Por: Ricardo Mendoza

 

Este domingo 6 de junio de 2020, se llevaron a cabo las elecciones federales intermedias en México. Donde se eligieron 300 diputaciones por el principio de mayoría relativa y 200 diputaciones por representación proporcional. En los estados de Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas también se eligió gobernador. En todo el país estuvieron en disputa 15 gubernaturas, 30 congresos locales, 1063 diputaciones y una cantidad mucho mayor de presidencias municipales (alcaldías en la Ciudad de México), sindicaturas y regidurías.

Si atendemos sólo a los grandes medios de comunicación, lo que estuvo en juego fue, en una suerte de plebiscito, la aprobación o no de los primeros tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y su proyecto de cuarta transformación. Curiosamente los opositores a la 4T terminaron aceptando que las elecciones se convirtieran en esta suerte de referéndum y basaron toda su campaña en mostrar todos los supuestos errores del gobierno obradorista, y en hacer hincapié en lo beneficioso que sería para el país regresar a los días en que ellos (PRI y PAN) gobernaban.

De tal suerte que la jornada electoral se puede resumir en un duelo de Va por México contra Morena. Dos bloques en los que, dependiendo de a quien escuchemos, representan, ya sea la 4T a una dictadura de tipo “socialista” (socialdemócrata) como Venezuela, y la oposición a los partidos demócratas dispuestos a rescatar al país del autoritarismo. O bien, la 4T a un proyecto transformador que busca el beneficio de todos los mexicanos empezando por los más pobres, y la oposición a la mafia del poder que buscan recuperar sus privilegios y mantener la corrupción neoliberal.

¿Es Morena y la 4T socialista? No, en lo absoluto, El propio López Obrador no ha dejado duda al respecto. Si bien, ha recurrido a la manipulación histórica, estilo historia de bronce, para dar la justificación del origen de su movimiento, no ha dudado en reconocerse a sí mismo como una organización política liberal, heredera del juarismo y el maderismo más que de la izquierda socialista. Del socialismo mexicano, del comunismo se pretende que fue una de las corrientes de las que se nutrió la 4T, presentarse como heredera de la lucha magisterial, ferrocarrilera, médica y estudiantil de mitad del siglo XX. Pero en ningún modo hay en Morena atisbo alguno de centralismo democrático, no se habla ni en broma de dictadura del proletariado, y el sujeto histórico del obradorismo es el pueblo, un pueblo que abarca desde viejos caciques, corruptos políticos y empresarios expoliadores, eso no es comunismo, no es socialismo ni nada parecido.

¿Son los partidos agrupados en Va por México una alternativa para los millones de trabajadores? No, espacio faltaría para listar todos los crímenes y todas las políticas lesivas y contrarias a los intereses de los trabajadores mexicanos que durante décadas llevo a cabo el PRI, y durante 12 años el PAN, cuando ocuparon el gobierno federal. Basta ver el tipo de campaña que han desarrollado y el trato que han dado a los mexicanos de los sectores populares y de la clase trabajadora, dándoles trato de personas intelectualmente discapacitadas, retomando el característico clasismo de las elites y todo el racismo tan característico en la sociedad mexicana. Según estos partidos los trabajadores mexicanos deben estar agradecidos con sus explotadores y en consecuencia deben votar por la coalición del PRI, PAN y PRD.

Lo que estuvo en disputa fuel proyecto de país que beneficia a uno de los sectores monopólicos capitalistas. Por ejemplo, en el Consejo Asesor Empresarial de la Presidencia de la República se ubican parásitos de la categoría de Carlos Hank González, Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego y Olegario Vázquez Aldir. En el bando morenista asesoran al gobierno federal las cabezas de monopolios de la talla de; Banorte; Deacero; Televisa; Azteca y Grupo Empresarial Ángeles. En el bando contrario, dan la cara Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, en el financiamiento de la coalición Va Por México encontramos a las cabezas de emporios como, Kimberly-Clark; Comce y Grupo Lala.

Para los trabajadores no importa quién haya ganado, pues ninguno de los partidos y ninguna las coaliciones representan los intereses de los trabajadores, las preocupaciones y sufrimientos diarios de nuestra clase, puesto que tales cosas no entran en la agenda de los partidos burgueses. No importa que haya ganado Morena a nivel federal o el PRIAN a nivel local, han perdido los trabajadores, cualquiera de los dos proyectos mira a la mayoría de la población mexicana como mano de obra de barata.

Cumplido el año de la pandemia de Covid-19 en México las cifras de desempleo muestran 2.7 millones de personas desempleadas, esto es un aumento de más de medio millón de mexicanos que se quedaron sin trabajo, 574,000 personas más que en abril de 2020. Por el contrario, los grandes monopolios mexicanos vieron crecer sus beneficios, según los datos del primer trimestre de 2021, empresas como GNP; BioPapel; Cemex, Grupo México; Minera Frisco; La Comer o Medica Sur; forman parte de las empresas que más han crecido su valor en la Bolsa de Valores desde que se registró el primer caso de coronavirus en México.

Las cifras de decesos por la pandemia no mienten, es nuestra clase la que ha puesto los muertos para que la economía siga funcionando y las ganancias de los capitalistas fluyendo. “En nuestro país los trabajos manuales y operativos, las amas de casa, los jubilados y pensionados representan 94 por ciento de los decesos, en tanto el resto corresponde a profesionales, directivos y trabajadores de arte y espectáculos”. Aquello mexicanos residentes en zonas con altos índices de pobreza son quienes más han sufrido al no poder acceder a una atención medica de calidad.

¿Cuál es la diferencia entre ambos proyectos que se presentaron en las urnas? Mientras unos fueron los responsables de implementar el sistema de afores acabando con el de pensiones, los otros, los del supuesto cambio, no sólo no han echado abajo esa reforma “neoliberal”, sino que la han reforzado mediante una reforma que deja a su suerte a los futuros trabajadores jubilados.

Haya obtenido la mayoría de diputaciones federales Morena o las alcaldías el PRIAN los perdedores son los de siempre, los trabajadores.