que la vulnera y posiciona en desventaja.
En México en el 2014 se registraron 2.2 millones de nacimientos, de los cuales el 72.9% corresponde a madres de entre 15 y 29 años; el 16.4% (uno de cada 6 embarazos) corresponde a madres menores de 20 años, esto no solamente se relaciona con los altos índices de desempleo y falta de acceso a la educación, sino que también pone en peligro su vida, ya que la mortalidad materno – infantil se presenta en un 54.7% entre mujeres dentro del rango mencionado. Como vemos esta situación afecta directamente a la mujer joven.
El que las mujeres de la clase obrera se integren por completo al proceso de producción capitalista, cualificando su mano de obra, no aporta algo nuevo al análisis de los comunistas; Marx y Engels hace mucho tiempo describieron este proceso inherente al capitalismo; por lo que el paro consecuencia de la crisis capitalista y la necesidad de un ejército industrial de reserva, poco a poco empieza a afectar igualmente a hombres y mujeres, no por la disminución del desempleo en obreras, sino por el aumento del desempleo en obreros. Lo que permite abaratar aún más la mano de obra.
Sin embargo esta desvalorización del trabajo aun cuando empieza a afectar indistintamente al género entre la clase obrera, tiene implicaciones mucho más crueles para las mujeres, quienes en muchos casos son madres solteras y deben sortear la manutención de sí mismas y de sus hijos, adicional al rol que desde siempre han asumido que es el del cuidado de los infantes. Así, son mucho más proclives a aceptar atropellos tales como la falta de pago de horas extras, acoso sexual laboral, jornadas laborales más largas y extenuantes, etc.
La desvalorización del trabajo asociado a la prostitución, el caso de Cd, Juárez, Chihuahua.
En el año 2015 se dio a conocer el caso de las maquiladoras ADC, FOXCONN, LEXMARK y EATON que operan al sur oriente de Cd. Juárez Chihuahua; Jefes de Grupo, Materialistas, Supervisores y Gerentes Generales quienes ganan hasta 10 veces más que las trabajadoras (el sueldo oscila entre los 400 y 500 pesos para las obreras) ofrecen dinero, el pago de horas extras sin laborarlas, acceso a puestos secretariales con más sueldo a cabio de servicios sexuales. Estas actividades van en aumento siendo las mujeres jóvenes madres solteras quienes principalmente aceptan este tipo de ofrecimientos. Lo que convierte a las maquiladoras en el mayor prostíbulo de Cd. Juárez. Pero como vemos es la necesidad de sobrevivir la que orilla a la prostitución y esa necesidad es exclusiva de nuestra clase.
La prostitución es una característica del capitalismo y merece ser estudiada a mayor profundidad como tal, pues su contenido es distinto al delito de la trata de blancas, del cual hablaremos más adelante. Es decir, la prostitución “legal”, venta concienzuda del servicio sexual es un tema que preocupa y debe estudiarse en la FJC, pues es de la clase trabajadora de quien se está hablando.
El acoso sexual y laboral en las mujeres
En cuanto al hostigamiento sexual al que es sometida en muchas ocasiones la mujer trabajadora, otra manera de opresión del capitalismo hacia ella, comienza, por ejemplo, desde que los requisitos para ingresar al trabajo, son: “buena presentación”, ser joven (menor a 35 años), contar con “disponibilidad de horario”, ser solteras, no estar embarazadas, etc. La industria prefiere mujeres jóvenes completamente sanas que garanticen su efectividad y que no interrumpan el proceso productivo, ya que significan una pérdida para la producción de capital, en su despiadada explotación. La buena salud visual y la destreza manual garantizan a la mujer aptitud para desempeñar trabajos que necesiten de estas características, a pesar de que rápidamente desgasten su salud y permitan la pérdida de la visión progresiva o artritis.
