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La Revolución de Octubre y la transformación de la medicina

Mayra Reyes
Miembro del Consejo Central de la FJC

Artículo publicado en El Machete no. 12. pp. 87-104.

  1. Introducción

 

Después del desarrollo de la Gran Revolución Socialista de Octubre, la construcción de la sociedad nueva y la lucha contra los escombros de la vieja sociedad basada en la explotación implicó una gran tarea en múltiples aspectos. Ya decía Lenin que la construcción del socialismo sería más complicado que la toma del poder.

Uno de los rasgos más relevantes de esa nueva sociedad fue la planificación económica centrada en las necesidades de los trabajadores y ya no en el interés de los monopolios y la minoría burguesa. Esto permitió, entre otros elementos, que la URSS se repusiera de los estragos de la guerra civil, y de igual modo salir triunfante de una guerra contra el fascismo que amenazó Europa y fue tolerado por Estados Unidos.

Durante tiempos de paz y también de guerra, la construcción socialista buscó siempre la forma de abastecer a la población con sus propios esfuerzos, de dotar a los hombres, mujeres y niños no sólo de pan para calmar el hambre, sino que los cambios venidos con la Revolución Socialista de Octubre también significaron para la población la disponibilidad y el acceso universal y gratuito a los servicios médicos, hecho posible gracias a la planificación económica, la propiedad social de los medios de producción y un Estado obrero que reorganizó los servicios médicos con el objetivo de servir a los trabajadores y no sólo a quienes pudieran pagar.

El dotar de salud a los trabajadores que construían el socialismo implicó tomar medidas drásticas para evitar la propagación de enfermedades contagiosas, las llamadas “enfermedades de la pobreza”, empezando por la erradicación de ésta misma, haciendo campañas para mantener la higiene, el ordenamiento y saneamiento de las localidades que habitaban la mayoría de la población principalmente obreros y campesinos pobres. Como parte de estas medidas surgió también la medicina socializada.

 

  1. Características de la medicina en la URSS

 

  1. Medicina socializada

En la URSS el acceso universal y gratuito a la salud no era únicamente un planteamiento, sino que se hacía lo necesario para que en las ciudades y aún en las comunidades campesinas apartadas de la ciudad tuvieran acceso[1]. Esto implicó la creación de centenares de institutos médicos de investigación científica, la formación de miles de técnicos, médicos, especialistas y científicos. También de decenas de fábricas de medicamentos, instrumentos, aparatos y materiales médicos. Todos estos elementos necesarios para dotar de salud a la población fueron siempre contemplados como indispensables dentro de la planificación económica.

Diversos organismo se crearon en la URSS para dotar de salud a la población. Al respecto tenemos el testimonio del médico Alfonso Pruneda,  Secretariado  la Academia Nacional de Medicina en México en los años cuarenta, quien realizó una visita a la URSS en  1947. Así constató la labor del Ministerio de Salud Pública, un organismo gubernamental, que tenía las siguientes finalidades:

  1. Adiestramiento profesional de médicos, enfermeras y diversos auxiliares (laboratoristas, farmacéuticos, asistentes sociales, etc.).
  2. Educación higiénica que se propone conseguir que todos los habitantes cooperen, activamente en la obra médico-sanitaria, utilizando diversos medios como la radio, la prensa escrita, conferencias,  y brigadas móviles. A través de escuelas, industrias, granjas colectivas, organizaciones sociales.
  3. Control y manufactura de medicamentos, instrumentos, anteojos y otros materiales utilizados, en el ejercicio de la medicina y atención de pacientes.
  4. Las labores de inspección sanitaria, más urgentes en los tiempos de guerra, en que las condiciones de vida favorecen la aparición de enfermedades.
  5. Asistencia médica en numerosos establecimientos, hospitales, centros regionales y locales, dispensarios, consultorios, brigadas ambulantes etc.
  6. La extensión de todos estos servicios preventivos y curativos, a través de los departamentos de salubridad.

Otro organismo de importancia fue el Instituto Central de Epidemiología y Microbiología, el cual realizó importantes investigaciones en materia de prevención a través de vacunación. También destacaron la Academia de Ciencias Médicas,  y el Comisariado de salubridad, que trabajaron de forma conjunta para poner la ciencia al servicio de la salud del hombre. Con el desarrollo de estos organismos se comprobaba el esfuerzo que hacia el gobierno soviético por mejorar las condiciones de sanidad en la URSS.

