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El covid-19, el virus que ahonda la descomposición del capitalismo en su fase imperialista

Protesta contra cuarentena en Estados Unidos. Internet

 

El covid-19, el virus que ahonda la descomposición del capitalismo en su fase imperialista

 

Por Jonathan Rodríguez Ninho

A manera de introducción, el término de descomposición fue sacado de un escrito de Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo[1], escrito  entre enero y junio de 1916; ello en su hilvanar el estado de descomposición como al parasitismo propio del capitalismo. Cierto, el desarrollo del capitalismo, el desarrollo de las fuerzas productivas en el capitalismo es tal que no se compara con el ocurrido en ningún otro modo de producción; sin embargo “como todo monopolio, el monopolio capitalista engendra inevitablemente una tendencia al estancamiento y a la descomposición” (Lenin. 1976: 470). La pandemia que se vive a nivel internacional evidencia a los países que están arriba en la pirámide imperialista, no sólo en cuanto al estancamiento en el que se encuentran, también en su descomposición, en su límite histórico. La pandemia echa por la borda las palabras de Fukuyama: el fin de las ideologías, el triunfo del capitalismo.

El diario británico Financial Times aseveró el 14 del mes en curso que López Obrador reaccionó ante la pandemia de covid-19 con “respuestas torpes y un comportamiento errático… exponiendo nuevas debilidades”; antes de ser representante del Ejecutivo, AMLO ya tenía querellas con el diario y viceversa. Lejos de que la pandemia pusiera al descubierto las “nuevas debilidades” de Morena, o que más bien ponga al descubierto a cualquier gestión del capitalismo incluida la socialdemócrata, develó el interés por salvaguardar en cada medida a los dueños de los medios de producción a costa de los trabajadores.

Veamos la tabla siguiente, en la cual están los 10 principales países con casos confirmados a nivel mundial:

Confirmed Cases by Country/Region/Sovereignty [2]

784.599 US
200.210 Spain
181.228  Italy
156.480 France
147.065 Germany
125.856 United Kingdom
90.980 Turkey
83.817 China
83.505  Iran
47.121 Russia

 

Intelectuales de café y cigarros, críticos de escritorio, también escriben que la pandemia está poniendo en aprietos a los “sistemas democráticos”. Colmenero dice “la pandemia no solamente ha puesto al límite los sistemas sanitarios, sino también las costuras de las instituciones y los marcos normativos de los derechos y libertades como base del orden democrático” (Colmenero, B. 2020). Pero ¿después de la crítica qué? Es allí el desmarco de los comunistas respecto a los marxólogos. Los primeros vemos la oportunidad para romper con cualquier alianza imperialista, otro escenario en el cual las amplias masas de trabajadores están viendo la no salida a las contradicciones entre explotados con explotadores bajo la base económica del capitalismo [3]. Para criticar el aspecto cultural en el capitalismo seguirá estando la Teoría Crítica, para descansar en sus trabajos teóricos las críticas al capitalismo, sin llegar a la praxis, conformándose con saber de Marx –vía Weber– y su tesis de la racionalidad.

Tendencias políticas-ideológicas expresan su posición ante la pandemia. La izquierda en su generalidad ven al sistema colapsar: esta pandemia “evidencia el fallo colosal del neoliberalismo” (Chomsky en Magdaleno, M). Chomsky, Colmenero, Dussel ven a un sistema colapsar, la pregunta es ¿a qué sistema se refieren? Su respuesta seguirá estando en su estrategia, señalan al neoliberalismo como la causa del mal. Para ellos éste es el problema y no es tiempo de Revolución. La pandemia en EEUU se ha agudizado –para Chomsky– por la naturaleza de los “bufones sociópatas que manejan el Gobierno” liderado por Donald Trump. Teniendo por lo tanto que para Chomsky si no se tuviera un sujeto bufón como sociópata gobernante el sistema neoliberal tendría esperanza. La contradicción principal en el modo de producción capitalista, la contradicción entre capital-trabajo, de nueva cuenta se deja intacta. Así la Revolución socialista para los intelectuales progresistas sigue apareciendo en un horizonte lejano.

