Fotografía: Internet. “Berlín al final de la Gran Guerra Patria”.*

 

Factores esenciales desde la perspectiva de Stalin y algunos datos de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi

 

Por Miguel Uribe Arellano,
 miembro del CC del PCM

Con relación a los factores esenciales que le manifestó Stalin al Jefe de Estado Mayor General (EMG), S. Shtemenko, sobre el porqué de la victoria de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, el presente artículo tiene por objetivo agregar algunos datos importantes para su mejor comprensión.

Shtemenko narra en un pasaje de sus memorias [1] que al final de la guerra tuvo una reunión militar con Stalin y éste le hizo una pregunta, ¿Cómo piensa el joven Jefe del EMG, por qué derrotamos a la Alemania fascista y la obligamos a capitular? La respuesta de Shtemenko fue esquemática. Él  enumeró varias razones, entre ellas: la vitalidad del régimen social y estatal de la URSS y su gran firmeza, así como la cohesión del pueblo con el Partido Comunista, el papel de sus dirigentes, la base industrial de la URSS, los lazos fuertes de amistad entre los pueblos de la multinacional Unión Soviética y la elevada maestría de los jefes militares y estrategas soviéticos.

Sin embargo, Stalin le respondió que eran ciertos los factores que enumeraba, pero que faltaba agotar el problema. Le hizo otra pregunta al respecto de todos los efectivos que movilizaron la URSS y la Alemania nazi durante la guerra en relación a la población total de cada país, incluyendo todas  las pérdidas en las fuerzas armadas. La respuesta del general Shtemenko fue: en el caso de la URSS, 11 millones de hombres, el 6% de 194 millones; sobre la Alemania nazi, 13 millones, el 16% de 80 millones de habitantes. Stalin, con base en los datos que había descrito el general, llegó a la conclusión de que un porcentaje tan elevando de movilización o significa desconocer las leyes objetivas de conducción de la guerra o es aventurerismo, por lo cual ningún Estado soporta una tensión tan grande y en los hechos se demostró que los hitlerianos llevaron a la ruina a su país. Recordó que este error ya lo habían cometido los alemanes durante la Primera Guerra Mundial, al movilizar en 1918 al 19.5 % de hombres con una población de 67, 8 millones.

Stalin siguió profundizando sobre la cuestión. Le mencionó a Shtemenko que el factor que enunció sobre los magníficos cuadros dirigentes era un poco unilateral, que era necesario agregar que esos cuadros no solo existían en el frente sino también en la retaguardia. Y ahondó que las posibilidades objetivas son las premisas para la victoria, pero que por sí solas no pueden asegurar la derrota del enemigo si éstas no se ponen en acción y se les organiza; de ahí la importancia del Partido; que la guerra en pocos meses promovió y forjó a las personas más fuertes, audaces y con talento, algo que en un periodo de paz lleva años, ese fue el caso de los jefes militares que durante la guerra se convirtieron en magníficos militares. De la misma manera sucedió en la retaguardia, el trasladar la maquinaria de occidente a oriente para asegurarla y después ponerlas en pie para brindarle al ejército todo lo necesario en armamento; promovió a generales y mariscales en el petroleó, la metalurgia y el transporte, así como en la ciencia.

Por último, Stalin menciona una causa importante y es que los nazis llevaron a miles de personas a trabajar a  Alemania como esclavos y ni con todo y eso pudieron abastecer en abundancia a su ejército; en cambio, gracias al trabajo de los comunistas en la edificación del estado soviético  y en la educación del nuevo individuo, el pueblo de la URSS hizo lo imposible y realizó una grandiosa proeza.

En la anécdota de Shtemenko se puede apreciar  como Stalin, con base en un análisis marxista-leninista, desentraña y llega a la esencia del por qué la URSS venció. Una de las premisas objetivas fue la gran fuerza humana y su capacidad de producción, forjada durante los primero planes quinquenales.

