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Elegimos luchar… No apoyes a tus explotadores, ¡Toma partido con el Partido Comunista!

Apuntes del Comité Regional del PCM en Baja California sobre las elecciones del 6 de junio en el estado.

 

 

 

Está próximo a celebrarse el proceso electoral en que se formalizará la unción de un gobernador para un periodo de seis años, presidentes en cinco municipios, diputados para una nueva composición del Congreso Local y diputados a nivel federal, etc. En este proceso, mientras miles de trabajadores se encuentran en el desempleo, la precarización y la pobreza, sólo los partidos con registro han despilfarrado en total más de 300 millones de pesos en sus campañas.

La burguesía, la clase dominante que gobierna al país como al estado, en los presentes comicios tiene 11 partidos a su disposición, con sus respectivas coaliciones, y alrededor de una decena de candidaturas o plataformas denominadas independientes. A través de éstas ejerce en exclusiva la democracia, ventila las divergencias o discrepancias que existen a su interior y la determinación de aplastar a la clase obrera y gestionar eficazmente la sociedad en su provecho.

Un análisis atento a los dos meses de contienda arroja la conclusión de que el conjunto de los partidos burgueses, como de candidaturas al margen de los mismos, tienen profundas coincidencias de clase. Todos apuestan por la austeridad; por la transferencia multimillonaria de recursos a unos cuantos explotadores a costa de la insatisfacción de las necesidades del pueblo y el empeoramiento general de sus condiciones de vida; la continuidad del mecanismo de las asociaciones público-privadas (APP) para garantizar alto beneficio privado a empresarios y monopolistas, entre estos del sector de la construcción; la redistribución de la tierra favorable a los capitalistas inmobiliarios; la extorsión de la población trabajadora mediante recientes o nuevos impuestos y la exoneración de los mismos para los grandes propietarios privados; así como la certeza absoluta para las cámaras patronales y la industria maquiladora de exportación de que la próxima gestión de gobierno se ejercerá bajo su estricta orientación.

Nada de favorable hay para los trabajadores por parte de estas fuerzas burguesas, que ya anuncian una mayor privatización de las riquezas naturales, en particular del agua; amacizar el sometimiento de los trabajadores a la clase de los capitalistas; más militarización; ofertar al mejor postor hasta el último rincón del estado, aún más allá, para la exportación de capitales; así como continuar la criminalización de los pescadores del futuro municipio de San Felipe, etc.

Todos los contendientes coinciden en sacrificar a los trabajadores mediante la austeridad, aunque exista la pugna interburguesa sobre si con ese amplio botín se subsidia un mayor desarrollo del capitalismo en el sur-sureste del país o se les entrega una mayor tajada a los capitalistas en el noroeste. En esto estriba, en parte, las diferencias entre la llamada derecha y la denominada izquierda. La clase trabajadora no tiene que votar por una de esas fieras en pugna.

En el ámbito sindical, político y social, organizaciones consideradas como de izquierda continúan descomponiéndose, traficando con sus bases y militantes en aras de la supervivencia privilegiada de los liderazgos y la colaboración con la burguesía a través de su empatía con el obradorismo. Ese oportunismo, también sometido a las pugnas interburguesas, ahora le dice al pueblo que sólo tiene dos opciones, probar el veneno de la “cuarta transformación” (Marina del Pilar Ávila Olmedo, Coalición Juntos Haremos Historia encabezada por Morena) o el veneno de la “restauración de la esperanza” (Jorge Hank Rhon, Partido Encuentro Solidario), cuyo promotor es uno de los tres francos partidos satélites de Morena. Los oportunistas de todo tipo en la prostituida izquierda llaman a la clase obrera y los sectores populares a decidir el triunfo de un burgués sobre otro en la larga rivalidad inter-capitalista de 14 años entre sus dos principales bandos políticos en Baja California, el de José Guadalupe Osuna Millán y Fernando Castro Trenti (antes PAN y PRI, respectivamente, ahora Morena) y el de Jorge Hank Rhon (en el PES dominado por el priísmo local), y que ahora coalicionan siendo parte del universo expandido de Morena y del obradorismo como representante predominante de los monopolios.

El tono dicharachero del actual proceso electoral en Baja California, entre todos los partidos y candidatos burgueses, contrasta con las terribles circunstancias de la clase trabajadora en el estado. Por un lado, el crecimiento del crimen organizado y su dominio o disputa territorial con base en su conflictiva alianza con la actual coalición gobernante y sus vínculos con los monopolios cobra miles de vidas entre las familias trabajadoras y hunde a la clase obrera en una mayor zozobra. Por otro lado, la miseria se agranda: en 2020 se registró un crecimiento del 8% en el número de personas en condición de pobreza. Es decir, 126 mil personas más, aproximadamente. Entre 2008 y 2018 la pobreza sumó 39 mil personas, oficialmente; sólo en 2020, por la más reciente crisis económica y la gestión de la misma por parte de los actores y fuerzas políticas de la burguesía ahora en campaña electoral, la pobreza creció tres veces más que en la larga década asociada a la crisis sobreproducción y sobreacumulación de 2008-2009.

Así, bajo la posición general del Partido Comunista de México al respecto, llamamos a la clase obrera y sectores populares a no darle el voto a ninguno de los partidos y candidaturas de los explotadores. Para las y los trabajadores lo importante es organizarse con independencia de clase por sus necesidades contemporáneas, contra toda expresión del Poder de los monopolios, por una mayor comprensión de la afinidad entre dichas necesidades y el socialismo-comunismo.

 

Atentamente: Comité Regional del Partido Comunista de México en Baja California

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