Una de las características principales del sistema de salud soviético era la gran importancia que se le daba a la prevención: “Su carácter preventivo descansa en la tesis de que es mejor para el organismo humano prevenir que curar una enfermedad. Este aspecto enlaza íntimamente la Medicina con el sistema social imperante, con los conceptos y categorías ideológicas y morales existentes.” De esto dio testimonio el Dr. Raúl Felipe Cálix, médico de Honduras que viajó a la URSS y en los años setenta dio conferencias sobre el tema.

El de la salud, incluida la importancia que se le dio a la prevención estuvo ligado a la estructura del sistema socialista, sobre esto declaró el Dr. Cálix:

El trabajo está normado por prescripciones y conceptos médicos fijados por la ley. Por ejemplo, hay un sinnúmero de enfermedades que ameritan un cambio de trabajo o la suavización de este último: la úlcera péptica y las enfermedades neurospíquicas están en esta lista. Es más, en las ciudades y aldeas de la URSS existen supermercados especiales donde se venden raciones dietéticas bien balanceadas para las enfermedades que así lo exigen. Igualmente, existen los comedores dietéticos. Los enfermos con deficiencias cardíacas tienen derecho a vivir en los tres primeros pisos de los edificios, para evitar las subidas y la manipulación en el elevador. Para el caso, los enfermos con tuberculosis tienen derecho a un apartamiento aislado provisto de todas las comodidades. Y así existen miles de cláusulas en los códigos de trabajo y de salubridad pública que constituyen un poderoso factor en la profilaxis de las enfermedades.

 

Al respecto de la prevención, en 1929 Instituto Central de investigaciones Científicas sobre Educación Sanitaria se dedicó a investigar con qué hábitos y prácticas de higiene contaba la población para poder enmendar la carencia de éstos, lo que lleva a disminuir los gastos de atención a enfermos y mantiene la salud de la población.

Este carácter preventivo de la salud fue reconocido aún por la OMS que menciona en un informe: “El criterio fundamental en que se inspira la sanidad en la URSS es la prevención. Todos los servicios curativos y preventivos hacen en realidad labor profiláctica. […] Las bases de la educación sanitaria, según la práctica de la Unión Soviética, se asentaron durante la revolución hace unos 45 años.”[2]

 

  1. La medicina en los centros rurales

Otra de las situaciones que causaban asombro a los extranjeros en la URSS era darse cuenta de que las diferencias entre el campo y la ciudad no existían en cuanto a cuestión de acceso a servicios de salud de calidad. En el sistema capitalista vemos que esto es muy diferente, ya que existe una enorme brecha entre ambas, debido a que la medicina rural está condenada a ser de mala calidad, inaccesible a ciertas comunidades, con personal mal capacitado, sin los insumos necesarios, etc. Por el contrario, cada koljos contaba con cine, centro cultural, biblioteca, sala de conferencia y conciertos, escuelas y centros de asistencia médica, campos experimentales en su sección agronómica.

Los médicos de los centros rurales que debían trasladar pacientes graves a los hospitales regionales contaban a su disposición la aviación médico-sanitaria que trasladaba a los enfermos que estaban en la periferia hacia los centros de especialización o viceversa. Las estaciones de aviación sanitaria  contaban con médicos cirujanos, especializados para todo tipo de urgencias, además de material y medicamento necesario, y fueron de mucha importancia y salvaron muchas vidas, trasladando en promedio más de 900 enfermos,  37 mil kg de sangre, medicamentos, vacunas y sueros por año. Algo con lo que ningún otro país contaba.

En el Daghestán los aviones de servicio sanitario de urgencia llegan a lugares impracticables por los coches y aun para vehículos de tracción  animal, gracias a la aviación sanitaria enfermos  de las regiones montañosas pudieron el año pasado, ser trasladados a la ciudad y atendidos  de acuerdo con la gravedad del caso. En distintas localidades de difícil acceso, los médicos  de la aviación sanitaria salvaron la vida a decenas de enfermos  con apéndices perforados, heridas graves, etc. que precisaban una operación quirúrgica de urgencia. [3]