La mujer y su salud
Las condiciones que aumentan los factores de riesgo ante la presencia de enfermedades y desarrollo de estas, se hace evidente entre las mujeres. La situación de clase predispone a las mujeres pobres a un mayor peligro de desarrollo de la enfermedad. Y si las tasas de defunción son tan grandes es porque el estrato donde se presenta no tiene acceso a los servicios de salud, ni a los estudios diagnósticos, mucho menos a las caras vacunas de tratamiento. Los factores de predisposición no son más que la consecuencia de desempleo, de bajos salarios, y de un papel en el proceso productivo de sometimiento de clase.
El embarazo tiene la mayor expresión de falta de atención y acceso a la salud de las mujeres y es entre las mujeres pobres donde está el mayor riesgo de morir. Si en este contexto nace un niño, es igual de probable que las carencias en que se desarrolle le condicionen la presencia de enfermedades e incluso la muerte. Es así como se reproduce el grueso de la clase obrera.
Además se agrega el riesgo de muerte para las mujeres jóvenes por el desarrollo de tumores malignos.
Feminicidios y violencia sexual
Los asesinatos de mujeres por razones de género (Explotación sexual, celos, embarazos no deseados, etc.) son cotidianos en nuestro país, Día a día la prensa amarillista burguesa llena sus periódicos con fotos y noticias de mujeres asesinadas y violentadas sexualmente; el común denominador de estas mujeres es su origen de clase, no es casual si consideramos que la burguesía se sirve del negocio de explotación sexual para aumentar sus ganancias.
Según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hay 7 mil 185 mujeres desaparecidas en el país, de las cuales el 96 % se han suscitado en los dos últimos sexenios. El 44 % son mujeres menores de edad, y el 31 % de los casos se concentran en el Estado de México y Tamaulipas. En el Estado de México fueron 4 mil 281 mujeres desaparecidas de 2005 a 2014, la mayoría de entre 15 y 17 años. 2 mil 272 fueron localizadas, no obstante, 95 de ellas ya estaban muertas. A nivel nacional del 2012 al 2014, el número de mujeres desaparecidas menores de 18 años incrementó 191%, pues pasó de 404 casos a 1,179 casos.
Las mujeres son desaparecidas para utilizadas principalmente con fines de explotación sexual, enganchadas muchas veces con oportunidades de trabajo, salarios altos y riqueza.
Para las familias el drama es grande ya que existe complicidad de parte del estado para con este tipo de delitos, que no son investigados, son minimizados, ignorados e incluso llegan a intimidar a quienes se obstinan en buscar. En muchas ocasiones de manera independiente los padres han hecho la labor de búsqueda de sus hijas para tener pistas o encontrarlas; para agravar la situación, los gobernantes tienden a manipular la información en función de intereses políticos electorales, por lo que existen organizaciones de búsqueda que a la vez promueven el voto por uno u otro candidato. Según convenga y de acuerdo al nivel de colusión del estado con actividades ilícitas de explotación son manipuladas las estadísticas u obstaculizado el acceso a la información. Las alertas de género también dependen de estas condiciones subjetivas. En este sentido las familias encuentran poco apoyo y pocas estructuras organizativas que les permitan avanzar en la búsqueda de sus seres queridos.
La explotación sexual
La Organización de las Naciones Unidas señala que de cada cien víctimas de este delito, 66 son mujeres, 13 son niñas, 12 son hombres y los nueve restantes, niños. Adolescentes y jóvenes son víctimas de este negocio uno de los más rentables con cariz de ilícito después del de las drogas y las armas. Mujeres que fueron enamoradas, encantadas ante la posibilidad de un futuro mejor, secuestradas contra su voluntad o chantajeadas; son prostituidas bajo condiciones de esclavitud, asesinadas y desechadas cuando no generan ganancias o son problemáticas para su captor. Trasciende el municipio de Tenancingo Tlaxcala donde el delito de trata es la base de la economía en esa entidad, produciendo ganancias de mil millones de dólares, sus víctimas pertenecen principalmente a los estados del Sureste de México. Los estados fronterizos también se sirven de este negocio pues son el paso para trasladar a las mujeres que son sustraídas de otros países; Yucatán por ejemplo es considerado un trampolín de tratantes; de acuerdo la ONU, el estado es corredor de entrada y salida de traficantes de gente.
