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Los caminos del maoísmo mexicano. El Partido del Trabajo

Imagen. Gerardo Fernández Noroña,
Alberto Anaya y una tercera persona.
Autor sin precisar.*

 

 

 

 

Los caminos del maoísmo mexicano.
El Partido del Trabajo**

 

 

 

Por Ricardo Mendoza,
Célula Ignacio Salas Obregón

 

Recientemente, en el mes de septiembre, por medio del diputado federal Gerardo Fernández Noroña, el Partido del Trabajo (PT) intentó hacerse con la presidencia de la Cámara de Diputados. Noroña llegó a afirmar que Alberto Anaya lo había animado a ir adelante para tomar el control de la presidencia. Algo que fue impedido, acusó el diputado, por la intervención directa de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. Es decir, para los entendidos de la política mexicana, por orden presidencial.

Nos encontramos ante el momento de mayor fortaleza del ya veterano partido de izquierda, con orígenes maoístas, fundado en 1990. Que ha sabido hacerse un aliado indispensable del partido mayoritario de la izquierda burguesa mexicana, primero el PRD, ahora Morena. En ese camino los dirigentes del PT han sabido construir una organización política que se ha convertido en el refugio de aquellos aliados que en alguna momento no han encontrado cabida directa en estos partidos, por ejemplo el caso de Noroña y anteriormente Porfirio Muñoz Ledo.

Es el Partido del Trabajo uno de los casos más exitosos del maoísmo en México, su proyecto político más perdurable, y también el que más cercano está al poder. Aunque eso sí, renunciando a todo intento de la toma del mismo y apostando más bien a un papel de aliado. Un partido bisagra que aporta una estructura con 50 años de antigüedad, un caudal de votos seguros transformados en cierto número de diputados y senadores que actualmente decantan la balanza en el Congreso cuando se requiere una mayoría fiel a la presidencia de la República.

Hablamos de una organización pragmática, cuyo interés va más por los caminos del manejo del dinero público y no por guiarse en torno a esa ideología que dicen tener. Basta recordar que lo mismo les ha dado por contender en elecciones aliados al PRI, que hacerlo por el PRD. Eso sí, no se puede decir que no tengan en el PT buen olfato político, pues han sabido apostar por el caballo ganador y dejar al perdedor. Como bien quedo demostrado cuando dejaron al PRD para sumarse a la ola de la cuarta transformación.

 

La Línea de Masas

La trayectoria política del líder petista Alberto Anaya inicia en la Facultad de Economía de la UNAM, a fines de los años 60, cuando se integra en el colectivo Política Popular del profesor de esa Facultad, Adolfo Orive. En esos años Anaya coadyuva en atraer a otros estudiantes de educación superior de la UNAM y el Politécnico a la incipiente agrupación de corte maoísta.

A principios de la década de los 70 las brigadas de Política Popular llevarían su andar a los estados del norte de México, concretamente a Durango y Nuevo León. En Durango comenzaron la creación de colonias populares, primero la “División del Norte” y luego la “Emiliano Zapata” y la “Lucio Cabañas”. En ese mismo estado comenzarían esa “extraña” relación con el entonces partido de Estado, trabajando con la Confederación Nacional Campesina (CNC) priísta.

Sería en Monterrey donde Anaya mostraría sus dotes organizativas ayudando en la fundación de la colonia popular “Tierra y Libertad”, poniendo en marcha un modelo de autogestión maoísta. También en esta misma ciudad se daría el rompimiento entre las facciones de Anaya y Orive. Un rompimiento que varias décadas después deja ver como ya desde entonces Anaya valoraba el control absoluto de su organización. El rompimiento en términos ideológicos se dio porque mientras el grupo de Orive apostaba por un modelo de organización asambleísta, el de Anaya prefería la centralización de la dirección, es decir la suya propia.

40 años después, en 2017, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dictamino que el PT debía renovar todos sus cargos de dirección para garantizar la equidad de género. Lo que el partido hizo para burlar esta resolución fue crear comisiones colectivas que por un lado cumplían con la cuota de género, y por el otro garantizaban la permanencia de sus líderes, con Alberto Anaya al frente.[1]

Curiosamente otra de las acusaciones lanzadas al darse el rompimiento fue que la facción de Orive era proclive a relacionarse con políticos de alto nivel. Algo que, ya veremos, también supo hacer el grupo de Anaya.