En la actualidad, a pesar de los grandes logros en materia de sanidad y asistencia médica, hoy vemos cómo la burguesía sólo se ocupa de invertir en medidas que permitan asegurar su dominio del capital, pues ningún país ha destinado todo un servicio de aviación permanente exclusivo a la asistencia médica como la URSS en su momento, aunado a la centralización de los hospitales, clínicas e institutos de atención especializada que existen. En los hechos, está el ejemplo de la Ciudad de México y el modelo centralizado de instituciones especializadas de salud pública, que implica que muchos tengan que migrar para tener una adecuada atención. Miles de  familias, principalmente provenientes de la región sur del país, tienen  que acudir a la zona de hospitales de la capital para poder obtener atención médica. Esto implica hacerlo en condiciones muy precarias, pues la mayoría es gente muy pobre, que además pierden su empleo en consecuencia de los constantes traslados, por el ausentismo laboral, además de ser obligados a cumplir con tramites en extremo complicado. Muchos hacen viajes de más de un día para venir a sacar una cita; otros se regresan decepcionados porque se encuentran con la noticia de que se suspendió su cirugía porque el medico está de vacaciones, etc. Nadie toma en consideración las peripecias de las familias y las necesidades de atención verdaderas de la población.

 

  1. Las medidas de prevención hacia los trabajadores

 

Lenin escribía: “en el país arruinado lo más importante es salvar a los que trabajan. La principal fuerza productiva de toda la humanidad son los obreros –trabajadores, si ellos resisten, salvaremos y reconstruiremos todo”- ya que existía una gran demanda de médicos para atender a los obreros y al ejército rojo.

Así la seguridad social nace de la mano de la Revolución de Octubre,  pues se centra en los derechos de los trabajadores obtenidos a partir de su lucha y conquista del poder. Dentro de los primeros decretos del poder soviético surge la necesidad de brindar protección y seguridad a los trabajadores pensionados e inválidos, pues era por todos conocidas las repercusiones sobre la vida y salud de un trabajador que había vivido años de miseria y privaciones, expuesto a accidentes y muchas veces condenado a la invalidez provocada por el desarrollo de su actividad laboral, quedando en el abandono social y sujeto a las peores condiciones de vida.

Encabezado por Alexandra Kollontai, el “Comisariado del Pueblo para la Asistencia Social” tenía el deber de materializar los decretos emitidos por el gobierno soviético y asegurar la atención sanitaria y seguridad social de todo el pueblo soviético.  A pesar de los diferentes obstáculos presentados tras la guerra, y tras los intentos de la burguesía por retomar el poder como el proceso contrarrevolucionario de diversos países capitalistas, la seguridad social en la URSS se volvió una realidad nunca antes pensada para miles de trabajadores.

A principios de los treinta, gracias al rápido crecimiento económico que permitía la planificación de la economía en planes quinquenales y la planificación central, resultó posible que el ambicioso plan de pensión por vejez fuera materializado, y que a través de la Constitución soviética, se garantizara el papel del Estado: “la Constitución garantizaba y el Estado cumplía.” Ésta contenía decretos muy importantes, que no se han visto hasta el día de hoy ni en los países más progresistas, ya que realmente buscaban mejorar las condiciones de los trabajadores para asegurarles un desarrollo pleno. Conforme esto pasaba miles de trabajadores recibían su primera pensión principalmente los inválidos por la guerra o el trabajo.

A continuación se mencionan algunos artículos de función medular en cuanto a la garantía de derechos de los soviéticos.

Artículo 119.– Los ciudadanos de la URSS tienen derecho al descanso.

Garantizan el derecho al descanso,  la jornada laboral de siete horas para los obreros y empleados y su reducción a seis horas para las profesiones cuyas condiciones de trabajo son difíciles, y a cuatro horas en las secciones en que dichas condiciones son especialmente difíciles; las vacaciones anuales pagadas para los obreros y empleados, y la existencia de una extensa red de sanatorios, casas de descanso y clubs, puestos a disposición de los trabajadores.

La semana laboral media para todos los obreros y empleados es de 39.4 horas, teniendo una semana laboral de 5 días. El número total de días libres para los obreros y empleados o sea de días festivos, feriados, y de vacaciones es de 128-130 al año.

 

Artículo 120.– Los ciudadanos de la URSS tienen derecho a la asistencia económica en la vejez, así como en caso de enfermedad y de pérdida de la capacidad de trabajo.

Garantizan este derecho el amplio desarrollo de los seguros sociales de los obreros y empleados a cargo del Estado, la asistencia médica gratuita a los trabajadores y la existencia de una extensa red de balnearios puestos a disposición de los trabajadores.