El desempleo además de permitir el abaratamiento de la mano de obra, genera las condiciones para la explotación y la trata, las ofertas de empleo en periódicos, páginas web y redes sociales, están plagadas de anuncios cuya finalidad es la trata de personas, que aprovechándose de la precariedad económica por la que atraviesan las mujeres; hacen citas con empleos atractivos falsos y que resultan ser emboscadas para que mujeres sean secuestradas, o bien se presentan anuncios donde se ofrecen cantidades de 500$ hasta 2000$ por sostener relaciones sexuales.
La cultura machista
La cultura está determinada por la ideología de la clase dominante. Hombres y mujeres pertenecientes a nuestra clase interiorizan las nociones burguesas de apropiación, individualismo, explotación, cosificación, etc. Por lo que concepciones machistas en nuestra clase no son extrañas; existen múltiples casos de violencia familiar, feminicidios y violaciones que son perpetradas por mismos proletarios, no sólo por la burguesía; los comunistas somos inflexibles ante este tipo de manifestaciones y si bien sabemos no serán exterminadas sino hasta que el capitalismo sea exterminado, no daremos tregua al combate de este tipo de actos y concepciones.
La concentración del capital en las urbes demanda para sí, una cantidad considerable de fuerza de trabajo, mercancía que busca tener próxima para su pronta explotación. En este sentido se han originado las inmensas machas urbanas que devoran la periferia de los medios de producción, escalando a su paso cualquier terreno, tenemos como resultado espacios donde el hacinamiento es insoportable, la rápida superpoblación de estos barrios y colonias dota de nuevos elementos al ejercito industrial de reserva o lo que es lo mismo: genera delincuencia y pauperismo en los barrios y colonias, esta es la causa verdadera sobre el rápido ascenso de la violencia, no la falta de educación “moral”.
Sumando a este grave problema encontramos que ante la falta de esperanza, alimento o techo el joven busca escapar de su realidad con los recursos con los que cuenta consumiendo solventes de bajo costo o cualquier otro tipo de droga, generando poco a poco una falsa identidad, falso orgullo sobre las drogas y la delincuencia del que rápidamente brotan agrupaciones, o bien estas ligas delincuenciales son formados desde las bases por grupos económicos y políticos locales.
Solo en el momento en que reproducción de fuerzas de trabajo empieza a generar más costos al capital el estado busca resarcir la situación con la apertura de programas que parecieran “progresistas” pero en realidad son un sedante ante el eminente sepulturero que han encerrado en los barrios y colonias. Solo hasta que puede generar esparcimiento u optimiza las vías de comunicación para el rápido transporte de la fuerza de trabajo.
Los barrios y colonias, en cualquier ciudad pequeña o grande tiene un importante potencial revolucionario, tal debe ser su identidad, la lucha por el techo, trabajo y respeto debe ser la nueva dirección del orgullo barrial.
Como Federación de Jóvenes Comunistas hay que arrancar de las manos de la burguesía a los jóvenes de nuestra clase.
Solamente en el socialismo, será posible liberar a los espacios de vivienda para el proletariado, podrán ser un lugar feliz y para el desarrollo del espíritu y la humanidad, en el socialismo los barrios y colonias se desataran del pauperismo para ser lugares de digna vivienda.
1.6 Violencia y criminalización de la juventud trabajadora
En el capitalismo, mientras los monopolios concentran cada vez más capital y riquezas, aumenta la explotación de la clase obrera y la proporción de desempleados, que vienen a formar el ejército industrial de reserva. En este aspecto la juventud se ven más afectada, ya que crece el número de jóvenes que no encuentran trabajo, junto a aquellos que buscan una forma de vida en la economía informal o en el trabajo precarizado, volviendo mes tras mes al desempleo.
