El Socialismo: única opción de los trabajadores
Editorial N° 4, Nov. 2021
Termina un año más y el gobierno socialdemócrata de la “Cuarta Transformación”, y quienes consideraron que el gobierno de López Obrador significaría un quiebre radical con las administraciones anteriores del PRI y el PAN, no han podido demostrar tal cuestión, pues se ha dado continuidad a las políticas neoliberales con el nuevo tratado de libre comercio T-MEC, se ha concretado la militarización, y no se ejercieron proyectos de nacionalización o expropiación de empresas, cuestión que además, en realidad no beneficia a los trabajadores.
Es decir, no existe un cambio substancial en el nivel de vida de los trabajadores, más bien padecen la inflación, la continua caída del salario real, la precariedad laboral y el aumento de las oleadas de violencia del crimen organizado. Aunado continúa la insistencia del presidente de combatir la corrupción como el elemento central para resolver los problemas sociales que existen en el país, muestra la forma superficial de enfocar los grandes problemas nacionales. Además, ya hemos evidenciado la impunidad en que se encuentran los empresarios que por medio de la corrupción adquirieron empresas paraestatales depreciadas, así como la impunidad de los mandos militares vinculados con el narcotráfico.
El hacer pasar a éste gobierno como una “transformación” tiene el objetivo de darle una cara humana y afable al capitalismo, pero sin trastocar su base económica, por el contrario, se ha acrecentado la explotación y han crecido el número de pobres en el país y los dueños de los monopolios se han enriquecido aún más (pese a la pandemia y la crisis económica). Y los módicos cambios en la forma de gobernar han servido para que los monopolios reorganicen la dominación sobre los trabajadores, y hasta ahora les ha resultado, pues se han usado programas sociales para beneficiar a los empresarios (por ejemplo, Jóvenes Construyendo Futuro, Sembrando Vida), se ha promovido la desarticulación de organizaciones y movimientos populares, y el Estado está reorganizando el corporativismo sindical sumando el agravante de la injerencia norteamericana.
Afirmando que la “Cuarta Transformación” ha dado continuidad a la dictadura de los monopolios, al igual que los pasados partidos políticos, la pregunta que surge es ¿cuál es el aprendizaje que los trabajadores pueden obtener de los años que ha gobernado la socialdemocracia por medio de MORENA? La enseñanza es que ningún partido ni ninguna gestión del capitalismo (ya sea que aplique políticas neoliberales o de carácter keynesiano llamándose “estado de bienestar”) puede resolver la situación de precariedad en que vive la mayor parte de la clase obrera. Es decir, de la gestión socialdemócrata del capitalismo se deben sacar la enseñanza de que no es posible seguir pensando en “hacer funcionar bien la actual sociedad capitalista”, pues los males sociales son congénitos a su funcionamiento.
Por tanto, los grandes problemas que enfrentan los trabajadores de México requieren una solución de igual magnitud, una transformación radical de la sociedad que desaparezca las actuales relaciones sociales de explotación. Se requiere una nueva sociedad donde las fábricas y herramientas, la tierra y la maquinaria, los puertos y aeropuertos estén socializados y al servicio de los trabajadores por medio de un Estado bajo el poder obrero; esto implica que no exista la acumulación de la riqueza por medio de la explotación y, por tanto, que no existan los monopolios y empresarios en cuyas manos hoy acumula la mayor parte de la riqueza de la sociedad; se debe pensar que con esa riqueza se van a resolver los problemas y carencias que hoy enfrenta la clase obrera.
Algunos considerarán que la propuesta de una sociedad nueva es sólo un sueño imposible de realizar, pero el capitalismo ya ha demostrado que no puede ni le interesa resolver las problemáticas de los trabajadores (como los altos niveles de desempleo y empleo informal, la falta de acceso a la salud y vivienda, la existencia de más de 55 millones de pobres y la oleada de violencia). Así, el fracaso del actual gobierno comprueba que la única opción que queda a los trabajadores es tomar partido por la propuesta de cambio profundo y radical que es el socialismo.
La Revolución Socialista es la transformación que la clase obrera necesita para poner fin a su situación de precariedad y explotación, y el Partido Comunista de México es el organizador de esa revolución.