 A partir de este momento cada Ciudadano Soviético, desde que nace hasta los últimos instantes de su vida será objeto de continuo desvelo del Estado Soviético, sobre todo los más desprotegidos, ósea los inválidos, los niños, los mayores y las madres.

Los obreros y empleados se benefician de su sueldo reembolsado por los seguros sociales, teniendo la protección del estado, en caso de pérdida transitoria o parcial de su capacidad de trabajo, y en caso de invalidez se beneficiaban de una pensión estatal. Existían tres grados de invalidez:

1.- Total, para las personas que no podía trabajar y necesitaba cuidados permanentes.

2.- Parcial, para las personas que podían ejercer un trabajo en medida de sus posibilidades.

3.- Relativa, para las personas que por motivos de salud o físicos no podían desempeñar su trabajo.

El Estado se encargaba de facilitar trabajos especiales a los inválidos en donde podían cobrar el salario de su trabajo y además su pensión correspondiente por invalidez.  Se logró disminuir un 50% los riesgos de trabajo y accidentes que implicaban perdida de la capacidad laboral. Esto  gracias al saneamiento de las condiciones laborales, al mejoramiento del bienestar material, y mejora en las condiciones de vivienda de los trabajadores.

Las mujeres y los niños también estaban al cuidado del estado desde su gestación. La mujer embarazada era dada de baja de su actividad laborar si implicaba un riesgo o desgaste innecesario y durante el embarazo seguía cobrando su salario. Tras el nacimiento del niño tenía  seis meses  de vacaciones: con el nacimiento del primer hijo se daba una cantidad de dinero para los cuidados especiales de los primeros meses, y si la madre tenía más hijos recibiría el doble de dinero. Era una manera de fomentar la natalidad: si la familia era numerosa el Estado les daba un piso de alquiler con el suficiente número de habitaciones.

Jubilaciones y pensiones:

En la Unión Soviética la jubilación siempre fue a la misma edad:

– 60 años hombres.
– 55 años mujeres.

Si los trabajos eran especialmente duros la jubilación podía ser 5 o 10  años antes (para hombres y mujeres). Las mujeres si tenían cinco o más hijos, o uno invalido podían jubilarse a los 50 años. Podemos comparar estos datos con los de Estados Unidos donde la edad de jubilación para los hombres es de 65 años y para las mujeres de 62 años. En Holanda y Finlandia es de 65 años para hombres y mujeres; en Suiza 67 años; en Canadá, Irlanda y Noruega, 70 años.  Ni qué decir México con el constante contraste del desempleo entre los jóvenes y mientras población mayor de 65 años continúa laborando.

Para recibir la pensión completa se debían haber cotizado 25 años los hombres y 20 las mujeres. Eso no era problema ya que en la Unión Soviética no existía paro y la estancia en el ejército o los estudios cotizaban, también los periodos de baja. Además de la existencia de pensiones especiales a quienes se consideraban héroes de la Unión Soviética por su contribución al socialismo, o la causa comunista, desde diferentes frentes.

La abolición del desempleo:

“Uno de los principales logros del plan quinquenal, es que en cuatro años hemos destruido el desempleo, en la unión soviética,  y a los trabajadores les hemos salvado de los horrores de la malnutrición”.  Stalin, Cuestiones del Leninismo.

Fue en 1930 cuando la última bolsa de trabajo cerró: el último empleado, un mecánico llamado Mijail Sijanov, fue recolocado. Es cierto que en un principio las bolsas de trabajo públicas creadas  en 1918 fueron necesarias, pues tras la guerra había que reorganizar la actividad de los trabajadores y los desempleados, lo que permitía asignarles a todos un trabajo remunerado con prestaciones, ayuda económica y control de su actividad. Sin embargo se logró acabar con el desempleo y estas bolsas de trabajo perdieron su razón de ser, pues durante 58 años el desempleo nunca supero la tasa del 0.6%.  Muchos soviéticos se jubilaron sin saber qué era el desempleo. Hoy la miseria es de millones en el capitalismo. Tan sólo en países como España se tiene una tasa de desempleo del 27%, donde además 20% de los trabajadores no tienen derecho a pensiones a pesar de haber cotizado toda su vida. En Estados Unidos es del del 4.8%, Francia del 9.8 % para el desempleo. México maneja cifras por el INEGI de 3.3%, siendo importante mencionar que se toma se contabiliza como “activa laboralmente hablando”, al 56.6% de la población ocupada en el sector informal, más un 27% que trabajan para este último rubro como asalariados, que generan sus propias oportunidades de trabajo, sin seguridad social.

