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Despilfarro millonario por medicamentos contra Covi-19 en CDMX

 

 

 

Por: Iván C.

 

En diciembre del año 2020 el gobierno de la ciudad de México empezó a entregar kits médicos para los pacientes con Sarcov-2 que contenía diversos medicamentos y un oxímetro que debía ser devuelto en las consultas subsecuentes, dentro de estos medicamentos se encuentran la azitromicina, ácido acetilsalicílico e ivermectina, de estos ninguno tiene indicación médica para el tratamiento de Covid-19 eso, sin embargo, no impidió que se repartieran 429 mil kits y que a pesar del señalamiento reiterado de especialistas para detener el consumo irracional de estos medicamentos no fue hasta que  la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo el llamado correspondiente para dejar de usar estos medicamentos en marzo del 2021.

A pesar de que algunos de los productores en específico de la ivermectina (medicamento que en su mayoría se usa como antiparasitario) ya habían publicado que no era un medicamento eficiente para usarse contra el covid-19, evidencia de la que carecían también los primeros dos medicamentos y que se daban en estos kits sin ningún seguimiento analítico o clínico para su evolución o posibles efectos adversos, poco le importo a la titular de la Secretaria de Salud de la Ciudad de México Olivia López, que sin fundamento científico realizo una intervención de salubridad publica con tal de conservar la bandera y el discurso político sobre el combate a la pandemia que, solo trajo confusión a la población, al sector médico, el alza de precios, tráfico de medicamentos y que solo aseguro ganancias a las farmacéuticas.

Tan solo la CDMX gasto más de 29 millones de pesos en la compra de los tres medicamentos que no estaban indicados para la enfermedad y que a pesar de que ya se conocía la inutilidad de estos medicamentos se siguió comprando en diversas ocasiones, ignorando el llamado de los expertos, de la OMS e incluso el de la Secretaria de Salud Publica Federal quien no recomendaba su uso.

Hasta el momento no se ha aclarado si fue o no un ensayo clínico con la población de la capital, cosa que sería aún más grave pues no se dio consentimiento informado para dicho experimento ni se dio el seguimiento ni los parámetros metodológicos que exige un estudio que demuestre la eficacia del tratamiento dado por el gobierno de la CDMX, algo que no solo viola el derecho mexicano, sino, el internacional. Escudándose en estudios que no se replicaron en el país, ni con los niveles de evidencia necesarios para administrar un medicamento a personas y en supuestas opiniones de expertos que no mencionaron.

Recientemente en Estados Unidos se despidió a una médico por recetar ivermectina e hidroxicloroquina, sin embargo, con la falta de regulación para antibióticos y medicamentos en México se han abusado mucho de medicamentos que no estaban indicados para el Covid-19 y que seguramente continuara por parte de públicos y privados, siendo uno de los pilares de la monstruosa resistencia de antibióticos y la venta sin control de estos para la ganancia de los poderosos grupos farmacéuticos, teniendo que responder a la compra excesiva que se hizo de este medicamento y la desinformación que esto causo, una renuncia podría ser poco para restaurar el posible daño a la salud de los capitalinos y del resto de las entidades que replicaron esta irresponsable acción.

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