 

El marxismo del siglo XXI concuerda y alardea con los empiristas sobre un marxismo muerto, ellos siguen interpretando al mundo. Sin embargo, la contradicción que la intelectualidad inorgánica vela, las palpitaciones del rojo porvenir siguen. La academia alude a que las ideas de Marx, Engels, Lenin se murieron con el  triunfo de la contrarrevolución en la URSS, no obstante:

[…] las revoluciones proletarias, como las del siglo XIX, se critican a sí mismas sin cesar, con mucha frecuencia interrumpen su propio curso, retroceden sobre aquello que parecía terminado para recomenzarlo desde el origen, se mofan con conciencia de las dudas, de las zonas débiles y mezquinas de los propios intentos […]

 

Los comunistas tenemos claro que otro mundo sólo es posible en el socialismo, en la construcción de la sociedad socialista-comunista; la contrarrevolución es  temporal, el enemigo es de clase y sigue siendo el mismo, la burguesía, mientras que sus paladines dirán, como por ejemplo este lunes 20 de abril cuando se llevó a cabo la primera sesión vía videoconferencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Al abrir la sesión del Pleno, el Presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, hizo un llamado a dejar atrás desacuerdos y diferencias entre todos los actores políticos y sociales del país para enfrentar la epidemia, sumar esfuerzos y salvar miles de vidas:

Dejemos atrás nuestros desacuerdos y diferencias y sumemos todos nuestros esfuerzos, todos nuestros recursos y todas nuestras energías para enfrentar esta emergencia que representa una amenaza común. Están en juego miles de vidas (Zaldívar).

 

Quienes administran al Estado burgués intentan ocultar la explotación del hombre por el hombre, intentan esconder al ejército industrial de reserva, para corear unidad entre las contradicciones materiales existentes que palpitan desde el corazón de la sociedad capitalista. Cierto, el golpe ha sido duro. La burguesía siente haber derribado a su antítesis, a la clase obrera organizada; creen al Partido Comunista un fantasma que sólo les pasea en sus sueños, cuando éstos en realidad son sus pesadillas.

[…] parece que únicamente se derriba a su enemigo para darle oportunidad de que extraiga del suelo nuevas fuerzas y se levante nuevamente contra ellas con más ímpetu; vuelven sobre sus pasos muchas veces al sentirse temerosas de la magnificencia de sus propios objetivos, hasta que surja una situación que ya no les permite retroceder (Marx, K. 2007: 20).

 

Cualquier posibilidad de otro tipo de sociedad, posibilidad que no está en ninguna de las gestiones del capital, la intentan erradicar, llamar a la pausa para hacer a un lado las diferencias; sólo que omiten que las diferencias no son de género, de raza, de nacionalidad, éstas se pueden dejar de lado, no así al motor de las sociedades, las luchas de clase. En contraposición están las palabras de Zaldívar, el Presidente de la Suprema Corte:

Tomemos una pausa; hagamos un paréntesis; tomemos por un momento distancia. Tengamos la grandeza de hacer a un lado nuestras diferencias. Ya habrá tiempo para resolver nuestros diferendos políticos, inherentes a la democracia misma. Hoy es tiempo de unidad, de solidaridad y de generosidad.

 

El llamamiento a la pausa, el hacer un paréntesis como sociedad, es el resultado de la manifestación –dice Lenin (1977)– de la irreconciabilidad de las contradicciones de clase. Al respecto del estado en descomposición del imperialismo, sus voceros, sean de salud o de educación (López Gatell, Esteban Moctezuma), intentan negar que las contradicciones de clase objetivamente no pueden conciliarse. La existencia del Estado demuestra que las tales contradicciones tienen ese carácter y que la revolución proletaria es inevitable.

Goldenberg, psicoanalista de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP), expresa su singularidad inserta en la generalidad del psicoanálisis, siguen expresando sus discursos desde el análisis realizado a sus pacientes. Parecen reducir la vida a lo que el sujeto pudiera expresar en el consultorio:

En las consultas virtuales escucho cómo la angustia se apodera de los cuerpos de los analizantes: “Me estoy desmoronando… No sé cómo protegerme…”; “Esto es sufrimiento durante un tiempo fijado…”; “Estoy incómodo”, “siento energía atrapada…”; “Estoy entre la ruptura o la unión…”; “Siento una terrible angustia cuando me despierto… ¿qué vamos a hacer esta mañana? ¿Hay un mañana?”; “Temor por la pérdida de seres queridos…”; “No es fácil vivir con uno mismo…”; “La incertidumbre del día siguiente…”; “esto me hace reflexionar sobre cómo eliminar el aislamiento de mí mismo.”