Las casas de reposo confinadas a los sindicatos aparecen en 1920 en la Unión Soviética, lugares donde los trabajadores y pensionados podían acudir para practicar algún deporte, y actividades de recreación a las cuales tenía acceso toda la población.

La cultura física retoma gran importancia así como la mejora en los hábitos alimenticios (claro que ya existían las condiciones materiales para asegurar el abasto de la población de alimentos adecuados, a los cual no tenían acceso anteriormente y se crearon los espacios para promover el deporte y la cultura). Se aseguran a la población mejoras en su salud y adecuado desarrollo, los deportes se vuelven una manifestación de la vida cultural, donde millones de personas trabajan sobre esta base, que les permite desarrollar cualidades físicas y morales necesarias para el trabajo y el servicio militar. Lo cual también permitía hacerlo un  trabajo en masas, confiado a los sindicatos y komsomoles. Así los hombres aumentaron 4 cm y 1.6 kg en su complexión y las mujeres 5.9 cm y 3 kg. Se logró mejor desarrollo físico de los jóvenes hijos de la clase obrera que antes solo conocían la miseria, la desnutrición y el hambre.

Altura y peso de los ciudadanos rusos antes, durante, y después de la URSS

 

Fuente: https://m.forocoches.com/foro/showthread.php?t=4495347

 

 

Las medidas básicas de profilaxis entre la sociedad se centran en las siguientes;

1.-Amplias medidas sanitarias en bien de los trabajadores.

2.-Saneamiento de las localidades y las viviendas.

3.-Organización de la alimentación pública, de acuerdo a principios higiénicos y científicos.

4.-Aplicación de medidas para evitar el desarrollo y propagación  de enfermedades infecciosas.

5.-Creacion de una legislación sanitaria.

  1. b) Luchar contra las enfermedades sociales y de la pobreza.
  2. c) Garantizar a toda la población servicio médico y farmacéutico con personal competente.

“Miles y decenas de miles de personas que trabajan toda la vida creando una riqueza ajena, mueren de hambre y de la desnutrición permanente, fallecen prematuramente a causa de las enfermedades engendradas por las repugnantes condiciones de trabajo, viviendas miserables y el insuficiente descanso”: así era como Lenin definía las causas sociales de la pauperización y de las enfermedades de la población trabajadora de Rusia.

 

  1. La enseñanza médica en la Unión Soviética

 

Durante el capitalismo la división de la sociedad en clases atraviesa a la medicina: es evidente en el mínimo acceso de obreros y campesinos a la salud, pero también en el origen de clase, los intereses, aspiraciones y formación de los médicos. En la Rusia zarista sólo la burguesía se atendía con médicos capacitados y acceso a todos los avances científicos; quienes estudiaban medicina provenían principalmente de capas de la burguesía y pequeña burguesía.

En las décadas previas a la Revolución Socialista de Octubre los hospitales, sanatorios y centros médicos e instituciones educativas dedicadas a la medicina eran totalmente insuficientes, de poca ética y otorgaban los mejores tratamientos a quienes podían pagarlos. Por regla general los “médicos de los pobres” eran poco instruidos, inexpertos y existían trece facultades de medicina. Luego, con la primera gran guerra imperialista iniciada en 1914, aumentó la demanda de médicos y el gobierno emprendió la enseñanza en tiempos breves, adaptando la enseñanza médica a los intereses de la guerra, es decir a sus intereses económicos imperialistas.

Esta situación cambió drásticamente con la Revolución. Para 1941 se contaban ya con setenta y dos facultades de medicina, que formaron a más de 460,000 elementos de personal sanitario. Pero la transformación también fue apoyada por médicos que se negaban a hacer de su profesión algo únicamente para ricos o un instrumento del imperialismo.

Ya desde 1917-1918 los estudiantes de medicina tuvieron una gran participación política y durante la construcción socialista el avance de la conciencia de clase permitió que las escuelas de medicina fueran centros de organización y lucha por el socialismo. Por ejemplo, los estudiantes se negaban a acatar el tipo de enseñanza reaccionaria que algunos catedráticos impartían, lo que llevaba a que estos abandonaran la enseñanza. Aunque esto afectaba el desarrollo de la ciencia y la formación de nuevos médicos, al mismo tiempo representaba un claro ejemplo de que la construcción del socialismo y la lucha de clases implicaban abordar todos los aspectos de la vida social, intelectual y científica.

