Por: Alejandro Mancilla

 

En el contexto de desestabilización social en Cuba, impulsado por el imperialismo yanqui, a nadie extrañó que el martes 13 de julio aproximadamente a las 10 horas, organizaciones políticas de derecha, como la CMDH (Comisión Mexicana de Derechos Humanos), JODCA (Juventudes de la Organización Demócrata Latinoamericana) e integrantes del PAN (Partido Acción Nacional), se concentraran a las afueras de las instalaciones de la embajada de Cuba en Ciudad de México (en Polanco), para llevar a cabo un acto de provocación que llevó a la confrontación entre estos grupos con el embajador mismo y su escolta. La hostilidad había iniciado la tarde anterior con la presencia de algunos elementos contrarrevolucionarios o “gusanos” que intentaron importunar el acto en solidaridad con el pueblo y el gobierno de Cuba que efectuamos los comunistas y otros amigos de la Revolución cubana.

La presencia matinal de estos grupos el martes 13 fue sólo el comienzo de la hostilidad, pues los grupos contrarrevolucionarios y derechistas buscaban hostigar y agredir la embajada de Cuba. Ante tal situación, aproximadamente a las 15 horas, arribaron a las afueras de la embajada cubana, un grupo de cinco compañeros del PCM para estudiar la situación sobre terreno y preparar el resguardo de la embajada. El primer acto de agresión ocurrió cuando los camaradas colocaron su sonido, un grupo de gusanos pateó los dispositivos queriendo acallar los discursos a favor de la revolución; concretando este acto de provocación loe enemigos dejaron ver sus intenciones.

A las 16 horas aproximadamente, acudió una decena de compañeros y compañeras del PCM a reforzar el resguardo de la embajada, otros más fueron llegando en las siguientes horas. Paralelamente a esto se fueron concentrando cada vez más gusanos que arribaron a reforzar el asedio a las instalaciones; algunos de estos portaban bastón retráctil, otros más dos días después agredieron a personas de la tercera edad en el zócalo y de otros sabemos que están ligados con grupos de derecha en México, con empresarios reaccionarios y las agrupaciones anti comunistas y de gusanos que operan en Miami. Sin embargo, antes de que surgiera un choque más violento fueron llegando elementos de la policía capitalina que se colocaron entre el grupo de compañeros del PCM y los grupos reaccionarios.

Los gusanos iban con la clara intención de irrespetar a la embajada cubana, pero se encontraron con una barrera férrea de comunistas, que en todo momento mostraron firmeza y resistencia ante las condiciones climáticas adversas por la lluvia, y ante aproximadamente medio centenar de gusanos, que al ver frustrados sus intentos de atacar la embajada, comenzaron a lanzar objetos, confrontar, etc. a la barrera comunista. Había dos equipos de sonido, uno de la embajada cubana; que con música alegre buscaba destensar los ánimos, y el del PCM que, con consignas, música y discursos, mantenían la moral alta entre los comunistas.

Con la disposición de continuar en la actividad hasta que fuera necesario, tomamos una de nuestras lonas para colocarla como resguardo contra la lluvia y el frío que a momentos arreciaban, pues aunque no los sentíamos por la refriega, era evidente que éstos también nos hacían mella. No obstante, alrededor de las 19 horas, los gusanos se aglutinan, para organizar su repliegue y se alejaron de la embajada.

Es evidente que las provocaciones de los contrarrevolucionarios en Cuba, son impulsadas y financiadas por Washington, y que, si se trata de masas movilizadas, el pueblo cubano que salió a las calles en respaldo a la revolución, superó en número a los contrarevolucionarios y neutralizó dichos intentos de provocación.

Las hostilidades contra la embajada continuaron en las semanas siguientes, apoyadas abiertamente por agrupaciones como FRENA y el PAN. No obstante, el mensaje les quedó claro: los comunistas, ya sea de Cuba o México, van a defender a la revolución cubana siempre.