En la Rusia zarista,  en el año de 1913, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, el número de población total era 159 millones de habitantes. La población disminuyó a causa de la Primera Guerra mundial y la guerra civil. En 1926, ya con el  establecimiento del estado socialista, la población era de 147 millones. Durante los periodos de la Nueva Economía Política, la colectivización de la agricultura y los primeros planes quinquenales, la población aumentó; para 1939 la población era de 170 millones. Con la puesta en marcha del tercer plan quinquenal en 1938 y la incorporación de las regiones occidentales de Ucrania y Bielorrusia, el crecimiento de la población dio un salto más, en vísperas de la guerra, en 1940,  la población había alcanzado 191 millones de habitantes. [2]

Durante los primeros planes quinquenales para industrializar a la Unión Soviética (1929 a 1940) se sentaron las bases que impulsaron el desarrollo social del pueblo soviético. Así como se iba aumentado la industria, la capacidad productiva y la riqueza social aumentaba. Uno de los objetivos de la URSS era rebasar a las potencias capitalistas durante el tercer plan quinquenal en cuestión económica.

El Partido Comunista y el gobierno de los soviets eran conscientes de los logros y tareas del país antes de la guerra. Esto se reflejó en el  Informe ante el XVIII Congreso del Partido sobre la labor del Comité Central del P.C. (b) de la URSS [3], en el año de 1939, donde, sobre la parte de la situación interior de la URSS, Stalin indicaba que en ritmos de crecimiento la industria socialista del país soviético ocupaba el primer lugar a nivel mundial; sin embargo, recalcaba, que aun así la URSS estaba rezagada en lo relativo a las proporciones de producción industrial por habitante. Indicaba que la capacidad productiva era mayor que los países capitalistas y la producción, sin embargo, en relación al número de población, el crecimiento económico era menor. Para explicar mejor está situación, comparaba la producción industrial por habitante de la  Unión Soviética con la de Inglaterra. Los resultados arrojaban que en 1938 la URSS fundió 15 millones de toneladas de hierro e Inglaterra 7 millones. Si bien, la producción del país soviético había sido mayor, en cuanto a la proporción de cada país, Inglaterra era superior con 145 kilogramos por habitante en comparación con los 87 kilogramos de la URSS. Recordaba que en ese momento, Inglaterra tenía una población de 46 millones de habitantes y la URSS 170 millones.

Antes de la guerra, la URSS ya desplegaba todo su potencial productivo. Las grandes fuerzas humanas en relación con la capacidad productiva industrial que se habían desarrollado durante los primeros planes quinquenales fueron factor suficiente  para afrontar y superar la agresión nazi.

En el año de 1940 de los 191 millones de habitantes en la URSS, 34 millones de ellos eran obreros y empleados ocupados en la economía nacional. Estudiaban en escuelas medias y completas 35, 5 millones de escolares y en centros de enseñanza superior 812, 000 alumnos; en total eran 50 millones de personas sumando a todas las personas que se hallaban adscritos a diferentes cursos, sin abandonar la producción. [4] Además cabe agregar que la URSS en 1941 contaba con servicios médicos gratuitos: 130, 340 médicos; 661, 431 camas; 63, 992 camas en servicios psiquiátricos; 141, 873 de camas en hospitales de maternidad; 132 mil camas en sanatorios y balnearios;  13, 461 centros médicos urbanos; 13, 512 centros médicos rurales; 1, 048 dispensarios antituberculosos; 1, 498 dispensarios antivenéreos; 5, 803 consultorios para niños y mujeres; 854, 046 casas cuna permanentes (plazas); 4, 045, 600 casas cuna de temporada (plazas). En total, la URSS invertía en Sanidad 11, 960, 000, 000 en rublos. [5]

Nada de esto contempló la Alemania nazi al intentar conquistar a la URSS. Si bien, a inicios de la guerra, el poderío militar nazi era superior al de la Unión Soviética, esto se debía porque todos las ramas productivas alemanas se  habían trasladado a la producción militar; todo eso a costa del desarrollo social del pueblo trabajador alemán; también se debió a que pusieron bajo su yugo la industria de los países capitalistas europeos de occidente que conquistaron en los primeros años de guerra y al saqueo de sus recursos económicos; además, hay que sumar las miles de personas esclavizadas en campos de concentración que fueron empleadas en la producción militar. La Alemania nazi fue un régimen de barbarie, que se levantó sobre millones de trabajadores explotados y esclavizados. Era el rostro más salvaje del capitalismo.

