Foto tomada de internet

No vamos a ser esclavos modernos en el siglo XXI

Por: Pavel Blanco Cabrera,
Primer Secretario del CC del PCM

Nuevamente la clase obrera de Grecia pone el ejemplo de lucha para los trabajadores del mundo, al desarrollar con dinamismo la lucha de clases en este periodo complejo de la crisis sanitaria.

La agresividad del capital no se fue a cuarentena, por el contrario, se intensificó en función de la crisis económica internacional que está en curso, y que busca no tener pérdidas recurriendo a medidas para desvalorizar el trabajo, tal como ocurrió con la crisis del 2008 que derivó en reformas laborales antiobreras. Pero ahora el ataque es mucho peor, pues en Grecia quiere implantarse una jornada laboral de 10 horas.

Como sabemos la conquista internacional de 8 horas en la jornada de trabajo por el movimiento obrero se cimentó en agudas confrontaciones, en sangre y vidas de los proletarios del mundo, y también en la solidaridad, la fraternidad de los que todo producen contra aquellos que se apropian la riqueza socialmente producida, es decir la minoritaria clase de los explotadores.

Si hoy la Nueva Democracia, el partido de la derecha puede plantearse una medida así es por la labor previa de la socialdemocracia y la nueva socialdemocracia (Syriza) que pavimentaron el camino con otras reformas que atacaron los derechos laborales, lo que muestra que unos y otros partidos de la burguesía actúan en esencia defendiendo los intereses de la clase dominante.

En nuestros días, y tomando como pretexto la pandemia, es usual que muchos decidan ejercer como “forma de lucha” la denuncia en redes sociales o las videoreuniones, pero nosotros coincidimos con nuestros camaradas de Grecia en que es de primera importancia mantener el funcionamiento partidario, la lucha en cada centro de trabajo, en las calles y espacios públicos. Así en Grecia nunca hubo desmovilización, y una importante demostración del PAME (expresión sindical clasista) el primero de mayo del 2020 deja constancia de ello; pero en las últimas semanas se acentúa el conflicto, con una importante huelga general los primeros días de mayo, con cientos de demostraciones en fábricas y calles, en ministerios y barrios obreros y populares, y con los importantes mítines del Partido Comunista de Grecia en Atenas, Tesalónica y muchas ciudades donde se afirmó la disposición de derrotar este proyecto de ley. Para los días siguientes el movimiento obrero prepara una nueva huelga general.

La consigna lanzada por el camarada Koutsumbas, secretario general del KKE, es asumida por el conjunto de los trabajadores: ¡No seremos esclavos modernos en el siglo XXI! Dice el dicho, cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar, y seguramente la salida capitalista a la nueva crisis será buscar aumentar la jornada laboral a 10 horas en todos los países, y por ello debemos prepararnos para ese combate concreto.