Durante la guerra civil Lenin era consciente de la necesidad de atención médica, de frenar atender las epidemias y demás enfermedades contagiosas que eran estragos de la guerra. Al respecto hacía un llamado a la participación de médicos y obreros para acabar con los flagelos de la miseria, la enfermedad y la suciedad. Como parte de la respuesta que dio el gobierno obrero surgido de la Revolución en 1918 se creó un sistema unificado de sanidad para asegurar la salud pública empleando medidas básicas y profilácticas. Esto implicó en lo correspondiente a la formación de los médicos a cambiar el perfil de un médico artesano y poco preparado a un médico de amplio horizonte científico, social, con conocimientos suficientes para hacer frente a las necesidades prácticas del momento, la guerra y la consiguiente transformación social en que todos tendrían acceso a la salud.

Era primordial que los médicos asistieran al  Ejército Rojo, a las flotas de guerra,  a las fábricas de la industria de guerra, además de la población en general. Así es que muchos médicos jóvenes en formación debían prepararse arduamente para poder ayudar durante la guerra. Fue así como más del 70%  de los heridos en guerra se pudieron reintegrar al frente, y que en el país no se produjeran grandes y devastadoras epidemias en la población. Muchos médicos  marcharon al frente como voluntarios y dirigieron el trabajo sanitario en las unidades del Ejército Rojo, y el personal que permaneció cumpliendo su misión docente lo hizo  ajustando su trabajo pedagógico y científico a las exigencias de la guerra. El centro de atención lo ocupaban las patologías de la guerra, así como la curación de los combatientes o heridos. El médico que salía a la guerra debía estar bien preparado en cirugía militar, conocer los procedimientos de curación de heridas, saber diagnosticar las enfermedades y prevenir las infecciones.

No olvidemos que en ese momento la tuberculosis era una de las principales enfermedades que más muertes traía consigo, acompañada de la desnutrición y el hacinamiento, para lo que se crearon catorce institutos científicos y mil cuatrocientos dispensarios contra la tuberculosis. Los centros antituberculosos contaban con 56 mil camas, y los enfermos recibían suplementación alimenticia para cubrir todas sus necesidades. Se les cambió a trabajos de día, de baja intensidad y con la posibilidad de formarse y desarrollarse en otra actividad si la que anteriormente efectuaban se había visto limitada por la enfermedad. Las casas cuna, sanatorios, escuelas, diurnos y nocturnos, como casas para inválidos cobijaron y otorgaron tratamientos para estos enfermos.

Pero la heroica formación de médicos en medio de conflictos militares que ponían en peligro la construcción socialista no se circunscribe a la guerra civil. También está el caso de Instituto de Medicina de Leningrado que entre 1942-1943, en medio de condiciones de bloqueo, constantes bombardeos de la aviación y artillería enemiga, no suspendió ni por un momento su actividad docente, médica y científica. Millares de niños de Leningrado fueron salvados a pesar del hambre y la destrucción de la canalización y cañerías del agua, evitando grandes epidemias, todos querían cumplir su labor y no escatimar esfuerzo alguno por mantener a la población y los futuros combatientes en las mejores condiciones.

Fue durante estos duros años que se consiguieron avances científicos muy importantes en todas las ramas de la medicina y principalmente oftalmología con la cirugía de trasplante de córnea,  y otros tejidos. Hubo avances en cuanto a la investigación y fórmulas de teorías científicas acerca de la etiología del cáncer, y sus tratamiento oportunos así como medidas de diagnóstico temprano, neurocirugía, farmacología, y el desarrollo de vacunas con los primeros grandes ensayos sobre la inoculación de organismos vivos atenuados que aseguraran mejor porcentaje de inmunidad en enfermedades de corte epidemiológico tan importante como la peste, el sarampión, entre otras. Se publicaron durante la guerra más de sesenta trabajos de investigación científica, se realizaron varios estudios acerca de los trastornos del lenguaje, la escritura, la visión, orientación y equilibrio de los heridos de guerra con lesiones en la corteza cerebral y la formación y tratamiento de abscesos cerebrales, que se presentaban muy a menudo.  Buscando tratamientos que les permitieran restablecer sus funciones, también se hizo trabajo con cerebro de animales, principalmente chimpancés, para evidenciar nuestro parentesco evolutivo y  se lograron grandes avances en electrofisiología para detectar y tratar diferentes enfermedades.