Ante el desempleo y la precarización laboral, muchos jóvenes se ven empujados a solucionar sus condiciones materiales de vida a través de medidas extremas, como son pasar a la lumpenidad, la migración, o ser reclutados a las filas de la industria del crimen o los aparatos represivos del Estado. Este condicionamiento material aparece revestido, ideológicamente, de un discurso que les promete un enriquecimiento instantáneo, sin mucho esfuerzo pero con grandes riesgos.
El crimen organizado y la juventud
La industria capitalista del crimen (conocida generalmente como “crimen organizado”), principalmente la producción y venta de drogas, la trata de personas, los secuestros, extorsiones y robos a gran escala, se han convertido en grandes palancas para la acumulación capitalista, y que le dan un respiro al capitalismo mexicano y mundial ante la crisis. Como cualquier industria capitalista su objetivo es la acumulación del capital, y únicamente se distingue por su situación de ilegalidad.
Debido a esto, los monopolios de la droga, dirimen sus problemas en gran medida a través de la violencia entre sí. El Estado capitalista como fiel representante de los intereses del capital, interviene en estos conflictos, posicionándose del lado de uno u otro cartel, según sean las negociaciones que establezcan. De tal forma que el Estado se ve envuelto completamente en la red económica de las drogas, a la vez que los diferentes carteles, terminan convirtiéndose de facto en aparatos mercenarios del Estado. Por lo tanto la supuesta “guerra contra el narcotráfico” iniciada en 2006, no es más que un reajuste y reacomodo de entre diferentes monopolios.
En su búsqueda desempleo, muchos jóvenes son integrados a las fuerzas represivas del Estado, donde se les asegura un salario fijo. Estos aparatos cumplen la función de reprimir al movimiento obrero y popular, a la vez que sus superiores (oficiales del ejército, la marina y los jefes policiacos) se relacionan con el narcotráfico, poniendo así a los jóvenes militares y policías en la delicada situación de solapar la relación con el crimen organizado o integrarse a esta corrupción; además de arriesgar su vida para proteger los intereses del Estado burgués y de los monopolios.
La juventud de clase proletaria es quien más se ve afectada por estos reacomodos, ya que son ellos los que sirven de carne de cañón por los diferentes carteles de la droga y las corporaciones policiales y militares. La sangre de jóvenes en todo el país es derramada, para asegurar la organización de una de las industrias más dinámicas en nuestro país; y mientras los jóvenes mueren o se degradan humanidad, los monopolios se ven beneficiados por ganancias extraordinarias.
Pero los jóvenes que no se encuentran en ninguno de estos grupos se ven también afectados, y son los que en peor condición se encuentran para defenderse. Les toca encontrarse en medio de una lucha que no les corresponde. En los medios de comunicación se refuerza una idea de solapamiento a los grandes “jefes de la droga”, se convierten en personas de admiración bajo la ideología burguesa, esos representantes de los monopolios nacionales e internacionales de la droga; mientras que se condena y discrimina a toda la juventud en general.
De esa forma, los jóvenes desempleados que se encuentran en los estratos más debajo de la clase obrera, se encuentran en un círculo vicioso: se encuentran desempleados, sin experiencia laboral y sin posibilidades de continuar sus estudios, lo cual les hace casi imposible encontrar trabajo, lo cual los sume aún más en esa situación. A eso se le agrega la discriminación, a la que se enfrentan los jóvenes de barrio, por el lugar en el que viven y la forma de vestir, actuar, etc. Se enfrentan a ser asesinados, golpeados, o discriminados, por las fuerzas estatales, los grupos del narcotráfico y la sociedad en general.
Esta situación de vulnerabilidad empuja a la formación de bandas, como único medio de sobrevivir de los jóvenes ante una vida hostil. El odio ante un sistema económico incomprensible que los expulsa constantemente de sus tierras, se encauza a la drogadicción, el alcoholismo y el conflicto entre ellos mismos.