La URSS tuvo que desplegar todo su potencial humano y económico. Ya en el tercer plan quinquenal se empezó a fortalecer la ciencia e industria militar de defensa. Cabe destacar los grandes inventos en armamento militar de ese periodo: en aviación, los cazas “Yak-I”, “Mig-3” y “LaGG-3”; el avión de asalto “Il-2” y el bombardero de picado “Pe-2“; en tanques, “kV-I, el famoso T-·34”; en armas automáticas, la ametralladora y el subfusil “PPD” y la ametralladora “PPSh”; y en artillería, el vehículo lanzacohetes “Katiusha” y el cohete no guiado calibre 82 y 132mm. Además en el periodo de guerra se modernizó todo este armamento y se crearon nuevos modelos, como los cañones automotrices S-122 y SU-152, y el tanque pesado IS-2. [6]

El mariscal G. Zhukov en sus Memorias y reflexiones se refiere positivamente del trabajo de Stalin durante la guerra, a pesar de las mentiras que se dijeron de él después de su muerte:

Gracias al trabajo abnegado de los científicos y trabajadores soviéticos en la retaguardia, en los últimos tres años de guerra, se entregó al ejercito anualmente 120 mil piezas de artillería, 40 mil aviones, 30 mil tanques y 193, 9 millones de proyectiles de artillería, en comparación con la Alemania nazi, que en los años del 1942 a 1944 produjo 26 mil aviones y 19 mil tanques. En total, durante toda la guerra se fabricaron en la Unión Soviética 489, 900 piezas de artillería; 102,500 tanques y cañones automotrices; así como 136,000 aviones. [7]

La hazaña que logró el Ejército Rojo con su repliegue organizado y en la defensa de Leningrado, Moscú, Stalingrado, la contraofensiva en Kurts, la recuperación de los territorios ocupados y la liberación de los país europeos de oriente hasta la victoria en Berlín; así, la proeza que logró el pueblo soviético con el  traslado de la industria de las zonas ocupada  a las zonas industriales de oriente  y su puesta en marcha, no se hubiera hecho realidad si no es gracias a la dirección planificada del Partido, el gobierno soviético y los grandes jefes militares.

Luego de iniciada la guerra, el Partido Comunista y el Gobierno de los soviets crearon las estructuras militares y de producción militar necesarias para la organización centralizada del Ejército Rojo y el pueblo soviético, que durante el desarrollo de la guerra se fueron perfeccionando. Se creó el consejo de evacuación de las zonas ocupadas temporalmente. Se creó el Comité de Defensa, con plenitud de poderes sobre organizaciones civiles, de Partido y del Soviet. Se creó el Gran Cuartel General de Mando Supremo, que junto al Estado Mayor General organizaron y prepararon las campañas militares durante la guerra. A consecuencia de aumento de destacamentos de guerrilleros en la retaguardia del enemigo, en 1942, también se creó el estado Mayor Central del movimiento guerrillero.

Las estructuras económicas y militares se centralizaron bajo el mando de Stalin. Simplemente, durante la guerra, Stalin desempeñó cinco cargos además de der Jefe Supremo: Secretario General del CC del PC(b) de la URSS, Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo de la URSS, Presidente del Comité de Comisarios del Pueblo de la URSS, Presidente del Comité de Defensa del Estado y comisario del pueblo de defensa.

