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La Doctrina Primakov Como Justificación De La Invasión A Ucrania

 

Por: Héctor Ramírez Cuéllar

El gobierno dictatorial derechista de Putin ha elaborado y puesto en práctica una nueva concepción sobre la seguridad nacional para tratar de justificar la invasión a Ucrania, tratando de hacer pensar que esta ofensiva, desatada el pasado 23 de febrero, fue y ha sido de carácter defensivo, que trata de proteger los intereses históricos de Rusia, intereses que se remontan incluso desde antes de existencia del régimen zarista y que, por lo tanto, reclama el apoyo y la solidaridad de todos los pueblos del mundo, ya que Rusia está siendo acosada y cercada tanto por el gobierno de los Estados Unidos como por la OTAN, en un intento por mantenerse como fuerza hegemónica en el Continente Europeo.

Los criterios jurídicos y políticos que fundamentan estos sofismas están incluidos en la doctrina Primakov, o grupo de San Petersburgo, en la cual tratan de elaborar una “nueva” doctrina de seguridad nacional mediante la cual Rusia pretende justificar su política expansionista no solo en la región europea, sino también en la región euroasiática, afirman que Rusia tiene intereses históricos legítimos sobre todos estos territorios, ya que se trata de una gran potencia militar, política y económica, señalando que Rusia fue en realidad humillada por las potencias capitalistas bajo las direcciones de Mijail Gorbachov y de Boris Yelstin, tratamiento injusto y arbitrario, se culminó como el desmembramiento de la Unión Soviética, pero también con un cercenamiento de esos derechos, que ahora se deben respetar, a la luz de la nueva posición política de Rusia y de la alianza estratégica a largo plazo que tiene establecida con la República Popular China.

Las tesis del grupo de Primakov consideran: a, a partir de 1991 Rusia está bloqueada desde el punto de vista económico, político y militar, por los gobiernos de los Estados Unidos y de la OTAN negando en la práctica los derechos que tiene esa nación milenaria, desde tiempos inmemoriales, desde la etapa de la Rusia antigua, hasta la culminación de la Segunda Guerra Mundial en la que al consolidarse el campo socialista, se constituyó la comunidad de los países basados en la propiedad social de los instrumentos de producción, en una serie de países que se encontraban ubicados en el Mar Báltico y en la región de los Balcanes y que desde una posición de debilidad y de grave crisis en el gobierno soviético, se le impusieron una serie de condiciones inadmisibles que no se pudieron rechazar sobre todo por las profundas diferencias que existían en el seno del Partido Comunista de la Unión Soviética y que ahora, ya sin existir esa nación, se están reivindicando los valores culturales y espirituales de la vieja RUSIA, valores que son distintos y contrarios al modelo capitalista imperante en Europea y amparados tanto por la OTAN desde el punto de vista militar como por la Unión Europea, en el ámbito económico y social, b) que las potencias capitalistas, encabezadas por los Estados Unidos, engañaron a los gobiernos de Gorbachov y de Yeltsin, aprovechando que Rusia se encontraba transitando por una grave crisis interna y, por lo tanto, por un enorme vulnerabilidad, le impusieron una serie de medidas y de condiciones que ofendieron y conculcaron su soberanía nacional, su derecho a la libre autodeterminación, y que ahora está exigiendo que esos derechos sagrados le sean reconocidos, c, que en este contexto desventajoso para Rusia, se ha constituido un enorme bloque hostil y agresivo, que abarca toda la zona europea, ya que esas naciones se han incorporado tanto a la OTAN como a la Unión europea, 4, que en el marco de esta estrategia envolvente, de gran potencia, la cual está funcionando como una “pinza gigantesca”, solo queda una pieza por apretar, Ucrania, en donde existe un régimen militarista, derechista y neonazi, de suyo peligroso, ya que mantiene una animadversión secular contra Rusia, la cual se ha manifestado en las distintas etapas de su existencia.

La doctrina Primakov, desde luego, no reivindica la reorganización de la Unión Soviética, no se propone el restablecimiento de las instituciones socialistas, solo recuerda la gran aportación que hicieron los soviéticos durante la gran Guerra Patria, con la derrota histórica de los alemanes hitlerianos, pero sí enfatiza en una serie de diferencias que existen con respecto del modelo capitalista norteamericano europeo, tratando de universalizar el sistema político que se edificó desde la llegada del grupo de Yelstin al poder y que se consolidó durante el periodo de Putin y que consiste en: concentración excesiva del poder de mando en el Presidente, restándole atribuciones a la   Duma, entregar el manejo y la operación de la economía a los empresarios privados, nacionales y extranjeros, fortalecer y modernizar a las fuerzas armadas, restringir o limitar las libertades políticas, como las de reunión y expresión, depurar del seno de la sociedad rusa una serie de valores, contrarios a su naturaleza, como el homosexualismo, la íntima vinculación entre el poder político y las instituciones de la iglesia ortodoxa que es mayoritaria, no aceptar a las organizaciones y sociales que disientan de la defensa y de la protección de la Rusia antigua y en síntesis, edificar una sociedad política que es concordante con el grupo que tomó el poder en Rusia en el momento en que se desintegró la URSS hace treinta años.

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