1.7 La FJC en el movimiento juvenil comunista internacional
La FJC junto al PCM cada vez ejercemos un papel más relevante dentro del Movimiento Comunista Internacional (MCI). En un mundo donde las potencias imperialistas no cesan si un solo día por tener confrontaciones, las cuales, suponen una mayor amenaza para la clase obrera y los pueblos del mundo, los avances en una mayor coordinación que se producen entre los Partidos Comunistas y Obreros deben tener un mayor reflejo en las organizaciones juveniles comunistas.
En los últimos años la FJC ha logrado insertarse ya de manera estable en el Movimiento Juvenil Comunista Internacional (MJCI); si bien en años anteriores la juventud comunista estuvo enterada de los debates del MCI, nuestra intervención en el MJCI era mínima. Desde noviembre de 2013 a la fecha, la FJC ha aumentado de forma considerable su participación en el MJCI y al interior de la Federación Mundial de la Juventud Democrática (FMJD). En los últimos tres años la FJC ha logrado asistir a importantes Reuniones Regionales, Mundiales, a Festivales y a Brigadas Internacionales de la FMJD, así como a Congresos de otras Juventudes Comunistas. Durante esas actividades la FJC ha sostenido intercambios políticos, efectuado debates y compartido reflexiones con otras juventudes comunistas acerca de la necesidad de la lucha contra las posiciones oportunistas y socialdemócratas que existen en el movimiento y que en algunos casos ha llevado a que organizaciones comunistas cedan en sus posiciones y terminen por legitimar gobiernos favorables a la burguesía y a los distintos polos y centros imperialistas.
Las tareas de la FJC en América Latina y el Caribe y los EEUU
En este contexto es que la FJC tiene por delante en los próximos años una importante labor en distintos aspectos del MJCI y la FMJD. En el caso de América Latina la FJC debe trabajar para que, pese a los retrocesos que se han venido desarrollando en el último años con los gobiernos progresistas en Venezuela, Bolivia, Ecuador, etc., las juventudes comunistas del continente asuman con mayor decisión su papel como organizaciones de vanguardia del movimiento juvenil, de tal manera que los comunistas den pasos hacia adelante en la lucha contra el imperialismo, los monopolios y los sectores reaccionarios independientemente de las medidas que puedan tomar las direcciones de dichos procesos. Para dicha labor la FJC deberá aumentar sus esfuerzos para elaborar en conjunto con el resto de juventudes comunistas estudios, análisis, mesas de debate, conferencias virtuales, etc., que permitan en primer lugar tener espacios de discusión para posteriormente dar paso a una coordinación política de mayor amplitud en la región.
Para el caso de Centroamérica la FJC deberá ejercer un papel de impulsores y acompañadores de procesos formativos de juventudes comunistas que en países Guatemala y Honduras han optado por reorganizar y sacar a flote los proyectos de nuevas juventudes comunistas. Los comunistas no debemos perder de vista que el enemigo a los que nos enfrentamos es por el momento superior a nosotros, por ende es necesario que en países donde los efectos de la desideologización, desorganización o desaparición de partidos o juventudes comunistas, la FJC de la mano del PCM debemos emprender los máximos esfuerzos para que prestemos la ayuda suficiente a camaradas u organizaciones que ven la necesidad de volver a surgir y lograr ser la alternativa, la vanguardia de la juventud obrera y popular en sus países. Si la FJC y el PCM logran ayudar a erigir de nuevo organizaciones comunistas en Centroamérica, habremos de aportar de forma positiva al MCI.
Si bien se han tenido acercamientos con varias organizaciones juveniles comunistas en los EEUU, no se ha podido establecer una reunión que nos permita avanzar en una agenda política en común para el beneficio de la juventud obrera estadounidense y mexicana. De la misma manera que la FJC debe trabajar en El Caribe se debe trabajar en los EEUU, dejando atrás las dificultades para avanzar en la creación de un plan que nos permita trabajar con la juventud proletaria que sin duda mueve y dinamiza la mayor potencia imperialista en el mundo.