Pero los cambios en la formación de los médicos también se debieron a que, gracias al acceso gratuito a las universidades de medicina, miles de estudiantes hijo de otrora obreros y campesinos pobres, pudieran ingresar y formarse. A todos los estudiantes de medicina se les proporcionaban los instrumentos y materiales necesarios, el acceso a las residencias universitarias y los restaurantes universitarios. Además existían becas y apoyos económicos para los jóvenes que presentaban alguna discapacidad, los hijos del personal del Ejército Rojo, así como los hijos de los inválidos en la guerra quienes gozaban de  una matrícula gratuita dentro de la universidad y becas mensuales  de 150-250 rublos. Los más destacados contaban con beca especial (beca Stalin, beca Molotov, beca Kalinin) en favor de su aprovechamiento.

A diferencia de las escuelas de medicina en la actualidad, existía un plan de estudios unificado para los institutos de medicina de la Unión Soviética, lo que permitía un nivel superior de formación para todos los egresados de estas escuelas y sin hacer distinción a intereses de clase como en la actualidad.  Los alumnos estaban obligados a una práctica de asistencia y cuidados de los enfermos, atendidos por un médico, el ejercicio de la medicina en un hospital rural; y al final de su carrera para obtener el título de médicos tenían que ser aprobados por el comité soviético de la escuela superior de medicina.

Todo lo anterior muestra los logros y alcances que se pueden tener cuando el trabajo por la salud se vuele un bien común y no una forma de explotación y acumulación de capital para intereses de los monopolios, cuando la prevención y no el lucro con la enfermedad. El sistema soviético de salud y los planes de formación de personal médico impresionaron a entidades burguesas como la OMS y otras instituciones que quedaron asombradas, entre otras cosas, ante el gran desarrollo de medidas preventivas que había resultado en el incremento del bienestar del pueblo soviético.

Una sociedad donde el valor más preciado lo tiene la vida del hombre y por eso se procura su salud, la planificación económica y la vinculación entre la formación de profesionistas y las necesidades de la sociedad (por ejemplo, las universidades y facultades dependían del Comisariado del Pueblo de Sanidad de la Unión Soviética), y un  gran sentido de trabajo colectivo, permitieron a los trabajadores de la medicina en la URSS desarrollaran la ciencia médica a favor de los trabajadores.

 

 

  1. La mujer en la medicina

Además de garantizar acceso a las mujeres a la educación y la cultura en el país,  se apoyó y potenció su actividad en la investigación, esfuerzos abnegados por buscar poner fin a los males que atormentaban a la sociedad.  La mujer no sólo podía salir de casa  a trabajar sin la preocupación de los hijos y las labores domésticas (al contrario de las naciones capitalistas más “progresistas” del momento), sino que ya podía desarrollarse plenamente en cualquier área que deseara, la investigación la cultura, el deporte, etc. Tal es el caso de la mujer que desarrolló la vacuna contra la peste bubónica, un mal que atacó por muchos años a Asia y Europa, y que fue a través de arriesgar su propia vida al inocular bacilos vivos atenuados en su organismo y arriesgándose a adquirir la enfermedad como logró desarrollar la vacuna contra la peste, y asegurar inmunidad a la población contra esta enfermedad.

En ningún otro país  se había obtenido una participación tan importante de la mujer en el desarrollo de la industria y la ciencia como la que se logró en la URSS. Por ejemplo, durante la Gran Guerra Patria, en el frente de combate la asistencia médica al ejército estaba constituida por el 42% de mujeres. Pero la importancia de su participación no disminuyó terminada la guerra, pues la fuerza laborar de la mujer representaba ya en 1950 el 47% de ésta. Las mujeres quedaron definitivamente insertas en el sector laboral, incluyendo un alto porcentaje en profesiones como la medicina. Numerosos derechos fueron reconocidos ante la mujer, nunca antes pensados, mucho menos vistos en otros lugares de la tierra,  ni en los países más “democráticos” o “progresistas”.

