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Entre la hoz y el martillo

 

Por Pável Blanco Cabrera

 

83 años después regresa para informar, agitar y organizar entre la clase obrera y todos los explotados y oprimidos de México, El Machete. Fundado en 1924 por artistas, como Siqueiros y Xavier Guerrero, a las pocas semanas fue adoptado por la Sección mexicana de la Internacional Comunista, como su órgano central.

El Machete fue por 14 años un termómetro, pero sobre todo un constructor de la organización de la clase obrera y de su partido político de vanguardia, El Partido Comunista de México. En sus últimos números se desarrolló una encuesta en sus páginas acerca de un cambio de denominación, que al final resultó ser la Voz de México, que existió desde entonces hasta 1970, y sin embargo el objetivo pretendido con el cambio no fue alcanzado, pues sin ser un mal periódico, La Voz de México no logró estar a la altura de El Machete.

¿Cuál era el objetivo? Ampliar la influencia de la política de los comunistas, sin embargo la política de los comunistas había sufrido una modificación y ello encerraba ya una conclusión, esto es la dirección de la prensa del Partido ya no se orientaría a los intereses de la clase obrera, sino a los intereses de una alianza con la burguesía y la pequeña burguesía, donde la ideología que aglutinaba era lo que después fue llamada, ideología de la Revolución mexicana, sustentada en el interclasismo de la unidad nacional. El Machete si se abrió paso sosteniendo una política clasista, y por ello el PCM sufrió clandestinidad, pero en ella se desarrolló y potenció, convirtiéndose en una fuerza decisiva del proletariado, como lo demuestran los hechos históricos.

Hoy estamos colocados en esa disyuntiva. Armados nuevamente de la ideología científica del marxismo-leninismo tenemos la convicción de que la justeza de nuestras posiciones, que son las de los trabajadores, las del conjunto de la clase obrera, deben convertirse en la fuerza que imponga los cambios revolucionarios que apremian nuestra realidad. Pero estamos también convencidos que la adquisición de esa fuerza no pasa por desdibujar nuestras posiciones ideológicas y políticas –como concebiría el populismo o el reformismo- sino por fortalecerlas. Ese es el punto: El Machete fue dejado atrás para ampliar la influencia y fuerza de los comunistas y hoy se retoma con ese mismo objetivo.

Lo hacemos porqué falta elevar más la voz del proletariado. De todos los medios que hoy circulan, ninguno representa voz distinta a la de la burguesía. Solo esa óptica aparece en la noticia y en la opinión. Y a pesar de que la disputa entre ellos pueda darse, con rabia y ferocidad, no dejan de expresar tales intereses, y ni por equivocación aparecerá la expresión de los intereses proletarios, ni su objetivo revolucionario. Puede abrirse cualquier publicación,  puede escucharse cualquier medio, y la conclusión será la misma. Por ejemplo ahora presenciamos un debate entre el Presidente Obrador y varios medios que son acusados por el de agentes de intereses de los EEUU, argumento por demás ridículo, puesto que el más leal aliado de los EEUU es el propio Obrador, y enunciemos tan solo la política migratoria y la suscripción el año pasado del T-MEC, nueva versión del TLCAN. Pero en el debate todo versa de engaños, mentiras, deformación de la realidad. Por ejemplo el ministerio de información goebbeliano que agrupa la política mediática del ejecutivo hace todo por presentarlo como un patriota, un prócer similar a los de la Independencia, Reforma o Revolución de 1910. Pero no lo es. Por el otro lado lo quieren presentar como un “comunista”, cuando en verdad es un anticomunista. Pero Obrador no es ni como él quiere presentarse, ni como lo presentan,  Obrador es un político burgués, que está asegurando la dictadura de clase de la burguesía, que está buscando oxigenar este sistema caduco.

Baste este ejemplo para exponer que los extremos mediáticos del arco informativo existente está alejado de los intereses de la clase que habrá de transformar nuestro país.

Así, para ser la voz del proletariado y de la nueva Revolución, la Revolución socialista es que regresa El Machete.

 

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