Teniendo claro que la FMJD no es un espacio exclusivamente de juventudes comunistas, la FJC ha demostrado su disposición por trabajar e impulsar en la FMJD actividades que estén sustentadas en el principio de una verdadera y clara oposición a las guerras e intervenciones imperialistas independientemente del polo imperialista al que obedezcan. Sin embargo, la FJC y varias juventudes comunistas hemos notado que en los últimos años en la FMJD existen organizaciones que promueven elementos que pueden ser nocivos y debilitar así la de por si dificultada situación por la que se encuentra la Federación. La FJC está en la responsabilidad de seguir fortaleciendo a la FMJD y dotarla de un verdadero carácter antiimperialista y de masas en México y el resto del mundo, para ello la colaboración que ya hacemos con el resto de juventudes comunistas del Polo Leninista y que hemos afirmado en párrafos anteriores debe profundizarse, podremos emprender de una mejor forma las batallas venideras.
Derivado de lo anterior nuestra presencia en la FMJD tiene como objetivos los siguientes:
• Ampliar y desarrollar mayores relaciones políticas con organizaciones juveniles de un claro carácter antiimperialista.
• Continuar desarrollando la coordinación de las juventudes comunistas del polo leninista mediante el desarrollo conjunto de iniciativas y propuestas de debate que ayuden a fortalecer la posición revolucionaria al interior de la FMJD.
Es fundamental abrir los espacios y mecanismos de debate que permitan abordar todas las cuestiones que hoy amenazan con convertir a la FMJD en una herramienta ineficaz para la lucha antiimperialista. Por el contrario la FJC deberá trabajar para que la FMJD sea una organización con mayor actividad política, convirtiéndose en algo atractivo para la juventud en el mundo y por supuesto como una herramienta para el combate contra las guerras imperialistas.
Los avances y las tareas de la FJC en la creación del Polo M-L internacional de las juventudes comunistas
La FJC ha dado pasos en la cooperación y coordinación con otras organizaciones cuyos principios ideológicos son marxistas-leninistas y su accionar político sumamente coincidente con el nuestro.
Los avances se han dado en dos principales vertientes, primero en el hecho de que nuestras relaciones bilaterales se desenvuelven en un marco de cada vez mayor confianza y fraternidad, y en segundo lugar en una coordinación que nos ha permitido tener posicionamientos comunes frente a manifestaciones socialdemócratas y del oportunismo en el MJCI.
La cooperación y coordinación no ha estado exenta de las mismas o similares dificultades que enfrentan los Partidos Comunistas y Obreros, ya que en múltiples ocasiones los debates que se producen en el MCI son reflejados en las juventudes comunistas, por ello la importancia de que el Área de Relaciones Internacionales del PCM y la Comisión de Relaciones Internacionales de la FJC respondan a una misma táctica trazada y dirigida por el Partido para alcanzar el mismo objetivo estratégico en el Plano Internacional.
La militancia de la FJC debe tener presente que los debates y contradicciones que se viven en el MCI y sus reflejos en el MJCI tienen una gran importancia para el desenvolvimiento de las posiciones revolucionarias vs posiciones oportunistas y/o socialdemócratas; además la militancia de la FJC debe seguir asumiendo el terreno internacional como un bastión de importancia, del cual derivado de la colaboración y coordinación con otras Juventudes y Partidos Comunistas y Obreros el PCM y la FJC hemos tenido claridad política para avanzar en una dirección correcta.
La lucha en la arena internacional al igual que en el escenario internacional implica que (como ya lo hemos vivido directamente) existan incomprensiones frente a determinadas situaciones, ataques y bloqueos así como también debilidades y fortalezas de parte de los partidos y juventudes comunistas. Por lo anterior reiterar que la FJC ha actuado y seguirá actuando con los principios del internacionalismo proletario y de la lucha contra el oportunismo y la socialdemocracia que confunden y aletargan la revolución proletaria.