 

 

  1. La salud y el socialismo. Conclusión

 

Todos los avances médicos y sociales que se mencionaron, no los habría podido lograr la URSS sin la trasformación de la estructura económica iniciada con la Gran Revolución Socialista de Octubre. Las medidas tomadas por el gobierno soviético con el fin de mejorar las condiciones de miles de obreros y campesinos, principalmente apoyando la prevención de enfermedades y accidentes, se acompañaban de numerosas labores, las cuales eran contempladas desde la planificación centralizada.

En un sistema económico capitalista, donde es más relevante la ganancia de los monopolios que la vida de los trabajadores, no se pueden asegurar los beneficias que existieron en la URSS, y si se garantizan será para un parte de la población y a costa de la explotación más cruenta de trabajadores en otras partes del mundo. Por esto la tendencia generalizada a nivel mundial ante la crisis del 2009 ha sido la privatización de la salud.

En México nos venden la idea de la “universalización de los servicios de salud” como una propuesta innovadora y benéfica, que en realidad afectará a todos los trabajadores haciendo que paguen toda atención médica. Por más medidas y reformas por parte de los actuales gobiernos, no podrá lograrse el acceso gratuito a la salud, pues éste debe ir de la mano con cambios en su política económica, y en su base social. Cualquier alusión a lo anterior sin un trasfondo verdadero del sistema económico y social capitalista servirá nada más para maquillar las intenciones de lucrar con la salud de la población.

La verdadera universalización de la salud, comprendida como el acceso gratuito y general a todos los servicios de salud, fue un planteamiento que se hizo realidad en la URSS desde 1930. Además, a diferencia de los pocos países capitalistas que hoy pueden presumir contar con este beneficio, la salud gratuita en el socialismo no se sustentaba en la explotación de otros sectores de trabajadores que en otras partes del mundo viven en condiciones deplorables.

Entre los múltiples motivo de la importancia de la Revolución de Octubre está el de haber demostrado que sólo con la lucha y el poder en manos de los obreros es como se pueden conseguir verdaderas mejoras de vida, satisfacer las necesidades básicas y permitir el acceso no solo a la salud, también a la educación, la cultura, el deporte, la recreación y todo aquello que dignifique la vida del ser humano.

 

(Se anexa el Plan de estudios vigente en 1945 para poder identificar los puntos clave de la formación médica en ese momento.)

Materia Semestre Horas
Nociones de marxismo –leninismo 1.2.3.4. 216
Latín 1 108
Lengua extranjera 1.2.3.4 198
Biología (también incluye zoología y  parasitología) 1.2 162
Física 1.2 144
Anatomía humana 1.2.3 414
Química general 1.2 252
Histología y embriología 2.3. 216
Química orgánica 2 90
Bioquímica 3.4 216
Fisiología 3.4 288
Instrucción médico-militar táctica sanitaria. 1.2.3.4.7.9 286
Microbiología 4.5 234
Cirugía operatoria 6.7 106
Anatomía patológica (autopsias) 5.6.10 208
Fisiología patológica 5.6. 146
Farmacología 5.6 164
Propedéutica de enfermedades internas, curso de radiología y fisioterapia 5.6 212
Cirugía general 5.6 210
Higiene 6.7 214
Terapéutica especial  con un curso de tuberculosis 7.8 178
Afecciones nerviosas 7.8 96
Cirugía especial 7.8 96
Enfermedades venéreas y de la piel 7.8 164
Ginecología y obstetricia 7.8.9 182
Enfermedades infecciosas y epidemiológicas 6.9 188
Pediatría e infecciones en la infancia 8.9.10 198
Oftalmología 9 90
Otorrinolaringología 9 90
Terapéutica de hospital con un curso  de cirugía militar , uno de odontología y uno de cirugía estomatológica 9.10 273
Medicina legal 10 90
Psiquiatría 10. 11 100
Enfermedades del sistema nervioso. 9. 10 138

 

  1. Miterev A. Shavanov. La medicina en la Unión Soviética. Argentina: Editorial Lautaro, 1946.

 

[1] Véase en éste artículo la sección “Medicina en las zonas rurales”.

[2] La educación sanitaria en la URSS. OMS

http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/41438/1/WHO_PHP_19_spa.pdf

[3] Vid, “Aviación sanitaria”, en Revista Cultura Soviética no. 119, Diciembre 1954.

Un comentario en “La Revolución de Octubre y la transformación de la medicina”

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