En las vísperas e inicios de la guerra no se pudo dar la producción en serie de todos los inventos militares, en gran parte a consecuencia de la invasión sorpresiva de la Alemania nazi en la primavera de 1941. Sin embargo el abastecimiento de todo este material militar fue aumentado poco a poco gracias a la labor del pueblo soviético que aumentó su capacidad productiva, y a crear más empresas militares; además fue una proeza trasladar la industria de las zonas que fueron ocupadas a la retaguardia, a las zonas industriales de los Urales, Siberia, Asia Central, la Cuenca del Volga y el Centro, para ponerlas en marcha a finales de 1942. En los tres primeros meses fueron evacuadas 1,360 grandes empresas. [8]

“Dicen que en la primera semana de la guerra Stalin se desconcertó tanto que no pudo ni siquiera pronunciar un discurso por radio y confió su intervención a Molotov. Esta opinión no responde a la realidad. Es cierto que en las primeras horas Stalin se desconcertó. Pero no tardó en rehacerse y trabaja con gran energía, aunque manifestando excesivo nerviosismo que con frecuencia nos sacaba a nosotros de nuestras casillas.” [9]

En el fragor de la batalla y gracias a la capacidad de asimilar la experiencia militar con la práctica del Gran Cuartel General y el Estado Mayor General, surgieron y se forjaron grandes cuadros militares durante la guerra. Al inicio de la guerra ya existían grandes mariscales como B. Sháphnikov, K. Voroshílov, S Timoshenko y S. Budionni; durante la guerra, y gracias a la capacidad que demostraron como  grandes estrategas en el campo de batalla, se les concedió el rango a G. Zhúkov, A. Vasilevski, I. Kónev, K. Rokossovski, F. Tolbujin, R Malinovski, K. Meretskov y L. Góvorov. El Jefe Supremo, J. Stalin, lo recibió en el año de 1943. [10]

Como conclusión, el Partido Comunista tuvo un papel fundamental en dirigir y encauzar al ejército y pueblo soviético hacia la victoria; al frente de batalla se enviaron 1, 500, 000 comunistas [11], además de los millones que trabajaban en la retaguardia.

 

 

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[1] S. Shtemenko, El Estado Mayor General Soviético durante la guerra, Moscú, Editorial Progreso, 1985, tomo 2, p. 497-499

[2] Dirección Central de Estadística Aneja al Consejo de Ministros de la U.R.S.S., Cuarenta años de poder soviético en cifras datos estadísticos, Moscú, Ediciones de Lenguas Extranjeras, 1959, p.6

[3] J.V. Stalin, Obras completas, México, Editorial Actividad EDA, 1981, tomo 14, p. 425

[4] P. Zhilin, La Gran Guerra Patria de la Unión Soviética 1941-1945 (estudio científico-popular), Moscú, Editorial Progreso, 1985, p. 40-41

[5] “La preocupación del Estado Soviético por madres e hijos”, Boletín de información de la embajada de la U.R.S.S., Núm. 23, 29 de julio de 1944, p. 32

[6] Los nombres de los inventores de la aviación militar son: S. Iliushin, S. Lávochkin, A. Mikoyán, V. Petliakov y A. Yákovlev; de los tanques, Zh. Kotin y M. Koshkin; de las armas de infantería, V. Grabin, I. Ivanov, F. Petrov, B. Shavyrin, V. Degtiariov y G, Shpaguin. Zhilin, Op. cit., p. 42

[7] D. Kovalenko, Historia de la URSS, Moscú, Editorial Progreso, 1977, tomo 2, p. 67

[8] G. Deborin, La segunda guerra mundial, Moscú, Ediciones Lenguas extranjeras, 1961,  p.187

[9] Gueorgui Zhúkov, Memorias y reflexiones, Moscú, Editorial Progreso, 1990, tomo 1, p. 320

[10] G.F. Alexándrov, J. Stalin Esbozo biográfico, Moscú, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1947, p.185

[11] Deborin, Op, cit., p. 625