Para el próximo periodo la FJC deberá aumentar el grado de cooperación y coordinación con las juventudes del Polo Leninista, ejerciendo estas actividades no como una posición sectaria frente al resto de juventudes comunistas, sino de una coordinación de trabajo conjunto donde como base están la ideología y la práctica revolucionaria que permita acercar a otros más para aumentar y mejorar la situación del MJCI en su conjunto.
La FJC seguirá explorando más posibilidades con el resto de juventudes comunistas para seguir publicando declaraciones y efectuando mayores iniciativas conjuntas que tengan un mayor impacto en el resto del MJCI.
1.8 El movimiento juvenil en México
El estudiantado junto con el magisterio ha demostrado ser una de las capas más avanzadas del movimiento revolucionario,, sin embargo, han demostrado también su falta de claridad política, de táctica y de estrategia, aunque se deba este varios triunfos de la educación política.
En el transcurso de los últimos años se ha podido observar fuerte movimiento de dos sectores del estudiantado, por un lado el pequeñoburgués con presencia en la capital y proveniente de la UNAM, Politécnico, UAM, etc. y el campesino-normalista principalmente en el sursureste pero con presencia en el Bajío y norte del país.
En la presente década: después de las elecciones presidenciales el estudiantado recibió al ejecutivo en medio de movilizaciones fuertes, destacando como principal el movimiento “yo soy 132” que ha sido aplaudido por casi todas las organizaciones de izquierda , el primer congreso de la FJC resolvió su carácter como pequeñoburgués por su falta de objetivos políticos más haya que el de la democratización de los medios de comunicación, sin embargo, el análisis carece de elementos , donde podemos incluir la clara afinidad política por la facción del PRD que después se convertiría en MORENA, con objetivos de la burguesía que buscaba el poder, aun menos sorprendente encontrar en los hechos que después de la perdida de la contienda electoral el yo soy 132 callera precipitadamente, sobrando solo los resquicios más izquierdistas de este.
Para el V congreso del PCM, se advertía la apertura de un periodo de insumisión, unos cuantos días más tarde la tragedia de Ayotzinapa sucedería, desatando el periodo con reservas en campesinos de Guerrero , maestros del sursureste, además de estudiantes de todo el país, no se habrá visto tal despliegue del estudiantado como aquel desde hace décadas, el movimiento tomo muchos aspectos, avanzado en nivel de intensidad en la capital en el estado de Guerrero, donde se lograron tomar varias cabeceras municipales, sin embargo el factor espontaneo perduro durante ese medio año de intensidad: se intentó centralizar la lucha por medio de la ANP (Asamblea Nacional Popular) dotando de un carácter político nacional a la lucha y subiendo el peldaño de la mera reivindicación inmediata, resaltando en este intento el vigor del MPG (Movimiento Popular Guerrerense) sin embargo, como advertía el PCM en una carta a la ANP, el membretismo y la constante maniobra de los grupos políticos deshonestos, lograron tirar el esfuerzo a la par de ello se dio la traición de Ramos al magisterio de Guerrero y con ello se terminó el intento, aun se escucha de ese espacio que resiste con sus recursos en su honesta lucha por los 43 compañeros.
En el estudiantado se experimentó en pocos meses lo que en décadas nunca se pudo, una proto-federación que logro atraer a estudiantes de casi todo el país, trabajo así, la Asamblea Interuniversitaria (AI) durante pocos meses funciono de manera efectiva pues su coordinación exitosa se debió a los colectivos honestos que integraban las mesas y que obedecían las indicaciones de la ANP, en lo más álgido del momento la AI fue asaltada por los grupos oportunistas que pelearon rabiosamente su dirección (UJRM,MTS,CEM,CLEP-CEDEP, los más sobresalientes) intentando quedar a l cabeza del movimiento lo que logro la división en el último intento de resurgir el movimiento; la toma del AICM.