[1] Alejandro Suárez. Alberto Anaya perpetúa control del Partido del Trabajo, en: https://www.elsoldemexico.staging.oem.cue.cloud/mexico/politica/alberto-anaya-perpetua-control-del-partido-del-trabajo-302375.html

 

En Durango Alberto Anaya cimento el trabajo local de las colonias populares mediante la creación del Comité de Defensa Popular (CDP), junto a otro de los futuros fundadores del PT, Marcos Cruz (quien rompería con el PT en 2009). A partir de las colonias del CDP en Durango se comenzó un trabajo que evitaba el enfrentamiento directo con las organizaciones priístas, y al mismo tiempo cultivaba buenas relaciones con funcionarios estatales. Entre 1980 y 1986 el CDP fundo diez nuevas colonias, siempre cuidando las formas y evitando la radicalización de sus bases.

Resulta por demás curioso que el camino recorrido por los hoy petistas haya sido paralelo al que llevaba a cabo el grueso de la izquierda, que desde fines de los setenta se empeñaba en un proceso unificador de todas expresiones políticas de izquierda socialista en un partido único. El grupo de Anaya impulsaba, también en los ochenta, un proceso unitario pero con expresiones políticas enfocadas a las luchas populares. El CDP participo en la conformación de la Coordinadora Nacional del Movimiento Urbano Popular (CONAMUP), la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

En 1982 el Movimiento Obrero, Campesino, Estudiantil Revolucionario (MOCER) de Zacatecas; el Frente Popular Tierra y Libertad (FPTYL) de Monterrey; el CDP de Durango, y La Sección Hồ Chí Minh de la Ciudad de México fundaron la Organización de Izquierda Revolucionaria-Línea de Masas (OIR-LM), una organización de corte maoísta con algunos cuadros provenientes del espartaquismo mexicano, entre ellos la ex Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y ex secretaria de Estado, hoy presa en Santa Martha Acatitla, Rosario Robles.

 

De partido salinista a cuarta espada de la 4T

Mientras la izquierda socialista transitaba del PSUM al PMS, el CDP duranguense comenzaba su andar por la vía electoral aliado a los trotskistas del Partido Revolucionario de los Trabajadores en las elecciones locales de 1986, lo que les permitió ganar dos regidurías. El acercamiento con el PRT trotskista data de 1982 por vía de la OIR-Línea de Masas.

Esa primera experiencia en el ámbito electoral para el CDP se potencio luego de las elecciones presidenciales de 1988. Mientras la izquierda se movilizaba en las calles acusando fraude en las elecciones presidenciales, y se preparaba el terreno para contener la crispación social con la fundación del gran partido socialdemócrata, el PRD, el CDP duranguense se convertía en la primera organización en firmar un convenio con el gobierno federal de Carlos Salinas de Gortari. Lo que le permitió hacerse de fondos con dinero público y dar el siguiente paso, la creación de un partido estatal.

Así, mientras el PRD comenzaba su andar y sus militantes enfrentaban represión y asesinatos del gobierno salinista, el todavía CDP obtenía fondos públicos y de entidades como la Fundación Interamericana (IAF), una organización financiada por el gobierno de los Estados Unidos, y que a la fecha –según su sitio web [2]–  financia proyectos de desarrollo en América Latina y el Caribe.

[2] https://www.iaf.gov/es/

 

En 1990 se dio el paso a la conformación de un partido político nacional, el Partido del Trabajo. Desde aquel entonces se dieron acusaciones de que el registro a este nuevo partido de izquierda se hacía con intención de “robar” votos al naciente PRD y de que el PT era un partido creado y financiado por Carlos Salinas de Gortari.

Lo cierto es que el PT siempre fue en esos años un partido marginal, con un caudal de votos que le llevo a perder de inmediato el registro. En 1991 logró 270,000 votos, cantidad que no representaba el 1.5 % de la votación requerida. En 1993 consiguió recuperar el registro y postuló en 1994 como candidata presidencial a la candidata externa Cecilia Soto, obteniendo una votación de 896 mil 426 votos, equivalentes al 2.67% del total de los votos emitidos.

A partir de 1994 es que puede hablarse de que el Partido del Trabajo se convierte en un partido político estable y constante. Una vez concluido el sexenio salinista, el PT comenzó su propio camino acercándose al PRD, en un viraje total de su anterior estrategia que databa de 1988 en que el CDP se mantuvo alejado del oleaje cardenista. En el año 2000 el PT conformo, junto al PRD, Convergencia por la Democracia (CD), el Partido Alianza Social (PAS) y el Partido de la Sociedad Nacionalista (PSN), la Alianza por México, que postuló como candidato a la Presidencia de la República a Cuauhtémoc Cárdenas.

