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Ecos del Acto en Honor a José V. Stalin

Ecos del Acto en Honor a José V. Stalin .
17 de Marzo 1953.  (Fragmentos de los discursos pronunciados en el evento organizado por el Instituto de Intercambio Cultural Mexicano-Ruso.) [1]

 

DISCURSO DE DIONISIO ENCINA            

Secretario General del PC de México (1940-1959)

Los pueblos y los trabajadores de todos los países, cientos de millones de hombres y mujeres sencillos en todos los rincones del mundo, viven días de pena y aflicción, de duelo profundo. Todo lo honrado y consciente, lo mejor y más noble del género humano, expresa su dolor por la pérdida inmensa e irreparable del sabio maestro y guía genial de las trabajadores y de los pueblos, camaradas José Visariónovich Stalin, Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética y Presidente del Consejo de Ministros de la URSS. La vida gloriosa y fecunda del camarada Stalin. se consagro incansablemente a la causa de la liberación de los que sufren las cadenas de la capitalista: a la causa de la emancipación de la clase obrera y de todos los trabajadores del yugo y opresión de los explotadores imperialistas; a la de librar a la humanidad de las guerras de exterminio y por una vida libre y feliz para todos los pueblos…………………………………………………………………………….

 

La época en que vivimos lleva Su nombre inmortal, la época stalinista, que es la época que se extenderá desde la construcción del socialismo hasta la edificación del comunismo en la URSS. Es la época en que todos los caminos conducen al comunismo, la época del triunfo de las inmortales ideas de Lenin, y en que el capitalismo ve llegar Su última hora en la historia…………………………………..

 

Como el mejor discípulo y el cercano camarada de armas de Lenin, Stalin se entregó Con
fervor a la grandiosa lucha de los obreros y del pueblo trabajador de Rusia, por el derrocamiento del zarismo, por liberarse de la autocracia y de la opresión de los terratenientes y capitalistas, por el derrocamiento de la burguesía imperialista. Lenin y Stalin fueron los dos grandes y geniales jefes de la gran Revolución Socialista de Octubre, cuya victoria significó el viraje revolucionario más grande de la historia, abrió ante todos los pueblos el camino de sus sueños seculares e inició una llueva era, la era de las revoluciones proletarias, la dictadura del proletariado, del triunfo del socialismo y de la construcción del comunismo. .La obra de Stalin está en manos seguras, Será llevada hacia adelante, como él llevó la Obra de Lenin, por todo el pueblo soviético, más unido que nunca y cohesionado alrededor del Partido de Lenin y Stalin: por la pléyade de probados dirigentes estalinistas, a cuya cabeza se encuentra el camarada
Màlenkov, fiel discípulo y compañero de armas de Stalin.

 

iGloria al gran Stalin!

 

DISCURSO DEL DR. ISMAEL COSIO VILLEGAS

Participó en el Movimiento Médico de 1964-1965.
Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México 1927-1965.
Nombrado Maestro Emérito de la Facultad de Medicina en 1981.
Fundador y Director de la Campaña Nacional Antituberculosa en los periodos de 1929-1929, 1938-1939 y 1943-1948.

 

He tenido la fortuna de visitar Polonia, de visitar Checoslovaquia, de visitar la Nueva China y de visitar la U.R.S.S., y si sigo en una forma vehemente y sincera en cl movimiento por la paz, es porque tengo la convicción que estos pueblos son sinceros al decir: queremos y anhelamos la paz.

 

Estos pueblos tienen la impresión de que la paz puede ser salvad; tienen la impresión de que es posible la convivencia pacífica con los otros pueblos de la tierra y José Stalin era el líder máximo de estas aspiraciones pacifistas.

 

Por eso es que lamentarnos tan profunda y sinceramente su desaparición, sobre todo en estos momentos tan delicados y tan trágicos de la política internacional.

 

Nosotros, los que hemos tenido el privilegio de visitar a estos pueblos, nos constan los enormes trabajos, los esfuerzos titánicos, la austeridad y la constancia en la realización: para mejorar sus planes agrícolas; para mejorar sus industrias; para estimular el desarrollo intelectual y para perseverar en el desarrollo cultural de estos pueblos: y cuando hay estas manifestaciones no queda, exceptuando a aquéllos que están ciegos de una manera intencionada, más que reconocer que esta obra titánica no puede ser compatible con una preparación bélica.

La vida de Stalin, como la de Lenin, estuvo sembrada, sobre todo en sus comienzos, por los destierros, por los encarcelamientos, por las persecuciones; estuvo llena de dolores y sinsabores.

Más tarde ambos hombres pudieron tener la satisfacción de ver viril y sólidamente iniciada, la marcha de su ideología en la práctica: y el otro pudo ver casi completa la obra que se había propuesto realizar.
Los dos son el prototipo de hombres austeros, de hombres honestos, de políticos puros, de políticos para los cuales su posición era un apostolado, y de políticos cuya vida estuvo al servicio de una ideología que creían justa y por la cual combatieron de jóvenes hasta el momento de morir.
Teniendo en cuenta la actitud de Stalin dentro del movimiento de la paz, lamentando profundamente su desaparición, pero comprendiendo y contentándonos –aunque sea parcialmente- con que Stalin fue uno de los hombres que pudo contemplar casi, su tarea completamente realizada; que fue uno de los hombres que tuvieron la oportunidad de tener más realizaciones constructivas en sus manos; que fue uno de los hombres que hizo más por la dicha y por el bienestar de su país, podemos contentarnos, digo, aunque sea parcialmente, al contemplar que esta vida fue completa: que esta vida fue fecunda; que esta vida seguirá dando muchos ejemplos por seguir.