La AI se dividió en una fracción del MTS (que ya no existe) otra de los colectivos izquierdistas (la interuniversitaria alternativa , que ya no existe por haberse dividido en mas) y el CNE que en realidad no emano de esta AI si no de un intenso esfuerzo oportunista de la UJRM por aglutinar bajo sus órdenes a tantos colectivos que pudiera utilizando la mentira inclusive ( en su momento se le ofreció a la FJC en una región participar cosa que fue rechazada rápidamente) , aun así se reivindican la fase evolucionada de la AI , aun sobrevive a base de acarreos y esfuerzos del PCMML.
Para el 2014 el IPN sufrió una embestida que bajo la forma de la tecnificación de la preparación profesional (ingenieril) contenía la desvalorización del trabajo en el preámbulo de lo que hoy día se revela como un profundo desarrollo de las fuerzas productivas de las industrias, con la entrada del TPP. Ante esto se levantó un movimiento que no fuera presenciado en décadas por los politécnicos, sin embargo las fuertes organizaciones políticas que obedecen directamente a MORENA (el CLEP-CEDEP) rápidamente utilizaron la dirección para sus propósitos electorales pactando con Osorio Chong una tregua, intentando con esto incluir dentro del politécnico un órgano colegiado (el Congreso Politécnico, y la Asamblea General Politécnico) que buscaba más bien configurar la forma de este golpe, conservar el título de ingeniero, cosa que permitió que se tornara rápidamente un movimiento burgués, que inclusive denigraba el trabajo obrero, se sectarizaba y tenía como consigna evitar cualquier contacto político, mucho menos revolucionario, en varios casos las vocacionales estaban bajo dirección política de los grupos porriles, es decir en casi todo el politécnico la socialdemocracia en diferentes expresiones daba dirección política, en este contexto nuestra inexperiencia nos guio al movimientismo extremo y no pudimos influir en nada, las malas prácticas de militantes en específico lograron nuestra poca incidencia, así como también nuestra falta de habilidad política.
En el 2016 otra vez se levantan las mismas masas politécnicas dadas las mismas condiciones de contenido pero en forma diferente: dígase la adhesión del IPN a la SEP para permitir de otra manera desvalorizar el trabajo de los politécnicos y aunque ahora el movimiento se concibe más maduro y dispuesto a entrada revolucionaria se prevé que las mismas organizaciones dirijan este movimiento hacia un interés electoral en contra de Nuño y a favor de Obrador. En este contexto la FJC, ha podido incluir más su influencia y profesionalidad.
De este gran despertar estudiantil podemos rescatar la educación política en todos los aspectos (desde asambleas hasta la toma de diferentes instalaciones, no solo escolares) a gran parte del estudiantado ya no le son desconocidas las consignas y los métodos de la política, además de nuevos focos que aún persisten en varios estados de la república, sin embargo, la capa movilizada fue finalmente la pequeña-burguesía que aunque intento no pudo direccionar su lucha.
Hoy día la pugna antiimperialista y la predecible embestida de los monopolios hacia nuestra clase preparan el terreno necesario para que el estudiantado proletario, el técnico se movilice, al momento de escribir estas líneas hay planes ya sobre la explotación inclusive dentro de estas escuelas, es deber la FJC desmantelar las trabas que puedan impedir el ascenso revolucionario de esta capa y arrastrar con ella a las capas del estudiantado que antes se han movilizado y que pueden aportar con su experiencia, el periodo de insumisión aún no termina y aún no ha experimentado su punto más álgido para el estudiantado.
*Tesis emanada del segundo congreso de la Federación de Jóvenes Comunistas
1 Swanson, A. (2015). La increíble cifra de desigualdad de las mujeres. Junio 6, 2016, de El economista Sitio web: http://eleconomista.com.mx/internacional/2015/10/11/increible-cifra-desigualdad-las-mujeres
2 Colaborador de Ricardo Flores Magón, posteriormente general y gobernador de Yucatán.
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