Estos son algunos de los dichos de pacientes que están perdiendo toda referencia simbólica –expresada por Goldenberg, sintiéndose desprotegidos, atrapados en un mar de goce que los está ahogando, dejándolos incapaces de encontrar nada a lo que aferrarse en forma de ancla, o punto de capitón, sintiendo que lo más íntimo de su vida se está poniendo en juego.

Al leer estos discursos desde lo simbólico (en análisis) el coro de “es tiempo de la unidad, el tiempo de dejar a un lado las diferencias” parecen cuadrar ¿por qué? Si se lee con un poco de detenimiento lo referido por la psicoanalista en su trasfondo, los analizados expresan su condición de clase, ninguno de ellos refiere a la angustia (desde el sentido lacaniano) de la incertidumbre de la posible pérdida de su trabajo, su sentir de angustia de los analizados se encriptan en el individualismo. Discursos parecidos parecen haber salido de un texto de Schopenhauer y/o de Nietzsche, sobre preguntarse sobre un mañana (si lo hay) de desolación. En lo simbólico no hay un sentir por si mañana, en el recorte siguiente del centro de trabajo, él será ese sujeto que se quedará sin ingreso para llevar un taco a la mesa de la familia; lo mismo miles de trabajadores que han perdido su empleo en esta pandemia que azota al mundo. Goldenberg (2020) expresa:

Uno nunca se encuentra preparado ante un trauma. Lo real cae sobre nosotros, no habla. De ahí nuestro deseo como analistas, el cual nos hace responsables de estar a la altura de los desafíos de los tiempos, de ser accesibles, maleables al otro que llama, situándonos como instrumento, dado que el objeto propio ya ha surgido y se ha puesto en marcha como causa. Lo real perdurará mientras tengamos un cuerpo y mientras hablemos.

El discurso de la analista parece expresar que lo real es solo alcanzado en el análisis y es aquello que no ha podido ser simbolizado; sin embargo, lo concreto-dado desde el materialismo histórico es que el mal que enferma cada área de la sociedad sigue siendo el capitalismo. Mientras que para Kant el para sí no se puede conocer, la historia de la humanidad ha concluido lo contrario y no sólo eso: esa realidad que parece inalterable en su base no lo es. El imperialismo, como fase última del capitalismo, expresa sus límites históricos; el desarrollo de las contradicciones, tal como la apuntalaría Lenin. El imperialismo es la época de las revoluciones socialistas, allí está la brújula para los Partidos Comunistas del mundo entero.

 

[1] En particular en el capítulo VIII. El parasitismo y la descomposición del capitalismo

[2] Fuente: Johns Hopkins University 

[3] Palabras retomadas de Astor García en una entrevista que le realizó People Dispacht el 18 de abril de 2020 por Muhammed Shabeer.

 

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Referencias Bibliográficas

Colmenero, B. (2020). Pandemia y control biopolítico. Aporías del Estado de excepción en curso

Goldenberg, (17 de abril de 2020). El Analista-Objeto y el Psicoanálisis como una Instalación Móvil-Virtual, ZERO ABJECTION DEMOCRATIC INTERNATIONAL GROUP.

García, A. (18 de abril de 2020). Bajo el capitalismo, no hay solución para la crisis COVID-19, en Peoples dispatch

Fierro, J. (20 de abril de 2020). Hagamos a un lado nuestras diferencias: Zaldívar en sesión histórica de la SCJN, en Proceso

Lenin, I. (1976). “El imperialismo, fase superior del capitalismo” en Tomo V. Obras escogidas en 12 tomos. Progreso.

_______ (1977). “El Estado y la revolución” en Tomo VII. Obras escogidas en 12 tomos. Progreso.

Magdaleno, C. (21 de abril de 2020).  El sistema colapsa, en Sin embargo.mx

Marx, K. (2007). El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, Buenos Aires, Argentina, Editorial Andrómeda

Tourliere, M. (14 de abril de 2020).  Financial Times advierte una catástrofe en México por “torpes” medidas contra COVID-19, en Proceso

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