 

No nos queda entonces a nosotros más que hacer los más fervientes y los más cálidos votos, porque los continuadores de la política de Lenin y Stalin, sigan procurando la unidad y la cohesión de la URSS; porque sigan dentro del movimiento para robustecer la paz; porque sigan en el plano ideológico que trazaron estos hombres y que se vea coronada la idea de ellos, rindiéndole el mejor homenaje a su memoria, hasta conseguir la justicia social completa, dentro y fuera de la U.R.S.S.

 

Finalmente, pienso que la historia juzgará a José Stalin y después de juzgarlo lo considerarán, sin ningún lugar a duda, como el líder más grande que ha dado el movimiento socialista; como uno de los líderes más importantes del movimiento para conservar la paz del mundo, como uno de los hombres que más hizo por los proletarios, tratando de darles una vida digna de hombres y una vida feliz.”

 

 

Stalin está de pie

Por José Mancisidor
Historiador y novelista mexicano.

 

¡Silencio!
Es el minuto exacto del silencio.
Hay un nudo en las almas
y hay un hondo silencio sembrado de silencios.
Hay silencio en las fábricas
en los talleres: silencio.
Hay silencio en las aulas
y en los koljoses: silencio.
Hay silencio en los ríos
y en las estepas: silencio.
Hay silencio en los bosques
y en los mares: silencio.
Arriba un cielo con estrellas de silencio,
abajo una tierra negra de silencios.
Allá un perfil de montañas de silencio,
acá el Moskova cristalizado de silencio.
Surge,sobre el filo del silencio,
Chopin, Con sus fúnebres notas,
navegando en océanos de silencio.
No hay nada macabro,
no hay nada patético.
Enmudece Chopin
y el silencio es un silencio de flores, de estandartes

(y silencios.) Resuenan pasos,
se hace esquirlas la nieve.
Y es un drama callado,
estallante de silencios.
Aparece Budioni,
lo sigue Timoshenko.
Tras él Clemente Vorochilov,
uniformados de silencio.
¡La vieja guardia de los días de prueba!
La de Tsaritsin y Petrogrado, con los trofeos del
(gran muerto: Moscú, Sebastopol,
Stalinqrado, Odesa, Rostov, Praga
y Varsovia y Berlin.
Y las banderas de Hitler abatidas con rojas flores
(de silencio.

Montan la guardia Mólotov, Kaganóvich, Gottwald,
(Pasionaria, Bierut, Rakosi, Chou-En
lai, Pollit. Petru Groza

y Malénkov,
y las blancas notas de Chopin
en un bosque de silencio.
Hay una canción de paz:
iAbajo el mundo guerrero!
Y un aletear de palomas
sobre el graznar de los cuervos.
Esta es la palabra de orden
de Stalin, el hombre de acero.
Esta es la roja consigna
Heredada por Malénkov.
…………………………………………………………………………………..Y nace un cantar de sirenas,
en torno al himno soviético.  Ocho caballos zaínos,
retornan a paso quieto.
Y cien agudos clarines
amanecen de su sueño. …………………………………………………………………………………

Y Stalin está de pie
sobre la cima del tiempo.
Ya no hay silencio en las almas,
ya no hay silencio en los cuerpos,
y un aletear de palomas
roza la curva del cielo.
La estrella de cinco puntas
recorta el perfil del viento,
mientras la hoz y el martillo
alumbran como un lucero.
Brotan palabras de paz
al amparo del firmamento.
Y florecen las estrellas
por más que graznan los cuervos.
Un mundo blanco de paz.
“¡Abajo el mundo guerrero!
“Una vida que sea vida”, proclama Jorge Malénkov.
“Un mundo para los niños.
“un mundo para los viejos, “un mundo blanco de paz”
proclama jorge Malénkov.
“Un mundo para los vivos,
“un mundo para los muertos,
“un mundo blanco de paz”,
proclama Jorge Malénkov.
“Un mundo sin ríos de sangre,
“un mundo cantos guerreros,
“un mundo blanco de paz”,
proclama Jorge Malénkov.
“Un mundo sin Hiroshimas,
sin Coreas y sin tormentos,
“un mundo blanco de paz”,
proclama Jorge Malénkov.
“Un mundo sin bomba atómica
y sin crespones de duelo.
“Un mundo blanco de paz”,
proclama Jorge Malénkov.
Esta es la palabra de orden
de Stalin, el hombre de acero.
Esta es la roja consigna
heredada por Malénkov.

…………………………………………………………………..

 

[1] Textos tomado de la revista Cultura Soviética, no. 102, Abril 1953, pp. 29-32.

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