Y aunque a partir del 2000 el PT haya participado en cada una de las campañas presidenciales de la izquierda, esto no ha impedido que en elecciones locales haya participado como aliado del PRI o el PAN. Por ejemplo, en Zacatecas en 2010 o en Baja California en 2013. A nivel federal el PT fue parte, en 2006, de la coalición Por el Bien de Todos, junto al PRD y Convergencia, impulsando la primera candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador. En 2012 los mismos partidos repitieron la coalición y la candidatura de Obrador bajo el nombre de Movimiento Progresista. Finalmente, en 2018, el PT integró la triunfadora coalición Juntos Haremos Historia, con Morena y el Partido Encuentro Social (PES).

Ahora bien, cuando revisamos los documentos petistas nos encontramos en teoría ante un partido de izquierda, que de hecho continúa manejando terminología marxista. Apela a un supuesto poder popular y se insiste en la Línea de Masas como guía de su accionar, tal cual es posible leer en el artículo 6 de sus estatutos:

Artículo  6. El  Partido  del  Trabajo  considera  a  la  Línea  de  Masas  como  la  línea fundamental  para  todo  trabajo  que  realicemos  y  para toda  lucha  que se emprenda, tanto en su interior, como entre las masas, que permita ir construyendo el Poder Popular Alternativo. La Línea  de  Masas es  la  matriz  epistemológica, semiótica, neurocientífica y psicológica del Partido del Trabajo. [3]

[3] http://partidodeltrabajo.org.mx/2017/wp-content/uploads/2018/09/estatutos_pt.pdf

 

Luego, en los hechos, ¿cómo entender ese pragmatismo para hacer alianzas por todo el espectro electoral? Porque si bien ya en el nuevo siglo el PT ha sido aliado constante del partido mayoritario de la izquierda (PRD y luego Morena), al PT le ha dado lo mismo ir en alianza con el PRI o el PAN. Para esto hay que acudir a su declaración de principios, en donde manejan conceptos como el Estado, confundiendo la estructura estatal con la estructura del que fue el partido dominador de la vida política mexicana durante el siglo pasado, el PRI.

Estos aparatos son los sindicatos y las organizaciones campesinas y de colonos que han estado controladas  por  el  Estado  (CTM,  CNC,  CNOP,  CROC,  etc.). [4]

[4] http://partidodeltrabajo.org.mx/2017/wp-content/uploads/2018/09/declara_principios_pt.pdf

 

También como consecuencia de su acercamiento, a partir de 2006, con el movimiento popular obradorista que terminó conformando Morena, el PT hace un análisis acorde para justificar su pertenencia a esa alianza:

Esta situación ha generado un recambio del proyecto histórico que promovió el Estado de bienestar, la actual correlación de  fuerzas ha   favorecido a   la   derecha,   y   su   reversión   depende   de  la conformación de un bloque de fuerzas democráticas y progresistas y de un mayor   nivel   de   concientización   del   pueblo   para   instaurar   un   Proyecto Alternativo de Nación. [5]

[5] ibid.

 

El PT insiste en que, acorde a la Línea de Masas, sus decisiones como partido no se toman a espaldas de las masas, sino en torno a las decisiones que estás toman en asamblea. Se rechaza en el PT la conformación de una camarilla burocrática contraria a los principios y valores revolucionarios.

Las  camarillas  burocráticas  y  el  burocratismo  partidista,  gubernamental  y sindical, llevan a la corrupción y la demagogia en todos los órdenes. La corrupción moral  y  económica  debe  ser  vencida.  La  demagogia  como  manipulación  de  las conciencias, debe ser superada por la cultura de la rectitud y la integridad. [6]

[6] ibid.

 

Principios que por supuesto no concuerdan con el actuar de sus dirigentes. Por ejemplo, en 2017 la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR, inicio una averiguación por presunto lavado de dinero de más de 100 millones de pesos de recursos federales, entregados por el Gobierno de Nuevo León para la operación de Centros de Desarrollo Infantil (Cendis). Dinero que habría terminado en las cuentas bancarias de la esposa de Alberto Anaya, María Guadalupe Rodríguez, y del dirigente del PT en Aguascalientes, Héctor Quiroz. Como resultado de ese escándalo, Anaya sufrió el bloqueo momentáneo de sus cuentas, a lo que el veterano líder expreso que: “el Che Guevara decía que para los revolucionarios la cárcel es un accidente de trabajo”. Y posteriormente, una vez pasado el escándalo mediático, no se supo más del caso y Rodríguez pudo reincorporarse con total tranquilidad a su escaño como diputada local por Nuevo León. [7]

[7] Asegura Alberto Anaya que PGR congeló sus cuentas bancarias. David Carrizales / Corresponsal, en: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/asegura-alberto-anaya-que-pgr-congelo-sus-cuentas-bancarias

 

Ahora bien, si de algo no se puede acusar a los dirigentes petistas es de no saber acomodarse. Desde 2006 el Partido del Trabajo ha mantenido una alianza constante con el obradorismo, y con Morena una vez constituido en partido formal. Esto no significa que el PT no tenga una agenda propia, ni que no siga siendo capaz de repetir su particular pragmatismo, por ejemplo desde lo que en la izquierda llaman “el movimiento”.

A principios de 2020 el Partido del Trabajo, junto a otras 13 organizaciones, conformó el llamado Movimiento de Unidad Socialista (MUS). Una suerte de coordinadora que agrupa lo mismo a trotskistas, veteranos ex militantes del primer PCM, maoístas, junto a todo tipo de organizaciones populares. Con el objetivo de apoyar el accionar del gobierno de la 4T “contra la poderosa mafia del poder económico”, profundizar la organización popular y “conformar una gran organización que elabore el programa socialista para México”. Aunque sin llamar a la conformación de una organización de vanguardia, sino más bien de acompañamiento, “a los trabajadores, a los campesinos, mujeres, jóvenes y a todos los desposeídos y olvidados, en sus movilizaciones y luchas para crear el verdadero poder social transformador y forjar un mundo mejor”. [8]

[8] MANIFIESTO DEL MOVIMIENTO DE UNIDAD SOCIALISTA AL PUEBLO DE MÉXICO en: https://redirmln.blogspot.com/2019/01/manifiesto-del-movimiento-de-unidad.html

 

EL MUS, que pretende apoyar desde la izquierda al gobierno de la Cuarta Transformación, es conformado por las siguientes organizaciones: Alternativa Martiana Capitulo México (AMCM); Central Unitaria de Trabajadores (CUT); Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI-ML); Coordinadora Socialista Revolucionaria (CSR); Frente Amplio Socialista (FAS); Frente de Escuelas Democráticas Febrero 25 (FEDEF25); Frente de Organizaciones Sociales de Veracruz (FOSVER); Frente Popular Francisco Villa (FPFV); Frente Estatal de Trabajadores de la Educación y Ciudadanos de Chiapas (FETECCH); Movimiento Ciudadano del Sur (MCS); Movimiento Comunista Mexicano (MCM); Movimiento para la Liberación Nacional y el Socialismo (MLNS); Organización Campesina Popular Independiente de la Huasteca Veracruzana (ICIHV); Organización Nacional del Poder Popular (ONPP); Partido de los Comunistas Mexicanos (PCM); Partido del Trabajo (PT); Poder de los Movimientos Sociales (PODEMOS); Unión de Juristas de México (UJM). [9]

[9] DECLARACIÓN DEL MUS ante el COBI-19 (sic) en: https://redirmln.blogspot.com/2020/04/httpsdrive_26.html

 

Esta iniciativa “desde la izquierda” se da al mismo tiempo que la dirigencia nacional petista impulsa las ambiciones del diputado federal Gerardo Fernández Noroña, quien apenas en septiembre intento hacerse con la presidencia de la Cámara de Diputados, abriendo un conflicto con una parte de Morena y el propio presidente. Es decir, que desde el PT se impulsan a la par dos opciones. Por un lado, mantener la careta izquierdista junto a otras agrupaciones que todavía piensan que se puede rebasar al Kerenski tabasqueño por la izquierda, en una mezcla de izquierdismo socialdemócrata y nacionalismo revolucionario. Y por otro lado, la eventual precandidatura presidencial de Fernández Noroña para 2004. Es decir, que los antiguos maoístas estarían preparando un eventual nuevo paso, que les permitiera pasar de simples aliados a coadministradores del Estado burgués mexicano.

 

 

 

Fuentes:

 

 

 

* Las imágenes presentadas en el cuerpo del presente artículo han sido retomadas de internet con el fin de complementar, diversificar y desdoblar las posibilidades comunicativas de los contenidos presentados en El Machete, sin ningún fin de lucro y como parte de una plataforma gratuita y libre.
** *Texto inédito para El Machete, edición digital.

 

 

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